Los Planetas en torno de Uzumaki Naruto.
By: Dulzurabeloved
—Capitulo 3 —
La mañana era la peor parte del día, odiaba levantarse temprano, tenia un mal presentimiento no quería ir a la escuela. Era imposible ignorar el horrible sonido del despertador, se volvió a cubrir con las sabanas hasta la cabeza en un especie de capullo, sacando la mano, tanteando a ciegas encontrando el despertador para lanzarlo lejos, quizá a algún rincón de la habitación. De verdad no quería ir, pero estaba seguro que sino asistía, su abuela alcohólica vendría a despertarlo a punta de golpes, era mejor no provocar a la mujer con fuerza sobrehumana. Resignado y con una pereza sorprendente, quito las sábanas que le cubrían para después levantarse arrastrando los pies hacia el baño.
La extraña sensación que sentía lo estaba matando, ¿Es que acaso dios lo odiaba?, sabia que él nunca tenia suerte para nada, temía realmente ir a la escuela, algo le decía desesperadamente que no fuera, que siguiera dormido bajo el calor de sus sábanas, incluso estaba tentado a esconderse en algún lugar donde su loca abuela no le encontrara, se acercaba el temible día blando, si le preguntabas a él, podría decir que era el peor día de su desporsi ya, patética vida, para cualquier otro, especialmente para las chicas, era una oportunidad de oro para declararse al "amor de su vida" según ellas, pero para Naruto significaba una sola cosa, vestirse de mujer para que una horda de locos lo persigan por todo el campus, bueno el único consuelo que tenia es que otras dos personas sufrían su mismo destino, de verdad que no quería ir a la escuela, solo de pensar sentía un extraño gorgoreo en el estomago que subía hasta la garganta en algo parecido al vomito.
Estaba perdido, quería llorar como un niño, quería incluso quedarse dentro del baño y no salir jamás, aun no entendía a quien se le había ocurrido semejante estupidez de que tres alumnos formaran parte de las tan nombradas "flores de primavera", se suponía que debían ser 3 mujeres, pero él contaba con tan mala suerte que le habían escogido por el tipo de rasgos que poseía. El director solo había conseguido a dos candidatas con una belleza incomparable y que contaban con una popularidad bastante buena con la mayoría de los chicos, pero el señor Inozuka, padre de su amigo, había dicho disgustado que no servia de nada tener solo dos flores, que la tradición dictaba que se necesitaban tres y no todas las mujeres eran buenos elementos para llevar según él, tan "importante cargo", entonces le habían elegido a él por culpa de un momento de estupidez, aun no se perdonaba que por idiota estaba en esa situación, todo por haberse puesto una maldita peluca en son de broma y que cuando el director le vio inmediatamente le eligió sin derecho a opinar, ni refutar nada, obligándolo prácticamente con una amenaza que al mismo Jiraiya le pondría llorar en forma fetal. De eso ya hace 3 años. Y aun no se acostumbraba en nada.
Sí, definitivamente tenia muy mala suerte, al terminar de ducharse y salir casi desganado, se vistió rápidamente poniéndose su uniforme, estaba seguro que hoy también llegaría tarde, tendría que soportar la reprimenda del profesor. De igual manera tampoco tenia muchas ganas de llegar, de sólo ver la cara de Sasuke le hacia recordar que hace unos días el muy hijo de puta le había agarrado el trasero, y todavía el muy desgraciado se había atrevido a apretar uno de sus glúteos, decir que se sintió ultrajado fue poco, en realidad había sido una violación hacia su persona, ya se olía que ese tal Uchiha era un pervertido de closed reprimido, por eso tenia esa cara que parecía que estaba oliendo mierda todo el santo día, aun no se explicaba como el muy bastardo tenia amigos, si casi ni hablaba y cuando lo hacia era para insultarle o provocarlo para iniciar una pelea ya fuese verbal o corporal. Nada más de acordarse, quería golpear al estirado ése, hasta que le desfigurara la cara de niño bonito, de la cual tanto se enorgullecía, ¡Ja!, Cretino, hijo de su reputisima madre, bueno la mamá del Uchiha no tenia la culpa de que su hijo fuera un estúpido, sin vergüenza pervertido, de closed reprimido, ya eso era asunto de ese bastardo.
Naruto suspiro y por fin se vio en el espejo de cuerpo completo el cual cubría una de las puertas de su ropero, odiaba sus rasgos, pero debía admitir que feo no estaba, aun así las chicas preferían tipos como Sasuke Uchiha o Neji Hyuuga, realmente no sabia que le veían a ese par de idiotas, estaba seguro que chicos más apuestos y varoniles existían en la escuela, en fin, ¿Qué le iban hacer?, él no era muy popular, escasamente tenia a un par de chicas tras de él, la mayoría suspiraban como idiotas por el magnetismo del cual Sasuke era acreedor, sí, esa frialdad que las hacia derretir como bombones bajo el sol, bah, ingenuas. Naruto se vio por ultima vez en el espejo tratando de acomodar su algo largo cabello rubio y alborotado, ya casi se parecía a su padre, sino fuera por las marcas en cada mejilla que lo delataban, de igual forma si las quitaban, era una replica idéntica de su padre y estaba contento con eso. Salio de su habitación con sus útiles corriendo a la salida y gritando un escaso "ya me voy".
Sabia que si se apresuraba, con un poco de suerte (con la cual nunca contaba), llegaría a tiempo evitando que el profesor le regañara por llegar tarde, tenia que correr y así lo hizo, corrió con todas sus fuerzas, agradecía infinitamente que le escuela quedara a escasas tres cuadras de su casa, era en estos momento cuando más agradecía de todo corazón esa gran ventaja, sonrió con verdaderas ganas al ver cerca la escuela acelerando los pasos, estaba seguro que llegaría, aun si le daba un paro cardiaco no descansaria hasta poner un pie en su salón y podría morir en paz, si, sabia que estaba dramatizando, pero que más daba, estaba feliz, no llegaría tarde, al menos esos no se sumaria al mal presentimiento que aun lo acongojaba.
Cuando por fin entro a su salón después de la maratonica corrida que se a vento se echo al piso besandolo con emoción- ¡¡por fin, llegue!! Y mucho antes que el maestro- grito feliz levantando las manos hacia el techo.
— Joven Uzumaki— la voz de Kakashi se escucho fuerte e intimidante, el rubio se estremeció, era el maestro que impartía la clase de Español, un hombre de cabellos platas y con cubre bocas que cubría la mitad de su rostro pero no por eso menos apuesto, Naruto abrió los ojos desmesuradamente y un sonrojo de vergüenza invadió sus mejillas, toda la clase comenzó a reírse de la escena que se mostraba ante ellos— Me temo señor Uzumaki, que no llego a tiempo, vaya a sentarse— ordeno el de cabellos platas.
Naruto, que no podía creer en su mala suerte, asintió parándose de un salto bastante sonrojado para irse a sentar de inmediato en su banco, genial!, lo que le faltaba, que no llegara a tiempo pero si que pasara la peor vergüenza de su vida, bueno no la peor, ya había una que se había ganado a pulso tan hilarante apodo, de verdad, ¿Por qué dios lo odiaba tanto?, ¿Por qué no se apiadaba de él?, oh, pero Naruto Uzumaki sabia que este día apenas comenzaba, podía apostar con seguridad el que se pondría peor para él. Frustrado, se quito uno de los mechones que le cubrían el rostro con un poco de aire que soltó con la boca, enfurruñado se cruzo de brazo. El rubio se acomodo mejor en su asiento quedando casi recostado, pero algo le hacia sentir realmente incómodo, como si alguien lo observara desde que entro, daba fe que alguien lo estaba viendo tan penetrantemente que sentía que le querían taladrar con solo la mirada, arrugó los labios molesto y busco lentamente a quién osaba verle de esa manera tan descarada, cuando, encontró un par de ojos negros tan afilados que no le quitaban la vista de encima, bufo molesto, ¿Y ahora que quería ese bastardo?, ¿Acaso tenia monos en la cara?, ¿Qué tanto le miraba?, frunció el entrecejo devolviéndole la mirada con recelo, ¿Y ahora a ése que le pasaba?, cretino infame, odiaba que la gente se le quedara viendo, le hacia sentir nervioso y a la vez molesto. El blondo fue el primero en retirar la mirada para poner atención al maestro que de pronto había dejado de leer su tan peculiar libro.
—Bien, les informare antes de que se me olvide o me de pereza— acotó el joven maestro tomando una pose despreocupada sonriendo bajo el cubre bocas.
Esto no le olía nada bien a Naruto y de pronto empezó a sentir nuevamente ese gorgoreo extraño que le provocaba querer vomitar, un frío sudor se alojo en su frente, sintiendo con mas intensidad la mirada del amargado pervertido, como una daga que se clavaba en su espalda, un escalofrío le erizo todos los bellos de la nuca, sentía que en cualquier momento iba a desmayarse.
—Como ya sabrán, en dos días se celebrara el festival de las flores de primavera o como comúnmente le conocemos, el día blanco— Kakashi sonrió al ver que los alumnos le prestaban bastante atención— la escuela hace este tipo de eventos para que ustedes, alumnos, se diviertan un poco y convivan más con sus compañeros, incluso para que se declaren a la persona que les gusta— un chillido en forma de gritos se escucho en general siendo las chicas quien armaron tremendo alboroto, estaban tan emocionadas que se habían olvidado del profesor, las féminas adoraban esa celebración ya que era una oportunidad inigualable de confesar sus sentimientos. Pero para Naruto significaba la peor de sus vergüenzas.
Si, Kakashi Hatake pensó que se pondría interesante, y que seria un espectáculo digno de ver, sin duda un acontecimiento bastante divertido para presenciar en primer instancia y más al ver a su pobre rubio alumno correr para que no lo violen los locos fanáticos del cosplay.
¡Que la tierra se lo tragará!, que alguien lo lanzara de lo más alto del Empire Stage!, por esta razón no quería venir a la escuela, de esto le quería advertir su cuerpo, ya lo veía venir, estaba perdido, lo peor de todo es que no podía huir de la situación, si había una posibilidad, el director se encargaba que nunca la encontrara. Quería tirarse a un volcán en erupción. ¡¿Por qué dios lo odiaba tanto?!, lloro internamente por su desgracia, y su siempre mala fortuna.
— Por cierto Naruto.— La voz jocosa y divertida del de cabellos platas hizo estremecer al menudo cuerpo de su alumno. Naruto volvió a sudar frío.— El director quiere que vayas a su oficina y tu también Hinata — sonrió y vio como ambos chicos asentían a lo que él les había dicho.
Ambos muchachos se levantaron encaminándose a la salida, todo esto sin ser perdido de vista por unos ojos negros intimidantes y curiosos.
Al estar fuera del salón él y Hinata se miraron entre si, ya sabían que les esperaba en el despacho del director, no se necesitaba ser un genio para saber que los llamaban para indicarles como cada año sobre el papel que debían desarrollar durante el festival, y a Naruto le dieron más ganas de vomitar, tenia que ir al baño a vaciar todo, que en realidad no era nada, por que ni siquiera había desayunado por la carrera de llegar temprano, realmente se arrepintió de no haberlo echo, ya que de igual manera llego tarde, al menos ahora no tendría hambre y a la vez ganas de devolver todo.
Hinata Hyuuga le miraba sonrojada y con una curiosidad algo preocupante, al parecer la chica si se daba cuenta de su estado, pero no dijo nada tratando de ser discreta y Naruto lo agradecía sinceramente, tenia suerte que la chica de ojos perla fuera amiga de la infancia y por ende le conociera como la palma de su mano, la Hyuuga sabia que él detestaba vestirse de princesa que más bien parecían vestidos de la época victoriana sólo que más cortos y con colores pasteles, mientras iban caminando hacía la dirección, el blondo caminaba derrotado como si fuera al matadero y Hinata sintió pena por su pobre amigo. A diferencia de ella que si le gustaba tomar el papel aunque la mayoría del tiempo era demasiado tímida pero no por eso menos introvertida . Naruto miro de reojo a Hinata Hyuuga, la chica era muy linda tenia unos hermosos ojos color perla, cabellos largos y negro, contaba con unos pecho bien proporcionados, caderas anchas, era todo un monumento de mujer, y vamos, que ella no tenia que sufrir la humillación de su vida vistiendose como mujer por que ella ya era una. Quien fuera la hermosa Hinata, tenia ganas de echarse a llorar desconsolado, sólo a él le pasaban este tipo de cosas, su mala suerte sólo servia para recalcarle que su existencia no era digna de estar en la tierra, que miserable situación. Suspiro desanimado, y con una aura tan depresiva que asfixiaba a la pobre chica que caminaba a su lado.
— Naruto, no te pongas así.— La pobre chica ya no soportaba ver a su mejor amigo de esa manera.— No es tan malo, mira el lado amable de las cosas, al menos Sasuke no sabe que eres una de las flores de primavera, recuerda que es el primer año que esta en esta escuela así que no te deprimas tanto— trato de alentar la pobre chica.
—¡¿Qué?!, ¡¿Crees que me importa eso?!— pregunto alterado halando de sus cabellos desesperado y bastante angustiado, Hinata sobresaltada negó rápidamente con un gran sonrojo. —Ese idiota me vale un kilo de verdura—Gritó enojado poniendo más nerviosa a la pobre chiquilla que tembló desde su lugar que se le marco la cara de un rojo granate por la vergüenza— tu no sabes la humillante que es vestirme de mujer, y ser perseguido por una bola de maniático que si me descuido me arrancan la ropa dejándome desnudo para tal vez terminar violandome, mi integridad es lo que esta en peligro, no quiero vestirme de mujer— finalizo brotandole de sus ojos cascaditas y a Hinata le salio una enorme gotita estilo anime en la cabeza, ella comprendía lo que su amigo sentía pero no era tan malo, siempre terminaban con muchos regalos, pero también debía reconocer que si se descuidaban los locos si terminarían desvistiendoles en un segundo. Ambos suspiraron.
—No importa cuanto te quejes, de nada te servirá Uzumaki— ambos chicos voltearon para ver a la persona que les había hablado... Sakura Haruno, una chica de cabellos largos y rosas, de ojos color verde jade, era quizá la segunda chica mas linda del campus, no por nada ella también formaba parte de las "flores de primavera", a pesar de todo tenia que reconocerle algo al director, y era que no tenia malos gustos, aun sabia identificar a una belleza cuando le veía, aun así Naruto pensó que él no pintaba nada ahí, si era honesto ni siquiera sabia por que él tenia que ser participé de todo esa locura, de la cual solo le desagradaba y causaba humillación tras humillación, se sentía tan patético y perdido. Pero Sakura tenia razón no podía hacer nada y no servia quejarse. Volvió a suspirar y ambas chicas le vieron contrariadas.
—Tiene razón, Sakura— Hinata trato de darle ánimos sonriendo con una dulzura que le hacia quedar embobado, si, definitivamente, no podía luchar contra eso. No quedaba de otra más que resignarse.
—Ya lo sé— resignado y con un aura más oscuro camino los escasos pasos que faltaban para llegar a dirección, soltó un gran suspiro antes de abrir la puerta sin tocar, al mal tiempo buena cara, e inmediatamente vio a su lado a las dos chicas quienes sonrientes entraron al despacho donde estaba el loco del diseñador, otro sujeto y el director, Gai un tipo con unas enormes cejas como si fueran azotadores y el cabello ridículamente cortado en cazuela, de un negro bastante brillante. A Naruto casi le cruzo un escalofrío al ver al tipo que estaba a un lado de Gai parecía la replica en miniatura de tan hombre particular, pero debía reconocer que Rock Lee (según escucho por boca de la Haruno que así se llamaba) era bastante apuesto a pesar de tener unas gruesas cejas y ese corte ridículo que extrañamente le sentaba muy bien, la cara de miedo que se hizo presente en Naruto hizo reír al director.
— ¡¡Joven Naruto, mucho gusto soy Rock Lee!!—El muchacho le abrazo alegre con un entusiasmo a flor de piel, vaya que ironía, pensó Naruto y escasamente pudo devolverle la sonrisa algo forzada a Lee quien con una hermosa dentadura blanca sonrió ampliamente, el blondo casi pudo jurar que tras de él había un fondo con flores y mucho brillo.
Gai quien hasta en ese momento solo se había quedado callado miro a los tres chicos con estrellitas en los ojos bastante emocionado— ¡No cabe duda que la flor de la juventud esta entre ustedes tres!, son las princesas mas hermosas del mundo— un brillo de añoranza se reflejo en sus negros ojo—¡Inigualables!, ¡Sublimes!— hizo un grito bastante gay como un fanático que ve a su personaje favorito de anime y continuo- ¡soy tan feliz!, ¡¡Es lo mejor que nos ha podido pasar Lee!!— De los ojos del sujeto comenzaron a brotar lágrimas gruesas de alegría— ¡¡No cabe duda que los vestidos que esta vez les diseñe les quedaran fantásticos!!, ¡¡Les vendrán como anillo al dedo!!, ¡delicados y dulces para tan encantadoras flores!.
—Claro que si, maestro— Siguió a coro Rock Lee, tan emocionado como Gai, metiéndose en su propio mundillo, el director junto con Naruto y compañía no pudieron evitar sentir una gran pena ajena, aun así dejaron ser a los dos hombres, a pesar de todo ver la escena causaba gracia, y hacia que el rubio se olvidara momentáneamente del temible día.— ¡¡Es usted tan fantástico y único!!— lloro orgulloso limpiándose las lágrimas de forma conmovedora —por eso es el indicado para diseñar tan hermosos trajes— hizo una pose bastante exagerada en forma de victoria— ¡Maestro Gai!!.
— ¡¡Rock Lee!!— coreó llorando Gai siguiéndole el cuento abrazándose mutuamente con Lee— ¡¡Estoy tan orgulloso de ti!— se cubrió los ojos de forma dramática y detrás de él salio un fondo de unas olas y montañas. Todos los ahí presentes se les quedaron mirando bastante asustados. A Naruto le entraron de pronto unas enormes ganas de salir huyendo de esa jaula de locos donde el no quería participar. Pero su huida fue infructuosa gracias a una mano que pertenecía al director sonriendole dulcemente para evitar que terminara huyendo
Lloro internamente, que alguien le ayudara, no quería hacerlo, Gai y su discípulo le daban cosa, por eso odiaba el maldito festival que llevaba generaciones en la historia de la gran y prestigiosa Universidad Autónoma de Japón, aun no podía hacerse a la idea que él viviera toda esa locura.
—Disculpe, director, para que nos mando llamar— La suave pero respetuosa voz de la tímida Hinata hizo acto de presencia y como si el director hubiera despertado de su letargo sonrió para acomodarse mejor en su asiento.
— Casi se me olvidaba con toda esta locura— Soltó divertido— Les llame para que Gai aquí presente, les tome las medidas para los trajes— Les miro y los tres chicos frente a él asintieron.
— Y como sabemos que esta vez tenemos poco tiempo y pasado mañana es el día blanco tendré un poco de ayuda— el hombre llamado Gai sonrió complacido y con un deje de añoranza. Al blondo yacía en una esquina con su aura depresiva haciendo circulitos en el piso acunclillado.
Hinata miro a su amigo y se sintió mal por él, se veía tan deprimido que le daban ganas de abrazarlo maternalmente, pero estaba segura que no podía hacer nada, Sakura poso una mano sobre los delicados hombros de la Hyuuga sonriendo dulcemente en un claro apoyo haciéndole entender a mudas que dejara a Naruto hacer su drama como todos los años ya después se le pasaría y tendrían de vuelta al revoltoso numero uno en sorprender a la gente, Hinata no muy convencida asintió y se dejo tomar las medidas algo sonrojada por tanta atención de la cual no estaba acostumbrada, mientras Rock Lee se las tomaba a Sakura.
Todo estaba muy bien hasta que le toco el turno a Naruto, este al saber que ya era hora se levanto resignado dejándose hacer. Hinata y Sakura sonrieron, al menos aun no era momento de correr para alcanzar al escurridizo muchacho, el cual siempre huir cuando de probarse las vestimentas se trataba incluso el director tenia que ayudar para atraparlo, y aunque ambas chicas no dirían lo mismo mañana.
Sasuke vio por la ventana el paisaje del hermoso jardín que se presentaba ante sus ojos, frunció el entrecejo, estaba aburrido y aun no se acababan las clases, sentía un hambre feroz, bufo y vio a Neji reflejado en la ventana, rodo los ojos y se volteo a ver al chico frente a él.
— ¿Qué?— musitó entre dientes bastante molesto sin razón.
—¡Vaya!, que carácter, ¿Poniéndote caprichoso por que Uzumaki tarda?— bromeo y Sasuke quiso matarlo lentamente y arrancarle la sonrisa a golpes mientras lo descuartizaba lentamente entre sus manos, de pronto se le antojo verdaderamente perfecto el cuello largo y blanco de Neji, con una perfección para ser estrangulado, las negras iris del azabache se clavaron como cuchillas sobre el de cabello largo, éste sonrió altanero sin inmutarse, quería molestar a su amigo por simple placer.
—Deberías meterte tus estúpidas bromas por el culo— apretó los dientes conteniéndose para no gritar, por que un Uchiha jamas gritaba y mucho menos se alteraba. Si su amigo quería exasperarlo no le dejaría lograrlo antes se ponía a bailar en lo alto de la torre iffiel a que su estúpido acompañante de saliera con lo suya. Suspiro y desvió la mirada nuevamente por la ventana, Sasuke no se explicaba por que se encontraba de tan mal humor, el día no era especialmente caluroso, incluso estaba bastante agradable, no sudaba y por ende el clima estaba bastante bien, pero aun así había algo que le molestaba haciendo que su mal humor brotara con facilidad. Vio a Neji sentarse frente a él.
—Vaya, pero no te sulfures— soltó una carcajada y Sasuke le taladro con su fría mirada— En serio, ¿Qué te tiene de tan mal humor? Si cuando llegaste estabas muy bien.
—No me pasa nada— gruñio molesto, a Neji le pareció que el Uchiha estaba haciendo una rabieta cual niño no le han comprado su helado favorito, pero la pregunta era, ¿Qué lo tenia de esa manera?, Sasuke no era precisamente de las personas que fueran caprichosas e infantiles, pero también debía reconocer que desde que había conocido al rubio Uzumaki ver esa faceta del azabache ya no era una sorpresa, Naruto había provocado algo en Sasuke, sabia que su orgulloso amigo no estaba enamorado, pero si que le gustaba algo del blondo, Uchiha jamás se comportaba así solo en presencia de Naruto Uzumaki.
—¿Es por Uzumaki?— Neji le miro serio pero Sasuke solo volvió a gruñir con algo de fuerza acomodándose en el asiento.
—Ese imbécil me importa poco, Hyuuga mejor cállate —A Neji le dio un escalofrío la voz de Sasuke era tan ronca y aterciopelada cuando de verdad estaba cabreado que hasta daba miedo, pero el era un Hyuuga jamás lo demostraría.
— Bueno, ¿Entonces que te tiene así?—
—ya te dije que nada, ¡Maldición!—elevo un poco la voz y Neji solo le miro con frialdad.
—Que carácter.—
—Déjame en paz, por que...— y la frase murió en el camino por que el azabache vio entrar a Naruto seguido de Hinata, la prima de Neji.
Hyuuga siguió la mirada de Sasuke y se topo con el objeto de distracción de su explosivo amigo, ahora más que nunca estaba seguro que el Uzumaki podía hacer mella en tan solo un segundo en la vida de tan quisquilloso Uchiha. Descubrió que así como había llegado el ojiazul, el mal humor de Sasuke se había disipado con verdadera sorpresa, Neji estaba tan contrariado al ver el semblante siempre serio de su amigo adornado por una pequeña sonrisa ladina, casi imperceptible, el de ojos perla no daba crédito a lo que su mirada presenciaba.
Sasuke miro con descaro al de orbes azules desde que entro por la puerta siguiéndole cuidadosamente, no podía evitar perderse en el menudo cuerpo de Naruto, ya se le había hecho costumbre verle lentamente como si quisiera grabarlo para siempre en su memoria, le acariciaba con la mirada lentamente hasta el ultimo cabello rubio, sabia que no era gay, ¿oh, si?, bueno, él no tenia nada en contra de la homosexualidad, tampoco es como si alguna vez algún hombre le haya atraído, no tenia nada de que preocuparse, por otro lado las mujeres se le hacían especialmente fastidiosas, ya que siempre terminaban acosandole y colgándose de su brazo, detestaba que parecieran perras en celo. Uzumaki no era un monumento pero debía reconocer que le encantaba observarlo minuciosamente cada que se cambiaba de ropa para ir a la clase de deportes, ahí era donde aprovechaba para verlo descaradamente, Naruto no le gustaba, claro que no, había algo que ese chico tenia, que hacia que sus negras iris fueran atraídas como imán. Procurando siempre que el rubio no se enterara, ademas tampoco es como si estuviera haciendo algo malo, era un país libre, ¿no?, el podía ver todo lo que el quisiera de Naruto, al final jamás se enteraba, el mundo se desaparecía para el de ojos como el cielo cada que se cambiaba.
Cada gesto, cada detalle, fue observado con escrutinio por el de cabellos largos y cafés, se había dado cuenta que Sasuke ponía atención sorprendente en cada movimiento que hacia el Uzumaki, dentro de Neji se prendió un foco, se había dado cuenta de una cosa que le parecía delirante pero sabia que estaba dando en el clavo, Sasuke Uchiha admiraba a Naruto Uzumaki por alguna extraña razón, no era una admiración de estar enamorado, más bien parecía del tipo de admiración cuando vez a tu ídolo favorito, pero, ¿Porqué?, sabia de antemano que ambos chicos no se llevaban precisamente bien, siempre terminaban peleando, tal vez y sino se equivocaba admiraba a Naruto por que era el único que le hacia frente y le trataba como su igual, importandole poco que Sasuke fuera hijo de un afamado empresario poderoso y temible, a Naruto no le importaba ese tipo de cosas, podía ser que eso llamara la atención de su azabache amigo, el blondo siempre era tan sincero, soltaba las verdades sin tapujos ni moderación, lo que el chico pensaba te lo decía y le valía un reverendo cacahuate si te hacia sentir mal o no en el proceso, debía reconocer que eso también admiraba él del Uzumaki. No le parecería extraño que Sasuke quedara cautivado ante tal desfachatez única y fuera de lo común, Naruto Uzumaki era como un hoyo negro en medio del sistema solar su sola presencia arrastraba la atención de cualquiera y tenia que reconocer que él mismo se veía arrastrado por ella.
Continuara...