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Los planetas en torno de Uzumaki Naruto por Dulzurabeloved

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Notas del capitulo:

Al fin pude publicar. 

Disfruten

 

Los pasillos atiborrados de alumnos hacían casi titánica la acción de caminar con rapidez.

Obito Uchiha cargaba un obento para llevarlo a su mejor amigo y platónico amor desde hacía 20 años, quien impartía clases en la misma universidad donde estudiaba su sobrino. Si pensaba un poco, hacía tiempo que no veía al de cabellos platas, no pudo evitar sentir una extraña sensación de emoción que le recorrió todo el cuerpo de pies a cabeza. Sonrió como un verdadero tonto. Apenas puso un pie en tierra, salió disparado rumbo a la mansión con la intención de enmendarse con un almuerzo casero y contentar así a su dulce amor, quien de seguro estaba más que molesto por la repentina huida hacia Europa de la cual ni siquiera había avisado. Trago duro. Tal vez el Hatake cuando le viera le daría una pata en los huevos por ser tan irresponsable y pasar de él.

Pero qué más podía hacer si no tenia salida. Sin embargo, eso no lo comprendería su temperamental pero siempre callado amigo de la infancia.

Con gran esfuerzo trataba de proteger con su alma el almuerzo que llevaba en las manos evitando que lo arruinarán muy seguramente Kakashi estaría furioso por su ausencia pero cuando viera lo que le preparo con mucho amor se comería gustoso todo el contenido, sonrió feliz y las mejillas arreboladas, de sólo imaginarlo se le aceleraba el corazón.

Kakashi Hatake le gustaba desde que eran unos chiquillos de parvulario, recordaba el día en que lo conoció como si fuera ayer: su hermano Fugaku se lo había presentado antes de que ingresara a la escuela, por ese entonces su hermano y Kakashi estaban en sexto de primaria, sin embargo eso no evito que se hicieran muy buenos amigos y fervientes rivales a pesar de la diferencia de edad.

Desde la primera vez que cruzaron miradas ambos desarrollaron una enfermiza rivalidad al grado de discutir por cualquier cosa, hasta de competir por algo demasiado insignificante, debía confesar que era una extraña forma de llamar la atención del otro, sino era él era Kakashi quien le buscaba pelea, sin embargo Fugaku siempre terminaba retandolos y haciendo que se alejaran con tal de tener un momento de paz.

El rememorar el cómo había llegado a tal situación: llámese enamorado como un idiota de Hatake Kakashi le hacía reír y avergonzarse, pero tenía tan enraizado el recuerdo que su mente lo memoraba como si el tiempo jamás hubiera transcurrido.

Recordaba pequeños retazos ni siquiera se acordaba de como Kakashi termino defendiéndolo de unos grandulones que querían quitarle su dinero, su estupidez en muchas ocasiones lo llevaban a situaciones un poco problemáticas por el simple hecho de que no se dejaba intimidar aún si el miedo le corroía por dentro.

En ese entonces su pequeña mentecita idealizo al Hatake como una especie de héroe o príncipe que le salvaba de lo que seguramente le hubiera costado lágrimas y sangre. Y desde entonces se sabía enamorado o quizá ya lo estaba desde el primer día que lo vio cruzar la puerta de la gran casa Uchiha mientras él se escondía tras la pared cercana a la sala, aún no eran presentados formalmente Fugaku lo había hecho un par de años después, el espiar a su hermano con su amigo se le hizo costumbre cada que realizaban tareas juntos.

Aquellos recuerdos se le hacían tan lejanos.

Despabiló de su ensoñación por completo al darse cuenta que había logrado llegar al salón indicado, sin darse cuenta, respiro hondo tratando de calmar su acelerado corazón, tenía ya casi un año sin ver a su amigo, estaba muy nervioso, se arreglo un poco la ropa y el cabellos para después tocar con los nudillos la puerta, escucho a alguien acercarse y se le aceleró el corazón casi al grado de llegar a taquicardia, trago saliva.

Por la puerta la cabeza de Kakashi se asomo sorprendido de verlo, no esperando la inesperada visita. Obito casi al instante se sonrojo levemente apartando la mirada de su amigo poniendo por delante el obento envuelto en una hermosa pañoleta blanca con el paipai distintivo de la familia Uchiha.

Hatake abrió la puerta dejándole pasar mientras acomodaba sus cosas y las guardaba en su portafolios, entonces Obito se permitió observar el perfil varonil y suave de su mejor amigo, se daba cuenta que mientras más pasaba el tiempo se volvía inevitablemente mucho más apuesto, suspiro, los años habían sido benevolentes con su amigo, Kakashi le tenía tan enamorado como una chiquilla de secundaria, aún se preguntaba desde hace cuanto estaba enamorado del hombre frente a él, sin darse cuenta el Hatake le miro con una ceja alzada cruzado de brazos.

—¿Pasa algo, Obito?.

—¡No, n...no! ¡Claro que no!, ¿Vamos a almorzar? — sonrió nervioso soltando un par de risitas tontas y Kakashi se le quedo viendo un par de minutos más con los ojos fijos en su persona de forma calculadora. — ¿Q...qué? — ahora si parecía un farolillo, lo bueno es que su amigo no le había visto ya que se volteo para coger sus cosas.

—Nada...

Kakashi por un momento pensó que Obito se des acería en disculpas por su aparente desapego hacia su amistad, él no había querido preguntar nada sobre el viaje o como le había ido por que el simple hecho de recordar tal cosa le dejaba un mal sabor de boca y eso inevitablemente le ponía de mal humor. Si era sincero consigo mismo, el haber visto a Obito frente a la puerta cuando abrió le puso extrañamente feliz, al saber que estaba completo, y sin un sólo rasguño, pero ese sentimiento fue rápidamente sustituido por uno de rabia y prefirió quedarse callado mientras guardaba sus cosas en completo silencio. Aún estaba demasiado encabronado como para pasar por alto semejante desplante.

Sin embargo eso no evito que sonriera con mucha discreción para no ser notado por su amigo. Tenerlo de regreso le ponía más tranquilo. Obito a pesar de ser 6 años menor que él, había logrado lo que ni Fugaku en todos los años de conocerlo, el Uchiha menor representaba en su vida el pilar más importante de su existencia, claro que no se lo diría pero Obito podía darse el lujo de incluso dañarlo y él dejaría que lo hiciera por el simple hecho de ser Obito.

Simplemente era una debilidad que no dejaría que nadie descubriera.

Al salir del aula uno junto al otro le dio la ventaja de mirar de reojo a su moreno amigo que se había puesto más apuesto al pasar de los años, los rasgos se le acentuaron, de aquel chiquillo revoltoso no quedaba más que el recuerdo, suspiro al rememorar como su tozudez le había acarreado problemas monumentales donde él tenía que salvarle el trasero porque simplemente no se detenía con nada ni por nadie, caminando por el pasillo ya desolado rumbo a el patio trasero. Paso sus largos dedos por sus plateados cabellos sin despegar la vista del frente.

—Así que... ¿Para qué soy bueno?.

—Oye solo quería ver a mi mejor amigo y venir a almorzar con él.

—Claro... Claro

—¡¿Qué significa eso?! ¿Estás diciendo que siempre vengo a buscarte para algo en especificó?.

—No, claro que no...

— ¡Oye! Puedo venir a buscar a mi mejor amigo para ver como esta.

—Jajaja que gracioso Obito, pero no creo que después de llegar de Inglaterra vinieras corriendo aquí sólo para traerme el almuerzo.

—Bueno, no, pero si quería verte

—Curioso... No te comunicaste conmigo durante un año y ahora te apareces como si nada— paro de golpe y Obito termino golpeándose en la frente con la fuerte espalda de Kakashi al no fijarse que su mejor amigo detenía su caminata. — ¿De pronto te acordaste de mi y te entro amor por tu amigo? —se dio media vuelta para encarar las negras iris del Uchiha menor.

—Se que estas molesto...

—¿Molesto?, ¿Debería de estarlo Uchiha? — se cruzo de brazos indignado e imponente con la cara seria, aún y con todo de que Obito estaba alto Kakashi le ganaba fácil por una cabeza y la diferencia de estatura siempre había sido evidente, provocando un millón de disputas entre ellos llevándolos una vez más a sus continua rivalidad por ser mejor al otro.


—Lamento no haberte avisado que me iba al extranjero—susurro bajito cubriendo sus ojos con el flequillo avergonzado de sentirse pequeño al lado del carácter férreo del Hatake, él jamás se dejaba intimidar por nadie y Kakashi podía dar fe de ello, ya que en muchas ocasiones a pesar de saberse perdedor se enfrentaba con orgullo terco a la situación, siendo su principal problema. — Pero mi presencia era requerida de inmediato.

—¿Y no podías haberme mandado un maldito mensaje o un e-mail durante tu estadía allá?, tanto se te complicaba hacerlo Uchiha, no fueron meses, sino un año, ¡Un año maldita sea! — grito bastante molesto, Obito levanto la mirada y suspiro frunciendo el entrecejo.

—De verdad no tuve tiempo, fue un milagro que durmiera, igual te hubieras molestado. Tu mal carácter es difícil de manejar, de todas formas si te lo mandaba estarías igual o peor de molesto, ¿Hubiera servido Hatake? — con autosuficiencia reto con la mirada los ojos negros de su amigo sin dejarse intimidar, ambos se enviaron miradas de odio infinito reflejadas en pequeños rayos.

—Al menos hubiera sabido dónde estabas de tu propia mano, no porque Fugaku me lo dijo, idiota— masculló dándose media vuelta para continuar hacia la salida del edificio rumbo a los jardines, Uchiha exasperado se revolvió el cabello con frustración siguiendo a un desesperante Hatake, a veces podía olvidar lo quisquilloso que era. Totalmente tozudo.

—No te enojes, como modo de disculpa hice el obento para ti... —sonrió dándole alcance al de cabellos platinados caminando a la par encorvando un poco su cuerpo para ver la expresión de su amigo que era una totalmente rígida y con el entrecejo muy fruncido. —Si sigues así terminaras tan arrugado que te aras viejito de inmediato.

—Cállate Obito, sino quieres que te estrangule con mis propias manos...

—Que enojón— levanto el dedo índice con la intención de picar una de las mejillas de Kakashi por el simple hecho de molestarlo pero éste detuvo el dígito a medio camino en un agarre demasiado delicado para la clara advertencia, la fría expresión descolocó a Obito por completo ladeando la cabeza algo contrariado. —Vamos... No puedes estar molesto siempre Kakashi.

—Pruébame Uchiha... — murmuró con voz gutural des envolviendo el obento para sacar el mantel y ponerlo bajo el árbol que estaba frente a ellos y que el Uchiha no noto hasta que Hatake se sentó sobre la mantilla con el paipai de su familia, en silencio se sentó frente a Kakashi sin decir nada, y no es que se haya quedado sin palabras simplemente es que no sabía que decir, vio con una sonrisa diminuta como su amigo comía lentamente todo lo que había preparado con tanto ahínco a pesar de que estaba enfurruñado no le hacía desprecio a su comida.

Después de un silencio prolongado el Hatake se decidió a hablar— me gusta alguien— las certeras palabras de Kakashi provocaron tal impresión que Uchiha boqueo un par de veces abriendo los ojos de sorpresa sin decir nada, ¿Cómo se le ocurría soltarle la bomba así?, debía estar bromeando, Hatake no podía estar diciendo lo que acababa de decir, su amigo el siempre desinteresado por todas aquella relaciones que mezclaran algo más que simple camarería. Volvió a tragar saliva bajando la mirada cubriéndola con su flequillo.

Por dentro, algo se quebró provocándole una asfixia insoportable, le costaba respirar al grado de dolerle intensamente el pecho para pasar aire a sus pulmones, por un momento que le pareció una eternidad se sintió morir lentamente destrozando todas sus ilusiones de un solo golpe, su corazón caía en pedazos ante sus pies, lo único que quería era salir huyendo, esconderse bajo las sábanas como cuando era niño y algo le asustaba demasiado. Trato de relajarse como instinto de protección y que sus ojos no mostraran lo que sus sentimientos destrozados gritaban, su mente no le permitía reaccionar, un quejido inaudible escapo de su boca.

Siempre, muy dentro de él, guardo la esperanza que un buen día Kakashi volteara para descubrir que él era el amor de su vida, siguiendo la secuencia de lo que tenía que suceder con ellos, observando de forma natural lo que indudablemente debía pasar, eventualmente le propondría vivir juntos diciendo de forma muda y muy a su manera que quería estar el resto de su vida con él. Pero ahora todos esos sueños se destruían cruelmente ante sus ojos.

— Y Quien es el afortunado— trato de sonreír fallando en el intento mostrando una pobre mueca lastimera.

—Iruka Umino... Creo te hable de él un par de veces... — tomo una salchicha en forma de pulpo sin ver a Obito, si tan solo lo hubiera hecho se habría dado cuenta del dolor tan inmenso que cruzo por segundos los profundos ojos negros. —Estamos saliendo... Aunque la relación no es muy seria Iruka me gusta mucho, quiero presentártelo— finalizo para meterse la salchicha a la boca degustándola con alegría. Obito apretó los puños con enojo, ese hombre estaba ocupando el lugar que por derecho le pertenecía — sabe delicioso — la profunda voz complacida de Kakashi se escucho como eco en los oídos del Uchiha. Tomo una bola de arroz arrugando la nariz de forma graciosa, viendo por fin a su amigo que estaba más serio de lo normal, pero no le tomo importancia. — Es demasiado perfecta para comérmela, diablos... la señora Uchiha te enseño muy bien... Serás una buena ama de casa Obito— se burlo.

Uchiha bajo la mirada apretando los puños sobre sus muslos temblando levemente.

Kakashi se le quedo viendo unos minutos sin reflejar nada es su calculadores ojos, le dio una mordida a la bola de arroz que sostenía en su manos, la tensión que de pronto se sintió a su alrededor le hizo fruncir el entrecejo.

—Obito...

— ¿Qué?

—Odio que me respondas sin verme a la cara.

Lentamente los ojos negros de Obito enfocaron la cara de Kakashi levantando levemente la barbilla en un acto de protección a sus dañados sentimientos.

— ¿Qué?

-—¿Te gusta alguien?

¿Lo habría descubierto?... Casi se atraganta al escuchar la pregunta y al razonarla trago saliva para después soltar el aire que ni siquiera estaba por enterado había retenido.

—Si... Estuve intentando salir con alguien, pero... No se dio — y no mentía, durante su estadía en Inglaterra se encontró con un ex compañero de la universidad e intento salir con él y tratar de olvidar a Kakashi pero no había funcionado.

La mandíbula del de cabello gris se tenso por segundos clavando con más fuerza de la necesaria en una albóndiga de pulpo su palillo.

—¿En serio? —murmuró quedo. Un aura oscura comenzó a rodearlo lentamente.

—Si... Pero como ya te dije, no funciono, me faltaba tiempo, escasamente dormía —soltó una risita llena de dolor la cual no paso desapercibida para el de cabellos platas, haciéndole entender que muy seguramente le dolía hablar del tema. Kakashi de pronto sintió un extraño escozor en el estomago, como si algo le hubiera pateado la zona con una fuerza descomunal.

Era algo inexplicable, Hatake se dijo así mismo que solo era el dolor ocasionado por la falta de confianza que el Uchiha menor tenía con él, era la única explicación coherente que encontraba a todo lo que sentía. Se convenció así mismo de su propia mentira. Observo con tanta dedicación cada movimiento torpe que ”bito realizaba para ocultar cualquier cosa que le tuviera de esa manera tan alterada. …l conocía a la perfección cada insignificante mueca de Uchiha menor. Tan transparente como siempre le conoció, sabia de alguna manera que quizá su mejor amigo amaba demasiado a ese alguien que fue capaz de romperle el corazón, y quiso encontrar a ese hijo de puta para hacerle pagar por todo lo que Obito estaba sufriendo.

Más sin embargo, dejo de lado ese pensamiento, ya habría tiempo de averiguarlo, de eso se encargaba él mismo, pero por el momento disfrutaría de tener de nuevo a ”bito solo para él, siempre había sido egoísta de una manera casi enfermiza y debía reconocer que esa parte oscura de su personalidad la descubrió por primera vez cuando supo que quería ser el centro de atención del de ojos negros. Y esa costumbre no cambiaría por qué simple y llanamente él no lo quería ni deseaba, estaba consciente que se equivocaba pero no estaba dispuesto a cambiar algo que se había convertido en una tradición que conservaría costara lo que costara.

En muchas ovaciones sus celos mal fundamentado por obtener solo para él la sonrisa, risa y mirada de profunda admiración que le profesaba el que denominaba como su mejor amigo, le acarreo muchos problemas con el menor de los Uchiha que hasta fuertes peleas estuvo dispuesto a tener con tal de que sólo lo mirara a él, que sólo le sonriera a él y que sólo le quisiera a él. Sí era un ser despreciable por querer acaparar todo lo que viniera de ”bito Uchiha.

Escucho suspirar a ”bito y eso lo saco de sus caprichosos pensamientos, su mirada cayo como halcón sobre la figura de Uchiha quien le miro con expresión vacía, como si todo el brillo que hace nada tenía en su mirada hubiera desaparecido por completo y solo quedara el frío cascaron, chasqueo la lengua disgustado quitándose por completo la bufanda y dejando ver por fin la mitad de su rostro.

— ¿Vas a decirme qué es lo que te pasa y te tiene de esa manera?

— Es que no me pasa nada, Bakakashi — sonrió fingidamente y kakashi abrió los ojos sorprendido, llevaba lo suficiente sin escuchar ese insulto que volver a hacerlo le hizo encender todas las alarmas, una angustia insoportable se apodero de su estomago y parte del corazón, algo no estaba bien y Kakashi lo sabía, ”bito le confesó una vez que ese apodo se lo había inventado con la intención de molestarlo y porque lo odiaba.

— ¿Cómo me acabas de decir?

La estupefacción en su rostro fue reconocida por de cabellos azabaches más sin embargo resalto la amarga sonrisa que se dibujaba en los delgados labios, la cara de Kakashi era todo un poema de la impresión, ”bito dolido como estaba y molesto hasta el punto de matarlo lentamente con un sufrimiento doloroso en su mente, Uchiha trataba por todos los medios hacerle pagar, aunque sea un poco, su falta de tacto y el dolor tan inmenso que le hacía desangrar su ya ultrajado corazón.

— ¿Lo que has escuchado, o es que aparte de idiota eres sordo ?— sentencio y Kakashi abrió la boca para decir algo que jamás salió para volver a cerrarla desconcertado, frunció las plateadas cejas hasta lograr una, Obito había logrado tocarle los cojones con su inexplicable actitud, si el que debería estar ofendí, moles u/o indignado era él y solamente él.

Una furia cegadora lo corroía desde adentro hasta llegar a apretar la mandíbula, no se explicaba del por qué de ese cambio tan radical de actitud pero no iba a dejar que óbito siendo aun así su mejor amigo tratara de pasarse de listo.

— ¿Qué demonios te pasa?

¡Es lo mismo que yo digo, que te pasa a ti! Le quiso gritar hasta hartarse llorar hasta quedarse dormido no sin antes insultarlo y preguntarle ¿Porqué le hacía esto a él, que siempre lo amo en silencio y admiro con infinita devoción? no entendía cómo Kakashi podía ser tan idiota y no darse cuenta del amor tan profundo que le profesaba desde que le conoció. Kakashi era el idiota más grande del mundo, le dio un fuerte puñetazo en la cara rompiéndole el labio, desorientado el de cabellos platas por no comprender el tan repentino golpe, abrió los ojos aun más, ¿De qué demonios se había perdido?¿Qué había hecho para merecer tan tremendo golpe?¿Acaso había dicho algo indebido o actuado de forma incorrecta?.

Y entonces llego la respuesta a todas sus preguntas, las lágrimas que escurrían como constantes lagos por las blancas mejillas le quito la respiración por completo, ”bito jamás lloraba por nada, eso le hizo sentirse miserable sin saber porque, lo siguiente que sintió fue otro golpe en la cara. ¿Y ahora que había hecho para merecer la furia de su temperamental amigo?.

— ¡Eres el idiota mas hijo de puta que conozco!...



¿Qué demonios estaba pasando?.


Si tan siquiera pusiera un poco más de atención se hubiera dado cuenta que el unico culpable del sufrimiento de su adorado amigo era él con su egoísmo.






Continuará...

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