El recorrido estuvo tranquilo, Jimin cada cierto tiempo necesitaba cambiar sus vendajes siendo asistido por Suga, se pararon en ocasiones para comprar más comida cuando se acababan o a descansar en los pueblos que quedaban cerca alrededor del trayecto, el corazón de V se aceleraba cada vez al estar más cerca de Cyrodil y cuando dormía se imaginaba el rostro de su madre “¿Tendría hermanos?” “¿Lo reconocería?” “¿Sabría reconocerla en cuanto la viera?” Todos los días millones de preguntas inundaban su cabeza, Jhope lo notaba y trataba de calmarlo alentándolo, V le agradecía a él y a todos pero el sentimiento no podía desaparecer.
Entraron por la puerta principal ubicada en extremo oriental, con los techos cubiertos de nieve pudieron notar al principio todas las tiendas y gremios, Chanyeol, Hyeongkon, V y Suga miraban completamente asombrados la arquitectura aristocrática de las casas o más bien residencias, caminaron hacia el Sur donde encontraron las casas formando un semicírculo inclinado de oeste a este, sus construcciones eran de madera resistentes sobre una base de granito para resistir el frio. Caminaban por las calles empedradas observando el gran templo, V sentía que sus pasos se hacían cada vez más pesados su corazón no lo dejaba tranquilo y unas ganas de vomitar lo inundaban, una parte de él quería correr y la otra necesitaba conocer a su familia.
Caminaron varios minutos sin encontrar nada que pudiera darles una pista hasta que Chanyeol levanto la vista
– V, mira– Apunto hacia un anuncio “Yura Sastrería” V al leer sintió como si le hubiera dado un infarto, todos se quedaron de pie en la tienda que se encontraba en la esquina de la calle
– V– Jhope lo tomo del brazo haciendo que reaccionara el joven – Tu puedes, nosotros nos quedaremos aquí
Suga también lo tomo del hombro y le sonrió dándole fuerzas, los demás lo imitaron y V mirando a todos asintió nerviosamente, respiró profundamente y entró a la tienda.
El local estaba bastante grande con muchos vestidos y camisas puestos en exhibición, V caminaba lentamente admirando todos las ropas, tocando las finas telas, tragaba saliva cada vez que se acercaba mas a la barra donde estaba una mujer de espalda cociendo algo, él se le quedo viendo a unos pocos metros de distancia, la observaba a detalle, era una mujer de cabello largo oscuro recogido con una media cola de caballo, su cabello era ondulado, un vestido color menta y mangas blancas.
–¿Se le ofrece algo? – Dijo la mujer cuando se percato de V con una sonrisa, el pícaro al verse a los ojos, no pudo evitar tartamudear y ponerse extremadamente nervioso
– ¡Ah! Yo... este... – No tenía idea de que decir hasta que ella noto sus ropas un poco rotas
–¿Quiere que le cosa su atuendo? – Él se miro y sonrió tímidamente
– Si... quería que me cociera...
– Venga para acá– V se acerco temblando y vio delicadamente a la mujer mientras le agarra el pedazo de tela roto y comenzaba a cocérselo
– ¡Mama, mama! – De repente un niño entro a la tienda gritando
– ¿Que ocurre Minho? – Dijo ella levantando la vista – Estoy ocupada con un cliente
– Es que tengo hambre – Se ponía aun lado de ella, V lo veía asombrado, el niño no podía tener más de 12 años.
–¡Hola! – Dijo el pícaro sonriente haciendo que el menor también lo saludara – ¿Tienes hermanos? – El niño negó con la cabeza – Ahh que bien, ¿Vas a la escuela?
Dijo con una falsa sonrisa, el niño asintió y Yura lo miro desconfiadamente pidiéndole al niño que subiera, él acepto y subió despidiéndose de V, el pícaro lo noto y sonrió tristemente “Cree que soy alguien malo”
– ¡Listo! – Le dijo Yura ya cortando el hilo
– Son 2 monedas de plata
– Gracias
– ¿Usted no es de aquí verdad?
– No… – Dijo V mientras ella continuaba mirándolo raro, él le dio monedas de oro y salió e la tienda sin siquiera despedirse
Se sentía demasiado triste al notar que su madre no lo había reconocido y peor aun que ya tenía otro hijo y que lo había confundido con algún ladrón de seguro.
Jhope vio el triste rostro que reflejaba y corrió por él junto con Suga
– ¿Que ocurre V? – Con mucha dificultad apenas y podía hablar
– No me reconoció – Susurro
– ¿Pero le dijiste que eras Taehyung? – V negó con la cabeza agachada, Suga lo iba a abrazar cuando escucharon atrás de V una voz de mujer
– ¿Taehyung? – Los 3 miraron y estaba Yura con el cambio del dinero en shock, V la miro y ella se le descompuso el rostro – ¿Taehyung? ¿Eres mi Taehyung? – Tiro el dinero y se tapo las manos con su boca comenzando a llorar.
Los demás miraron y haciendo ademanes todos se hicieron para atrás, la madre corrió hasta donde estaba el pícaro ya con lagrimas y lo miro detenidamente hasta que volvió a asombrarse
– ¡Taehyung! ¿Cómo es posible? Estas vivo – Ella lo tomo del rostro con sus manos, le tocaba el cabello y le limpiaba las lagrimas
– Mama – Le costó mucho trabajo poder pronunciar esas palabras a V – Mama – Volvía a decir mientras empezaba llorar aun más fuerte
Jhope al verlo así quiso correr hasta él pero Suga lo detuvo negando con la cabeza
– Démosles espacio y vayamos a la ciudad – Dijo Hyeongkon
Los demás estuvieron de acuerdo y comenzaron a caminar mientras el caballero echaba una última vista a su amado hablando con su mama mientras caminaban hasta la sastrería.
Jhope suspiraba mientras caminaban por la elegante ciudad, era casi mediodía
– Tranquilo Jhope, V estará bien, hay que darles su espacio – Lo palmeaba por la espalda Jimin
– Lo sé y le daré todo lo que necesite
– ¿Jhope, Jimin? – Los dos giraron y vieron a Chaejin y a Gunwoo que los miraba asombrados, ambos portaban sus uniformes imperiales
– ¿Hace cuanto que no los vemos?
Jimin y Jhope se miraron incómodos, Suga, Chanyeol y Hyeongkon miraban confundidos a sus amigos, los imperialistas saludaron de mano a los otros dos, Gunwoo se dirigió a Jhope
– ¿Qué tal tu vida de campesino… Digo en Skyrim?
Jimin frunció el ceño al escucharlo, pero sabía que era normal puesto que el en el pasado pensaba de igual manera
– Estupendo Gunwoo, gracias por preguntar – Jhope sonrió de lado a lado haciendo que los demás se molestaran un poco, Jimin también sonrió victorioso.
Chaejin miro a Jimin y lo miro con maldad – ¿Y tu Jimin? Desapareciste por semanas ¿Dónde estabas? – Jimin rodo sus ojos molesto
– Estaba ocupado
– Ah… – Chaejin observo a Suga y a los demás y soltó una risa falsa
– Andas ayudando a campesinos por lo que veo
Hyeongkon abrió los ojos y dio un paso adelante siendo detenido por Suga, Jimin al escucharlo cambio su rostro y se acerco a Chaejin empujando fuertemente
– ¡Vuelve a llamarlos así! – Gunwoo detuvo a Jimin con la mano quien ya se preparaba para golpear a Chaejin
– ¡Eh! Tranquilo lamentamos habernos confundido
– Si es cierto, supongo que allá en Skyrim son gente importante – Dijo Chaejin levantándose y sacudiendo su uniforme – Olvidaba tu horrible carácter
– ¡Que! – Jimin quitó la mano de Gunwoo y tomó a Chaejin de la ropa con sus dos manos, Chanyeol le hizo una seña a Suga y él corrió hacia el caballero
Jimin sintió una mano en su hombro y vio a Suga que lo veía preocupado, éste suspiro y volvió a tumbar a Chaejin
– ¡Vámonos! – Dijo mientras tomaba a Suga de la mano alejándose de los imperialistas
– ¡Espera! – Giro y vio a Gunwoo quien se burlaba de la acción de Jimin con Suga
– ¿Quieres que le digamos algo al Rey? Porque aquí esta y le encantara escuchar esto – Apuntando el gesto de la mano
Jhope giro rápidamente– ¿Eric? ¿Aquí esta?
– Si vino a hablar con el Rey de aquí, ¿Quieres que le mandemos saludos, ha estado preguntando por ti? Apuesto a que se le alegrara mucho de saber que estás vivo… y bien acompañado
Los dos rieron mientras Jimin apretaba sus puños, apretando sin querer a Suga, giro furioso soltando al pelirrojo y se abalanzó a Gunwoo descontándolo, sacándole inmediatamente sangre de la nariz
– ¡Ey idiota! – Decía Chaejin golpeando también a Jimin pero sin hacer ninguna reacción por parte del caballero.
–¡Que está pasando aquí!
Se escucho la fuerte voz de Eric haciendo que los imperialistas brincaran de un susto, levantándose de golpe
– ¡Jimin! – Jimin miro enojado a Eric, el Rey lo miro estupefacto – ¡Donde te habías metido! Creí que habías muerto en alguna batalla por ladrones, encontramos tus ropas hace unos días
Fue rápidamente dejando a toda su escolta y abrazando a su hijo que no correspondía y solo miraba el suelo, Eric se alejo y miro a los demás
– ¿Y ellos quienes son? No me digas que te han estado reteniendo ¡De donde son! Jhope ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a traer a Jimin?– Jimin se enojo aun mas y alzo la voz mirando a su padre
–¡No vine aquí para regresar! Solo vinimos por algo y luego me regresare a Skyrim – El Rey comenzó a reírse burlonamente – ¿Qué te hace tanta gracia? – Dijo Jimin molesto, Suga estaba temblando, jamás había visto al padre de Jimin
– ¿Por qué quieres regresarte a Skyrim? No dijiste hace un tiempo que odiabas ese lugar y que estaba lleno de campesinos
Jimin abrió los ojos aun más molesto y miro a los demás quienes lo miraban un poco molestos excepto por Suga, él solo miraba el suelo
– Bueno, pues cambie de parecer y ahora vivo allá
Camino hasta donde estaba Suga y lo tomo de la mano haciendo que el pelirrojo brincara del susto, Eric vio como el sujeto intentaba zafarse de Jimin mientras el otro lo regañaba.
– ¡Espera un momento! – Jimin se detuvo pero dándole la espalda a su padre – No me digas que otra vez te has enamorado – Al ver que no había respuesta de su hijo pero que seguía firmemente tomando la mano del pelirrojo, se torno serio – ¿Qué te había dicho? Yo te iba a conseguir quien estaría a tu lado para reinar Ciudad Imperial – Jimin lo interrumpió negando la cabeza
– No quiero que tu lo elijas él será mi compañero hasta que muera o yo muera – Dijo firmemente, Suga trago saliva y se sintió pequeño cuando vio al Rey acercarse mirando hacia arriba
– Nombre – Suga se quedo estático sin decir nada – ¡Nombre!
– Su…ga
– ¿Ocupación? – Suga se quedo pensando que debía decir
– ¡Recolector! – Dijo Jimin haciendo que soltara una carcajada su padre
–Debes estar de broma ¿De dónde eres? – Suga agacho la cabeza apenado y susurro
– Riften…
– ¿Perdón?
– ¡Riften papa! – A Eric se le salto una vena en su frente o al menos eso pensó Suga
– Déjame ver si entendí bien – Comenzó a caminar Eric alrededor de ellos – Entonces mi hijo ama a un recolector, nacido en Skyrim y no solo en el horrible país de Skyrim si no en la región más pobre Riften, – Suga sentía cada palabra como una navaja en su cuerpo – Sabes que no puedo permitirte ser Rey después de… esto…– El pelirrojo intento separarse de Jimin sin éxito una vez más, Eric le dio más risa al ver la escena – ¿Por este enclenque, estas dispuesto a renunciar el trono? ¿Tu familia y trabajo? Porque estás de acuerdo que no estoy a favor de esta terrible relación
– ¡Sí! – Dijo firmemente Jimin
– ¿Y de que van a vivir?
– Buscare un trabajo, viviremos en una buena zona tal vez WhiteRun – Jimin le guiño el ojo a su novio, Suga se sintió terrible con la forma que lo describía el Rey y miro a Jimin
– Jimin por favor, tu padre tiene razón, mírame no soy suficientemente bueno para ti – Eric observaba la conversación, los demás también solo eran espectadores
– No Suga, se que lo dices por la visión en el Paramo, ¡Entiende! Esa visión solo se hará realidad si me dejas, cuando le dije a Ren que siempre lo amaría admito que hice estúpidamente la promesa, por eso nunca la cumplí, lamento haberlo herido ¡Pero Suga! Lamento haberme enamorado perdidamente de ti, tanto que no te voy a dejar, tanto que no me importa la corona ni el status y si terminamos en trabajando en tu ciudad natal Riften recolectando plantas o piedras créeme que lo hare feliz con tal de ver tu rostro todos los días, ¡Pero eso no pasara! Porque me esforzare por siempre cumplirte y así tener vida plena conmigo – Le dijo sonriente Jimin haciendo que a Suga se le empezaran a soltar unas lagrimas
– Jimin yo…
– No digas nada – Lo cayo con un dedo en sus labios y lo abrazo cálidamente.
Se despego y miro a su padre que estaba poniendo bastante atención a las palabras antes pronunciadas por él
– Escucha, no voy a renunciar a Suga, te guste o no así que te deseo lo mejor, pero nosotros ya tenemos que irnos
– Espera un momento – Eric fue hasta donde estaba Suga quien empezaba a temblar nuevamente
– Suga es tu nombre cierto – El pelirrojo asintió – Tengo una pregunta para ti
– ¿Si?
– Jimin abandonaría todo por ti… así que te pregunto ¿Tu lo harías? – Suga abrió los ojos comenzando a sudar de sus manos
– ¿Cómo?
– Si, ¿Renunciarías a todo para gobernar Ciudad Imperial? – Suga miro asustado a Jimin
– ¡Papa no le digas esas cosas!
– ¡Cállate, quiero que me conteste!
Jimin miro molesto a Suga– ¿Qué esperas? ¡Contéstale!
Suga casi se desmaya al escuchar a los dos gritando cuando Jhope soltó la carcajada
–Habia olvidado esto, ¡Suga! Si Jimin tiene mal carácter, mi tío esta peor, mejor termina con Jimin y haz tu vida tranquilamente porque estos dos te van a matar de un infarto por tanto grito
Decía Jhope aun carcajeándose, todos se le quedaron viendo, Jimin quería fulminarlo con la vista pero Jhope seguía riéndose disculpándose con reverencias; Suga trago saliva “se valiente” pensó y miro con determinación
– Mi Rey – Comenzó Suga haciendo que todos se asombraran
– Mi nombre es Suga, proveniente de Riften, hijo de un padre Minero y una ama de casa, toda mi vida he trabajado de recolector y ayudado en las granjas de Shore`s Stone; soy malo en matemáticas y jamás me puedo ubicar bien en los mapas, nunca me he considerado alguien para gobernar algo porque ni yo se me mandar, pero si Jimin desea estar conmigo y se vuelve Rey, haría todo lo posible porque jamás sienta vergüenza y lo ayudaría con cualquier problema que se presente, estudiaría todos los días sin dormir con tal de ver a Jimin feliz
Todos se quedaron con la boca abierta por la forma de hablar inclusive Jimin lo desconocía hablando tan confiadamente, el Rey miro a todos lados y le hablo a un guardia, le susurro algo y corrió junto con otro, observo a los dos y fingiendo molestia dijo
– Esta bien…. – Jimin miro a su padre rápidamente
– ¿Está bien?
– Si, al parecer es un buen muchacho, además habrá que ver cuánto duran– Dijo queriendo hablar sarcásticamente pero en el fondo sabía que no se separarían
Todos se quedaron estáticos no sabían si alegrarse aun o que; a los poco minutos llego una carreta con un cofre
– ¿Qué es esto? – Preguntaba Jimin al ver que lo bajaban a sus pies
– ¿Cómo que que? ¡Sigues siendo Jimin! Mi hijo, esto es solo un pequeño regalo para desearles felicidad, vine aquí por este dinero, pero creo que esto es más importante ¡Pero! En un futuro serás Rey no me importa si estas solo con él – Alzo la voz apuntando a Suga haciendo que le quisiera dar el tercer infarto
Jimin sonrió y abrazó a su papa, Eric se asombró por el gesto, jamás había recibido una muestra de afecto, le dio mucha alegria y tambien le devolvio el abrazo
–Gracias papa – Los ojos de Jimin brillaban
– Te advierto Jimin mas te vale que vivas en la mejor zona de WhiteRun, – El hijo solo asentía feliz, Eric fue hasta Suga y lo miro serio – ¡Y tu! Mas te vale que lo cuides y empiézate a capacitar para ayudarlo a gobernar futuramente, te quiero bien preparado – Suga asintió asustado – Jhope le mandare saludos a tus padres de tu parte
– ¡Si! Y que me visiten cuando quieran – Dijo sonriente el caballero
– ¡Bueno es hora de irnos, Gunwoo, Chaejin andando! – Los caballeros los miraron con molestia y se fueron rápidamente.
Todos se despidieron y se esperaron hasta que el Rey ya no estuviera a la vista
–¡Suga! – Jimin grito de alegría tomando a Suga por la cintura y besándolo fogosamente, los demás miraron para otro lado
–¡Jimin, espera! – Intentaba detenerlo, tornándose rojo por la vergüenza
– ¡Ay! Váyanse a la posada ahorita los vemos – Le dijo Jimin sin verlos haciendo un ademan con su mano y volviendo a besar mordiendo el labio inferior del pelirrojo
Los demás salieron corriendo de ahí no sin antes gritarles cosas, Jimin se separó y le susurro a su oreja – ¿Qué te parece si pasamos la noche aquí? Tengo ganas de hacerte el amor toda la noche
Suga casi se derrite al escucharlo hablar de forma tan erótica, pero al ver a sus alrededores y ver a la gente pasar mirándolos extrañamente se despego quitando las manos de Jimin que ya estaban dentro de su camisa
–¡Esta bien pero aquí no! – Jimin sonrió y caminaron hasta la posada a pocos metros de ahí robándole besos de vez en cuando en los labios pareciendo niño.