Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi dulce y desesperante anhelo por Hirra

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola

Ha pasado mucho tiempo, y como ya saben, este es una historia de mis tiempos de preparatoria.

Si no habia subido nada es porque habia perdido mi telefono y con ello mis escritos pero indagando en la memoria de la computadora, describi uno que otro escrito escondido.

Continuemos con esta bella historia personal de un recuerdo de amor inalcanzable ...y a ti, mi bella Paulina, siempre seras mi dulce y desesperante anhelo.

 

 

TERCERA LLAMADA, TERCERA LLAMADA...COMENCEMOS!!!

Comienzo a desesperarme. La imagen de tu sonrisa acorrala mi juicio. Te veo, te admiro, me enamoras.

Hace días que no veo, he soñado otra vez contigo, ya no puedo controlarlo. Me siento extraña y me asusta; se que no me gustas, es imposible que así sea sí no te conozco. Me atraes, una parte de mí te necesita desesperadamente, una opresión en mi pecho se crea con tu mero pensamiento.

No estoy enamorada. Es imposible.

He recordado tus ojos, el otro día los vi de cerca y me di cuenta de que son de un precioso color miel. No, tus ojos no son tan dulces como aquel delicioso néctar, los tuyos son más profundos, brillan como los rayos del sol en verano, me encandilan al igual que la luz tintineante bajo la que me cobijo en estos momentos. La vieja lámpara del pequeño departamento donde vivo, y donde ahora me encuentro escribiendo estas palabras es la única confidente de mis deseos por ti. La hoja de papel se llena sola mientras recito con voz calmada mis pesares. La noche es testigo de lo mucho que te necesito, de lo mucho que abarcas, egoístamente, todos mis pensamientos. Nuevamente, anhelo tu nombre. Deseo probar esas par de avellanas que posees y que me invitan a devorarte. Que brillan no únicamente para mí, sino que iluminan el mundo entero, mi mundo entero.

Como siempre, tu mirada esta perdida, alejada, distante. Estiro mi mano y no puedo alcanzarte. La palma se siente vacía cuando vuelve a mi pecho, y nuevamente, un nudo en la garganta se crea. Me oprime y me asfixia, me ahoga y me siento como si estuviera sumergida en agua. Llena mis pulmones y me impide respirar. Lo odio, pero no lo suficiente como para odiarte a ti. No creo que llegué el día en el que eso pase.

Mi consciencia se pierde en tu facciones, recorro cada una de ellas con esmerante paciencia. Tu frente, tus mejillas regordetas, tu nariz, tu muy pequeña y ligeramente respingada nariz. Finalmente me embeleso en tus labios, tan dulces, tan curiosos. Suavemente entreabiertos, pareciera que me invitas a besarlos.

Me tienes totalmente perdida.

Puedes llamarme de cualquier manera. Yo, tu caballero endemoniado, prisionero de la noche. A tus ojos, he sido atada. Mi mente ya no piensa, ya no carbura como debería. Solamente estas tú.

Ya han pasado un par de días, ni siquiera una semana, desde que te observe desde el balcón en compañía de Ana. Me frustro día a día al no saber tu nombre.

Hoy te vi nuevamente, te había ido a buscar completamente convencida, incluso, le pedí a Vane que me acompañara a tu encuentro. Ella aceptó sin renegar, supuso con mis pocas palabras y mi mirada nerviosa, que algo pasaba. Me preguntó -¿A quién buscas? ¿De qué grado es? - su voz era calma y sin turbulencia. Me hizo sentir segura.

Titubie un poco entre decirle o no, finalmente conteste -No lo sé, tercero. Busco a la niña...niña. -Definitivamente mi cerebro comenzaba a fallar.

-¿Niña niña?

-Sí, a la muchacha que parece niña. Quiero conocerla.- Sentencie sin detenerme.

Mientras conversábamos Vane y yo, andábamos por todo lo ancho del patio buscándote. Iba a haber honores ese día, todos los alumnos estaban reunidos en la cancha principal. En momentos como estos, agradezco que la escuela sea muy pequeña; una cancha o patio principal, unas cuantas oficinas de un lado, el auditorio escondido de forma subterránea, y tres pisos de salones alrededor de la cancha. No es muy fácil perderse en un instituto del tamaño de menos de media cuadra. Mi visión vagaba de lado a lado, observando miles de rostros; mi amiga me seguía de cerca sin decir nada. Comenzaba a desesperarme, los grupos de alumnos eran cada vez menor. Sólo quedaba revisar los salones de primer año. Finalmente te vi, el tiempo se detuvo al ver una tenue y casi imperceptible sonrisa surcar tus labios. La recuerdo con claridad, era algo tonta pero hermosa a mis ojos, era burda y simple. Eres de esas personas a la cuán se le asoman los dientes al reír, no me importa, para mi eres tú la más bonita. Por un momento me sentí celosa, deseaba privar tu sonrisa solo para mi. Que egoísta de mi parte.

Me retiré sin decir nada. Todo mi valor escapó en un suspiro, tome la mano de Vanessa y regrese con mi grupo; minutos después, los honores habían comenzado.

De vez en vez, te buscaba con la vista entre el mar de gente. Podía sentir la mirada de Vanessa sobre mi hombro, supe que ella sabía que te estaba viendo. Ella nunca a dicho nada referente a mi sexualidad, ella calla y me escucha. Habla de vez en cuando para recriminar mis pensamientos pervertidos. No lo voy a negar, la quiero por ser mi amiga.

Los honores terminaron al igual que mis clases, tome mi mochila y Vanessa me siguió de cercas, escuchaba las voces de Ana y las demás a un par de metros de distancia. Estaba cansada, quería salir lo más pronto de la escuela. Mi amiga se acercó al oído, y con voz casi inaudible, me susurró - ¿Ya la viste? -me desconcertó un poco, ella volvió a hablar - Ella, allá enfrente, en aquel grupito. - Se separó de mí, y con un dedo señaló al grupo de muchachas reunidas en la entrada. La reconocí de inmediato, más todo mi valor ya de había ido en los honores, me sentí cobarde. Sujete con fuerza el agarre de mi mochila y salí evadiendo a todos a mi alrededor, incluyendo a mi dulce y desesperante anhelo.

Notas finales:

Mi bella Paulina,  de sonrisa particular, siempre seras mi dulce y desesperante anhelo.

Recuerdo de mis amores joviales

Reviews??


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).