Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL REY DE LOS ASESINOS 4 "SED DE SANGRE" por desire nemesis

[Reviews - 187]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Seichiro no podía soportar la afrenta. Ese tipo se las pagaría. No solo se había atrevido a meterse entre él y Wheeler sino que ahora… ahora… casi le había matado.

 

Tuvo que soportar que el engreído de Seto Kaiba salvara su vida. Sakurazukamori estaba tan ardido. Subió las escaleras como un subidón al ver donde el ascensor se había detenido, sin jadear pues estaba en excelente estado físico abrió la puerta de un empellón. Estaba dispuesto a matar al desgraciado. Los vio discutir en el fondo de la habitación, de perfil y luego Kaiba lo hizo voltear. Un momento después la bala perforaba el pecho del castaño que de pronto caía. Después llegaron Subaru y Renji que se quedaron pasmados y fueron en auxilio del jefe. Sei reparó en la mirada pasmada del otro y entonces pudo darse cuenta de sus verdaderos rasgos.

 

Ese era Joseph Wheeler y entonces entendió esa frase que el otro dijera abajo.

 

Joey no podía entender lo que estaba pasando. Estaba turbado porque sabía que esa clase de disparo era mortal. Directo al pecho.

 

El dos llegó a su lado y mirando por el ventanal le preguntó--¿Qué rayos haces? Eres un blanco perfecto aquí, por el ángulo está en una azotea. Joseph salió de su shock al comprender que el que matara a Seto estaba en el otro edificio.

 

¿De qué lado estás?—preguntó Abarai.

 

El otro pelinegro solo pudo percibir la compañía del rey a su lado por un segundo antes de que partiera sin más y se dio cuenta que había encontrado a su objetivo.

 

Quien sabe porque decidió acompañarle. Tal vez fuera el destino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Siempre fue el pequeño. No solo por edad, era escuálido y bajo y todo su mundo de respeto giraba en torno de su hermano mayor. El orgullo de la familia Sakurazukamori, Seichiro.

 

Lo veía realmente poco porque tenía sus estudios y entrenamiento con el clan de los Yamitori. Él tenía 8 años cuando lo enviaron allí y su hermano ya tenía 20 y trabajaba profesionalmente.

 

En el campamento se dedicaron a burlarse de él por ser tan pequeño y de apariencia casi femenina.

 

Un día estaba en una esquina llorando porque otro chico lo había golpeado en las barracas para estudiantes, el otro estaba rodeado de sus amigos.

 

Uno le aconsejó—¡Ya déjalo! Es un Sakurazukamori—

 

¿Ese? Debes estar bromeando—dijo el chico fortachón—Los Sakurazukamori son una familia de elite entre nosotros. Este chico debe ser adoptado o es la decepción de esa familia—

 

Se burlaba de él. Como todos y cada uno de sus compañeros. Había pasado un mes solo aguantando el resentimiento de los demás porque el pertenecía a una de las familias de más elite dentro del clan ninja. Tanto los entrenadores como sus compañeros se habían aferrado a la idea de empujarlo hacia un estado de aislamiento.

 

El brutal chico se acercó a su espalda mientras él estaba en cuatro sangrando por las heridas que el otro le ocasionara, pretendía golpearlo.

 

¡No repetirás eso!—le dijo el niño arrodillado que le daba la espalda.

 

¿Qué? ¿Tú tratas de ordenarme? Debes ser adoptado. Tú no eres un verdadero Sakurazukamori—se burló el muchacho de once años que se le acercaba dispuesto a pegarle.

 

Los ojos de Shun se encendieron y tomó con ambas manos la cadena que habían dejado en el suelo. De pronto el bribón tuvo su cuello rodeado con ella después de que el otro la lanzara en pos de él, luego la cadena se enrolló en el contrafuerte del techo, el cuello del bribón se quebró en un instante por la presión de la cadena.

 

Le dije que no lo repetiría—dijo el ojos verdes con una actitud que atemorizó a los otros chicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A Hyoga el consejo le ordenó ir en pos del nuevo rey de los asesinos, le indicaron que acompañaría al verdadero encargado.

 

¿Qué? ¿Es un enclenque o que? ¿Por qué no me envían solo a mi entonces?—preguntó el joven ninja.

 

No es eso—le dijo su chunin.

 

¿Entonces?—preguntó el ojos azules.

 

Estás para vigilarlo—dijo el jefe.

 

¿Vigilarlo?—preguntó sorprendido el rubio ante tal cosa. Jamás había oído que se tuviera que vigilar a otro en su misión.

 

Se trata de Shun Sakurazukamori—dijo el chunin y el ojos azules le miró alarmado. Todos conocían la historia. Él no recordaba su rostro porque rondó el campamento por poco tiempo ya que después de aquel incidente donde mató a un compañero le encerraron a parte y le enseñaron en solitario. Tenía fama de un lunático peligroso. Él creyó que jamás lo enviarían de misión. Especialmente con un genin normal como él. Estaba sorprendido y algo alarmado.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).