¿Conoces hace mucho a Hades?—preguntó Seichiro interesado en ese tipo.
Nadie conoce a Hades—dijo el ojos azules.
¿A qué te refieres?—preguntó el ojos negros.
¿Sabes a qué edad Hades mató por primera vez? A los 8—dijo el rubio.
¿Eso es inusual?—preguntó el ojos mieles.
Mucho. A los miembros del clan se los mantiene enclaustrados hasta que terminan el adiestramiento. Usualmente solo salen los mejores a la edad de quince, nunca menos. ¿Cómo él…?—preguntaba sorprendido el pelinegro.
Mató a un compañero—reveló el Cisne.
Sei sorprendido no pudo más que escuchar la revelación--¿Y cómo terminó siendo tu compañero?—
No lo entiendes. Yo no soy su compañero—dijo el ojos azules.
Eres su correa—adivinó el melado.
El otro asintió—Después de que fuera encerrado se le entrenó en solitario pero aún se tienen resquemores en su utilización. Yo nunca llegué a conocerlo bien pese a haber sido su compañero por unas semanas, apenas recuerdo su rostro pero todos conocen su fama. Le llaman el loco porque temen que así como va se de vuelta y te asesine—aclaró.
Una persona no asesina a los 8 años sin tener un motivador. ¿Sabes que sucedió?—preguntó el rey.
Era un niño muy débil y sumiso. Los senseis lo presionaron y los otros lo molestaron. Recibió varias palizas y un buen día, un chico al que le gustaba hacerse fuerte con los menores le dio una gran golpiza junto con su grupo. En un suspiro él estaba medio muerto y arrinconado y al otro le había roto el cuello. Es una persona peligrosa—dijo Hyoga.
¿Por qué no se deshicieron de él? Normalmente es lo que harían con un miembro de tan difícil manejo—dijo Sei.
El ojos azules rió por la ironía—Su familia es importante en el clan—contestó el cisne mientras arribaban a un lugar como una fortaleza.
Les dije, está completamente aislado. Hace dos días fue la única vez que le han dejado salir desde los ocho años—les contó Hyoga.
El lugar vallado estaba custodiado por dos hombres junto a la puerta de lo que parecía una pequeña pero cómoda casa.
El acompañante hizo una reverencia y los guardias que ya habían sido alertados asintieron.
Le está esperando, Wheeler san—dijo el otro rubio y el asesino entró.
Al entrar Joey se encontró con una sala vacía y receloso se movió por ella sospechando que el tipo se hallaba emboscado pero después de unos minutos dedujo que no se encontraba dentro de la casa y salió por la puerta de atrás. Vio a una hermosa joven de pelo verde y Kimono blanco y rosa que sentada en medio de las flores olfateaba estas sin apuro.
Disculpe oyo san—dijo temiendo importunarla el melado ya que se hallaba sorprendido de que se hallara una joven ahí con lo peligroso que era el tipo y que le dijeran que estaba aislado. Tal vez ella era su único contacto humano permitido.
Veo que está mejor de sus heridas, Wheeler san—dijo el joven antes de abrir los ojos y mirarlo. Era como la mirada de un gato satisfecho consigo mismo y consciente de su poder, se dijo el melado al verla—Creo que debo alegrarme de que hubiera escapado de mí, entonces pues no era mi objetivo después de todo—
Se burlaba de él y lo sabía, pensó Joseph. Estaba llamándolo casi imperceptiblemente cobarde y lo trataba de inferior también. Aducía sin decirlo a que de no haber escapado hubiera muerto en sus manos.
Esa seguridad puede costarle caro—le dijo el ojos mieles.
Ha venido hasta aquí porque quería saber quien y cómo soy. ¿No es así? Si no presintiera la verdad no lo habría hecho—dijo el ojos verdes.
¿Y cual es la verdad?—dijo el rubio aunque sabía la respuesta.
Que en todo soy superior a usted y que si vuelve a enfrentarme y no obtiene ayuda perderá—dijo el peliverde sin siquiera levantar la voz mientras lo ignoraba y estudiaba una flor en su mano.
Entonces por nuestro bien sería mejor sacarnos las dudas—dijo el melado atrayendo su atención.
¿Está sugiriendo lo que creo?—preguntó Shun.
A menos que te retractes—contestó Wheeler.
Debo aceptarlo entonces pero no puedo hacer nada a menos que el consejo…--dijo Hades.
Yo me encargo de eso—respondió el asesino antes de hacer una inclinación leve y marcharse.
Shun Sakurazukamori sonrió como el gato que ha atrapado a un ratón y planea cenarlo.