¡Acht!—dijo el joven mientras agarraba con una mano el vaso de leche que le alcanzaban y estornudaba a la vez.
¿Te sientes bien?—preguntó el más alto con una sonrisa entre pícara y tierna.
Si—dijo el más bajo no muy seguro—Creo que sé de quieres hablar conmigo, Seichiro san—dijo mientras tomaba asiento en el dormitorio de aquél.
Si te refieres a tu historia con Renji en el Golfo esa ya la sé—le advirtió el otro para su sorpresa—Abarai me la contó.
¿Él hizo eso?—preguntó el ojinegroazulado.
¿Te sorprende?—preguntó Sakurazukamori.
Creo que sí, él siempre ha sido…--trató de explicar algo cohibido el menor.
…reservado con sus asuntos—terminó el de lentes y Sumeragi asintió—Creo que lo hizo para que supiera cuan importante eres para él—añadió el más alto. Cuando el otro lo miró de hito en hito el otro agregó—Sé que no es algo sexual, es más bien que siente que te debe la vida y debe pagarte—
Eso es una locura. Abarai dono no me debe nada—objetó el menor avergonzado antes de tomar su primer sorbo de leche y el otro se arrodilló ante el sentado para tomar su barbilla con la mano y obligarlo a mirarlo de frente--¿Sabes? Eso hace que me gustes más—le dijo antes de besarlo cuidadosa y descaradamente. Después de un momento se separó y lamió sus propios labios sensualmente—Creo que probaré algo más de tu leche—dijo luego con cierta mirada.
Joseph miraba a la nada mientras pensaba. Seto salió del baño y se lo encontró meditando de esa manera.
¿Qué te pasa ahora perro?—preguntó.
Ya te dije que no me llames así—dijo el rubio pero más que un reclamo era una nota al pasar. Sin ánimo ofendido, sin verdadera atención, cosa que crispaba al otro. Si estaba con él al menos debía mirarle.
¡Responde!—le dijo el castaño.
Parece que todos están liberando tensiones—exclamó el más joven.
¿Te refieres al hermano de Sakurazukamori?—preguntó el ojos azules.
No solo él—afirmó Wheeler—Eso es bueno. Estarán menos tensos pero me preocupa su enfoque—
¿A que te refieres? Explícate. ¿De que diablos hablas?—preguntó Kaiba.
¿No te has dado cuenta de lo que pasa? No es extraño. Sakuzukamori hace bien las cosas pero Subaru aún es muy inexperto para ocultar lo que le pasa—dijo el asesino.
¿Te refieres…?—preguntó Seto sorprendido.
¿No notaste su sonrojo hoy cuando Abarai le habló de alejarse de nosotros? Y a Seichiro Sakurazukamori se le escapó una pequeña sonrisita petulante que me dio la clave de que era cierto lo que pensaba—explicó el rey.
¿No que es tan perfecto?—preguntó el castaño con cierto tonito que hizo que el otro le mirara. Luego se sonriera molestando al serio ojos azules--¿Qué rayos te pasa ahora?—
Nunca pensé verte celoso de mí por eso—se rio el melado. El otro molesto miró a otro lado—Pronto deberemos irnos—
¿Irnos?—preguntó el CEO.
Sabes bien que esto es una trampa con forma de casa—le contestó el asesino—Lo que me pregunto es adonde podríamos ir—agregó pensativo.
Tal vez… conozco unas cabañas turísticas en una isla cercana donde no llamaríamos la atención—dijo el empresario mientras los ojos mieles que no le miraban en ese momento se abrían grandes.
¡Cabaña! Eso es—dijo el rey.
Puedo hacer que un contacto mío reserve discretamente…--decía Seto pero Wheeler le cortó.
¡No! Eso no. Recordé un lugar a donde podemos ir—dijo Joey ensimismado.
Todos, menos Mokuba que se quedaría en un hotel con nombre falso, fueron con Joseph hasta un paso de montaña en la isla de Honshu. Estaban cerca de un parque nacional en una zona despoblada y rural. 5 horas de caminata los llevaron por unos riscos hasta una cascada pequeña y mas allá de esta se encontraron con un enorme galpón de paja y madera, un poco abandonado.
Joey lo miró y dijo—Llegamos—
Debes estar bromeando—dijo Renji con cara de pánico.
¿Por qué? ¿No te gusta?—preguntó el rey con sorna mientras Sei miraba el edificio y sus alrededores.
¡Cuenta la verdad!—dijo a Wheeler.
Este fue el lugar en que hice parte de mi entrenamiento. En verano solía fingir que iba de campamento con unos chicos de mi escuela y mi tutor me iba a buscar, haciéndose pasar por padre de uno de esos chicos—contó el rubio.
El anterior rey—dijo Sakurazukamori mientras su rival asentía.
Kaiba miró el lugar con interés. El melado había estado ahí… de niño, pues había hablado de escuela, no de secundaria. Cuando él le conoció ya era el rey así que en su infancia debió entrenar muy duro con aquel tipo que prefería olvidar. Los demás pensaron en lo mismo. Wheeler actualmente solo contaba con 23 años.