Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL REY DE LOS ASESINOS 4 "SED DE SANGRE" por desire nemesis

[Reviews - 187]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El trabajo fue tan sencillo como hubiera esperado. Una copa que él, el jefe de campaña del político, su jefe de prensa, su secretario y este compartieron con él mientras terminaban los detalles para unos avisos que jamás saldrían a la luz.

 

Una torpeza con el paraguas hizo que en primera instancia la botella de Wiskey que estaba en el aparador se cayera pero su rapidez la salvó cosa que agradó a los demás. Nadie se dio cuenta de la pequeña ampolla que aplastó en el cuello de la botella.

 

Por lo general era un asesino selectivo pero en esa oportunidad no tenía mas remedio. Después de la presentación bebieron un rato del fino scotch y él contó anécdotas bobas mientras todos reían.

 

Nadie sabía que estaban bebiendo su muerte. Por su parte el asesino estaba inmunizado con un antídoto que tomó frente a todos alegando que era una medicina para la tos por lo que fue reprendido ya que la tomaba con alcohol.

 

¿Y eso que importa? ¡Yo no manejo!—dijo el en tono de broma.

 

Cuando se retiró todos estaban vivitos y campantes, sin idea de su fúnebre futuro y se despidió de los guardias con una sonrisa juvenil y borracha que perdió en cuanto las puertas del ascensor se cerraron.

 

Dos horas más tarde los efectos se llevarían las vidas de los cuatro. Para cuando supieran que sucedió él ya no tendría esa apariencia y todo rastro estaría más que frío.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Renji miró de soslayo al tipo que compartía con él su trigesimosexto viaje en ascensor. Así es. Desde que Sakurazukamori desapareciera se aferró a la esperanza de encontrar al asesino antes que él y por ello tomó por asalto el vehículo que ya francamente le había atacado los nervios con su melodía hawaiana.

 

El tipo cambió un poco su actitud al cerrarse las puertas pero no lo suficiente para que él estuviera seguro. Su katana estaba escondida tras los pliegues de su impermeable negro y mientras miraba su espalda tocó el fino mango con un acto reflejo que siempre hacía cuando estaba en una situación dudosa. Había sido su amiga en todos los años de servicio, la cuidaba y la tocaba para meditar porque le traía claridad mental.

 

Fue ese casi imperceptible reflejo el que le dijo que era él. Fue en un abrir y cerrar de ojos. Una persona común jamás se hubiera dado cuenta pero un viejo soldado como él sí.

 

Tenía que andarse con cuidado. Ese hombre era el más peligroso asesino del mundo en esos momentos… pero Abarai Renji…

 

Sé más cuidadoso—dijo una voz culta pero peligrosa que le recordó a otro tipo con el pelo negro y lentes.

 

¿A que…?—trató de preguntar el pelirrojo.

 

¿Cazarías un león en su jaula?—fue la pregunta que le hizo temblar tan solo un poco que era mucho para lo común del tatuado, pero el miedo muchas veces nos vuelve agresivos.

 

¡No me provoques!—dijo el pelirrojo a la espalda del rey.

 

Sin hacerle caso a su advertencia el otro dijo—Solo quiero saber una cosa—volteó tan solo para verle los ojos—¿Tu jefe está aquí?—

 

Renji demostró con la mirada que sí y se dio cuenta en el acto pero ya el daño estaba hecho y para remediarlo desenfundó pero el filo de la katana que salía se dio de lleno con el paraguas de su presa que lo interpuso entre ambos descubriendo que dentro de este se escondía un estoque.

 

El estoque es la espada utilizada en esgrima sólo que para practicar el deporte se le coloca un llamado botón en la punta pues su único arte consiste en tener allí la parte peligrosa ya que no posee filo. Por él se llama estocada al ataque de punta con arma blanca.

 

Bastante agresivo para ser la primera vez que nos encontramos. ¿No?—preguntó el pelinegro mientras se abrían las puertas del ascensor.

 

El del estoque daba un paso atrás cuando su sexto sentido le dijo que bajara su cabeza y eso salvó su vida como en muchas oportunidades.

 

Sakurazukamori no era un hombre de combate cuerpo a cuerpo como el tatuado, él prefería cierta distancia. 5 milímetros por sobre la cabeza de Jason pasó una pequeña daga parecida a un ave negra. Renji se salvó por los pelos de ser alcanzado.

 

¿Qué rayos te pasa por la cabeza?—lo regañó el colorado—Somos compañeros—

 

Yo no tengo compañeros—tan solo dijo Seichiro.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).