Capitulo 16.
Mordecai POV.
Mierda, seguro pensara que soy un idiota y me echara de aquí.
-Si fueras cualquier persona te echaría a patadas de aquí, pero resulta que soy tu médico de cabecera y estoy a cargo de tu salud. -cada vez me confundo más, ¿Él es mi médico de cabecera? ¿Porque no lo sabía? Cada vez que me sentía mal siempre tomaba los medicamentos que el doctor me mandaba, pero ahora que lo pienso, yo nunca conocí a mi doctor, la persona que siempre iba a contarle lo que tenía al doctor y me daba los medicamentos era...Rigby.
De nuevo se formaba un nudo en mi garganta al pensar en él y su perfecta relación con Eileen.
-O..oh bueno, lamento la actitud que le acabo de presentar, soy un estúpido.
-Lo sé. -Al menos pudo haberme dicho "no importa" pero él fue grosero conmigo. -Jajaja no hagas esa cara que me da risa, me recuerdas a Rigby, hablando de él ¿Dónde está?.
-Disculpe pero, ¿Cómo conoce a Rigby?
-Es cierto, lo olvide de nuevo. Parece que el que necesita el tratamiento de memoria perdida soy yo.
-¿De qué está hablando?
-Creo que ya es hora de que lo sepas, tu y yo nos conocemos desde hace años.
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Rigby POV.
Eileen está encima de mí, nos besamos con tanta pasión pero para mí estos besos están vacíos; casi no estamos comiendo la lengua del otro pero aun así...falta algo. Como si no supiera que es.
Amor.
-Rigby, quiero hacerlo. -Eileen tenía una expresión llena de...lujuria. Ya había tenido relaciones sexuales con otras personas aparte de Mordecai, existen veces en las que una persona necesita esa clase de 'atenciones', además que Mordecia fue el que comenzó a estar con otras personas. En fin, es la primera ve después de Mordecai que tendría relaciones con otras intenciones aparte de pasar "un buen rato".
-Eileen, no sé. La verdad no quisiera aprovecharme de ti.
-Pe..pero nosotros nos queremos ¿Cierto? -su voz se oía tan desesperada, me daba pena por ella pero...yo no puedo quererla.
-... -Solo atine a bajar la mirada. ¿Cómo decirle en la cara que no la amaba? A pesar de todo lo que me ha ayudado, a pesar de todo por lo que hemos pasado juntos y yo...no puedo complacerla.
-E..entiendo. Creo que simplemente no estaba escrito nuestro destino juntos...snif...- ¿Acaso ella estaba llorando? Dios soy de lo peor.
Alce mi mirada para encontrarme con sus ojos llenos de lágrimas.
-Eileen yo...
-No hay necesidad de explicaciones -me interrumpió- lo entiendo.
-No, quiero decirte porque...
-¡Rigby! -su cambio de actitud me sorprendió, pues me mostraba una expresión decidida- si me explicas por qué no me amas solo
terminaras lastimándome mas ¡Entiéndelo! -su declaración me dejo shockeado, no había visto las cosas de esa manera.
Para cuando reaccione Eileen ya se había ido, necesitaba tiempo para pensar al igual que yo.
No perdí tiempo y me fui a ese lugar desolado que ocupaba un espacio en el parque: El viejo cañón.
Antes de partir escuche a Benson discutiendo con alguien, seguro es Mordecai, solo a él le habla así.
Baje las escaleras y me topé con el señor Mellard, era raro verle y como él es el dueño del parque lo salude.
-Buenos días señor Mellard, ¿Se le ofrece algo? -nunca me he portado educado con alguien pero podía ver su expresión de urgencia e inquietud así que solo le quería ayudar.
-Hola...tu. ¿Has visto a Papaleta por aquí?
-Creo que está en su habitación. ¿Quiere que le llame?
-No, ya está bajando las escaleras. -me voltee y era cierto, estaba detrás de mí y se mostró sorprendido con la presencia de su padre.
-P..papá ¿Qué haces aquí? -se veía muy nervioso.
-Estoy aquí para verte. -se formó un ambiente de incomodidad que casi se podía tocar.
-Bu..bueno, creo que mejor me voy -rápidamente salí de ahí y camine hasta llegar al viejo cañón, no era la gran cosa; solo era una pequeña grieta que se habría paso en un punto olvidado del parque y además estaba sucio, pero como ya había dicho, la suciedad no me molesta.
La vista desde aquí del parque era relajante, me hacía sentir...vivo, libre y feliz. Lo que deseo que se haga presente en mi vida.
Sé que todo esto debe escucharse cursi y empalagoso pero...cuando me siento deprimido, únicamente me queda añorar a la vida que tuve al lado del joven que amo...o que ame.
Después de varias horas pensando en que voy a hacer conmigo, comenzó a sonar mi teléfono. Lo tome para ver quién era y ¡No puede ser!
Conteste de inmediato solo para escuchar lo que tanto me temía.
-Hoy vino Mordecai, se lo conté todo. -con esas palabras el mundo que yo cree se vino abajo.
Capitulo 17.
Mordecai POV.
Ese doctor era...muy extraño.
Me dirigía de regreso al parque intentando de asimilar lo que el doctor Wally me había dicho...
oooooooooooooooooooooooooooo flashback oooooooooooooooooooooooooooooooooooo
-A..Así que usted es el doctor Wally -mire avergonzado el suelo. Mierda ¿Porque siempre tengo que arruinar las cosas tan colosalmente?.
-Si soy yo. Pero descuida, después de todo yo no he sido muy discreto el día de hoy -coloco esa gran avalancha de papeles enfrente de mí. Me pregunto qué sucede con este...¿expediente?. No tengo ni idea de que es.
-¿De qué está hablando?.
-Aah -dejo escapar un suspiro pesado mientras me veía directo a la cara- yo te conozco Mordecai.
-Eso no tiene sentido, ya que es la primera vez que lo veo.
-Puede que sea Así actualmente para ti. Pero veras....
~~Desde aquí narra el doctor de como conoció a Mordecai.~~
13 años antes.....
Es un día normal en el consultorio, hoy tengo turno doble Así que debo quedarme casi todo el día.
A lo lejos veo llegar a una joven mujer de cabellos azulados tomando de la mano a quien creo que es su pequeño hijo.
-Disculpe. Necesito un doctor para mi hijo, ayer estuvo jugando bajo la lluvia y contrajo una gripe. -Se veía un poco cansada, parecía que no había dormido toda la noche.
-Claro que no mamá, ¡yo ya soy un niño grande de 10 años! -el niño replico al instante frente a la explicación de su madre.
-No Mordecai, no estás bien. Estas todo rojo y a cada rato te escurre la nariz.
Decidí interferir de una vez, ya me estaba cansado de ver esta mini discusión.
-Yo puedo atenderlos si quiere. Realmente hoy no estoy ocupado.
-¿Esta seguro? No le queremos ser un estorbo.
-No claro que no. Síganme.
De ahí nos dirigimos a mi despacho donde revisaba al pequeño. Al parecer su nombre es Mordecai y tiene 10 años pero se creía mayor, como cualquier niño. Creo que a su mamá le gusto la forma en que trataba a Mordecai ya que me pidió mi número telefónico para atenderles cada vez que lo necesiten. En pocas palabras, me convertí en el ¡médico de la familia!.
Al paso de los años me lleve muy bien con Mordecai y su madre. Ella me confirmo que en su seguro me nombro como médico de cabecera, solo en casos de que les llegara a pasar algo, lo cual no le deseo a nadie.
Después de 6 años de estar trabajando para la familia me llego una llamada de improvisto.
-¿Hola quien habla? -pregunte al tomar el teléfono.
-Buenas tardes doctor Wally, le hablo de parte de la aseguradora X y es mi deber informarle que una de las familias a las que les brinda sus servicios a sufrido un accidente. Se le requiere en el Hospital X en este preciso instante -esa clase de palabras me dejaron shockeado por breves instantes pero como el profesional que soy me recupere casi al instante.
-Bien, voy para allá. -termine la llamada y rápidamente me dirigí hacia el hospital en mi auto.
Me pregunto quienes sufrieron el accidente, espero que no haya pasado nada grave.
Ingrese al hospital que me dijeron y ahí me indicaron donde estaban mis pacientes. Corrí rápido y al abrir la puerta de la habitación note a dos figuras en camas diferentes cubiertas por las sabanas hasta la barbilla. Al parecer dormían y no quería molestarlos y mejor tome la pequeña tablilla que se encontraba al borde de la cama. Al leer el nombre de estas personas se me erizo el bello. Era el pequeño Mordecai y su madre, pero apenas lo había visto hace una semana y estaba bien, incluso me contaba de su maravillosa pareja muy emocionado.
El accidente no fue tan grave para su estado físico, ya que solo requirieron unas cuantas puntadas para que sanaran sus heridas.
Después del tratamiento la primera persona en despertar fue la mamá de Mordecai la cual no paraba de preguntar por su hijo y tuve que calmarla explicándole su estado. Después el que despertó fue Mordecai.
-¡Hijo! ¡Por fin despertaste!
-...
-Me tenías tan preocupada, pensé que no despertarías.-exclamo la mujer abrazando a su "bebé".
-... -alto, algo no anda bien...
-¿Hijo? -la mujer se apartó un poco para ver a Mordecai pero este solo la veía confundido.
-¿Mordecai, estas bien? -llame su atención mientras lo veía mejor.
-¿Us...ustedes quiénes son?! -exclamo el chico asustado, para calmarlo tuvimos que darle un sedante.
-¡¿Qué le pasa a mi hijo!? -me grito la mujer desesperada.
-No lo sé, tenemos que hacerle unos estudios, pero notando su cambio de actitud puedo deducir que él tiene amnesia.
-¡! -ella se quedó sin palabras y la mande a descansar un poco.
Unos días después el resultado de los estudios soltaron que efectivamente, Mordecai tenía amnesia, le recomendé a la madre de Mordecai que el podía recuperar la memoria si hace lo que antes solía hacer, su rutina diaria, ver fotografías e incluso su novio podría ser de ayuda para la recuperación de Mordecai.
Él se fue sin saber quién lo había ayudado ya que nunca pudo verme despierto después de ese incidente en la habitación del hospital. Yo seguía recomendándole sus medicinas por medio de su novio, o debería llamarle exnovio ya que, por lo que me conto, Mordecai tampoco lo recuerda, al cual conocí cuando la madre de Mordecai ya no podía venir por la medicación.
En uno de nuestros encuentros le pregunte:
-¿Y bien? ¿Qué has hecho para que Mordecai te recuerde? -al parecer se exalto por mi pregunta
-¡¿Y..yo?!
-Si tú, ¿Quién más va a ser? -le conteste un poco desesperado, este chico está empeñado a no "forzar" a Mordecai a recordarlo, pero es necesario.
-B..bueno yo ya le dije que no obligare a Mordecai a que me ame, ya es la tercera vez que casi me recuerda pero solo me da falsas esperanzas -comento triste- cada vez que está a punto de recordarme le dan fuertes punzadas en la cabeza.
-Bueno para eso está la medicación.
-¡Pero usted no entiende! Sus dolores son menos fuertes y frecuentes que cuando intenta recordar otra cosa...solo le pasa eso con los recuerdos que son acerca de mi...cada vez es peor...siempre empeora -estaba al borde del llanto y pude notarlo, pero eso no me ablandara.
-¡Rigby! -le grite asustándolo un poco- escúchame bien, óyeme atento que no lo volveré a repetir. Si Mordecai presenta alguna señal de recuperar sus recuerdos por ti, la más pequeña que sea yo la aprovechare y le diré su estado médico -lo que le dije casi parecía amenaza pero no me importa, este chico no debe renunciar a su primer amor.
-Hágalo, solo le notificara su estado médico. No le puede dar ningún indicio de nuestra relación. -este chiquillo ¿Que cree que soy, un tonto?.
-Lo sé -me levante de mi asiento y me diriji hacia la puerta- pero cuando haga eso será inevitable que tu tengas que aclarar unas cuantas cosas con Mordecai -lo último lo dije antes de salir de mi despacho.
Por mi des-fortuna Mordecai mejoro y no volvía a presentar señales de acordarse de su anterior relación con Rigby, Así que respetando el trato que hice con él no le dije nada....
Hasta hoy.