Jun desde su habitación escuchaba la voz de su madre, cada tanto captaba ligeros sollozos, no era su intensión hacerlo sentir mal pero en eso momento no sabía muy bien cómo manejar su reciente situación. Dejo soltar un suspiro y se rodo para quedar viendo a la pared, no tenía la intensión de levantarse y enfrentar el rostro lloroso de su mamá. Claro alguien más tenía otro plan. Su celular sonó muy fuerte en la silenciosa habitación haciéndolo pegar un brinco y buscarlo a tientas. Cuando vio el numero hizo una mueca, por un momento dudo en contestar pero conociéndolo seguramente no dejaría de insistir hasta que le contestara.
La llamada duro tan poco que solo parpadeo y frunció el seño. En ese momento le quedo claro que su madre había estado hablando con Kise, la mamá de Yuuki. Arrastrando los pies por la habitación, se arreglo y bajo con suma lentitud las escaleras. La voz de su hermana le llego desde la cocina, se metió las manos en los bolsillos del pantalón y paso frente a la entrada con la mayor indiferencia posible
-Jun
-eto... Voy a salir un rato -Takao y Yumiko intercambiaron miradas nerviosas, Isashiki negó con la cabeza -voy a ver a Yuuki ¿de acuerdo? Nos vemos al rato
Sin mas explicaciones siguió su camino hacia la salida. Takao se volvió a sentar y se paso las manos por la cara, Yumiko lo abrazo por la espalda, Takao le tomo la mano a su hija
-ya te lo he dicho es terco pero no tonto, además si hay alguien que lo pueda hacer entrar en razón, ese es Yuuki. ¿por eso le marcaste al Tio Ryouta?
-la verdad es que no lo hice por eso, necesitaba desahogarme pero creo que salió algo bueno - una idea vino a su cabeza y comenzó a reír, Yumiko soltó a su madre y se movió para verlo a la cara con un gesto preocupado
-lo siento cariño, aun no pierdo la cabeza, solo que me imagine el rostro de Aomine ante la idea de que Yuuki salga con tu hermano. -Yumiko también dejo escapar una pequeña risita
-bueno esperemos que después de hablar con Yuuki, Jun regrese con mejor animo
-eso espero.
...
Aun cuando caminaba hacia el parque no estaba tan convencido de querer ver a Yuuki, uno había sido el empuje del otro en sus años en Seido, incluso desde antes. Pero ¿que si se encontraba con un Yuuki igual o más perdido que él? ¿Qué le diría si ni el mismo sabia como manejar lo que estaba pasando?... Aun así quería verlo.
El parque no era realmente grande, solo había juegos para niños y algunos árboles realmente frondosos y justo en uno de ellos Yuuki ya lo esperaba, estaba recargado sobre el enorme árbol y la sombra era perfecta para sentarse a hablar de temas un tanto complicados. Cuando por fin estuvo lo suficientemente cerca de Yuuki, Jun sintió un gran alivio; la expresión de su compañero de equipo era seria, un poco triste también pero para nada perdida, no había un solo rastro de confusión.
Yuuki por su parte estrecho la mirada y se mordió el labio. Ese simple gesto basto para que Jun entendiera que su expresión no era tan alentadora. Resoplo y elimino la distancia que los separaba, acto seguido recargo su frente sobre el hombro del otro
-¿cómo puedes estar tan tranquilo?
-¿Quién te dijo que estoy tranquilo? –una media sonrisa apareció en el rostro de Jun
-¿se te olvida que soy el que mejor te conoce? Se que estas triste pero ya estás viendo hacia delante
-y ¿por qué tu no estás haciendo lo mismo? –el silencio se prolongo por unos instantes
-no lo sé, estoy tratando de hacerme a la idea pero no parece tener sentido. No puedo creer que no lo lográramos. ¿acaso no lo merecíamos? –esta vez Yuuki subió los brazo y rodeo al otro
-¿Qué si lo merecíamos? Claro que lo merecíamos, sacrificamos tantas cosas por ese sueño, pero hay veces que nada tiene que ver con merecerlo, simplemente pasa y hay que volver esto una fortaleza y no una barrera que nos impida seguir avanzando –una ligera carcajada se le escapo a Jun
-no puedo creer que dudaras sobre ser el capitán del equipo… estas aquí consolando a un completo idiota que no es capaz de poner sus pensamientos en orden, cuando tu tampoco la estas pasando tan bien
Yuuki apretó un poco más a Jun y permaneció en silencio. Ese pequeño cambio hizo que Isashiki levantara la cara y se alejara un poco para ver con sorpresa que Yuuki estaba llorando. Tal como lo había dicho; Yuuki estaba pensando en el siguiente paso para no permitirse pensar en lo que había pasado y solo hasta ese momento, estando únicamente en compañía de Jun se permitió llorar con el sentimiento completo de lo que implicaba perder un sueño. Jun tomo el rostro de Yuuki entre sus manos y pego su frente contra la del otro.
-tienes razón, yo me equivoque no estás tan calmado –seguía tan confuso como hacia unos minutos y aun no había descifrado el siguiente paso, pero encontró las fuerzas para no permitir que aquella persona, que era su apoyo, se viniera abajo –y no hace falta que lo estés. Bien sabes que conmigo no hace falta que te contengas. Ya descifraste la respuesta, eso es lo más importante. Pero como siempre no soy capaz de seguirte el paso…
-solo es cuestión de tiempo…
-si, solo es cuestión de tiempo…
Sin saber que más decirse, Jun se apodero de aquellos labios que ya antes había probado. Cuando le había mencionado su incapacidad de seguirle el paso, no solo hablaba de beisbol, también de ellos dos; Yuuki había caído primero en la cuenta que entre ellos dos había más que una amistad y que uno era la fuerza del otro. Y la prueba era que estaban justo en ese momento en el parque evitando perderse en aquella tristeza que no sabían cómo manejar.