Kagami estaba de pie apretaba los puños y sentía una opresión en el pecho. Acaba de ver a su hijo bajarse del montículo con el semblante desecho. Kise sentía el corazón oprimido, la última oportunidad de su hijo para llegar a Koshien pendía de un hilo. Sentía la desesperación que acompañaba a la derrota. Le pedía a todos los dioses que aquello se terminara a su favor.
Pero nada pudieron hacer, fue Mei, un Akashi, el que termino por ponerle punto final al partido. Todos guardaron silencio. De un modo u otro conocían el sentimiento pero dolía aun mas ver a sus hijos llorar. Aomine no le quitaba los ojos de encima a su hijo, veía como todo aquello le afectaba pero se mantenía en control y ayudaba a sus compañeros. Daiki apretó con más fuerza sus puños
-eres el líder que jamás pudimos ser ni tu madre ni yo.
Mientras viajaban al colegio ni Kise ni Aomine decían una sola palabra, cada tanto suspiraban. Pensaban en que le dirían a su hijo cuando lo recogieran. Los de tercero regresaban a casa por el descanso y no se sorprendieron al ver a Satsuki y a Midorima a la entrada de la escuela sin embargo no esperaban ver al resto de sus compañeros también reunidos ahí. Al parecer ninguno tenía la intensión de dejar a sus hijos en la escuela, esa sería una noche muy larga, ellos ya lo sabían a la perfección y era mejor que la pasaran en la calidez de su hogar.
Kise fue el primero en ver salir a su hijo, corrió hacia el, esta vez sin grito, solamente lo abrazo tan fuerte que le cortaba la respiración. Aomine le seguía el paso, le recibió la mochila y trato de separar a Kise
-¡oi Kise! ¡déjalo ya, no lo dejas respirar! –pero el otro no hacía caso – ¡oh por favor Kise suéltalo ya!
El resto de los padres veían el forcejeo y no podían evitar que una ligera sonrisa aparecía en sus rostros, Kise jamás dejaría de ser Kise. Después de un tiempo Aomine logro zafar a su hijo del abrazo. Subieron al auto y Aomine solo hizo un gesto de mano antes de subir al auto. Especialmente a Kagami y Kuroko quienes contestaron con un gesto de cabeza.
El siguiente en salir fue Isashiki, el cual llevaba el seño fruncido y no prestaba mucha atención, se sobresalto un poco al ver a los padres de sus amigos. No esperaba que los segundo ni los de primero se fueran a ir pero ese ya no era su problema, por el momento estaba bastante fastidiado. Takao intento correr hacia su hijo pero Midorima lo retuvo del brazo. Esperaron a que Jun se les acercara para permitir que su madre lo abrazara
-vámonos -Sin más subieron a su auto y se alejaron del colegio
Himuro se acerco a su hermano
-Taiga voy a entrar a buscar a mi hijo, lo más seguro es que los de primero y segundo no tengan intensiones de irse y no pienso dejarlo aquí. Yo creo que ustedes deberían hacer lo mismo
-si, estábamos pensado en lo mismo, Eijun es demasiado terco.
Tetsuya respondió y avanzo junto con Himuro al interior de la escuela, Kagami los vio alejarse mientras Atsushi se le acerca con dulces en mano.
-van a estar bien
-si tu lo dices Kagachin.
-ellos tienen otros dos años, me da más pena por los de tercero… -ambos desviaron la vista hacia Momoi que se acercaba con calma al mayor de sus hijos.
Satsuki envolvió a su hijo en un abrazo y lo sintió temblar. Por lo general su Ryou era muy fuerte y pocas veces lo veía llorar pero esta vez sabía lo mucho que esto significaba para él. Por el rabillo del ojo pudo ver a su otro niño, manteniendo la distancia. Con un gesto de mano le indico que se acercara, no tardo en hacerlo y como buena madre reconforto a sus dos pequeños y con palabras dulces les dio calma
-no importa lo que paso hoy, para mí los dos son lo mejor que me pudo haber pasado y estoy completamente orgullosa de ustedes, que no les quepa la menor duda.
Ninguno de los dos le contestaron pero se dejaron guiar por su madre hasta el auto. Se despidió de Hiuuga porque Riko había ido a buscar a su hijo y de Kagami y Atsushi, suspiro antes de irse con sus hijos.
Mientras tanto en los pasillos de los dormitorios Riko ya tenía abierta la puerta del cuarto de Kuramochi y Eijun cuando Kuroko llegó. Himuro se disculpó y continúo su camino hacia el cuarto de Furuya
-mamá no tengo nada que hacer en la casa
-no voy a discutir, es una decisión tomada.
Kuroko se materializo a su lado sobresaltando a los otros tres
-vamos Eijun, tu también te vas a casa -el por lo regular escandaloso pitcher bajo la cara y apretó los puños, teniendo una discusión interna sobre qué decisión tomar.
-Eijun, Kuramochi, sabemos el sentimiento que los invade ya pasamos por ahí, y por lo mismo sabemos que es lo mejor para ustedes. Ahora tomen sus cosas y vámonos.
Kuramochi hizo sonar su lengua, no muy convencido pero obedeció, dejo que su madre le pasara un brazo por los hombros y le dio un beso en la frente. El menor solo frunció el seño para controlar las ganas de llorar, no lo haría frente a Eijun.
-nos vemos después Kuroko
Cuando ya estaban a bastante distancia, Eijun se abalanzó a los brazos de su madre, escondió su cara en su pecho y dejo que sus lagrimas salieran silenciosas, Tetsuya le daba cariñosas palmaditas en su espalda para que se calmara
-vamos, tu papá nos espera.
Cuando llegaron al estacionamiento, por supuesto ya no estaba ni Momoi, ni Hiuuga. Atsushi aun comía sus dulces mientras esperaba a un lado de Kagami, en cuanto los vio este último corrió a su encuentro y tomo las cosas de su hijo mientras le revolvía el cabello en un gesto cariñoso.
Himuro diviso a su hijo cuando este abría la puerta de su cuarto,
-espera Furuya
-¿mamá?
Termino de recorrer la distancia que los separaba y lo observo detenidamente, no lloraba pero parecía que aun estaba procesando lo que había pasado. Le acaricio la mejilla
-recoge tus cosas, nos vamos a casa. Tu papá te prepara el postre que quieras
Asintió con la cabeza antes de entrar a su cuarto y sacar sus cosas, por suerte para Himuro, su hijo era de pocas palabras. No tardo mucho para salir de su habitación.
-Pero ¿Qué haces aquí?
-nos vamos a casa Miyuki
El cátcher veía a su madre con el seño fruncido sin embargo al notar su expresión completamente seria, no pudo más que recoger unas cuantas prendas, tomar el DVD del partido y dar un largo suspiro. No podía discutir con el cuando tenía esa expresión y se encontraba demasiado cansado como para intentarlo. Camino en silencio detrás de Hanamiya hasta el estacionamiento.
Sus dos pitchers de primero también estaban ahí con sus respectivos padres. Dedico un leve movimiento de mano a Eijun que lo volteo a ver antes de que su carro arrancara y se alejaran de la escuela. Su padre se le acerco con su siempre amable expresión. Kiyoshi conocía a la perfección los métodos de Hanamiya por eso le dio una explicación a su hijo.
-no tenia caso que te quedaras, todos se han ido a casa. No es bueno quedarse solo después del difícil día que pasaron
Miyuki solo asintió antes de subirse al auto y regresar a casa.