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Basket a ¿beisbol? por Yukine Kazuya

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Notas del capitulo:

OMG siento que ha pasado mucho tiempo desde el ultimo capitulo, pido una disculpa por eso y espero ya ponerme al corriente para que puedan seguir disfrutando de este fic 

Sin mas me quito para que disfruten de la lectura 

Yuuki regreso a su casa con una suave sonrisa y un nuevo aire de determinación. Al parecer aquella inesperada salida había tenido un buen efecto. Kise y Aomine estaban en la cocina cuando su hijo llego, les dedico un saludo con la mano y sin más explicación se fue a su cuarto. Kise se mordió el labio, era una de las cosas que siempre lo torturaba, que Yuuki no fuera tan comunicativo y a él lo dejara con la curiosidad. Aomine a su lado ya conocía aquel gesto y soltó una carcajada.

-no sé cómo es que no has aprendido, Yuuki no te va a decir nada jajajaja eso se llama karma

-¡oh calla Daiki! Que si de karma hablamos –Ryouta le sonrió de manera traviesa

-no sé de qué me hablas

-de que al paso que vamos vas a terminar formando parte de la familia de Midorima hahahaha- la sonrisa de Aomine se desvaneció al instante –pero es algo que tú no puedes cambiar

-parece que tú y tu hijo tienen ese efecto en mi.

 

Aomine rodeo la cintura de Kise y lo acerco para besarlo, jamás se cansaría de aquellos labios. Aun que había habido un tiempo en el que había hecho de todo para evitarlo. Notando la seriedad del más alto, Kise lo vio serio mientras colocaba sus manos en sus mejillas dándole unos pequeños golpes

-te pusiste serio. Eso no es para nada bueno, ya tuve suficiente con lo de Yuuki

-hahaha no es nada, solo pienso en lo mucho que te amo –inmediatamente Ryuota se sonrojo y le dio un suave empujón

-deja de burlarte de mi

-hahaha pero hablo en serio. Ver a Yuuki salir corriendo para ver a Jun me recordó otros tiempo, que no se si fueron  los mejores  y como las cosas fueron tan diferentes

-sí, no fue igual pero al final todo resulto mejor de lo que pensamos o imaginamos

-hahaha supongo que tienes razón no puedo quejarme

 

Kise soltó a Daiki y sirvió dos tazas de café, así habían comenzado pero para llegar a eso habían tenido que pasar por bastante. Mientras veía y removía su café se dejo llevar por los recuerdos.

 

...

Después del torneo de invierno, más de un jugador se replanteo seriamente su papel en sus respectivos equipos. Y Kise no fue la  excepción, había salido lesionado y se había perdido el último partido, eso lo dejaba con el sentimiento de inconclusión. De que podía haber dado más. Sin embargo no podía detenerse, todos seguirían avanzando y el tenía que hacer lo mismo.

 

No se imaginaba que un torneo pudiera cambiarlo tanto y no solo deportivamente... Había entendido que su admiración por Aomine se había transformado, solo así se podía explicar la enorme preocupación que sentía por su ex compañero, a tal grado que se había sentido ligeramente molesto con Kagami y Kuroko pero al mismo agradecido; de no ser por esa derrota Daiki no habría cambiado

 

No era como si Aomine lo hubiera aceptado de regreso en su vida. Pero por lo menos cada fin de semana jugaban basket y el seguía intentando vencerlo. Daiki se iba en cuanto terminaban y él siempre terminaba alcanzándolo para caminar juntos de regreso. Aomine rodaba los ojos pero terminaba aceptándolo, conocía a Kise y sabía que era mejor darle por su lado, porque solía ser  bastante necio.

 

Antes de darse cuenta se volvió habitual para ambos regresar a juntos a casa. Kise no dejaba de ser escandaloso y dramático y Aomine no dejaba de ser brusco y ligeramente distante. Daiki no estaba seguro si quería estar tan cerca de Ryouta, era como un recordatorio de lo que había sido. Además una de las consecuencias de haber pertenecido a la generación milagrosa era que no debía esperar demasiado de las personas, para que no terminaran decepcionándolo cuando no cumplían con las expectativas. Muy en el fondo tenía la esperanza de Kise no era así, tenía tiempo conociéndolo y en ese tiempo no había dejado de sorprenderlo y claro de irritarlo pero eso ya era algo común. Cada vez que regresaban juntos se preguntaba por qué no lo rechazaba y lo mandaba al diablo y todo el tiempo terminaba sin una verdadera respuesta.

 

Después de una semana particularmente difícil para Aomine, jugar con Kise había resultado divertido pero al mismo tiempo no dejaba de ser atosigante. Había querido evitar regresar con Ryouta, necesitaba pensar en algunas cosas, los torneos estaba por comenzar y eso significaba dos cosas; que necesitaba probar que era el mismo genio de siempre y que ya había superado la derrota en contra de Seirin. Y esa era la parte difícil,  no estaba del todo seguro, aun sentía miedo de no ser lo suficientemente bueno o que terminara cambiando una vez más en esa  persona que secretamente detestaba. Todo aquello era complicado y tener a Kise quejándose y revoloteando a su alrededor no le estaba ayudando

-… ¡oh por cierto! ¿Ya estás listo para el torneo? Va a ser interesante… -esa fue la gota que derramo el vaso, Kise había puesto el dedo en la llaga.

-¿Podrías callarte? Kise deja de decir cosas innecesarias, sabes leer el ambiente ¿a caso? Eres un completo idiota

 

Kise se quedo parado en su lugar y su sonrisa se desvaneció en un parpadeo, bajo la vista y se mordió el labio. Aomine se dio cuenta que se había pasado, que se estaba desquitando con su amigo. Aquella imagen le estaba doliendo y no sabía muy bien por qué. Kise apretó sus puños y le arrojo el balón mientras le gritaba

-¡el idiota eres tú, Aomine!

 

Sin esperar ninguna respuesta el rubio se dio la vuelta y comenzó a correr en la dirección contraria, Aomine se sorprendió por el repentino balonazo y cuando controlo ese asunto Kise ya estaba algo lejos. Se daba cuenta que Kise tenía razón, había dicho cosas que no y esta ver él había exagerado pero no podía admitirlo. Metió sus manos en sus  bolsillos y siguió su camino hasta su casa

-es Kise, para el próximo fin ya se le olvido.

 

El siguiente fin de semana Kise no apareció en la cancha del parque...  

 

Notas finales:

En definitiva Aomine no niega la cruz de su parroquia tiene siempre que complicarse las cosas. Espero que les gustara el capitulo. 

Como siempre comentarios, sugerencias y dudas son bien recibidas y si solo quieren pasar a saludar tambien se vale

Saluditos 


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