Miyuki tomo aire con fuerza y se despego de Hanamiya, se tallo los ojos limpiando los restos de lagrimas mientras desviaba la mirada. Ni cuando solían darle palizas lloraba de esa manera pero suponía que esta vez la situación lo había sobrepasado y que su madre tocara el tema de la doble derrota contra Mei solo había terminado de empeorar las cosas. No podía negar que eso seguía afectándole sobre todo porque justo el día anterior Mei y el resto habían vuelto a restregarle en la cara su decisión. Si, eran todos eso detalles lo que le estaban afectando pero había una cosa más que se sumaba a todo ello, bueno en realidad no era una cosa… tenia nombre y apellido. Al pensar en eso desvió la mirada y se mordió el labio. Hanamiya noto el gesto y llevo sus manos a las mejillas de su hijo y lo volteo para verlo a los ojos
-¿Qué pasa? Pensé que ya te habías calmado – Miyuki evito el contacto visual con su madre, estaba seguro que lo podría leer en sus ojos.
-es solo que hay un asunto que me tiene mmm… algo inquieto
-¿inquieto?
Kiyoshi que había estado en la puerta noto que Kazuya estaba buscando la manera de escaparse de Hanamiya sin darle una respuesta, lo cual solo significaba que su pequeño niño tenía un secreto que aun no quería confesar y si podía decir que conocía a su hijo se imagina por donde iba el asunto. Por eso en esta ocasión se vería en la necesidad de echarle una a mano a Kazuya para escabullirse.
-Hana-chan ¿no crees que deberías darle algo de espacio? Piensa que tiene muchas cosas en la cabeza, el equipo va a tener que hacer algunos cambios y queramos o no Kazuya es un pilar para Seido. Creo que necesita poner sus ideas en orden y llenarlo de preguntas no ayudara mucho.
Los otros dos voltearon a ver a Kiyoshi, ambos parpadearon pero Miyuki entendió a la perfección las intensiones de su padre y no dudo en actuar, se zafo del agarre de Hanamiya y se alejo hacia la puerta. Por su parte Hana-chan también había entendido pero lo dejo ir mientras mantenía sus ojos sobre Teppei
-mmm saldré a dar una vuelta, como dijo papá necesito acomodar mis ideas un poco jejeje nos vemos al rato
Sin esperar por una respuesta el menor salió de la casa bajo la atenta mirada de Hanamiya, que en cuanto desapareció su hijo regreso su atención a Kiyoshi
-se que algo no me está diciendo
-si, seguramente pero necesita pensar la forma de decírnoslo
-y de arreglar ese dicho asunto primero
-vamos deja de preocuparte, ya se ve mucho mejor además nunca ha sido un niño que se quede estancado en una situación. Es el primero en buscar los medios para seguir avanzando
-eso ya lo sé.
…
Miyuki respiro hondo cuando por fin salió de la casa, su madre lo estaba arrinconando y no estaba seguro de querer lidiar con su interrogatorio en ese momento. Más cuando estaba preocupado precisamente por esa persona. El año anterior habían enfrentado la misma situación juntos pero en aquel entonces no lo había visto llorar y aunque lo hubiera hecho no le habría dolido como lo hizo en ese momento. Ese también había sido uno de los motivos por los que se había mantenido firme, no creía que fuera buena idea desmoronarse cuando el otro necesitaba de su apoyo.
Tal vez ese sentimiento había estado ahí desde que estaban en primer año o incluso antes pero siempre que se trataba de asuntos que no fueran beisbol les resultaba bastante difícil caer en la cuenta. Se habían mantenido juntos y apoyado cuando había hecho falta pero pasar tanto tiempo en Seido y que de pronto se descubrieran buscándose en el campo o cruzando miradas durante las clases empezó a llamarle la atención. El colmo fue cuando sintió que la sangre se le calentaba al verlo tan cerca de Ryo-san. Ahí comprendió lo que estaba pasando. Por eso necesitaba verlo en ese momento, necesitaba hablar con él a solas sin que nadie interviniera, antes de que volvieran a la escuela.
Sabía que no necesitaba hablarle, sabía que se conocían lo suficiente como para encontrarse en aquel lugar.
…
Riko y Hiuuga se sonreían mientras oían la risa de Kuramochi desde la calle pero después de unos segundos Riko frunció el seño al caer en la cuenta de algo. Al ver aquella expresión en su esposa Hiuuga también frunció el seño y con la mirada le pidió una explicación
-mmm ¿no notaste algo raro en You-chan?
-¿algo raro? Bueno creo que ya habíamos llegado a la conclusión de que ha crecido, no se a que mas puedas referirte
-no, no es eso, es justo en lo de hace un momento –la expresión de Hiuuga cada vez se veía más confundida al no seguir el hilo de pensamientos de Riko –presiento que Youichi nos está ocultando algo
-¿algo? ¿Cómo qué?
-mmm pues no lo sé, pero si piensas que se removía un tanto nervioso antes de anunciar que saldría a buscar a Miyuki y que cuando menciono su nombre se sonrojo levemente, creo que esas son solo algunas pistas –Hiuuga levanto una ceja ante lo que escuchaba –además rehuyó nuestras miradas en todo momento
-supongo que tienes gato encerrado o debería decir ¿cheetah encerrado?
-hahahaa si creo que sí, pero ¿Por qué no nos dijo nada?
-bueno nunca te has guardado tu opinión acerca de no saber si Miyuki es o no una buena influencia para Youichi, aunque yo creo que ha sido gracias a que han estado juntos que ambos terminaron encontrado un lugar en Seido. Aun cuando te quejabas resulto ser un mejor amigo para tu hijo que el grupito de la secundaria con el que se juntaba.
-mmm supongo que no hay nada que se pueda hacer, siempre hemos creído que en el corazón no se manda y la verdad es preferible que fuera él y no Narumiya.
-si bueno, no me hubiera gustado emparentar con Akashi hahahahah
-pero lo harás con Makoto, si confirmamos lo que sospechamos –los ojos de Hiuuga se abrieron como platos al entender lo que le decía Riko, la cual no pudo evitar soltar una carcajada –hahhahaha no tienes remedio, ni cuenta te diste del hoyo en el que te metiste al defender a Kazuya hahahaha
…
Youichi soltó el aire y dejo escapar una de sus típicas risas aunque claro era más una risa nerviosa que otra cosa. Esperaba no haber sido tan obvio aunque con el buen ojo de su madre no podía estar tan convencido. No podían culparlo por no contarles nada de lo que estaba pasando en su vida sentimental, no había vuelto a casa y hubiera sido muy extraño llamar un día a casa y decir
“oye mamá ¿adivina que? creo que me he enamorado de alguien… ah y ese alguien es justamente Miyuki del que aun tienes tus dudas”
De haber hecho eso a su madre le da un ataque con el teléfono en la mano y para cuando su padre hubiera llego eso ya habría sido demasiado tarde. No, definitivamente no habría sido una buena idea y bueno con la reciente derrota y su cabeza aun algo revuelta, lo mejor era esperar un poco para hablar de algo tan complicado como lo eran los sentimientos.
Con eso en mente se metió las manos en los bolsillos y comenzó a caminar pensando precisamente en el catcher; la expresión de su rostro era una que tal vez nunca le había visto, había demasiados sentimientos cruzando por ella, desde enojo, frustración, vergüenza pero cuando lo volteo a ver a él solo vio tristeza y un profundo dolor. Se veía que trataba con todas sus fuerza por contener las lagrima y no estaba seguro si era por ser un soporte para el equipo o porque estaba reflejando justamente lo que él estaba sintiendo, tal vez su propia cara refleja esa misma tristeza y ese mismo dolor pero Miyuki siempre tenía que dar otra cara siempre tenía que ocultar lo que sentía. El mejor que nadie lo sabía, lo había visto sonreír después de recibir golpizas aunque en el fondo le doliera que no lo apoyaran. Lo admiraba por esa fuerza de voluntad y tal vez ahí había comenzado todo, en esa admiración que paulatinamente fue cambiando por amistad, cariño y finalmente… sí, tal vez amor. Solo así podía explicar que sintiera miedo de Eijun por estar tan cerca del catcher y que este lo reconociera tanto o que sintiera que le daban ganar de golpear al pitcher por siempre querer llamar su atención que el otro se la diera. Pero sobre todo que se enojara de sobre manera cuando Narumiya lo llamaba Kazuya, era en eso caso donde no podía evitar rodar los ojos y apretar los labios.
Pero lo conocía tan bien que sabía que en ese momento era cuando más vulnerable se sentía y por eso necesitaba verlo, por eso quería estar a su lado. Por eso no había querido dejar la escuela porque no soportaba la idea de que se quedara solo en ese cuarto.
Camino sin darse cuenta hacia donde se dirigía hasta que sintió que alguien lo observaba y se detuvo en seco, había llegado hasta los juego y podía reconocer la figura de Miyuki en los columpios, tal como se lo imagina se conocían lo suficiente para saber que ese era el único lugar donde podrían hablar, donde nadie los interrumpiría, donde podían estar solos.
-vienes tan distraído que no te habías dado cuenta que ya habías llegado, ¿en que estabas pensado? ¿A caso en mi? –Kuramochi acelero el paso y negó con la cabeza ante el comentario del otro
-ya quisieras… sabia que vendrías a este lugar
-mmm que otro lugar tenemos…
Miyuki levanto los hombros como restándole importancia pero en cuanto tuvo a Kuramochi lo suficientemente cerca se levanto un poco, estiro una mano que poso en la mejilla del otro y lo termino de acercar para plantarle un beso que Kuramochi no se esperaba. Tenían demasiados sentimientos contenidos que esa era la única forma de comenzar.