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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, este es el día de Shyru, las cosas para él son algo... diferentes, espero que les guste

Capítulo 3.- El día verde, 4 de Mayo (Shyru)

 

Él sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo, él sabía que su vida se complicaría inmensamente si su novio lo descubría, él sabía en todos los líos en los que se metería pero… pero no lo podía evitar, nunca en su vida se había sentido así, nunca en su vida había estado tan confundido tampoco, se encontraba en una encrucijada de la cual no podía salir, lo más importante… no quería salir… eso de jugar con fuego era excitante, demasiado excitante a veces…

 

Shyru se encontraba en la galería que administraba, era un hombre muy atractivo, de largos cabellos negros y complexión atlética, ojos verdes y piel un tanto bronceada, estaba usando una traje que resaltaba todos sus atributos, él sabía que arrancaba miradas a donde sea que fuera, aunque en estos precisos momentos lo que menos quería era que lo miraran, no se sentía bien… se sentía, por falta de una mejor palabra, se sentía vil

 

La galería tenía varios pisos y niveles, ahora el administrador estaba bajando las escaleras hasta llegar al subsuelo, allí era donde se hacían las restauraciones de las obras de arte, esa galería contaba con el mejor restaurador de todo Tokio, era un hombre maduro y muy atractivo, pelirrojo y de fuerte contextura, su nombre era Dohko y en esos precisos momentos estaba subido en una escalera mientras revisaba un lienzo con una lupa

- Dónde te quedaste? – preguntó el artista sin regresar a ver hacia abajo, él sabía quién había entrado a su sala de restauración

- Llamadas telefónicas urgentes que tenía que atender – respondió Shyru sacándose el saco, el ambiente allí abajo era frío y eso era necesario para la conservación de las pinturas pero… eso no era problema para ellos, el frío nunca había sido un problema, usualmente ellos se dedicaban a actividades varias en esa sala de restauraciones, y estas actividades los mantenían “abrigaditos”

- Nada, y óyeme bien, nada puede ser más urgente que yo – Dohko sonrió al voltearse cuando dijo esto, Shyru puso las manos en la cintura y suspiró

- Las cosas no pueden seguir así, yo… yo ya no puedo más – Shyru en verdad que se notaba derrotado, le había dado vueltas a este asunto un sinnúmero de veces y no le hallaba salida

- Lo sé… me lo has dicho muchas veces – respondió Dohko volviendo su atención a la pintura sin dar importancia a las palabras de su amante, ellos habían mantenido una relación amorosa en el último año, aunque amorosa no era la palabra correcta, entre ellos no había amor, había sexo… caliente, duro, pasional, fuera de este mundo… sexo, esa era la clase de sexo que ellos tenían, lo raro era que en estas últimas semanas, Dohko se mostraba un poco más celoso de lo usual, un poco más posesivo y demandante, esto le había traído complicaciones varias en la vida de Shyru

- Podrías por lo menos bajar para que podamos hablar? – Shyru estaba algo molesto y eso sorprendió a Dohko que arqueó una ceja y sin decir nada más empezó a bajar lentamente por la escalera, el pelinegro empezó a caminar por la sala de restauración de un lado a otro, parecía gato enjaulado

- Muy bien… de qué quieres hablar?

- Creo que lo sabes – Shyru se volteó alejándose de Dohko, pero el mayor lo tomó de la muñeca y lo jaló obligándolo a que se voltee

- No… no lo sé, quiero que me lo digas, y mírame a los ojos mientras lo haces Shyru – Dohko levantó el rostro de Shyru agarrándolo del cuello

- Suéltame…

- No, no te voy a soltar porque no te vas a ir – Dohko era un hombre bastante temperamental, como todo buen artista, y una de las cosas que más le molestaban era ver a Shyru en esa actitud, provocaba zarandearlo y bueno… lo zarandeaba

- Que me sueltes te digo, esto ya no puede seguir así – Shyru se revolvía tratando de soltarse pero Dohko lo tenía muy bien sujeto y fue caminando con él hasta acorralarlo contra la pared

- Tienes razón, esto ya no puede seguir así, estoy harto de esto

- Suéltame entonces – dijo Shyru mirando a los ojos de su amante con desafío

- No, no te voy a soltar, crees que no sé a qué has venido?, crees que no sé lo que piensas?, tu problema es que no quieres aceptar lo que tienes en frente tuyo

- Y qué tengo en frente mío?, a ti?

- Si, pedazo de idiota, a mi… estoy cansado de tener que compartirte con el niñito ese que dices que es tu novio, él no es suficiente hombre para ti, él no es lo que necesitas – Dohko bajó su tono de voz y se acercó a Shyru hasta susurrarle estas palabras en la oreja, luego soltó una de sus muñecas para acariciarle descaradamente la entrepierna

- Yo lo amo, suéltame – Shyru trató de escapar del fuerte agarre de Dohko pero no pudo, el mayor sujetó con una sola de sus manos ambas muñecas de Shyru en su espalda, esto era doloroso para el muchacho de cabellos negros, pero su amante era más grande y más fuerte que él

- No lo amas, si lo amaras no te acostarías conmigo, no me darías tu culo para que yo haga de ti todo lo que me da la gana, no te entregarías a mi como lo haces, no te das cuenta?, me amas Shyru, me amas así no quieras aceptarlo – Dohko estaba aplastando a Shyru con el cuerpo para mantenerlo acorralado contra la pared, y con su mano libre le recorría con algo de fuerza todo el cuerpo, le apretaba una nalga y trataba de zafarle la ropa aunque estaba teniendo dificultades con eso porque Shyru no estaba quieto

- Acostarme contigo ha sido el peor error de mi vida, esto tiene que acabar

- Yo te voy a hacer acabar – Dohko empezó a mover las caderas y empezó a besarle el cuello a su amante que cerró los ojos y seguía resistiéndose aunque no estaba poniendo demasiado empeño, los besos de Dohko le hacían perder la razón, y cualquier buena intención que hubiera podido tener de terminar su relación con él se volvía humo a medida que le sacaba la ropa

- No… no no… no quiero, suéltame…

- Ok., te voy a soltar si admites que me amas, si admites que estás con ese niñito solo porque te da pena botarlo, que estás con él porque como has estado tanto tiempo con él, no sabes cómo terminar la relación, admite que te sientes culpable con él pero no lo amas, ya no lo amas, reconoce que cuando le haces el amor piensas en mí, quiero que admitas que tu hombre soy yo

- No… yo si lo amo…

- No lo amas, solo te estás engañando a ti mismo al decirlo, al pensarlo, porque tú al que quieres desnudo en tu cama es a mí, no a él

- Dohko… suéltame por favor – Shyru dijo esto en un susurro cuando dejó de forcejear, el mayor buscó sus labios y en verdad soltó a su amante cuando correspondió su muy pasional beso

- Tú me deseas, no lo niegues – dijo el mayor apretando el cuerpo del pelinegro al tomarlo de la cintura

- No te lo estoy negando pero… esta situación me va a matar, ya no puedo más – dijo el pelinegro y lo dijo en serio, esta situación lo estaba matando, la culpabilidad no lo dejaba dormir, su estómago estaba hecho pedazos y todo esto no le dejaba trabajar en paz, decir que estaba estresado era poco

- Deja al niñito aquel, corta relación con tus otros amigos y vente a vivir conmigo, es simple Shyru

- No… no es simple, es que tú no lo entiendes – dijo el pelinegro cerrando los ojos y apoyando la cabeza en la pared, Dohko suspiró y dijo:

- Hazme entender entonces, por qué no lo puedes dejar? – el pelirrojo preguntó esto en contra de su voluntad, nunca antes había preguntado y cuando Shyru le comenzaba a hablar de su novio, Dohko lo callaba a besos, la verdad no le importaba la relación del pelinegro y aquel muchacho al que había visto algunas veces de lejos, pero al parecer habían llegado al punto de no retorno en el que tenían que hablarlo, si no lo hacían… no habría futuro para ellos tampoco

 

Dohko se separó un poco y se cruzó de brazos, Shyru se cruzó de brazos también y meneó la cabeza, no sabía cómo comenzar

- Él y yo somos novios desde la secundaria y ahí nuestra relación era intermitente, pero luego ya no, realmente formalizamos la relación al terminar el colegio, solo nos falta mudarnos juntos, por mi… por mí, él se peleó con toda su familia, por mí, él se separó de todos los suyos, su padre lo desheredó y perdió contacto con todos los que podría decirse que consideraba importantes en su vida, yo soy todo su mundo, él lo dejó todo por mí

- De eso no tienes la culpa, si su familia no acepta que sea gay…

- No, no es eso, su padre no le pelea el hecho de que sea gay, tampoco es que está feliz con eso pero ese no fue el motivo, su padre me odia a mí, personalmente a mí, por eso él dejó a todos, los sacó de su vida, perdió el futuro brillante que pudo haber tenido y lo sacrificó todo por mí, él ha pasado hambre, frío, soledad y todo lo hizo por mi

- Es un mártir tu noviecito? – preguntó Dohko con burla, Shyru lo miró con dureza

- No, no es ningún mártir ni mucho menos, pero es en serio cuando te digo que él pudo haber tenido un futuro brillante, pudo haberse ido a estudiar al extranjero, puedo tener una vida mucho más cómoda de la que ha tenido conmigo, en cambio él tuvo que trabajar para poder estudiar,  tuvo que estudiar de a de veras para poder mantener la beca que se ganó en la Universidad, tiene préstamos y deudas, vive en un departamento pequeñito que comparte con un amigo nuestro de la escuela, recién ahora yo tengo un mejor trabajo y en teoría podríamos vivir con un poco más de holgura, ya le pedí que se mudara conmigo y él ya ha aceptado, solo está esperando que sus amigos se comprometan para hacerlo, ahora podríamos vivir mejor porque por años cenamos fideos instantáneos con coca cola – Shyru dijo esto y sonrió, el recuerdo le llegaba con tristeza, fueron tiempos muy felices en donde nada importaba, ellos se tenían el uno al otro y nada les hacía falta

- Shyru… no sé si te des cuenta, pero acabas de describir la vida de todo estudiante universitario que se respete, no le veo el problema – dijo Dohko frunciendo el ceño, Shyru en cambio sonrió con tristeza una vez más y respondió:

- No dirías lo mismo si hubieras visto la casa de su padre o si hubieras visto el ritmo de vida que llevaba antes de que yo llegara a su vida

- Tiene mucho dinero?

- Si, él pertenece a una de las familias más adineradas de Tokio, entonces todo lo que te estoy contando si fue un cambio brusco de vida para él, y lo hizo todo por mí, entiendes ahora por qué no puedo botarlo?

- No… tú estás hablando de culpa, y la culpa no es amor, tú no lo amas, sientes que estás en deuda con él, eso es lo que me estás diciendo – insistió Dohko y Shyru sabía que había mucho de razón en sus palabras pero se equivocaba en algo

- Pueda que tengas razón pero no es solo eso, yo… si lo amo, él no ha hecho nada malo, él es… él es genial, divertido, dulce, sensible – Shyru suspiró con pesadez, era obvio que se sentía muy mal por todo esto

- Él te coge como te cojo yo? – preguntó Dohko

- No todo se reduce a sexo Dohko – respondió Shyru empezando a caminar por la pequeña salita

- Pueda que no pero si es un factor determinante, además yo supongo que algo te debe faltar en tu perfecta vida, porque si no fuera así, tú no me buscarías con tanta insistencia – Dohko se acercó a Shyru y lo tomó de la cintura apretándolo contra su cuerpo y buscó sus labios pero el pelinegro no se dejó besar

- Las cosas contigo son diferentes – dijo simplemente Shyru sin elaborar mucho el asunto y separándose de su amante para seguir caminando por la salita, Dohko se arrimó al escritorio que estaba cerca y se volvió a cruzar de brazos, esta conversación era muy distinta a las que varias veces habían tenido, Shyru parecía decidido esta vez, las veces anteriores Dohko lo besaba hasta que se ablandaba, lo llevaba a la cama, lo hacía gemir de placer y santo remedio, pero ahora… al parecer ya no sería tan fácil

- Diferentes… tu niñito y yo somos muy diferentes, por lo que me has contado es lógico pensarlo, pero eso no resuelve tu problema, lo complica, verdad?

- Claro que lo complica, por eso tengo que terminar contigo, lo nuestro no va a ninguna parte, en cambio él y yo… él y yo nos casaremos algún día cercano, yo sé que eso es lo que él quiere, si no se lo pido pronto yo, me lo pedirá él, y si lo hace yo… yo aceptaré, las cosas no son blanco y negro como lo planteas tú, yo si lo amo, en mi futuro lo veo solo a él, él es un buen amor, él me hace ser mejor persona, él me cuida y me ama, me ama con toda su alma, en cambio tu… lo que pasa contigo no es bueno para mí, me estoy haciendo daño a mí y a él

- Y a mí no? – reclamó Dohko todo molesto

- No, a ti no, porque yo a ti no te importo en lo más mínimo y eso está bien, nunca hemos hablado de amor, nunca hemos quedado en nada más de lo que tenemos, nosotros solo tenemos sexo Dohko pero nunca hemos involucrado los sentimientos

- Yo sé que me amas Shyru

- Pueda ser que en algo tengas razón pero… tu no me amas a mí, yo te gusto y de eso estoy seguro pero no me amas, así que tomando todo eso en cuenta yo quiero dejar esto así, no quiero problemas contigo, me gustaría que las cosas se resolvieran civilizadamente, ambos trabajamos aquí por lo que en verdad espero que actuemos ambos con madurez para evitarnos malos momentos – Shyru suspiró una vez más y tomó su saco, se lo puso al dirigirse a la salida, Dohko se adelantó y lo tomó del brazo al decir:

- No no no, tú no te me vas

- Por qué?, qué quieres de mí?

- Te quiero a ti, quiero que te olvides de todas las estupideces que me acabas de decir y reacciones, tu no quieres terminar conmigo, lo veo en tus ojos, tú me amas – Dohko tomó a Shyru de ambos brazos y lo sacudía suavemente mientras hablaba, el pelinegro sonrió con tristeza y dijo:

- Ves lo que te digo?, tú me quieres porque nos complementamos perfecto en la cama, porque como me has dicho muchas veces soy el mejor de tus amantes, pero… tu no me amas, y eso está bien, esta relación, arreglo o como le quieras llamar, nunca se trató de amor, por eso ya no puede seguir, ya no mas

- Shyru…

- Dohko por favor, si en algo te intereso como persona, no me lo hagas más difícil, esto es muy duro para mí, me estoy muriendo por dentro, necesito distanciarme de ti, necesito hacer lo que es correcto, necesito pensar en él y en mi

- Ok., ok., te propongo algo, ven esta noche a mi departamento y lo hablamos con más calma

- Ya no tenemos nada de qué hablar

- Ok., una última cogida entonces, una última vez y ya no te buscaré más, una última vez esta noche y te prometo que seré racional y no te daré problemas aquí, qué dices?, no quieres estar en mi cama por última vez?, solo una vez más… vamos… di que sí… - Dohko se acercó a Shyru y lo tomó entre sus brazos como tantas veces antes había hecho, el pelinegro sintió como su corazón latía con violencia, no sabía lo que tenía su amante pero no podía resistirse a él, a su toque, a sus besos, y en esos momentos se sintió sin defensas ante él

- No… yo no…

- Solo una vez más, necesitamos cerrar todo con broche de oro, no te parece?

- No es conveniente Dohko

- Que prefieres Shyru?, una última noche conmigo o que te viva molestando el resto de la vida?, piénsalo… todo será más fácil si yo acepto lo que propones verdad?, bueno… pues acepta lo que propongo yo y lo solucionaremos

- Para qué quieres una última noche conmigo?

- Porque quiero hacértelo hasta que pidas clemencia, quiero que te cueste caminar por dos días como mínimo, quiero que sepas lo que te estás perdiendo para que cuando reacciones y salgas de tu error me busques, eso es lo que quiero – dijo el pelirrojo con una sonrisa autosuficiente, él estaba seguro de que convencería a Shyru de no terminar su aventura, ya lo había hecho varias veces antes

- No voy a buscarte, ya no más…

- Eso dices ahora, ya te voy a ver en un par de semanas, me vas a complacer Shyru?, o vas a soportar mis insinuaciones día tras día, semana tras semana, mes tras mes… - Dohko volvió a sonreír y ladeó la cabeza, a Shyru no le quedó más remedio que aceptar, él no resistiría las constantes insinuaciones de su amante

- Está bien, esta noche a las siete en tu departamento, pero es en serio lo que te digo, será la última vez que estaremos juntos

- Claro Shyru… será la última vez… - Dohko besó a su amante en los labios y lo soltó para que pueda irse, el pelinegro salió de la sala de restauraciones y se sentía morir

 

Esa tarde Shyru no pudo concentrarse en nada, todo lo que había hablado con su amante le daba vueltas en la cabeza y en ese punto se sentía algo enfermo, es que… es que su novio lo amaba, Shyru estaba seguro de que daría la vida por él, no podía dejarlo así nada más, pero esa no era la verdadera razón por lo que no rompía con él

 

Si Dohko correspondiera sus sentimientos otra sería la historia, pero el pelirrojo no lo amaba, solo lo utilizaba para el sexo y eso era muy obvio para él, por eso tenía que dejar esa relación destructiva de lado, no podía seguir en este problema, esta noche todo acabaría, una última ardiente sesión de sexo y todo acabaría, todo acabaría…

 

Shyru salió de la galería un poco temprano y decidió que no quería manejar esa noche, necesita caminar un poco para despejar su mente, llamó a su novio y le dijo que llegaría tarde a casa porque tenía unos asuntos de trabajo, llamó a su hermana en China y charló solo un ratito con ella, luego caminó por las iluminadas calles de Tokio, caminó y caminó hasta que se encontró frente al edificio de Dohko, rayos… él no estaba prestando atención a dónde iba pero aparentemente su subconsciente lo traicionaba y aquí estaba, por qué las cosas tenían que ser tan complicadas???

 

Shyru entró con su llave y pestañeó un par de veces cuando vio el departamento, había pétalos de flores en el piso que marcaban el rumbo hacia la habitación, había también varias velas encendidas por toda la estancia, había una hielera con una botella de vino y dos copas, música suave inundaba el ambiente, esto era nuevo para Shyru, cuando iban a ese departamento se revolcaban en el sillón pero nunca había habido un detalle de este tipo

 

Dohko salió de la habitación y estaba completamente desnudo, se había dado un baño aparentemente porque tenía los cabellos mojados, el dueño de casa sonrió al ver a su amante que lo estaba mirando desde la puerta

- Pasa y cierra la puerta, no te parece que estás usando demasiada ropa para la ocasión? – Dohko sonrió coquetamente y llegó hasta Shyru para besarlo con pasión en los labios

- Qué es todo esto?

- Nada… solo quise poner un poco de ambiente, te gusta?

- Si, pero no me facilitas las cosas Dohko – dijo Shyru tomando la copa que el pelirrojo le daba

- Esa es la idea, salud

- Salud

 

Dohko y Shyru apuraron sus copas y luego entre besos cayeron al sillón, las ropas de Shyru cayeron al piso, Dohko prácticamente se las arrancó y al tenerlo desnudo en el sillón, se dedicó a acariciarlo con fuerza, esta vez le estaba dejando marcas en el cuerpo, Shyru sabía que tendría serios problemas al tratar de explicar esto pero… esta era la última vez que ellos iban a estar juntos y él tampoco quiso contenerse, disfrutaría de esta noche con su amante, disfrutaría de su último encuentro para luego dedicarse a su nueva vida, a la vida que él había escogido y a la que estaba destinado, con su novio… su futuro esposo

 

Shyru gimió y se aferró al sofá cuando Dohko lo puso en cuatro y lo penetró por detrás, el pelirrojo lo sostenía de las caderas con la una mano, y con la otra lo sujetó de los cabellos y tiraba hacia atrás haciendo que se arquee en el sofá, de esta manera él podía besar su cuello y reclamar sus labios

 

El piso entero se llenó de jadeos y gemidos, Shyru estaba completamente perdido en el mar de sensaciones al que su amante le llevó por lo que no se dio cuenta que la habitación estaba más iluminada, la puerta se había abierto dando paso a un muchacho castaño, muy joven y atractivo, que vio la escena y sintió como se le rompía el corazón, sus ojos que usualmente brillaban, se apagaron por completo, sus labios que usualmente brindaban a todo el mundo una maravillosa sonrisa, en estos momentos se contorsionaron en una mueca de dolor y palideció

 

Los amantes ignoraron la intromisión hasta que un ruido los sacó de su ensimismamiento, la botella de vino que Dohko había dejado en la estantería junto a la puerta se había estrellado en el piso del departamento haciéndose añicos, Shyru abrió los ojos y quiso morirse en ese mismo instante, el piso se le abrió bajo los pies al ver a su novio de pie en el marco de la puerta

- Shyru… Shyru no… - fue lo que pudo decir el muchacho llevándose una mano al pecho, había perdido la habilidad para hablar aparentemente

- Seiya… qué estás haciendo aquí? – Shyru se quitó de encima a su amante que simplemente se quedó recostado en el sillón y miró de arriba hacia abajo al intruso, sonriéndole descaradamente mientras empezó a frotar su erguido miembro, Seiya no podía creer que ese imbécil siguiera masturbándose en su presencia, el castaño estaba indignadísimo en ese punto, Seiya sentía muchas cosas a la vez, todas dolorosas

- Eso… debería preguntarte yo a ti, aunque no… es obvio lo que haces aquí – Seiya respiró profundamente antes de hablar, él sabía que se estaba desmoronando pero no podía darles la satisfacción a este par de estúpidos de verlo tan dolido como estaba, Shyru se estaba poniendo los pantalones apresuradamente

- Seiya por favor…

- No… no me interesa nada de lo que me quieras decir, tus acciones hablan tan fuerte que no escucho lo que dices, pero no te preocupes Shyru, nunca… nunca  volverás a verme o a saber de mi

- Seiya espera…

- Para qué?

 

Seiya sacó una cajita aterciopelada de su bolsillo y la dejó sobre la mesa de centro de la sala y sin más salió de aquel departamento, el castaño no esperó nada sino que bajó las gradas lo más rápido que pudo, podía sentir como el corazón se le salía del pecho, sentía como le faltaba el aire, sentía como le temblaban las piernas pero no podía detenerse, no iba a dejar que Shyru lo alcance, esa parte de su vida se había acabado para siempre, así que al salir del edificio se perdió entre la multitud que caminaba por las calles de Tokio, las primeras gotas de lluvia empezaron a caer a tiempo que se escuchó un trueno a lo lejos

 

Shyru se vistió tan rápido como pudo, tomó la cajita que Seiya había dejado allí en la mesita y sin perder más tiempo, medio desnudo bajó las escaleras, se puso los zapatos saltando en las gradas, pero cuando salió del edificio no pudo ver a su castaño por ninguna parte, ni calle arriba ni calle abajo, Shyru maldijo en voz alta y se arrimó a la pared cuando la lluvia empezó a caer con fuerza, apretó la cajita contra su pecho y la abrió, el alma se le fue al piso, dentro habían un par de sortijas sencillas de oro, seguramente Seiya le iba a pedir matrimonio esa noche, por qué fue tan estúpido y no terminó con Dohko cuando lo iba a hacer???, por qué Seiya lo tuvo que encontrar así???, por qué tuvo que llegar allí?, cómo diablos dio con él???, qué fue lo que pasó???, qué???

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora?, qué va a pasar con Shyru y Seiya???

Nos vemos el lunes en el capítulo dedicado a Shun, en este capítulo se unen las historias, así que no se lo pueden perder, muchas gracias por leer y nos vemos el lunes en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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