Capítulo 4.- El día verde, 4 de Mayo (Shun)
Aún no era tarde en la noche, la chimenea estaba encendida en la pequeña salita de un departamento en el centro de Tokio, en la pequeña mesa de comedor que estaba a un ladito del sofá de la estancia, estaban aún los platos que quedaron luego de la cena, el sofá lucía solitario y frío porque estaba siendo ignorado, los ocupantes de ese departamento estaban acostados en el piso y se besaban suavemente bañados con la tenue y cálida luz den fuego en la chimenea
- Mmmm… sabes que quiero ahora? – preguntó un muchacho de ojos y cabellos verdes que en esos momentos estaba acomodado sobre su novio y le estaba besando el cuello, ellos estaban desnudos porque acababan de hacer el amor y estaban en el proceso de recuperar el aliento
- Una coca cola? – preguntó el rubio acariciando los verdes cabellos de su amante
- Me conoces muy bien, tú quieres algo? – preguntó el muchacho de ojos verdes dejando un caminito de besos por el cuello del rubio que sonrió y flexionó la pierna, en contra de todo pronóstico estaba muy cómodo en la alfombra de su pequeña sala
- No… solo no quiero que te vayas, pero… si la coca cola es más importante para ti que yo pues… ya que le vamos a hacer
- No seas dramático, ya vuelvo – dijo el muchacho de cabellos verdes haciendo moción de levantarse pero el rubio tomó su mano y lo jaló para abrazarlo
- No no no… no te vayas Shun, me siento solito sin ti
- No seas dramático Hyoga, además… tenemos toda la vida para estar juntos – dijo el muchacho de ojos verdes con una maravillosa sonrisa, a Shun aún no le pasaba la euforia de la propuesta de matrimonio que fue en el parque más temprano en la noche por lo que ahora estaban en los festejos coitales correspondientes
- Y para cuándo quieres fijar la fecha?
- No sé… un par de meses o algo, ohhhh debo llamar a mi hermano – dijo Shun incorporándose para tomar sus pantalones y sacar su teléfono celular
- No lo puedes llamar más tarde? – Hyoga se incorporó también y abrazó a Shun por la espalda besando su hombro y tratando de recostarlo en la alfombra una vez más
- No… él es mi hermano mayor, espérame un momento, es en serio y me muero de sed – Shun se incorporó lentamente y se levantó del suelo, se estiró y se puso sus boxers antes de caminar descalzo a la cocina, su hermano mayor le contestó al segundo timbrazo
- Qué hay Shun? – preguntó ausentemente un muchacho de cabellos azules que estaba en su trabajo en esos momentos, Ikky había pasado en verdad ocupado ese día y estaba algo cansado porque era más de las ocho de la noche y aún estaba en la oficina
- Ikky tienes que salir pronto y venir, tenemos que festejar, Hyoga y yo nos vamos a casar – dijo Shun sin poner contener su emoción, Ikky al otro lado de la línea arqueó una ceja pero sonrió ligeramente y dijo:
- Que genial, me alegro mucho por ti, bueno… por los dos, aunque no te parece que te estás apresurando hermanito?, cuánto tiempo es que estás de novio de ese mequetrefe?
- No seas así Ikky y alégrate por mí, nosotros estamos juntos un poco más de un año, no es algo reciente ni mucho menos
- No… pero tu novio es medio raro, pero no me hagas caso Shun, si estoy feliz por ti así que abraza a tu novio de mi parte y felicítalo, nos vemos en un ratito, solo termino una cosa que tengo pendiente y voy para allá
- Ok., si no estamos en el departamento es porque estamos en el bar, apúrate si?
- Ok., ya nos vemos y Shun… espero que la vida te dé toda la felicidad del mundo, te lo mereces hermanito, si alguien merece ser feliz, ese eres tu – eso lo dijo Ikky de corazón, él quería mucho a su hermano y se alegraba de escucharlo tan feliz
- Gracias, pero ya no me digas nada más y ven pronto
- Ok., ok.
Shun sacó una coca cola del refrigerador y una cerveza, volvió a la sala y encontró a Hyoga que se había acomodado en el sillón y acarició suavemente el lugar junto a él llamando a su prometido para que se siente a su lado
- A qué hora nos caímos del sillón? – preguntó Shun luego de darle un beso y la cerveza al rubio
- No sé, bésame si?
- Mmmmm… sabes rico – el peliverde le dio un muy pasional beso a su novio y luego se acomodaron en el sillón para unirse nuevamente en un muy delicioso encuentro, en donde el bóxer que Shun se había puesto, volvió a caer al piso mientras la estancia se llenaba de jadeos, gemidos y palabras de amor
Una hora más tarde, el joven de ojos verdes abrazaba muy emocionado a su hermano mayor que había llegado a su llamada, Ikky sonreía escuchando a su hermano menor que hablaba muy rápido en este punto
- Me alegro mucho por ti hermanito, me gusta verte así de feliz – dijo Ikky levantando su copa, él estaba tomando un whisky mientras se aflojaba la corbata, Ikky era abogado y trabajaba en un banco pero nadie sabía lo que él a ciencia cierta hacía ahí, Shun era uno de los agentes de crédito del banco en el que trabajaba, ellos se llevaban tres años de diferencia, el peliazul si le había ofrecido un mejor puesto a su hermano en su banco pero Shun no había aceptado, él creía que mientras más distancia haya entre ellos, profesionalmente hablando, mejor se iban a llevar y tenía razón
- Es que estoy muy feliz, yo quiero una boda pequeña, al aire libre, solo los dos rodeados de nuestros amigos más cercanos y nadie más, qué tal te suena eso? – preguntó Shun tomando la mano de su prometido que sonrió y asintió
- Me gusta la idea, prefiero una boda sencilla y una luna de miel larga, quiero ir a Grecia o a Italia, qué te parece? – preguntó el rubio tomando un trago de su cerveza, Shun sonrió y asintió, esa idea le pareció fantástica
- Oye… crees que nos podamos casar en la glorieta del parque? – Shun saltó en su asiento cuando preguntó esto, Hyoga solo sonrió pero Ikky arqueó una ceja
- No creo que lo puedan hacer, déjame te lo averiguo – dijo Ikky meneando la cabeza, solo a Shun se le ocurriría casarse en el parque
- Ok., te lo encargo entonces, mira que tú eres mi padrino así que me tienes que ayudar en todo, pero… dónde está Seiya?, lo llamé hace más de una hora y no me contestó, le dejé un mensaje y no me lo ha devuelto, dónde se metió? – Shun miró su reloj y frunció el ceño, su mejor amigo no llegaba y ya era tiempo de que llegara
- No te preocupes amor, Shyru tampoco llega y yo lo llamé también, seguramente están en festejos propios o algo – dijo Hyoga tomando un trago de su cerveza
- No podían irse esos dos de perdidos cualquier otra noche?, tenían que irse en la noche más importante de mi vida? – se quejó Shun y eso hizo reír a Ikky que ordenó otra ronda de tragos para la mesa
- Es que no sabían lo que pasaría, ya llegarán no te apures – dijo el peliazul apretando la mano de su hermano menor
Seiya era el mejor amigo de Hyoga, su amigo más antiguo, su confidente, había sido Hyoga el que lo había ayudado toda la vida en todos sus problemas y cosas, Seiya lo veía como un hermano, como alguien de la familia en toda la extensión de la palabra, decir que se llevaban súper bien era poco, Shyru los conocía a ambos desde el colegio también, pero siempre había sido el novio de Seiya, su relación con Hyoga era algo extraña, no eran los mejores amigos, no se tenían implícita confianza, pero siempre habían sido sumamente cordiales, Hyoga podía ser frío a veces y Shyru era algo complicado, pero la familiaridad que había entre los tres era innegable, y a este trío en particular se integraron Shun e Ikky que llegaron después cuando el rubio empezó a salir con el peliverde
- En dónde diablos están? – Shun estaba algo frustrado porque chequeó su teléfono y no tenía respuesta de ninguno de los dos muchachos que al parecer estaban perdidos en acción
- No te preocupes, seguramente se quedaron en el departamento o algo, mejor pidamos otra ronda – dijo Hyoga haciendo señas a la mesera que asintió a la distancia y trajo las bebidas casi inmediatamente
- Y tú para cuándo Ikky? – preguntó Shun a su hermano mayor que solo sonrió y meneó la cabeza al decir
- No no no, no hay que arreglar lo que no está roto, yo así estoy bien muchas gracias, la verdad no me veo a mi mismo casado o con hijos, no no no – Ikky meneó la cabeza y apuró su trago, él en verdad que no era del tipo casadero, a él le gustaba y disfrutaba mucho de su soltería
- Hijos… yo quisiera tener hijos, qué dices? – Shun miró a su novio que sonrió y le besó en los labios al responder
- Podemos empezar a hacer los papeles cuando tú quieras, pero me gustaría ahorrar un poco primero, me gustaría darnos nuestro tiempo como pareja ya de casados, no quiero lanzarme inmediatamente a eso sino planificarlo para hacerlo bien, un hijo es mucha responsabilidad y quiero estar seguro de que estamos listos antes de lanzarnos de lleno a ello, me entiendes?
- Si… ok., ok., me estoy apresurando mucho, siempre hago eso cuando estoy emocionado, lo siento – Shun se disculpó y tomó un sorbo de su trago, él siempre quiso hijos, en su futuro siempre se vio casado y con una familia, ahora ya lo podía empezar todo pero se darían tiempo como Hyoga había propuesto, él tenía razón en eso
- Bueno… ya que hemos brindado por su felicidad y hemos hablado mucho de planes futuros, ha llegado el momento de partir, ya es tarde y debería irme, ha sido una semana pesada para mí, mañana quiero pasar la mañana entera en la cama y no hacer absolutamente nada – Ikky apuró su trago y se puso de pie, tomó su saco y se lo puso, Shun hizo un puchero pero no dijo nada más, solo le tendió su mano a su hermano que la apretó a manera de despedida
- Nos vemos el domingo Ikky para comer, mira que quedamos en hacer esa parrillada hace mucho tiempo y nosotros ya tenemos todo listo – dijo Shun mirando a su hermano que asintió y sonrió
- No me perdería una parrillada por nada, nos vemos, felicidades otra vez, adiós
- Adiós Ikky – dijo Shun, Hyoga hizo una seña con la mano, no necesariamente se llevaba muy bien con su futuro cuñado pero trataba de llevar las relaciones civilizadamente
Ikky salió del bar con ganas de otro trago, miró el reloj, eran las once, bueno… siempre había tiempo para un último trago antes de ir a dormir…
Shun y Hyoga se quedaron en su bar por mucho rato más, brindaron, bailaron un ratito al compás de la música de una vieja rocola que allí había, el cantinero les brindó una copa de champagne para festejar con ellos su compromiso, y finalmente como a las dos de la mañana se fueron a casa. Caminaron tomados de la mano por las iluminadas calles de Tokio, lo bueno era que su departamento estaba a pocas cuadras del bar porque aún llovía, ambos estaban algo borrachos por lo que caminaban en zigzag y reían sin motivo, esta había sido una noche fantástica en todos los aspectos y no podían dejar de reír
- Shh… shh… no vayas a despertar a Shyru o a Seiya… será que alguno de ellos volvió a casa? – Shun estaba apoyado en la pared mientras Hyoga intentaba abrir la puerta, pero el cerrojo se le movía y ambos se estaban riendo, el problema es que como el edificio estaba en completo silencio, les parecía que ellos estaban haciendo un escándalo descomunal
- Supongo que si… no sé, sujeta esto Shun – Hyoga se plantó delante de la puerta y le dio a Shun su abrigo, es que esa puerta no le iba a ganar la partida, el rubio iba a tratar de meter la llave en el cerrojo cuando la puerta se abrió y Hyoga se fue de bruces al suelo
- Cielos… Hyoga, estás bien? – Shun se agachó para ayudar a su novio a levantarse pero se tropezó en sus propios pies y se cayó encima de él
- Auch Shun… - Hyoga se contorsionó en el suelo pero se empezó a reír con ganas y abrazó a su novio que se empezó a reír también
- No fue mi culpa amor…
- No importa, ven más acá y bésame… - Hyoga buscó los labios de su novio y le metió las manos dentro de sus ropas, y en esos ardientes besos estaban pero fueron interrumpidos por una voz que habló desde la oscuridad al decir:
- Por favor déjense de arrumacos – era Shyru el que les había abierto la puerta y encendió la luz, Hyoga y Shun se cubrieron los ojos y se quejaron
Shyru tomó a Shun de brazo y lo jaló para que se levante y luego hizo lo mismo con Hyoga, ambos se abrazaron instintivamente porque no se podían mantener de pie por si solos, el trago les estaba pasando la factura, Hyoga decía que era el aire frío de la noche pero ese no era el caso
- Por favor díganme si han visto a Seiya – el tono de Shyru estaba rayando en la desesperación
- Seiya?, no… no estaba contigo? – preguntó Shun frunciendo el ceño
- No… no estaba conmigo, lo estoy llamando pero no puedo localizarlo, llamé a sus compañeros de trabajo pero ninguno lo ha visto, no fui al bar porque ahí estaban ustedes, por cierto… les mataría contestar el teléfono? – reclamó Shyru molesto
- No no no, un ratito… un ratito… yo fui el que te llamó a ti muchas veces hoy en la noche, tu fuste el que no me contestaste, luego ya nos tomamos unos tragos y bailamos un ratito, yo no escuché mi teléfono y eso no es un crimen, no tienes por qué reclamarnos nada y me haces el favor me bajas el tono – dijo Shun en tono bastante serio, Hyoga asintió a su lado, Shun era muy divertido cuando se emborrachaba porque sacaba a relucir el lado que confirmaba que era digno hermano de Ikky
- Por qué estás buscando a Seiya? – preguntó Hyoga un poco más tranquilo y bastante intrigado, Seiya no era de los que se pierden ni mucho menos
- Es que hoy en la noche tuvimos una discusión muy fuerte y… no lo he visto desde hace varias horas, tiene apagado el teléfono, créeme estoy tentado en llamar a su padre – Shyru se sentó en el sillón y se escondió el rostro en las manos
- A su padre?, ok., por más fuerte que haya sido la pelea Seiya ni muerto va a buscar a su padre – dijo Shun sentándose en el mueble
- Debe estar por ahí, llamaste a Jabú? – preguntó Hyoga arrimándose a la pared y cruzándose de brazos, el rubio tenía el ceño fruncido en ese punto
- Si lo llamé, llamé a todos los que se me ocurrió llamar y nadie lo ha visto o sabido nada de él, se lo tragó la tierra aparentemente – dijo el pelinegro con angustia
- Ok., no te preocupes Shyru, Seiya es grandecito y se sabe cuidar solo, no creo que atormentarte aquí resuelva nada, si no está en ninguna parte conocida o con ninguno de sus amigos, lo más lógico es que haya ido a un hotel o algo – dijo Shun considerando las posibilidades
- No lo creo… necesito encontrarlo, es que es mi culpa, todo es mi culpa – Shyru volvió a hundir su rostro en las manos, Shun le palmoteó la espalda a su amigo y miró a Hyoga que se encogió de hombros, parecía molesto y eso era raro, a Hyoga se le había ido toda la buena vibra que ellos habían tenido esa noche y miraba con rabia a Shyru
- Qué es tu culpa?, qué pasó? – preguntó Shun sacándose la bufanda y el abrigo
- Discutimos, fue la peor discusión que pudimos haber tenido, y él… él se fue, se enfureció y corrió a la calle, yo traté de seguirlo pero no lo encontré, no sé qué hacer Shun… no sé qué hacer… - a Shyru se le rompió la voz y abrazó al peliverde que tampoco sabía qué hacer en este punto, Hyoga hizo una mueca, a él no le agradaba mucho Shyru, era parte de su grupo de amigos pero siempre hubo una barrera entre ellos
- Ok., te repito que no te estreses, Seiya vendrá a casa mañana a más tardar, aunque si estaba tan furioso como dices lo más probable es que no regrese todo el fin de semana, eso es lo que yo haría, ya llamará, tal vez no a ti pero ya llamará a alguno de nosotros – dijo Shun tratando de tranquilizar al destrozado pelinegro al que se le iban las lágrimas
- Me dijo que nunca volvería a verlo – dijo Shyru poniéndose de pie y limpiándose las mejillas, no quería que nadie lo viera llorar, el muchacho chino era por demás orgulloso
- Esas cosas se dicen cuando hay pelea de por medio, cuántas veces te he dicho Hyoga que no volverás a verme?
- Unas seis como mínimo, lo bueno es que no has cumplido tus amenazas, no sabría vivir sin ti – respondió el rubio con una tierna sonrisa, eso hizo que el corazón se le encogiera a Shyru, de ser posible se sentía peor en este punto
- Ya vez?, Seiya va a volver, ustedes se van a arreglar y todo volverá a estar bien
- Lo dudo Shun… lo dudo
- Qué pudiste haber hecho que Seiya no pueda perdonar?, él es todo fresco y muy buena gente, no se enoja por nada y el muy tonto te ama – preguntó Hyoga mirando directamente a Shyru que se volteó y evadió su mirada, el rubio frunció el ceño, no… él no sería tan tonto de haberlo engañado, o golpeado o algo de eso, o si?
- Yo… lo voy a buscar otra vez, por favor, por lo que más quieran, si viene o llama, avísenme inmediatamente, tengo que hablar con él, las cosas no pueden quedar así – Shyru tomó su abrigo y se dirigió a la puerta
- Shyru… está lloviendo, mira lo mojados que estamos Hyoga y yo, no salgas infamemente porque no lo vas a encontrar vagando en la calle, eso no sería lógico, Seiya no caminaría por horas en la lluvia, eso no va con él, o si? – Shun miró a Hyoga que meneó la cabeza, él conocía muy bien a Seiya, y no… la verdad no caminaría por ahí en la lluvia, Seiya debía estar en alguna parte guareciéndose de la lluvia, pero eso a Shyru no le importó porque no se detuvo y dijo:
- No me puedo quedar aquí sin hacer nada, por favor… solo avísenme si lo ven
- Ok., ve a buscarlo que si viene por aquí te llamamos – dijo Hyoga con una seña con la mano, él no le iba a discutir a Shyru porque no lo iba a convencer, era más terco que una mula y si quería salir en la lluvia era muy su problema, él iba a ser el que estuviera enfermo los próximos días, Shun tenía razón, Seiya se podía cuidar muy bien él solo
Shyru salió del departamento con una leve esperanza de encontrar a su castaño, Shun se puso de pie y se mareó, Hyoga lo sujetó para que no se cayera y abrazados fueron a su habitación, torpemente se desnudaron y se acostaron en su cama. Shun se durmió casi inmediatamente pero Hyoga se quedó despierto pensando en su castaño amigo, dónde diablos estaba?, por qué fue su pelea con Shyru?, en verdad sería así de fuerte?, o solo eran ideas dramáticas de Shyru?, bueno… ya en la mañana lo sabrían…