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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, espero que les guste, aquí se puede ver como van las cosas con Shyru, hay muchas sorpresas en este capítulo

Capítulo 10.- Cierre…

 

- No es una buena idea Shun – Hyoga estaba caminando por la sala del departamento de Shyru y tenía los brazos cruzados

- No podemos dejarlo aquí Hyoga, tu viste con tus propios ojos el estado en el que está, se va a volver loco si lo dejamos aquí – respondió Shun por enésima vez, el peliverde luego de mucho hablar y tratar de razonar con Shyru, lo había convencido para que se vaya con ellos y pase la noche en el otro departamento

- Y lo vamos a llevar para que duerma en el cuarto de Seiya?, ves lo que estás proponiendo?, explícame cómo el llevarlo con nosotros a que duerma en la cama de Seiya, va a ayudar con su salud mental, yo creo que eso sería contraproducente, o no?, explícame eso Shun – dijo Hyoga todo molesto

- Puede dormir en nuestro cuarto y nosotros dormimos en el otro, eso es solo cuestión de forma, en serio propones dejarlo aquí?, solo?, si escuchaste la loca historia que nos contó? – Shun estaba hablando del hecho de que el departamento estuviera aspirado, de que hubiera un flan en el refrigerador y galletas con chispas de chocolate a medio comer, eso al peliverde le parecía totalmente inverosímil

- Pero esas cosas si están donde él dijo – respondió Hyoga en un susurro y señalando la cocina

- Si, pero no es Seiya el que vino a hacerlo, él mismo lo hizo, o por lo menos eso creo, nadie más tiene llave de este departamento, o si?

- No lo sé, pero no lo creo – Hyoga se encogió de hombros y meneó la cabeza

- Por eso mismo amor, no quiero dejarlo aquí solo, me da… no sé… lo veo mal, desequilibrado, tu no lo ves?

- Pues si está así, déjame decirte que él se lo buscó, Seiya se fue por su culpa, si él se suicida pues es lo menos que se merece, como a ti no te importa lo que le haya pasado a Seiya pues… ya para que te digo nada, igual se hará lo que a ti te dé la gana sin tomar en cuenta lo que yo piense o sienta – el rubio estaba molesto como Shun pocas veces lo había visto, usualmente Hyoga era muy complaciente y si era cierto que la mayoría de las veces Shun se salía con la suya en todo pero… el rubio nunca antes había dicho que eso lo molestara ni mucho menos

- Hyoga… eso no es así, por favor amor, mírame… solo mírame – Shun caminó hasta su novio y lo tomó de las manos para que lo mire, Hyoga renuentemente lo hizo y arqueó una ceja mientras hacía una mueca, Shun le acarició la mejilla y le dijo: - No es cierto que a mí no me importe lo que le haya pasado a Seiya, yo lo quiero mucho, sé que él es tu mejor amigo y lo quieres como un hermano, sé que esto ha sido muy duro para ti pero no creas que no lo ha sido para mí, por favor Hyoga no te pongas así – Shun abrazó a su novio que reticentemente lo abrazó también

- Es que me revienta que le tengas compasión a… a él – dijo Hyoga separándose de Shun para caminar por la estancia una vez mas

- Por qué no?, él está sufriendo Hyoga y está solo con la culpa que lo está carcomiendo, qué no lo ves?

- Si lo veo, y es lo menos que se merece

- No seas tan duro amor, tú no eres así – Shun caminó hacia Hyoga otra vez y trató de besarlo pero el rubio se hizo el quite, estaba muy molesto como para besos en ese momento

 

Shun lo miró y frunció el ceño, iba a decir algo pero Shyru salió de la habitación cargando una pequeña mochila, el pelinegro se sentía muy mal en ese punto, y si le pareció una buena idea salir de su departamento, Shyru solo quería dormir, hace días que no lo hacía

- Listo?, genial… - dijo Shun tratando de no hacer más tenso el momento, Shyru no dijo nada y solo caminó junto a sus dos amigos, cerró su puerta y los tres chicos salieron hacia la noche

 

El camino hacia el otro departamento fue silencioso, Hyoga seguía rabiando por lo que no dijo nada, Shyru miraba ausentemente las luces de la ciudad por la ventana y Shun iba en medio preguntándose si Ikky en verdad se quedó a dormir en la habitación de Seiya o no, rayos… cuándo su vida se volvió tan complicada???

 

Cuando llegaron a casa entraron tratando de hacer el menor ruido, Shyru no hizo mayores preguntas hasta que Shun se llevó un dedo a los labios indicando silencio para luego ir por el pasillo y abrir la puerta de la habitación de Seiya que estaba cerrada, el peliverde volvió caminando de puntillas y dijo simplemente:

- Están dormidos

- Quienes? – preguntó Shyru todo interesado

- Ikky y el bebé, pobres… bueno, parece que te tocó dormir en el sillón Shyru, espero que eso no sea problema, quieres comer algo? – Shun tomó a Shyru de la mano y lo llevó a la cocina, Hyoga fue a su habitación sin decir nada más

- Qué bebé? – Shyru frunció el ceño cuando preguntó esto, Shun sonrió, había cumplido su objetivo al distraer a su amigo para que deje de pensar en lo que no debe y consiga un poco de paz, así que le contó más o menos lo que Ikky les había dicho a ellos mientras le daba un vaso de jugo

 

Hyoga había ido a la habitación para tomar una almohada, un par de mantas y sábanas para que Shyru pudiera dormir en el sillón, Shun se alegró al ver a su novio acomodando las cosas en el sillón, por lo menos ya le había pasado el ataque de histerismo compulsivo que tuvo en casa de Shyru, el rubio había pasado de un genio del diablo la semana entera y ahora parecía algo bipolar, se encendía como hoguera y luego se apagaba totalmente, esto tenía preocupado a Shun pero no podía hacer nada por Hyoga, el rubio no le daba chance de nada, se negaba a hablar y se encerraba en sí mismo, Shun solo podía estar con él y esperar que supere la crisis

- Espero que puedas dormir – dijo Hyoga acomodando una almohada en el sillón

- Gracias, muchas gracias por lo que hacen por mí – dijo el pelinegro apretando la mano de Shun que le sonrió

- No lo hago por ti y que eso te quede bien claro, Shun es mucho más compasivo que yo, si Seiya se fue lo hizo por tu culpa

- Lo sé Hyoga, y no sabes cómo me arrepiento de lo que pasó, lo diera todo para poder deshacer lo que hice pero no puedo – respondió Shyru y lo hizo con sinceridad, la impotencia de lo que había pasado le estaba matando

- Está bien… no quiero discutir por eso esta noche, estoy cansado de todo, mejor ya vámonos nosotros también a dormir Shun, esta semana ha sido pesada – dijo Hyoga y tendió su mano al peliverde que sin decir nada más caminó hasta su novio y fueron a su habitación

 

Shyru suspiró al quedarse en la sala y se sentó en el sillón, hundió su rostro en sus manos y así estuvo varios minutos hasta que se volteó y miró la puerta cerrada de la habitación de Seiya, se levantó y fue hasta allá, abrió la puerta tratando de no hacer ruido y por un segundo pensó que vería a su castaño acomodado en muchas almohadas, profundamente dormido, pensó que lo vería como muchas veces lo había visto antes pero no… en la cama de Seiya estaba Ikky, el peliazul estaba acomodado en el filito de la cama porque en el centro estaba el bebé rodeado de almohadas, la lámpara del velador estaba encendida pero Ikky había puesto una pequeña manta de su pañalera para atenuar un poco la luz, por eso Shyru los podía ver claramente y al hacerlo su corazón se hundió, él esperaba ver a Seiya, lo único que quería era verlo… verlo…

 

El pelinegro suspiró con pesadez una vez más, miró por la habitación y se sorprendió de ver las estanterías vacías, las puertas del armario estaban cerradas pero el perchero no tenía nada encima, el baúl que Seiya tenía en el rincón de la habitación tampoco estaba, qué había pasado con sus cosas?, él vino por ellas?, no… de ser así Shun ya se lo habría dicho y no le había dicho nada al respecto

 

Shyru cerró la puerta y se fue de vuelta al sillón, se acomodó con las cobijas que tenía pero igual no pudo dormir esa noche, el pelinegro vio como despuntaba el día antes de quedarse dormido, pero despertó cuando escuchó el llanto del bebé que también había despertado.  Ikky saltó asustado en la cama cuando escuchó a Han llorar, el peliazul tomó a su bebé en brazos y lo sintió mojado, así que le dio su chupón para poder cambiar su pañal y su ropa, el pequeñito seguía quejándose pero ya no estaba llorando con tanta fuerza como la noche anterior, Ikky tenía la impresión de que Han se estaba acostumbrando a él, aunque eso tomaría tiempo

 

Cuando Ikky salió de la habitación con Han en brazos, se encontró con Hyoga que también salía de su habitación y le sonrió, al rubio le gustaban los niños, sus sobrinos lo amaban entonces no era de extrañarse la buena disposición de Hyoga para con Han, que igual lo seguía ignorando, porque cuando Hyoga le tendió las manos para cargarlo, el pequeñito se abrazó de Ikky y lloró

- Siento despertarlos tan temprano – dijo Ikky acariciando la espalda de su bebé

- No te preocupes, vamos a la cocina a preparar su biberón, no quiero que Shun se despierte, se pone mal genio cuando lo despiertan en las mañanas, tú lo sabes – dijo Hyoga caminando a la cocina

- Shyru?, también estás de colado aquí?, cómo estás? – preguntó Ikky al ver al pelinegro estirarse perezosamente al levantarse del sillón

- Estoy… estoy… estoy que ya es bastante – respondió Shyru moviendo su cabeza y un sonoro crack fue escuchado, el pobre en verdad estaba estresado

- Harías el café?, yo voy a hacer el biberón – dijo Hyoga sin regresarlo a ver, era obvio que el rubio aún no lo perdonaba por lo que pasó con Seiya

- Claro y Hyoga… gracias por dejarme quedar aquí anoche – dijo Shyru poniendo el agua en la cafetera y sacando el café para ponerlo en la canastita de la máquina, Hyoga puso un jarro de agua en el microondas para poder preparar la leche de Han y dijo en tono monótono:

- Esa fue idea de Shun, el que te quedaras me refiero

- Shun es un sol, nos dio posada a nosotros también, el tío Shun te va a malcriar mucho a ti, yo lo sé – dijo Ikky meciendo a su hijo que estaba relativamente tranquilo en sus brazos, Hyoga sonrió al ver al bebé mientras ponía la leche de tarro en el biberón

- La misión sagrada de los tíos es malcriar a los sobrinos – dijo Hyoga y acarició la mejilla a Han que se sacó el chupón de la boca y lo intentó lanzar al suelo, pero como lo tenía sujeto a su ropa con una pinza no lo logró

- Eso sí, y cómo estás Shyru?, esas son unas ojeras terribles las que tienes – dijo Ikky y el pelinegro sonrió con tristeza al decir:

- Me estoy muriendo Ikky, quisiera saber lo que pasó con Seiya, Shun tiene razón… en verdad que necesitaba salir de ahí, yo me estoy muriendo en mi departamento, me siento solo

- Bueno, siempre puedes llamar a tu amante no?, digo… si te sientes solito él te puede hacer compañía – el tono de Hyoga era por demás sarcástico y eso dejó a Shyru de piedra, no se lo esperó la verdad, el rubio estaba poniendo el agua caliente en el biberón y lo empezó a batir para mezclarlo bien

- Hyoga… - Shyru empezó a hablar pero el rubio se volteó con el biberón en la mano y muy enojado dijo:

- Tu eres el único culpable de lo que está pasando y me revienta que te hagas la víctima, pueda que convenzas a Shun con tu carita de sufrido pero a mí no me vas a convencer tan fácilmente, tu no supiste valorar a Seiya, lo engañaste y por eso se fue, y ni siquiera has considerado que no solo tú lo perdiste, yo también lo perdí y todo es por tu culpa, él es… él es mi mejor amigo y se fue, eres un imbécil eso es lo que eres

- No lo estoy negando, yo sé que es mi culpa, y no sabes lo mal que me siento, crees que fue mi intención que Seiya lo supiera?

- Claro que no, yo supongo que tu intención era seguir revolcándote por ahí con tu amante mientras Seiya te esperaba en casa, mi amigo hizo muy mal en confiar en ti, hizo muy mal en enamorarse de ti, eres un perro desgraciado, no lo mereces, nunca lo mereciste, Seiya siempre fue demasiado para ti – Hyoga seguía agitando el biberón, en ese punto esa leche estaba súper bien mezclada, Ikky no sabía si intervenir o no

- Yo sé Hyoga que lo que hice estuvo mal, pero a la final, los problemas o asuntos que tenga con Seiya son de nosotros dos, tú no tienes nada que ver – Shyru iba molestándose más y más, lo que menos necesitaba era que se sacaran en cara lo que había hecho, él ya se estaba culpando lo suficiente, no necesitaba ayuda para auto torturarse

- No tengo nada que ver???

- No, no tienes nada que ver

- Yo creo que ese biberón está listo, no lo crees? – Ikky se puso en medio de sus amigos antes de que se saquen los ojos, Hyoga le dio el biberón a Ikky y se volteó para sacar jarros de la despensa, Shun venía entrando a la cocina y bostezaba

- Huelo a café?, eso es el paraíso, hola… hola tu… hola – Shun se acercó a Han que no se dejó tocar y protestó amenazando con llorar

- No lo asustes, no lo asustes, ven tu… mira esto que rico, puedes ver si la temperatura está bien? – Ikky se volteó y Hyoga echó un poquito de leche en su brazo y asintió, sirvió un jarro de café y se lo dio a Shun luego de saludarse con un suave beso en los labios

- Mmmm… refrescante – dijo Hyoga con una sonrisa acariciando la mejilla de su novio, al rubio le encantaba el enjuague bucal que Shun usaba, en cambio a Shun le encantaban los besos con sabor a café que su novio le daba en las mañanas

- Y cómo dormiste Shyru?, hey… te sientes bien? – Shun miró al pelinegro que estaba rabiando en una esquina de la cocina

- Si, gracias Shun pero creo que es mejor que me vaya – Shyru dejó su jarro de café y se dispuso a salir pero Shun lo tomó del brazo y preguntó:

- No no no, que pasó?

- Pasa que no soy bienvenido en tu casa, y la verdad lo entiendo, perdóname Hyoga por imponer mi presencia en donde no debo estar, ya no molestaré mas – Shyru se fue a la sala y empezó a empacar las cosas que había sacado de su mochila

- Qué pasó? – volvió a preguntar Shun, sino que esta vez se lo preguntó a su novio que se encogió de hombros y dijo:

- No le gusta que le digan las cosas en la cara, eso es lo que pasó

- Hyoga…

- No quiero discutir por esto contigo, te amo Shun pero mi amor tiene límites

- No lo podemos botar así, él no está bien, me preocupa mucho, no quiero que se quede solo en su departamento, por favor Hyoga… no seas tan duro… - dijo Shun en un susurro, no quería que Shyru lo escuchara y se sintiera peor

- Yo soy el duro?, Seiya está desaparecido, posiblemente muerto y todo por culpa de ese imbécil, y yo soy el duro?, por favor Shun…

- Él está sufriendo también, solo… solo dale una oportunidad si? – rogó el peliverde tomando la mano de su novio y mirándolo a los ojos

- Por qué insistes tanto con esto?

- Porque tú también estás sufriendo, al igual que yo, ahora es el momento de unirnos todos, no de separarnos y acusarnos los unos  a los otros, ahora es cuando debemos estar juntos y apoyarnos, si lo vamos a superar lo superaremos juntos, por eso insisto tanto con esto, vamos Hyoga… - Shun lo miró y le acarició la mejilla, el rubio se quedó callado unos minutos pero luego hizo una mueca de resignación, eso de guardar rencores no era bueno para el alma

- Odio que tengas razón – dijo el rubio suspirando con pesadez y besando a Shun en la frente, se tomó su café y señaló a Shyru que ya estaba con su mochila empacada, Shun salió de la cocina y tomó a Shyru de la mano y lo detuvo

- Espera… no te vayas…

- Yo te agradezco mucho Shun pero… no quiero incomodarte o crear problemas con Hyoga

- Ya no van a haber más problemas con Hyoga, solo no le hagas mucho caso, él ya me prometió que se va a comportar, tú también entiéndelo un poquito, él quiere mucho a Seiya y todo esto es muy difícil para él, es en serio cuando digo que ahora es cuando todos nosotros nos tenemos que apoyar, no quiero que estés solo en tu departamento

- No puedo vivir eternamente en tu sillón – dijo Shyru con una cálida sonrisa, Shun en verdad era muy dulce al ofrecerle ayuda de esta manera

- Puedes quedarte en nuestra habitación, nosotros nos pasaremos a la que era de Seiya, esa es más grande y así estaremos todos más cómodos, Shun tiene razón, no tiene sentido pelear entre nosotros, si quieres quedarte puedes hacerlo – Hyoga salía de la cocina y seguía sosteniendo el jarro de café, Ikky venía detrás con el bebé en brazos, se sentó en el sillón para poder acomodarse de mejor manera para ver a Han que comía tranquilamente

- No quiero molestar Hyoga – respondió Shyru muy incómodo, él sabía que todo era su culpa

- No es molestia, siento lo que pasó esta mañana, no tengo por qué decir nada al respecto, es tu vida, son tus decisiones, solo me duele que mi amigo esté desaparecido, eso lo puedes entender, cierto? – eso dijo Hyoga y su tono era aún algo seco, Shyru no se lo reprochaba, él sabía lo que Hyoga quería a Seiya

- Claro que lo puedo entender, no tienes idea de cómo me siento yo, creo que estoy empezando a perder la razón, es que lo veo en todas partes, lo escucho, lo siento, es como si… es como si estuviera por entrar por la puerta, lo único que quiero es volverlo a ver, quiero hablar con él, solo quiero pedirle perdón, solo quiero… solo quiero verlo…  - Shyru hablaba con una tristeza que conmovería al más fiero

- Es lo que todos nosotros queremos, no debemos perder la fe – dijo Shun sentándose junto a Ikky y mirando al bebé que seguía tomando su biberón

- Eso es lo que intento – Shyru dejó su mochila junto a otro de los muebles y se sentó, Hyoga hizo lo propio y todos estuvieron sentados en silencio en la sala por algunos minutos

 

Cuando Han acabó de tomar su biberón, Ikky se puso de pie y lo empezó a pasear por la sala mientras le palmoteaba suavemente la espaldita, el pequeñito seguía molestoso pero si se notaba que se iba relajando en los brazos de su padre, en cambio Shun aún no lo podía creer, Ikky con un bebé, wow…

- Y qué vas a hacer con él Ikky?, no puedes pedir permiso del trabajo eternamente o sí? – preguntó el peliverde todo interesado, él no sabría que hacer con un niño, y eso que él siempre había querido uno

- Hablé con mi jefe y me tomé la semana que viene con cargo a vacaciones, lo bueno es que tenía algunos días pendientes, desde el lunes empiezo a entrevistar niñeras, hablé ya con una guardería que queda a una cuadra de mi oficina, es la mejor guardería y atienden en horario extendido, aunque esa es la segunda opción la verdad, lo que quiero es alguien que lo cuide en casa, espero encontrar la persona correcta

- Tienes una cuna Ikky? – preguntó Hyoga, eso era lo primero que se le ocurrió

- Si, eso sí lo tengo, aunque me faltan muchas cosas que necesito, pero eso no es problema, solo es asunto de comprarlo, espero tener todo eso solucionado esta semana, luego ya veremos – Ikky cargó a su hijo de mejor manera, el bebé seguía molestoso pero eso era obvio, pasarían algunas semanas hasta que se acostumbre a Ikky y a su nuevo hogar

- Quieres ayuda con eso? – preguntó Shun e Ikky sonrió

- Si, hoy en la tarde voy a ir, quieren ir conmigo?

- Tu ve… yo voy a cambiar nuestras cosas a la otra habitación – dijo Hyoga y hablaba con Shun que sonrió, ir de compras de cosas de bebé sería divertido

- En serio no será problema el tenerme aquí? – preguntó Shyru, él aún no estaba muy convencido que digamos de la hospitalidad de Hyoga, el rubio tenía un carácter medio extraño a veces

- No… no habrá problema - dijo Hyoga encogiéndose de hombros, Shun tenía razón, debían tratar de dejar las animosidades a un lado, no ayudaban a nadie si mantenían ese incesante ir y venir de reproches e insultos

 

Esa tarde Shun fue de compras con Ikky, lo primero que compraron fue un cochecito, y fue la mejor compra que se les pudo haber ocurrido, Han la pasó más tranquilo en su cochecito mientras iban por el centro comercial, eso le dio chance a Ikky de descansar un poco, él había cargado a su bebé casi ininterrumpidamente por dos días y le dolía el brazo.

 

Hyoga en verdad que se pasó la tarde entera cambiando las cosas de la una habitación a la otra, lo que le resultó no tan complicado porque las cosas de Seiya ya no estaban, por lo menos no había tenido que soportar el dolor de empacar sus cosas, mientras Shyru fue a su casa a empacar, en verdad que no se quería quedar solo en su casa, era tonto y él lo sabía, pero había algo que no podía explicar y lo mantenía intranquilo, el pelinegro pensaba que un cambio de ambiente le sentaría bien.

 

Al salir a la calle, con su maleta en mano decidió tomar un taxi, no quería cargar la maleta en el metro, así que caminó un par de cuadras en el mar de gente que iba y venía por la calle, en la acera de enfrente había una persona que caminaba en el mismo sentido que él estaba caminando, Shyru lo había estado mirando, lo había estado mirando desde que salió de casa, su forma de caminar le era muy familiar, no podía decir que era pero aquel extraño le llamaba la atención y no podía dejar de mirarlo, además estaba usando una capucha que le cubría la cabeza, eso lo tenía intrigado, Shyru se detuvo y miró a aquella persona que se detuvo también, se descubrió la cabeza y le sonrió, Shyru dejó caer la maleta al suelo y sin pensar dos veces corrió hacia la otra acera, no le importó nada, solo quería llegar a él

- Seiya!!!!!!!!!!!!!

Shyru no vio el taxi que venía, Shyru no lo vio…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Shyru vio a Seiya pero... en serio lo vió?, estaba él ahí?, o no?

Eso es en el próximo capítulo, espero que les guste lo que viene.  Muchas gracias por leer, nos vemos el miércoles, saludos, bye 


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