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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, muchas cosas pasan en la historia en este capítulo, es un poquito en el futuro, espero que les guste

Capítulo 12.- La vida sigue

 

- Vamos Shyru que no tengo todo el día – dijo Seiya mirando el tablero de ajedrez que estaba acomodado en una almohada en su cama, el castaño estaba usando unos pantalones flojos de pijama y una camiseta ceñida, se veía muy sensual sentado allí en flor de loto, Shyru estaba acomodado en varias almohadas y miraba el tablero también pero parecía perdido en concentración

- Espera un poco… - respondió el pelinegro con su característica calma, Seiya puso sus ojos en blanco y se dejó caer en la cama, puso su brazo sobre su rostro y se estiró completamente dejando salir un suspiro de su garganta

- Yo prefiero jugar videojuegos, hay más acción, puedo hacer explotar cosas, además te hago polvo – Seiya se acomodó de lado en la cama sosteniendo su cabeza en su brazo

- Los videojuegos son para los vagos y los inmaduros, este es un verdadero juego de inteligencia y estrategia, cállate por favor que me desconcentras – respondió Shyru sin quitar los ojos del tablero, movió su mano para tomar su alfil pero se arrepintió a medio camino, tocó su caballo pero se volvió a arrepentir, finalmente movió su torre dos espacios

- Yo amo los videojuegos, y no me critiques mucho que tú eres el vago y el inmaduro, el ajedrez es aburrido, vamos a jugar wii – dijo Seiya mirando el tablero por unos momentos y sin vacilar movió su alfil y se volvió a dejar caer en la cama

- Quieto que mueves las piezas – dio Shyru y frunció el ceño, esto de jugar en la cama no había sido tan buena idea porque Seiya se daba botes y lo distraía, hablaba todo el tiempo y se acomodaba de todas las formas posibles, parecía ardilla

- No te hagas que a ti no te gusta que me quede quieto, a ti te gusta cómo me muevo – el castaño sonrió muy sensualmente y movió provocativamente las caderas, Shyru sonrió pero dijo lo más serio que pudo:

- Si, me gusta cómo te mueves, pero por ahora hazme el favor de quedarte quieto – Shyru movió uno de sus peones y sonrió, estaba por ganarle la partida a Seiya, el castaño le dio un vistazo al tablero y retrocedió su caballo al decir:

- Estoy aburrido, no quieres jugar a cosas más divertidas?

- No, quiero ganarte en esto, luego jugamos Mario Kart si quieres – Shyru movió su alfil posicionándolo estratégicamente para en un par de movidas más, tomar al rey de Seiya

- No me hagas favores – respondió el castaño moviendo uno de sus peones, se acostó boca abajo y levantó un poco su perfecto trasero mientras se acomodaba en la cama, Shyru lo miró y arqueó una ceja, movió su torre acabando con el caballo de Seiya, la partida estaba por terminar por lo que el pelinegro sonrió muy complacido

- No te estoy haciendo favores, primero jugamos lo que a mí me gusta y luego jugamos lo que te gusta a ti, ese era el trato, verdad? – Seiya miró el tablero y movió a su rey alejándolo de la reina, Shyru frunció el ceño, en esta movida estaba exponiendo al rey

- Si si si ya ya ya – el castaño en verdad lucía aburrido, Shyru movió a uno de sus caballos acorralando lentamente al rey de Seiya, el castaño estaba más entretenido mirándose una uña

- Deberías prestar más atención al juego – dijo el pelinegro que ya se sentía victorioso

- Quieres que preste atención al juego?, ok., voy a prestar atención al juego, jaque – Seiya movió su alfil y lo dejó directamente posicionado sobre el desprotegido rey de Shyru, el pelinegro pestañeó algunas veces, cómo diablos pasó esto?

- No no no, espera, espera, qué hiciste?

- Moví mi alfil, es esta piecita muy bonita que va en diagonal – respondió Seiya con una muy pícara sonrisita, Shyru le hizo una mueca y movió a su rey a la derecha sacándolo del peligro

- Graciosito… pero ya vas a ver

- Que voy a ver? – preguntó Seiya sonando sumamente divertido al ver la molestia de Shyru al ver a su rey en peligro real

- Eso fue suerte – dijo el pelinegro sin perder ese tono tan serio que ponía cuando se molestaba

- Ok., si eso fue suerte, cómo llamas a esto? – Seiya se incorporó en la cama y movió su reina tomando al alfil de Shyru que estaba frente a su rey, el castaño sonrió al decir triunfalmente: - Jaque mate

- No no no, pero… cómo?

- La verdad, hubiera acabado contigo hace más de media hora, pero me gusta verte sudar

 

Shyru le hizo una mueca a su novio que rió con ganas volviendo a dejarse caer en la cama, el pelinegro miraba el tablero con los ojos muy abiertos, tomó a su rey y lo movió hacia la derecha, pero Seiya meneó la cabeza y tocó a su torre, Shyru movió a su rey a la izquierda, pero Seiya tocó a su reina, Shyru hizo retroceder a su rey pero Seiya tocó a su caballo, el castaño había arreglado las piezas en el tablero de manera que ya no había escapatoria, era jaque mate así a Shyru se le reventara el hígado

- Me hiciste trampa – dijo el pelinegro lo que hizo que Seiya rodara en la cama y siguiera riéndose

- Yo no hago trampa, no es mi culpa que no sepas jugar ajedrez

- Yo si se jugar – dijo Shyru muy serio en este punto

- Ok., si sabes jugar pero mi amor, piensa… desde hace cuánto me conoces? – preguntó Seiya con una muy divertida sonrisa

- Desde la escuela, eso que tiene que ver?

- Cuál es el hobbie favorito de mi papá? – preguntó nuevamente Seiya y ahí el pelinegro cayó en cuenta, el padre de Seiya jugaba ajedrez, jugaba horas de horas de horas, y claro, era lógico suponer que jugaba con Seiya, Seika, su hermana, tocaba el piano, pero como Seiya no tenía oído musical, jugaba ajedrez con su padre, rayos… cómo se le olvidó aquello?

- Igual eres un tramposo, me desconcentrabas – se quejó Shyru empezando a guardar las piezas

- Yo???, por qué?

- Y me lo preguntas?, tú y tu fabuloso trasero acaban la concentración de cualquiera

- Mi trasero y yo?, en serio Shyru? – Seiya volvió a acostarse en la cama boca abajo y levantó las caderas dándole una visión panorámica de su trasero a su novio que le hizo una mueca y puso el tablero cerrado a un lado de la cama

- Si, tu trasero y tú, eres una distracción en dos pies – dijo el pelinegro meneando la cabeza y tratando de sonreír, no quería parecer un mal perdedor, Seiya le había ganado la partida legalmente

- Ah si?, pues no quieres venir a distraerte un poco? – Seiya se dio la vuelta en la cama y abrió las piernas todo obsceno e invitante, además dejó caer su brazo junto a su cabeza y con la otra mano se acarició el pecho levantando un poco su camiseta, el castaño era la visión de la sensualidad en ese punto

- Uyyyy… qué otros trucos tienes bajo la manga? – preguntó Shyru que gateó hasta Seiya y fue escalando por su cuerpo llenando de besos su pecho hasta que llegó a sus labios

- Soy campeón de futbolín – dijo el castaño con una pícara sonrisa, el pelinegro lo besó en los labios  mientras le acariciaba el muslo y flexionaba su pierna para acomodarse mejor entre sus piernas

- Eres un hechicero eso es lo que eres

- No no no, mi abuela era la bruja, mi mamá era una santa pero mi abuela si era una bruja – respondió Seiya muy divertido

- Pueda que así haya sido pero no lo digo por eso, eres un hechicero porque me tienes rendido a tu voluntad, me has hechizado completamente, te amo Seiya, te amo – Shyru besó a su novio con pasión en los labios y sintió cómo el castaño lo estrechaba contra su cuerpo con sus brazos y piernas, sintió las suaves manos de Seiya colarse entre sus ropas y acariciar su espalda, sintió como ese beso le hacía hormiguear la piel, sintió como su cuerpo empezaba a responder y su hombría se empezaba a endurecer, este hermoso muchacho se entregaba a él con completo amor y confianza, y eso le hacía sentir en las nubes

 

Pero cuando Shyru abrió los ojos no vio esos hermosos ojos cafés, vio unos ojos verdes que lo miraban con deseo, sintió unas fuertes y ásperas manos raspar su piel, escuchó una voz ronca que gemía en su oreja mientras le hacía el amor, pero no… esto no era lo que él quería, Dohko se movía acompasadamente debajo de él pero no… eso no era todo, ellos no estaban solos en la habitación, Shyru levantó la mirada y vio a Seiya de pie en el marco de la puerta del departamento de su amante, era claro que el castaño tenía el alma destrozada porque el dolor en sus ojos era más que evidente, el corazón de Shyru empezó a latir con violencia, debía detenerlo… debía detenerlo…

 

Seiya corrió por el pasillo y Shyru lo seguía, el pasillo se abría hacia todos los lados pero el pelinegro podía ver al castaño correr delante de él, lo tenía justo en el rango de vista porque se alejaba cada vez más, Shyru no lo podía alcanzar, no lo podía alcanzar, de pronto, al dar la vuelta en una esquina, Shyru se tomó con una pared de ladrillo, estaba en un callejón sin salida, así que se dio la vuelta y ahora estaba de pie frente a un árbol, Shyru se llevó la mano para cubrir su boca y de esa manera no gritar, Seiya estaba colgando del árbol, una gruesa soga lo sostenía del cuello, el castaño estaba visiblemente muerto, pero cuando Shyru se acercó a él para tocarlo, Seiya abrió los ojos y le sonrió, pero su sonrisa era cruel… muy cruel…

 

Shyru abrió los ojos y se sentó asustado en la cama cuando despertó, le tomó unos cuantos segundos acostumbrarse a la oscuridad y tranquilizarse, se levantó, se puso una camiseta y salió a la sala del pequeño departamento que compartía con Hyoga y Shun, ellos no estaban en esos precisos instantes porque se habían ido de viaje de bodas

 

La ceremonia había sido sencilla, en extremo sencilla a decir verdad, Shun quería hacer una pequeña boda al aire libre, quería invitar a sus amigos, quería celebrar la unión con el amor de su vida, al inicio Hyoga había estado de acuerdo con todo lo que Shun había propuesto, pero poco a poco las cosas fueron cambiando, el rubio se mostraba cada vez más renuente a todo, se opuso a la boda al aire libre e insistió en una ceremonia sencilla en el registro civil, a su criterio no tenía sentido hacer nada elaborado porque ellos no tenían familia ni mucho menos, Shun no había estado de acuerdo, ambos tenían hermanos, sobrinos, amigos, pero… Hyoga se opuso hasta la muerte ocasionando más de una pelea por ello

 

Finalmente llegaron a un acuerdo en el que realizarían la boda en el registro civil, pero luego harían una pequeña recepción al puro estilo pic nic en el parque central, en la glorieta en donde Hyoga le propuso matrimonio a Shun, y eso tras muchas peleas y desacuerdos si lo lograron hacer, lo malo fue que Shun no pudo disfrutar mucho de la pequeña recepción que habían organizado porque Hyoga se lo llevó casi inmediatamente al aeropuerto, ni siquiera partieron el pastel ni se tomaron fotos con sus pocos invitados, Hyoga dijo que el viaje era largo y su destino lejano, Italia…

 

Así que Shyru tenía el departamento para él solo, lo cual no era necesariamente bueno, casi seis meses había compartido la casa con sus amigos y estaba pensando en irse de nuevo a su departamento pero…no quería, cuando estaba solo, como estaba esta noche, los sueños de Seiya se acentuaban, Shyru pensaba que el castaño lo perseguía, su recuerdo lo estaba volviendo loco

 

No se lo había dicho a Shun porque no quería preocuparlo pero… él había seguido viendo a Seiya, esa misma noche, esa misma noche a lo que despertó, Shyru podía jurar que por un segundo sintió a Seiya a su lado en la cama, por un segundo sintió su calor, sintió como sus brazos lo rodeaban, por qué no podía olvidarlo?, por qué no podía seguir con su vida como todos los demás estaban haciendo?, rayos…

 

***

Ikky estaba profundamente dormido cuando escuchó un grito que lo levantó de golpe, su pequeño Han se había despertado.  El peliazul bostezó y se levantó con pesadez, caminó hasta la cuna de su hijito y le acarició los cabellos luego de besar su frente, tenía fiebre otra vez

 

El peliazul encendió la lámpara de muñequitos que estaba en su habitación para ver la hora, aún no era tiempo de la medicación, Han estaba con gripe, por eso el pequeñito estaba tan renegado esa noche

- Shhhh… tranquilo Han… déjame ver, eso es… - Ikky le limpió la nariz a su bebé con un pañito húmedo y lo hizo haciendo malabares porque Han movía la cabeza para no dejarse hacer

- Papa… papa… - decía el niño mientras se quejaba

- Ajá… aquí está papa para ti, ven… vamos a enfriarte un poco – Ikky cargó a su renegado retoño y lo llevó hasta la cocina, Han había cumplido un año hacía un par de meses y ya balbuceaba algunas palabras, hacía intentos de caminar también, era un niño muy sano pero la gripe estaba de peste en el ambiente, ni modo… el pequeñito cayó enfermo

- No no no… shhhh… eso es… - Ikky había mojado un pañito y lo puso en la frente de Han, no quería meterlo a la bañera, el médico le había dicho que si no le bajaba la fiebre lo meta en la bañera, pero Ikky no lo quería hacer, ya mismo era la hora de sus gotas, y en eso estaba el ocupado peliazul cuando sonó su teléfono, quién rayos lo llama a las cuatro de la mañana?

 

- Aló?

- Ikky…  te desperté?, no me di cuenta de la hora que debe ser allá hasta que ya te marqué – Shun sonaba algo molesto al otro lado de la línea, eran las nueve de la noche en Italia

- No Shun, no te preocupes, Han está enfermo y aquí estamos paseándonos en la madrugada, pero qué haces llamándome a mí en medio de tu luna de miel?, estás bien Shun? – Ikky estaba haciendo malabares para no soltar el teléfono que estaba sujeto entre su hombro y su oreja mientras su revoltoso retoño estaba todo molestoso y no se quedaba quieto en sus brazos

- Si, si estoy bien, solo… necesitaba salir un rato de la habitación a respirar aire fresco, y quería saber cómo estabas, eso es todo, qué le pasa a mi sobrino? – Shun estaba caminando en el pasillo de su hotel, Hyoga debía seguir rabiando en la habitación, a Shun ya no le importaba, su luna de miel no estaba saliendo como la había planeado y en este punto un tiempo separados pintaba bastante bien

- Tiene gripe, está molestosísimo y muy congestionado, no duerme y quiere que lo cargue todo el tiempo, ya sabes…  está siendo él mismo – dijo Ikky tratando de buscar el lado divertido al asunto

- Y qué estás haciendo?, por él me refiero – Shun al saber de la enfermedad de su sobrino entró en pánico ajeno, aunque Ikky era mucho más práctico la verdad

- Pues lo llevé al médico, le estoy dando su medicina y en estos momentos lo estoy paseando por la casa hasta que se duerma, tiene un poco de fiebre pero eso es normal – explicó Ikky que estaba acariciando la espalda de su revoltoso retoño que se quejaba y hacía pucheros

- Espero que se mejore pronto – dijo Shun y se arrimó a la pared del pasillo junto a la puerta de escape junto a las escaleras

- Ojalá que sí, y cómo es Italia?

- Muy bonito… muy bonito… la comida es deliciosa, los chocolates son los mejores que he comido en mi vida y las iglesias y parques son muy hermosos, has visto a Shyru? – Shun evadió el tema, no quería hablar de sus problemas con su hermano, realmente lo que quería era escuchar su voz, ese era el objetivo de la llamada

- No, la verdad no lo he visto y no lo voy a ver, no pienso sacar a Han de casa, salvo que sea para llevarlo al hospital, ya pedí permiso en el trabajo mañana

- Yo no sé qué problema tienen tú y Hyoga con Shyru, en serio no lo entiendo, Seiya era tan importante para ti también que no le puedes perdonar a Shyru que Seiya haya desaparecido? – Shun preguntó esto con cansancio, él quiso mucho a Seiya pero la actitud de Hyoga a veces rayaba en el extremo, poco a poco el peliverde iba resintiendo la memoria de Seiya

- No es eso… Seiya si era importante para mí no te lo voy a negar, y es más… a mí me agrada Shyru pero no voy a arriesgar la salud de mi hijo por ir a verlo, discúlpame Shun pero Han es mi prioridad, Shyru es tu caso de caridad no el mío – respondió Ikky que seguía paseando a su hijo por la sala, el pequeñito no se dormía todavía pero si estaba en posición vertical como que estaba menos congestionado, cuando se acostaba se le tapaba la nariz y lloraba

- Shyru no es mi caso de caridad – se defendió Shun

- Si es tu caso de caridad, pero no quiero discutir contigo por eso, mejor cuéntame… cómo está tu flamante esposo?

- Supongo que bien – dijo Shun y se arrimó a la pared cerrando los ojos, él debía volver a la habitación pero no quería, Hyoga podía ser un idiota a veces

- Supones que bien?, qué está pasando hermanito?

- Nada Ikky… no pasa nada, ok., me alegro de que estés bien y espero que Han se recupere pronto, te quiero mucho Ikky así que cuídate y a cuida a ese bebé

- Yo también te quiero Shun, disfruta tu viaje y nos vemos en tres semanas, verdad?

- Si Ikky, nos vemos en tres semanas, adiós

- Adiós…

 

Shun colgó el teléfono y suspiró con pesadez y se volteó para caminar de vuelta a su habitación, esa noche ni siquiera había cenado, no que tuviera hambre en este punto, rayos… por qué Hyoga tenía que ser tan idiota???

- Ya te la follaste? – preguntó el rubio apenas Shun entró a la habitación, estaba acostado jugando con el televisor, muerto de las iras porque no entendía ni una sola palabra en ninguno de los canales

- No me he follado a nadie, quieres dejar de ser tan idiota Hyoga?

- Ella estaba sobre ti en el bar y no lo niegues, la deseas, yo vi como la mirabas – Hyoga lanzó el control remoto a la cama cuando se puso de pie de un salto, al parecer él quería seguir discutiendo, Shun no estaba de humor para seguir con la pelea

- Yo no la estaba mirando, tú la estabas mirando, qué culpa tengo si ella me mira a mí?

- Le estabas coqueteando

- Yo no estaba coqueteando con nadie, yo no estaba haciendo nada, estaba contigo en nuestra mesa, estaba tratando de que me prestaras atención pero tú la estabas mirando a ella – dijo Shun por enésima vez

- Yo vi cómo le sonreías, aceptaste el trago que te mandó – reclamó Hyoga con indignación

- Y qué querías que hiciera?, que me levantara y se lo lanzara?

- Estás casado conmigo Shun, no puedo permitir que vayas de bar en bar buscando lo que no se te ha perdido, o qué?, esto es lo que va a ser nuestra vida?, ves una cara bonita, un par de tetas bien puestas y vuelves a lo de antes?, crees que me he olvidado de June?

- June?, que tiene que ver June en todo esto? – Shun perdió la paciencia que tenía ante este comentario, el peliverde había estado buscando su pijama en la maleta que estaba abierta en la silla que estaba junto a un pequeño escritorio en la habitación, pero ahí Shun lanzó a la maleta unos jeans que tenía en las manos, es que lo que dijo Hyoga… esta vez en serio no se midió

- Que era tu novia, que tenías una relación con ella, que te acostaste conmigo cuando estabas con ella, que la engañaste a ella… conmigo – Hyoga gritaba en este punto, Shun abrió la boca con indignación, respiró un par de veces y continuó buscando su pijama en silencio, el rubio lo miraba pero Shun lo estaba ignorando así que Hyoga presionó: - Es eso lo que quieres hacer ahora?, buscarte una mujer para follártela?, engañarme a mí como engañaste a June?, háblame Shun, no te atrevas a ignorarme – el rubio se acercó a Shun pero se detuvo cuando su esposo levantó su cabeza, su mirada reflejaba dolor, profundo dolor, hubieron un par de minutos de silencio pero luego Shun habló en tono pausado al decir:

- Hyoga… no puedo creer que me estés diciendo esto, tu sabes perfectamente bien que yo no he engañado nunca a nadie, June y yo ya habíamos terminado cuando tú y yo empezamos a salir, yo no la engañé, nunca la engañé, y para que lo sepas… nunca he engañado a nadie en mi vida, yo no soy así, acaso no me conoces?, quién crees que soy yo? – la voz se le rompía a Shun pero se negaba a llorar, Hyoga nunca lo había visto llorar por algo que haya pasado en su relación y Shun no quería que eso cambie

- Ella te buscó por mucho tiempo

- Esa no fue culpa mía, ella me amaba y por eso me buscaba, o qué?, ahora soy responsable de las cosas que hacen las otras personas también?, si ella estaba enamorada de mi pues eso no es mi culpa, si ella me buscaba era porque me quería en su vida, eso es todo

- Ella te quería en su vida… wow… entonces tú crees que ella es mejor que yo?, es eso lo que me estás queriendo decir?, ella al ser mujer te daba lo que yo no puedo?, es eso? – el tono de Hyoga era agresivo, como Shun nunca lo había escuchado antes y no entendía a qué venía todo esto, así que preguntó una vez más lo que antes ya había preguntado:

- Claro que no, por qué tuerces mis palabras?, esto ya lo hemos hablado y no entiendo por qué de pronto es un problema, si es cierto que soy bisexual pero eso no tiene nada que ver con nosotros, yo te amo y juré serte fiel, no estoy buscando nada más ni a nadie más, nada me hace falta si te tengo a ti, por eso no te entiendo, explícamelo por favor, por qué me estás haciendo bronca por todo?, que rayos te pasa?

- A mí?, claro… es que por falla es a mí al que le tiene que pasar algo porque tú eres perfecto, tú no puedes equivocarte nunca, Santo Shun… patrono de las causas imposibles, por eso estás conmigo lo supongo, soy tu caso de caridad o lo que sea, verdad?

- No, no sé por qué piensas así, yo te amo Hyoga, no eres mi persona favorita en el mundo en los presentes momentos pero te amo, y créeme, ya no quiero discutir contigo y menos por estas niñerías

- Niñerías?

- Si… niñerías, yo quería que nuestra luna de miel fuera mágica y hermosa, pero ha resultado ser el peor viaje de mi vida, ya no quiero estar aquí, quiero volver a Japón – Shun tomó su pijama y suspiró con cansancio

- Ya te arrepentiste de haberte casado conmigo?, tan poco te duró el amor?

- No, lastimosamente yo si dije mis votos en serio y cuando dije que te amaré toda la vida, lo dije de a de veras, pero si… en este punto si me arrepiento de haberme casado contigo, y ya no me digas nada más, no quiero escucharte más, solo quiero dormir, estoy exhausto

 

Shun entró al cuarto de baño y se metió bajo el chorro de agua caliente, era en serio lo de que ya no quería pelear con Hyoga, estaba cansado de esta situación, el rubio había estado completamente irascible desde que subieron al avión, y Shun ya estaba podrido de todo, la semana que habían pasado en Italia había sido la peor de sus vidas

 

El peliverde salió del cuarto de baño usando su pijama, fue hasta la cama, acomodó la almohada y retiró las cobijas, se acostó, se tapó y sin decir nada más apagó la luz de su lámpara, Hyoga estaba acostado a su lado pero él seguía mirando la televisión sin poder entender nada, el rubio estaba sumamente molesto pero lo que había pasado esa noche le había hecho darse cuenta de algo muy importante, Shun no tenía la culpa de sus broncas, Shun no tenía por qué aguantar sus desplantes, Shun tenía razón de estar enojado… vaya… quién pensaría que el matrimonio fuera tan difícil…

 

Notas finales:

Hyoga y Shun tienen problemas, su matrimonio no está tan bien como podría esperarse, uyyyyyy

Ikky está ocupado con su retoño, y Shyru... bueno Shyru está un poco complicado

No se pueden perder el capítulo del lunes, una bomba se viene, espero que les guste lo que viene

Muchas gracias por leer, nos vemos el lunes, saludos, bye 


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