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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, en este capítulo nos vamos 4 años al futuro, espero que les guste lo que viene, hay muchas sorpresas de aquí en adelante 

Capítulo 17.- El futuro…

 

En un departamento del lado oeste de la ciudad, era temprano en la mañana, muy temprano en la mañana y un hombre de cabellos azules estaba profundamente dormido en su cama, unos pequeños pasitos se escucharon en el pasillo, la puerta de la habitación estaba entre abierta, por lo que un pequeño niño de más o menos cinco años se asomó al cuarto de su papá y sonrió al verlo dormido, ahí corrió y saltó a la cama con todas sus fuerzas para caerle encima

- Hey… - dijo medio dormido el hombre de cabellos azules moviéndose en la cama buscando a su pequeño agresor

- Papi papi ya despierta, es muy tarde – dijo el pequeño destapando a su papá que estaba usando solo sus pantalones de pijama

- No… ven tu a dormir un ratito más… - el peliazul abrazó a su revoltoso retoño que reía al no dejarse abrazar y tratar de zafarse del agarre de su papá

- No papi, ya es tarde y tengo hambre, tú no tienes hambre?

- Ahora que lo mencionas… – el peliazul abrazó a su pequeño y le empezó a besar por todos lados fingiendo comerlo, el pequeñito reía muy divertido

- No papi… me haces cosquillas

- Ok., ok., qué hora es Han? – Ikky se estiró en la cama y abrió mejor los ojos para ver el sonriente rostro de su hijo que lo miraba y saltaba en la cama, Han era por demás inquieto, curioso pero muy dulce y cariñosito

- No sé… pero mira, el sol ya salió, puedo ver dibujitos papi?

- Ok., que quieres de desayunar?

- Panqueques – respondió el pequeño con un grito de emoción

- Ok., panqueques para ti – el peliazul se levantó luego de besar la mejilla de su pequeño y fue al baño primero, al salir sonrió al ver a Han cantar la canción de su programa favorito

 

Ikky caminó por el pasillo de su casa bostezando y estirándose, eso de dormir los sábados hasta tarde era solo un sueño lejano en su vida, pero no cambiaría a su hijito por nada, estos cuatro años le habían pasado en un soplo, Han estaba grande para su edad y en los precisos momentos estaba todo emocionado porque iba a empezar la escuela en apenas dos días más

- Papi… vamos a ir a visitar al tío Shun hoy? – Han había venido caminando descalzo por la casa, Ikky lo levantó y lo sentó en el mesón de la cocina, luego puso una uva en su boca

- No hemos quedado en nada con el tío Shun, lo quieres ir a visitar? – Ikky estaba sacando una caja de panqueques congelados, la cocina no se hizo para él

- Si, me dijo que me tenía una sorpresa para la escuela, qué crees que me haya comprado?

- No sé… habría que ir a ver, abre la boca – dijo Ikky que tenía una pasa en la mano, Han abrió la boca tomando la pasa que su papá le dio para luego sacarle la lengua, Ikky también le sacó la lengua pero luego besó su cabeza al poner los panqueques en un pequeño hornito eléctrico

- Papi, vamos a ir a la piscina?

- No que querías ir a ver al tío Shun? – Ikky sonrió cuando dijo esto, su hijo no se decidía aparentemente y le encantaba ir a nadar

- Podemos llevar a la piscina al tío Shun? – Han quería mucho a su tío Shun, ellos trataban de verse todos los fines de semana, a veces podían, a veces no, pero Shun amaba a su sobrino y era extremadamente generoso y cariñoso con él

- Tenemos que llamarlo primero

- Llámalo entonces – insistió el pequeño tomando otra pasa que Ikky puso en su boca

- Debe estar durmiendo, él no tiene un monstruo que lo despierte en la madrugada – Ikky sonrió ante la mueca que le hizo Han y le dio otra pasa a su hijo mientras encendía el horno

 

En otro departamento al lado este de la ciudad, todo era silencio aún, eran las seis y media de la mañana y sus tres habitantes dormían profundamente, el primero en despertar fue Shun y no tuvo un muy buen despertar que digamos porque lo hizo en el sillón, Hyoga lo había botado de la habitación la noche anterior, así que el peliverde con santa paciencia se fue a la cocina y puso un pote fresco en la cafetera, puso un par de rodajas de pan a tostar y se apoyó en el mesón, su expresión era cansada y fastidiada, a qué hora su matrimonio se había ido al diablo???

 

Shun tomó su jarro y le dio un sorbito, caminó por el departamento y se detuvo frente a la estantería de libros, allí habían fotos también por lo que tomó uno de los porta retratos y suspiró al analizarlo, era una de las fotografías de su boda, ese día fue muy feliz, o por lo menos el inicio del día de su boda fue feliz, porque ahora que lo recordaba, la primera semana de su luna de miel fue un infierno, y bueno… ahora toda su vida era un infierno, por qué Hyoga tenía que ser tan imbécil???

 

Shyru salió de su habitación y le sonrió a Shun a manera de saludo de buenos días, el pelinegro usualmente se levantaba temprano pero no era muy comunicativo en las mañanas, por lo que fue directo a la cocina y se sirvió un jarro de café, en esos momentos el teléfono sonó, Shun dejó el porta retratos que tenía en la mano y contestó, era Ikky el que llamaba para invitarlo a nadar con Han, Shun sonrió ante el prospecto, le dijo que iba a hablarlo con Hyoga y que si podía llegaban

 

Shun colgó el teléfono y suspiró, el prospecto de ir a despertar a Hyoga no era alentador, por lo que se acostó en el sofá una vez más y cerró los ojos, no estaba durmiendo pero al parecer estaba haciendo un buen trabajo al fingirlo porque Shyru salió lo más sigilosamente posible, seguramente iría a correr como todas las mañanas.  Shun suspiró una vez más y levantó el brazo para dejarlo caer junto a su cabeza pero se encogió de dolor, en su blanca piel se podía ver un morado bastante feo en su brazo izquierdo, Hyoga lo había sujetado con fuerza la noche anterior de ese lugar… cuando fue que su relación se redujo a… esto???

 

Luego de una hora más o menos, aunque le parecieron más horas a Shun, escuchó que la puerta de la habitación se abría, Shun abrió los ojos y vio a Hyoga salir bostezando y atando la cuerda de sus pantalones de pijama, el rubio ignoró a su esposo que estaba en el sillón y fue directo a la cocina, Shun cerró los ojos pero los abrió de golpe al escuchar como algo de vidrio era azotado en el mesón

- Se acabó el café? – Hyoga salió de la cocina sujetando la jarra vacía de la cafetera, Shun se contorsionó un poco en el sillón para verlo, le sostuvo la mirada un par de segundos y se volvió a acomodar en el sillón al decir:

- Si se acabó el café, pues haz otro pote

- Es que ni eso puedes hacer?

- Claro que lo hice y me salió riquísimo, es más… estuvo tan delicioso que se acabó, no es mi culpa que Shyru se tomara dos jarros en lugar de uno, ve y grítale a él – el tono de Shun era bastante frío e impersonal, se notaba a leguas su molestia

- Graciosito amaneciste hoy? – el tono de Hyoga era en cambio sumamente sarcástico

- Yo puedo amanecer como me dé la gana – respondió Shun y se volteó en el sillón dándola la espalda a Hyoga que respiró profundamente con rabia y volvió a la cocina para poner a hacer otro pote de café, mientras esperaba que la máquina le diera su café, vio a Shun ir a la habitación para luego verlo salir con una muda de ropa, se desnudó en la sala y se empezó a cambiar de ropa, cuando Hyoga salió de la cocina luego de tomar su café, vio a su esposo acunclillado chequeando una pequeña maleta, en ella pudo ver una bermuda, una camiseta, una toalla y chanclas de hule

- Vas a nadar?

- No que te tenga que dar ninguna explicación, pero me voy a la piscina con Ikky y Han – respondió Shun molesto sin regresarle ni a ver a su esposo que lo tomó con fuerza del brazo y de un jalón lo incorporó

- Claro que me tienes que dar explicaciones, soy tu esposo y esta es mi casa – Hyoga acentuó las palabras “tu” y “mi”, dando a entender que Shun era de su propiedad

- Tú no tienes derecho de pedirme ninguna explicación desde que te desapareciste por tres días y ni siquiera me llamaste por teléfono, así que suéltame… quién te crees que eres? – Shun empujó a Hyoga con todas sus fuerzas, le estaba haciendo daño, le dolía el brazo porque Hyoga lo había zarandeado del mismo lugar la noche anterior antes de botarlo de la habitación

- No te vas – dijo Hyoga tomando con violencia la mochila de Shun y lanzándola a la cocina, la furia en los ojos verdes del menor fue palpable

- Tú no eres quien para prohibirme nada, yo me puedo ir a donde me dé la gana, me estoy yendo con mi familia, no me estoy yendo de perdido como seguramente si te vas tú – Shun hizo moción de pasar a la cocina pero Hyoga lo volvió a sujetar del brazo y susurro con furia:

- No te atrevas a irte Shun

- Yo me atrevo a lo que me dé la gana, yo no soy tu mascota ni tu eres mi dueño, supuestamente soy tu esposo pero creo que eso ya se te ha olvidado y desde hace mucho tiempo, me voy a ir a nadar así a ti no te guste, quítate de mi camino Hyoga – Shun se volvió a zafar del agarre de su esposo e intentó pasar a la cocina pero el rubio le salió al paso bloqueándole el camino nuevamente

- Tú me tienes que respetar

- Yo te respetaré cuando tú me respetes a mí – respondió todo desafiante Shun, Hyoga alzó la mano y le pegó una cachetada en la mejilla, el golpe resonó en todo el departamento, Shun no cayó al suelo pero si perdió el equilibrio y tuvo que dar un paso hacia atrás para no caerse

 

El peliverde no podía creer lo que acababa de pasar, instintivamente se llevó una mano a la mejilla que le estaba ardiendo por el golpe y levantó la mirada que reflejaba dolor e indignación, ambos se quedaron en silencio unos minutos, mirándose a los ojos, Shun alzó la cabeza y sin decir nada más fue a la cocina y tomó su mochilita, luego pasó junto a Hyoga con dirección a la puerta, el rubio trató de tomarlo del brazo pero Shun no se dejó tocar esta vez

- Shun…

- No…

Shun no dijo nada más y salió del departamento, el joven de ojos verdes sentía que las lágrimas peleaban por salir pero… no, no iba a llorar, ya dijo varias veces que no iba a llorar más por esta situación, lo que tenía que hacer era ponerle un punto final, ya no podía seguirle dando largas al asunto, eso de seguir en lo mismo y en lo mismo no era saludable para nadie, había que terminarlo mientras aún quede algo de dignidad, si… terminarlo… eso era lo que tenía que hacer…

 

En el departamento, Hyoga se paseó de lado a lado mientras rabiaba y en un arranque lanzó una de las lámparas de la sala a la pared, se estrelló con violencia rompiéndose en mil pedazos, el rubio luego fue a la habitación y se acostó nuevamente, si Shun quería ir a llorar en los brazos del imbécil de su hermano pues… que le aproveche, ese no era su problema, Shun le tenía harto, quién se cree que es?, rayos…

 

Shun llegó una hora después, más o menos, a un complejo grandísimo en las afueras de Tokio, habían piscinas, toboganes, aguas termales, además de canchas, campo de golf, y un sinnúmero de actividades al aire libre como caminatas hacia el bosque y visitas al río cercano, era un lugar hermoso del que Ikky era socio, esa era la única razón por la que Shun podía ir a aquel lugar, y le encantaba

- Tío Shun!!!!!, estamos aquí!!!! – Shun iba distraído buscando a Ikky en las piscinas para niños, el peliverde estaba esperando el grito de su sobrino que no demoró en llegar

- Ohhh wow… pareces pez en el agua – el peliverde tenía una toalla en las manos y ya venía cambiado y listo para relajarse en la piscina, eso era lo que le hacía falta para distraerlo un poco

- Ven tío Shun… mi papi me compró una boya nueva, mira… es de caballitos – el pequeño estaba pataleando en el agua tratando de llegar a la orilla de la piscina, Ikky estaba sosteniendo su boya así que Han no estaba yendo a ninguna parte, estaba pataleando en su propio terreno

- Ok., hazme un lugar… hola pequeño, cómo estás? – Shun dejó su toalla en una de las bancas plásticas que estaban por ahí y se metió a la piscina de niños en la que estaban su hermano y su sobrino, besó a Han en la cabeza y luego abrazó a Ikky que lo abrazó de vuelta pero le sostuvo el mentón para ver mejor su mejilla que estaba algo enrojecida, Shun se hizo el quite y solo meneó la cabeza al sentir la mirada inquisidora de su hermano

- Bien… el lunes ya entro a la escuela, mi papi dice que me va a gustar, a ti te gustó la escuela tío Shun?

- Si mi vida, la escuela fue muy divertida para mi – Shun sonrió a las preguntas de su sobrino, Han era todo parlanchín y divertido

- Ok., ve hasta allá y vuelve, desde aquí te miro – dijo Ikky y posicionó la boya de su hijo en el filito de la piscina y lo impulsó para que vaya al otro lado, el pequeño pataleaba pero no necesariamente avanzaba, de  cualquier manera eso le dio un momento de paz a Ikky para poder hablar con Shun, que levantó la mano y dijo:

- Ya sé lo que me vas a decir así que ahórrate tus comentarios

- Qué pasó Shun? – Ikky miró a su hermano con pena en el alma, Shun era muy infeliz pero siempre ponía la mejor de sus sonrisas, era una muy buena persona que tenía la desgracia de amar a un imbécil que no lo valoraba

- Lo de siempre Ikky… no vale la pena ni mencionarlo – los dos adultos estaban prácticamente sentados en la baldosa, la piscina era en verdad bajita, se veían graciosos entre los niños que estaban por ahí, pero Ikky era muy sobreprotector con su retoño como para dejarlo solo en situaciones de alto riesgo como una piscina para niños

- Necesitas asesoría legal?

- Aún no… aunque si debería considerarlo, las cosas no están bien y… ya estoy harto Ikky, y tú sabes lo que se necesita para hartarme a mi, yo amo a mi esposo, tú lo sabes pero… las cosas no han estado bien en mucho tiempo, creo que Hyoga es bipolar o algo porque… te juro que no lo entiendo y ya me cansé de tratar de descifrarlo – Shun hablaba derrotado, eso era muy raro en él, Ikky frunció el ceño pero abrazó a su hermano menor y le dijo:

- Eso si, pero tranquilo hermanito, yo estoy aquí para ti, todo lo que necesites cuando lo necesites, solo tienes que avisarme

- Gracias Ikky… no sé qué haría sin ti

- Nadarías solo en la piscina de niños, pero no lo recomendaría, eso es extraño

- Tonto

 

Ikky, Han y Shun pasaron la mañana en la piscina, luego fueron a las aguas termales por un relajante baño, luego comieron en uno de los restaurantes del complejo, en la tardecita estaban caminando por uno de los senderos, Han estaba fascinado persiguiendo conejos y mirando las flores, Ikky y Shun lo seguían de cerca, y en eso estaban, hablando de todo y nada cuando se encontraron con un viejo amigo que estaba volando cometas con sus sobrinos

- Shaka!!!!!!!!!!!!!!! – fue Han el que corrió hacia el amigo de su papá, el rubio se viró y sonrió, le dio el ovillo de hilo de la cometa a su sobrino mayor y tomó en sus brazos a Han para luego lanzarlo al aire y atraparlo nuevamente en medio de risas estrepitosas

- Hey… tu padre no me dijo que iba a venir hoy, dónde lo dejaste?

- Viene por ahí con el tío Shun – Han se volteó y señaló el camino por el que efectivamente venían Ikky y Shun, Shaka besó la mejilla del pequeño antes de ponerlo en el suelo y caminar con él para saludar a sus amigos

- No que te ibas a Okinawa este fin de semana? – preguntó Ikky estrechando la mano de su amigo que correspondió el gesto

- Mi hermana vino así que me ahorró el viaje, es un gusto verlos – la sonrisa en el rostro de Shaka era sincera, ellos habían estrechado su amistad estos últimos años, a Hyoga no le agradaba el rubio aquel, pero Shun lo frecuentaba e Ikky también, es más… Shaka estaba encargado del proceso de petición de adopción de Hyoga y Shun

- Nosotros fuimos a la piscina en la mañana, no te vimos – dijo Shun con una sonrisa, a él le agradaba mucho Shaka, era alguien a quien podía contarle sus cosas, le daba confianza y paz, eso era tan difícil de hallar en una persona, pero esa cualidad Shaka la tenía y de sobra

- No… yo acabo de llegar, nosotros vinimos a volar cometas – Shaka señaló a su familia, en el claro del bosque estaba la madre de Shaka, su hermana, su esposo y sus tres hijos, el mayor estaba tratando de mantener el alto la cometa pero tenía problemas y llamó de un grito a su tío

- Creo que tienen problemas técnicos – dijo Ikky señalando la cometa que volaba peligrosamente cerca de un árbol

- Uyyy… nos vemos luego, hace tiempo que no vamos por una cerveza, llámenme si? – dijo el rubio a manera de despedida porque se apresuró a ir a salvar a su sobrino del colapso con la cometa

- Qué tal el miércoles? – sugirió Shun de un grito

- Genial – respondió Shaka despidiéndose agitando su mano, Ikky sonrió y tomó la mano de Han para seguir caminando por el sendero, no pasó por desapercibido para el abogado, que su hermano menor regresó varias veces la mirada hacia donde estaba Shaka con su familia, tampoco el suspiro lastimero de Shun cuando lo perdió de vista a medida que continuaban por el camino

- Quieres volver? – preguntó Ikky mirando el cielo, no habían nubes pero el sol ya estaba bajando, anochecería pronto

- No… no quiero regresar a casa, me puedo quedar con ustedes Ikky?

- Claro que si, pero te toca ver los pitufos con nosotros y comer palomitas, ese es el plan pero siempre eres bienvenido, tú lo sabes – Ikky abrazó a Shun y le besó la cabeza, Shun se quedaba en la casa de Ikky cada que habían problemas con Hyoga, y este último tiempo Shun se había quedado frecuentemente en la casa de su hermano

 

***

Hyoga salió al medio día, no iba a quedarse encerrado solo porque a su esposo le dio una crisis existencial como las que siempre le daban, Shyru regresó a casa luego del almuerzo, se dio un baño y luego de cambiarse salió también, estos cuatro años habían sido muy duros para él, la soledad era su compañía constante, Shun y Hyoga lo cuidaban hasta de sí mismo, pero… ellos no entendían lo que estaba pasando, solo él sabía la verdad… solo él lo sabía…

 

El pelinegro caminó por las calles de Tokio como siempre hacía los fines de semana, él sabía lo que buscaba, sabía que algún día lo hallaría, sabía que no estaba solo y que él siempre estaba a su lado, él sentía su presencia, sentía su aliento en las noches, sentía el calor de su piel bajo las sábanas así estuviera solo en la cama, pero no… eso era un error, él nunca estaba solo, él siempre lo acompañaba y siempre lo acompañaría, siempre le susurraría palabras a su oído, siempre…

 

Shyru llegó a su antiguo edificio, había épocas en las que lo visitaba más seguido que otras, el estar solo en su departamento le traía un sentido de paz único, a veces el silencio que encontraba allí era lo único que le permitía aclarar sus ideas y pensar, a veces lo único que necesitaba era paz, paz que no tenía en el otro departamento, Shun quería ayudarlo pero no entendía… nadie entendía y él ya se había cansado de intentar explicar lo que para el resto no tenía explicación

 

Él sabía que Seiya se trataba de comunicar con él, se lo había demostrado más de una vez, las notas y dibujos que le había dejado, los sueños que tenía, las cosas que dejaba para él, los anillos… los anillos… Shyru apretó un bolsillo en su saco y sintió la cajita que lo acompañaba a todas partes, la cajita de los anillos que Seiya había comprado para su matrimonio, el matrimonio que nunca llegó a hacerse, el matrimonio que estaba destinado para ellos pero por su estupidez se arruinó, pero no… este no era tiempo de pensar en ello, no…

 

Shyru llegó a su departamento y giró la llave, entró y respiró profundamente, su corazón dio un salto cuando encendió la luz, las persianas estaban completamente cerradas, hacía tiempo las ventanas habían sido cubiertas con papel contact, por lo que ni un rayo de luz natural entraba en el departamento, así era como Shyru lo quería y necesitaba, cerró inmediatamente la puerta y dijo con voz suave:

- Seiya… amor estoy en casa…

 

El silencio fue su única respuesta pero eso no era lo extraño, lo extraño eran las paredes de la habitación, Shyru había arrimado los muebles hacía mucho tiempo ya, y las paredes de la sala estaban cubiertas de fotografías que estaban pegadas y cubrían la totalidad del espacio, artículos de periódico y de internet referentes al accidente en el que Seiya “supuestamente” murió, copias de los informes de la policía también estaban allí, fotografías originales que Shyru mismo había tomado del lugar del accidente, de los restos del bus, de la quebrada, todo esto estaba unido con hilos rojos sujetados con tachuelas, habían varias notitas pegadas con preguntas, pensamientos y sentimientos de Shyru, y todo esto estaba sobre cientos y cientos de fotografías de Seiya…

 

Notas finales:

Qué les pareció????

Mucho ha cambiado en la vida de todos los últimos 4 años, y mucho mas va a cambiar con el regreso de alguien que había estado perdido, no se pueden perder el capítulo del vienes

Muchas gracias por leer y les quiero agradecer en el alma porque este fic pasó de los 100 comentarios, no saben lo feliz que me han hecho

Nos vemos el viernes con una sorpresa que viene del pasado, saludos, bye 


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