Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

VIDAS CRUZADAS por crystalwall

[Reviews - 305]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, espero que les guste este capítulo, en medio de todo lo que pasa, dice mucho

Capítulo 19.- Una vez más, por los viejos tiempos…

 

-  Buenos días, disculpe la molestia soy el papá de… dioses… - el maestro de Han se volteó y la sorpresa fue palpable en su rostro, en el rostro de Ikky también, ambos se miraron y al maestro se le cayeron de las manos las tachuelas que tenía cuando preguntó:

- Ikky… qué haces aquí?

- Qué hago yo aquí?, por todos los dioses… cómo es que tú estás aquí?

- Ikky por lo que más quieras… baja la voz – el maestro de Han se cruzó el aula y se asomó al pasillo, no quería que nadie los escuchara

- Que baje la voz?, pero es que… cómo es posible?, tu… tu…

- Por favor Ikky… por favor… baja la voz – el maestro se acercó al peliazul que aún no salía de su asombro y le tomó las manos, el peliazul lo miró por unos segundos y luego lo abrazó con fuerza, el corazón del muchacho de cabellos negros y ojos verdes latía con violencia pero correspondió el muy sentido abrazo de su antiguo amigo

- Jabú?, siento interrumpir pero el director nos llamó a todos a su oficina – una muchacha había entrado al aula y me mostró algo incómoda al ver la escena, ellos se separaron y Jabú respondió en el tono más normal que pudo:

- Gracias Marin, enseguida voy – el pelinegro suspiró y se llevó una mano al pecho, Ikky caminó un par de pasos hasta apoyarse en uno de los pequeños pupitres y cruzarse de brazos al preguntar:

- Pero cómo es que…?

- Sé que debes tener muchas preguntas Ikky pero lo siento… me llama mi director pero…

- Tenemos que hablar, hay tantas cosas que… tenemos que hablar

- Lo sé, qué te parece esta noche?, nos vemos para una copa en el bar donde nos encontramos la última vez que nos vimos, qué te parece? – el maestro  fue caminando de retro por el aula

- Pero si vas a ir?, no me vas a plantar?

- Claro que no, además ya sabes en donde trabajo, qué estás haciendo aquí?, eso no me lo dijiste – el maestro  frunció un poco el ceño cuando preguntó esto, es que Ikky no tenía motivo de estar allí

- Vine porque quería hablar contigo de mi hijo

- Tu hijo?, tienes un hijo?, cuál es tu hijo?, ohhhh… Han…

- Si, Han…

- Él es genial, tenía problemas con otros niños por lo de los dibujos de la familia, pero lo solucionamos hoy, era por eso que querías hablar conmigo?

- Si… era por eso

- Ok., ya no hay problema, me tengo que ir, lo siento, pero nos vemos en la noche… a las ocho, ok?

- A las ocho, no llegues tarde

- No lo haré – el maestro  sonrió, llegó a la puerta pero se detuvo, no salió del aula sino que caminó directo hasta Ikky y lo besó en los labios, el peliazul fue tomado por sorpresa pero se dejó besar, se incorporó un poco para tomar de la cintura al maestro de su hijo que besaba como los dioses, cuando el beso se rompió, el muchacho de ojos verdes le guiñó un ojo a Ikky y le dijo en la oreja: - Tal como lo recordaba, nos vemos esta noche Ikky

- Nos vemos esta noche… - el peliazul sonrió y se llevó una mano a la boca, de todas las cosas que pensó que le podían pasar, esta no era una de ellas, cielos…

 

Ikky llegó primero al bar, hacía mucho tiempo que no iba a uno, eso de ser padre responsable le tenía ocupado y sus noches las pasaba usualmente con Han, veía las noticias, leía un poco, dormía temprano, en estos últimos años no había salido mucho, a Han no le gustaba quedarse solo en casa y mucho menos le gustaba compartir la atención de su papi Ikky, mientras el peliazul tomaba su trago se puso a pensar en los problemas que había tenido con sus eventuales revuelques, no… su hijo era más importante que eso

- Por qué tan pensativo guapo? – el maestro había llegado a la cita y sin mayores preámbulos saludó a Ikky con un beso en los labios

- Solo te estaba esperando, llegas tarde – dijo Ikky mirando su reloj

- Tráfico, pero lo importante es que ya estamos aquí, tengo mucho que contarte…

 

La recién reunida pareja se tomó varios tragos mientras hablaban, eran varios años que no se veían, y les tomó tiempo ponerse al corriente, Ikky escuchó todo lo que el muchacho de ojos verdes  le dijo y en varias ocasiones frunció el ceño, su historia era por demás extraña, el maestro en cambio se mostró muy sorprendido por todo lo que Ikky le contó, hablaron de sus respectivos trabajos, de sus viajes, de sus relaciones y amantes, y allí estuvieron, hablando, riendo y bebiendo, permitiendo que la química que existía entre ellos los bañara, esta fue una muy agradable sorpresa para Ikky, no le había pasado nada parecido con nadie antes

- Sabes que Han es un niño muy dulce, mi grupo es bastante homogéneo aunque no los conozco muy bien todavía, lo que si te puedo decir que tu pequeño es todo inquieto pero no es mal educado ni respondón

- Es un sol, muy divertido, pero dime… maestro de escuela?, en serio?, de todo lo que pudiste hacer con tu vida eres maestro de escuela?

- Me gustan mucho los niños, y bueno… me tomó un buen tiempo cuando me fui de viaje para pensar en lo que realmente quería hacer de mi vida, aún no acabo de estudiar la licenciatura pero ya estoy cerca, yo creo que en los próximos seis meses ya me graduaré, estoy haciendo la tesis, no sabes cuánto lo odio, eso de estudiar en el extranjero tiene sus problemas, el papeleo es impresionante – el pelinegro suspiró y pasó la mano por sus cortos cabellos, ese era una manía suya que Ikky encontraba adorable

- Y como conseguiste el empleo? – Ikky frunció el ceño, era en verdad difícil conseguir empleo en el sistema educativo si no se tenía título, el maestro solo sonrió cómplice y dijo:

- Tengo por ahí una que otra recomendación, y tú?, no has pensado en cambiar de trabajo?, te gusta mucho el banco?

- Si, me gusta mucho, mi sueldo es bastante bueno y tengo horario fijo, eso me da tiempo para pasarlo con mi hijo

- Wow… es que aún no lo puedo creer, tú con un hijo, si no me constara la existencia de ese pequeñito, no te lo hubiera creído

- Qué pasó… yo soy un padre estrella aquí dónde me vez

- No has cambiado nada, eso es muy refrescante – dijo el maestro tomando un sorbo de su trago y sonriéndole a su acompañante de una manera muy sensual

- En cambio tú has cambiado mucho, me gusta tu cabello, pero por qué los lentes de contacto? – Ikky acarició la mejilla de su acompañante cuando dijo esto

- Mi mamá tenía los ojos verdes, no sé… me dio por ponerme lentes, tengo unos azules también, unos miel, unos negros, tengo lentes de todos los colores la verdad – respondió el maestro encogiéndose de hombros

- Te ves muy sexy

- Ah si?, qué tan sexy me veo?

- Mucho… - Ikky se acercó y le besó el cuello descaradamente a su acompañante que enredó sus dedos en los azules cabellos e hizo para atrás su cabeza, esto era delicioso

 

Ellos estaban sentados en una de las mesas al fondo del bar, eso les permitía estar medios escondidos y lejos de las miradas del resto de la clientela, pero sus besos se tornaron tan ardientes que estaban atrayendo miradas de los demás clientes

- Quieres irte de aquí? – preguntó el maestro luego de lamer la oreja a Ikky que en ese punto sentía cierta incomodidad en sus pantalones, su erección ya se le empezaba a notar

- Claro que si…

- Genial, vamos a tu casa como la vez anterior?

- Claro, si quieres ayudarme a acostar a Han, podemos ir a mi casa – dijo Ikky y siguió besando el cuello de su nuevo amante, pero el pelinegro se separó un poco y puso una mano en el pecho de Ikky al decir:

- Han… demonios… mejor no

- Hey… te molesta que tenga hijos, o que Han sea mi hijo? – Ikky no lo había pensado pero tenía que preguntarlo, el pelinegro meneó la cabeza y besó nuevamente a Ikky en los labios para decir:

- Claro que no, a mí me encantan los niños y me parece fantástico que seas papá, eso no está en discusión ni representaría nunca un problema, la única cuestión es que yo soy el maestro de tu hijo, y eso si es un poco incómodo

- Ohhh… eso no lo pensé

- No hay problema, mira… podemos ir a mi departamento esta noche o a un hotel cercano, podemos empezar a salir, y si todo va bien, podemos decirle a Han, pero… también podemos darnos tiempo, no lo crees?

- Rayos… soy un idiota, claro que podemos darnos tiempo y dejar que las cosas fluyan, créeme… no he salido con nadie en mucho tiempo y todo esto es nuevo para mí – Ikky se frotó la cara con las manos, estaba siendo estúpido, pero su amante se lo tomó de la mejor manera y tomó su mano al decir:

- No te preocupes, podemos ir paso a paso, como los alcohólicos, pero nosotros en vez de decir: “Un día a la vez”, lo haremos “Una revolcada a la vez”, vamos?

- Vamos…

 

La pareja salió del bar y fueron a un hotel cercano, el maestro vivía medio lejos así que prefirieron ir a un hotel, Ikky se sentía algo extraño, hacía mucho tiempo que no se iba de revuelque en un hotel, y en esas preocupaciones estaba pero el maestro con suaves besos en el cuello y caricias en la espalda lo estaba sacando de pensamientos profundos y trayéndolo al momento

 

Cuando las puertas del elevador se cerraron, Ikky tomó a su amante de la cintura y lo levantó, el pelinegro rodeó el cuerpo de Ikky con las piernas colgándose de él mientras se fundieron en apasionados besos, Ikky caminó sosteniéndolo de las nalgas hasta que llegaron a la habitación, haciendo malabares entraron y fueron directo a la cama en donde cayeron entre risas y besos

 

Pronto las ropas cayeron en el suelo, las almohadas también, Ikky estaba recostado sobre su espalda y sostenía a su amante que estaba sentado en sus caderas y le estaba besando el pecho, la visión del muchacho de cabellos negros besando cada pulgada de su pecho era fantástica, Ikky recordaba mucho como fue su último encuentro con este sexy demonio, pero sus recuerdos no le estaban haciendo justicia, lo que pasaba ahora era mil veces mejor

 

La pareja cambió de posición varias veces en la cama, sus movimientos acompasados los llenaban de placer, gemidos y jadeos llenaban la habitación además de las varias cosas que el maestro le susurraba a Ikky en la oreja, el peliazul sostenía a su amante de las nalgas y le ayudaba a subir y bajar mientras él se apoyaba en sus hombros

- Ikky… mmm…

- Despacio… eso es… así… - el maestro iba subiendo el ritmo de las penetraciones pero a Ikky le gustaba tomarse las cosas con calma y lo detenía, esto era una tortura muy placentera, y eso hacía gemir al muchacho de ojos verdes  con más fuerza, eso era música para los oídos del mayor

- Me vengo… me vengo…

- Ahora cariño… ahora… - Ikky tomó con su mano el miembro de su amante y lo frotó con entusiasmo, el pelinegro tembló en los brazos de su amante y llegó a la cima del placer con un explosivo orgasmo, Ikky lo tumbó en la cama y siguió con sus movimientos de cadera hasta él también llegar a su momento cumbre, para luego desplomarse en su pecho

- Esto estuvo… mucho mejor… - dijo el joven de cabellos negros cuando pudo recuperar el aliento, se sentía como no se había sentido en años

- Mucho mejor? – Ikky se movió en la cama poniéndose de lado para mirar a su amante que estaba recostado sobre su espalda y sonreía

- Si… mucho mejor de lo que recordaba, sabías que tu solo recuerdo me ha mantenido calientito muchas noches? – el maestro sonrió cuando dijo esto, sus ojos eran muy expresivos, a Ikky le encantaban, su mirada era hermosa y limpia

- Bueno, ahora tendrás la versión en carne y hueso, qué tal suena?

- Suena… a lo que me recetó el doctor – el menor besó con fuerza a Ikky que se acomodó entre sus piernas y lo estrechó contra su cuerpo

- Mmmm… me cae bien tu doctor – dijo Ikky con una sonrisa pero al abrir los ojos vio su teléfono celular, una llamada estaba entrando, así que lo tomó y se sentó en la cama inmediatamente, lo llamaban de su casa, así que preocupado contestó: - Aló?

- Papi… no puedo dormir – la voz de su hijo le contestó al otro lado de la línea, el pequeño Han estaba susurrando

- Han… qué pasó con Amelia?, está ella contigo? – Ikky se levantó de la cama cual resorte y empezó a buscar su ropa, el menor lo vio y sintió algo extraño en el pecho, le hubiera gustado que Ikky se quedara pero… él sabía que tenía otras prioridades en su vida, y eso estaba bien

- Si, pero está dormida en el sillón, ya vas a venir?, dónde estás papi?

- En una reunión, mi amor acuéstate y trata de dormir, yo ya estoy yendo para allá, ok?

- Ok papi

- Ya llego, tú acuéstate

- Ya papi – Han colgó el teléfono y se fue a la habitación de su papá, se subió a la cama y se metió en ella, abrazó a su perro de peluche y miró a la puerta, su papá ya llegaba, ya mismo llegaba…

 

Ikky se vistió con prisas mientras el pelinegro lo miraba desde la cama, cuando ya lo tenía todo tocó sus bolsillos y le faltaba su celular, giró hacia la cama y vio a su amante que lo sostenía, Ikky se sentó en la cama y lo besó mientras sentía como su teléfono volvía al bolsillo de su chaqueta

- Siento tener que irme, me gustaría quedarme pero…

- No te preocupes, puse mi número en tu teléfono, úsalo – el maestro no estaba molesto ni mucho menos, sino que besó a Ikky con pasión y luego le acarició la mejilla

- Lo haré… créeme que lo haré, nos veremos pronto, adiós

- Adiós, dale un beso a Han de mi parte, solo no le digas que yo se lo mandé

- Ok.-

 

Ikky salió de la habitación y manejó lo más rápido que pudo para llegar a casa, al entrar vio a su niñera estrella profundamente dormida en el sillón de la sala, fue a la habitación de Han y no lo encontró, fue a la suya y lo encontró dormido en su cama, Ikky suspiró, se desnudó y se acostó, abrazó a su pequeño hijo y cerró los ojos pero no pudo dormir, el volver a ver a su aventura de una noche de hacía muchos años le había movido el piso, el tener su cuerpo en la cama fue… alucinante, no podía esperar para volver a verlo. 

 

En una tibia cama al otro lado de la ciudad, un muchacho de cabello negro sonreía mientras acariciaba sus labios, el maestro de escuela recordaba los ardientes besos que había compartido con su amante y sonreía, el encontrarse con Ikky había sido una muy placentera sorpresa, claro que este cambio de eventos le complicaría la vida pero… bien valía la pena, este había sido un excelente día…

 

***

Eran las seis de la tarde y Shun corría por los pasillos del edificio, estaba un poco atrasado pero el tráfico estuvo tenaz ese día, al llegar casi se choca con Hyoga que estaba caminando en el lobby de la oficina, al verlo, el rubio sonrió aliviado

- Dioses Shun… pensé que ya no llegabas

- Lo siento, traté de salir lo antes posible pero típicamente me piden hacer cosas al final y luego ya el taxista tomó la ruta equivocada porque hubo un accidente y… lo siento Hyoga, en verdad que lo intenté

- No te preocupes, lo importante es que llegaste, entramos?

- Entramos

 

Shun y Hyoga habían estado asistiendo a terapia de parejas el último mes, Shun no sabía hasta qué punto su relación había mejorado o no, si era cierto que Hyoga estaba un poco más racional y a manera general si peleaban menos, pero las cosas no estaban del todo bien, las sesiones eran complicadas porque con la terapia, estaban saliendo a relucir varios problemas del pasado que no se resolvieron a su tiempo y aún ocasionaban reclamos mutuos, a veces luego de las sesiones, la pareja hablaba tranquilamente y sentían que arreglaban sus problemas, otros días volvían a discutir y se distanciaban más, esa noche no hablaron, simplemente salieron de la terapia y fueron a comer, Hyoga dijo que tenía hambre y llevó a Shun a comer hamburguesas

 

El peliverde estaba comiendo una ensalada y lo hacía con la mirada ausente, esa tarde se había demorado porque había recibido una visita en su oficina, Shaka había ido a verlo para llevarle los últimos papeles que el Ministerio del niño y la Familia había enviado, el trámite para la adopción que Shun y Hyoga estaba haciendo, estaba ya en las últimas etapas, Shaka estaba muy contento por ello, a su criterio Shun sería un padre excelente, de Hyoga no podía decir nada, no lo había tratado lo suficientemente bien

- Hey… Shun… en qué piensas?

- Lo siento… ya acabaste de comer? – Shun miró a Hyoga y vio que tenía las manos vacías, él no había comido nada, apenas si probó su ensalada

- Si, pero tú no… estás bien?

- Si… si, lo que pasa es que Shaka fue por mi oficina esta tarde – dijo Shun y comió un poco más de su ensalada, Hyoga arqueó una ceja y se cruzó de brazos al preguntar:

- Y qué quería ese imbécil?

- Ese imbécil es amigo mío, y no nos está cobrando los trámites que nos está ayudando a hacer para la adopción de nuestro hijo, así que no lo trates así, mira que él no dice nada malo de ti – respondió Shun frunciendo el ceño, a él le molestaba sobremanera cuando Hyoga hablaba mal de Shaka

- Ok., ok., que dijo el santo Shaka? – preguntó Hyoga en claro tono de burla, Shun bufó y comió un poco más de su ensalada, Hyoga lo miró pero Shun a propósito masticó lentamente y se demoró en hablar, finalmente dijo:

- Dijo que ya todos los papeles están listos, que solo tenemos que firmarlos y que los enviará al Ministerio, dijo que más o menos en un período prudencial, que va de 2 meses a un año, los trabajadores sociales nos harán visitas, entrevistas y muchas cosas más para asegurarse de que podemos mantener al niño y para ver dónde vivimos y esas cosas, luego de eso nos evalúan y si pasamos la evaluación, nos dan un niño

- De dos meses a un año?, no crees que es poco tiempo? – Hyoga tomó un trago de su bebida y Shun pudo ver que se puso completamente incómodo

- No… no es poco tiempo, empezamos todos los papeles hace más de un año, por qué te muestras sorprendido ahora que estamos en la última etapa?

- No me sorprendo, es solo que… Shun… estamos tratando de arreglar nuestro matrimonio, no creo que sea prudente sumarle un niño a la ecuación

- No no no Hyoga, de esto hemos hablado muchas veces y es lo único en lo que siempre hemos estado de acuerdo, a ti te gustan mucho los niños, no sé por qué te muestras renuente a esto, qué pasa?

- Un niño es mucha responsabilidad Shun

- Lo sé, lo hemos hablado, sabemos a lo que nos estamos metiendo, estamos listos Hyoga

- No… no lo estamos, tenemos problemas y no me parece justo para el niño, traerlo a una situación problemática como la nuestra

- Pero…

- Mira Shun… esto no está definido aún, mejor dejamos esta discusión para cuando llegue el tiempo, no quiero discutir contigo, recuerda lo que dijo el doctor, necesitamos recuperar muchas cosas en nuestra relación, y la intimidad es una de ellas – Hyoga tomó la mano de Shun y cambió de tono completamente, si seguían con esta conversación era pelea segura, el rubio miró a su esposo significativamente cuando habló de su intimidad,  a Shun ni siquiera se le había ocurrido la posibilidad de tener sexo esa noche, su vida sexual se había ido enfriando mucho los últimos meses

- Quieres hacerlo esta noche?

- Si… ya no te gusto Shun?, tu si me gustas a mí, quiero hacer el amor contigo, no sabes cómo te deseo Shun, eres muy sexy – Hyoga sonrió y jaló a su esposo para besarlo en los labios, Shun no pudo recordar cuando fue la última vez que Hyoga lo había besado en público

- Tonto… - dijo el peliverde sonriendo también, Hyoga se puso de pie y tomó la mano de su esposo al salir del restaurante, eso tampoco lo habían hecho en mucho tiempo, caminar tomados de la mano, antes era tan natural, ahora Shun lo sentía algo… forzado…

 

Al llegar a la casa, Hyoga sin mayores preámbulos fue desnudando a Shun y lo tumbó en la cama, el peliverde se dejaba hacer y al poco tiempo el sonido del colchón y uno que otro gemido llenaba el ambiente, Shun estaba recostado sobre su espalda, Hyoga estaba acomodado entre sus piernas y se movía en su interior, Shun lo abrazaba y le arañaba la espalda, gemía en su oreja, se arqueaba en la cama pero… las cosas ya no eran como solían ser, Shun lo fingía bastante bien, el ego de Hyoga era más bien frágil y el peliverde no quería echar más leña en el fuego

 

Shun sentía como su esposo lo embestía, le besaba el cuello y le acariciaba los costados, pero… la atención del muchacho de ojos verdes  no estaba en lo que estaban haciendo, Shun miraba al techo, como últimamente hacía cuando estaba haciendo el amor con Hyoga, el rubio gemía, ya estaba cerca del orgasmo así que aumentó el ritmo de sus embestidas y se vino con un hondo gemido de satisfacción, Shun gimió cuando Hyoga salió de su cuerpo y se desplomó en su pecho

- Rico? – preguntó Hyoga con los ojos cerrados

- Rico… - respondió Shun en un susurro, Hyoga asintió y se volteó en la cama, a los pocos momentos su respiración era acompasada, se había dormido, se había dormido y ni siquiera se dio cuenta de que Shun no se había venido

 

El peliverde se sentía insatisfecho, como muchas veces se había sentido en estos últimos meses y lo peor de todo era que Hyoga no era malo en la cama, simplemente Shun ya no lo sentía igual, el peliverde se mordió los labios y se hizo bolita en la cama, se llevó una mano a su miembro y empezó a acariciarse, una imagen estaba fija en su mente, unos hermosos ojos azules lo miraban y no eran los de su esposo, Shun sonreía al imaginarse que aquellas suaves manos lo estrechaban contra su fuerte pecho, era en otro en quien pensaba, era otro al que deseaba…

 

***

Esta noche era la noche, esta noche era especial, esta noche él no estaría solo, esta noche le haría el amor como antes solía hacerlo, esta noche sentiría por fin su cuerpo caliente bajo las sábanas… sentiría sus caricias, sus besos, lo sentiría a él…

 

Shyru caminaba por las calles de los barrios bajos de Tokio, habían muchos chicos y chicas que estaban usando pequeños atuendos muy provocativos, a pesar del frío las minifaldas y los pantaloncillos no podían ser más cortos, el pelinegro estaba mirando a los chiquillos que se le ofrecían, ninguno llamó su atención, ninguno hasta que vio a uno no tan joven, tenía el cabello negro y los ojos cafés, no era muy atractivo pero… para esta noche tan fría… serviría…

- Cogidas y mamadas, no doy besos en la boca y tampoco me gustan los azotes ni ninguna de esas cosas guapo, aunque… depende de lo que busques, por ti podría hacer una excepción – dijo el muchacho acercándose a Shyru que le preguntó:

- Cómo te llamas?

- Yo me llamo… como tú quieras que me llame

- Excelente respuesta, vamos…

 

En un motel de mala muerte, en una de las habitaciones del segundo piso el sonido de una destartalada cama llenaba el ambiente, el muchacho de cabellos negros y ojos cafés estaba acomodado en cuatro en la cama y gemía con soltura mientras a sus espaldas Shyru lo sostenía de las caderas y  se movía con fuerza en su interior, el muchacho había tenido innumerables clientes y Shyru era como todos los demás, ni siquiera lo estaba mirando, estaba sumido en su mundo de fantasías, pero… él estaba poniéndole un show para su disfrute porque le había pagado por adelantado y le había pagado muy bien

- Seiya… ohhh Seiya… Seiya…

- Métemela más… más…

- Dime que me amas… dime que me amas… - Shyru acarició la espalda de su amante y el muchacho giró un poco el rostro y dijo:

- Eso te costará extra

- No me importa… dime que me amas Seiya, dímelo!!! – Shyru gritó y se agachó para agarrar con fuerza el miembro del muchacho que gimió de dolor

- Suéltame… lunático… suéltame… - el muchacho se quejó y trató de quitarse a su cliente de encima, pero Shyru lo tomó de los cabellos haciendo hacia atrás su cabeza y poniendo un cuchillo en su cuello cuando gritó:

- Dime que me amas Seiya… dímelo!!!

- Te… amo… te... amo… por favor no… por favor… - el muchacho de cabellos negros dijo esto con lágrimas en sus ojos, estaba asustado y su cliente parecía poseído

- Yo te amo a ti, nunca lo olvides… nunca lo olvides…

 

Shyru siguió embistiendo a su amante con fuerza, le estaba haciendo daño pero no le importaba, la estrechez del cuerpo de aquel muchacho le hacía sentir en el paraíso, el escuchar sus gemidos, el sentir como su delgado cuerpo temblaba debajo suyo, hacía tiempo que Shyru no tenía sexo y esta noche fue fantástica para él, la presencia de Seiya era fuerte en él, porque al cerrar sus ojos podía ver claramente su rostro, podía oler su aroma, podía sentirlo… su Seiya, solo suyo… podía ver su cuerpo debajo de él, podía ver su sonrisa de placer, podía ver como se mordía los labios, lo podía ver a él… lo estaba sintiendo… lo estaba sintiendo de manera tan real… esto era la gloria…

 

Notas finales:

Uyyyyyyy...

Qué les depara el futuro a Ikky y a su maestro de escuela?, a Shun y a su esposo?, a Shyru...

No se pierdan los próximos capítulos, la historia va escalando, espero que les guste lo que viene, saludos, bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).