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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, las cosas siguen escalando, la historia va avanzando, espero que les guste lo que viene

Capítulo 20.- Nuevas oportunidades

 

Ikky despertó cuando Han le saltó encima, el peliazul se hizo bolita en la cama porque su pequeño le cayó en el estómago y le dejó sin aire, Han solo se reía estrepitosamente, Ikky se sentía aletargado, como si recién se hubiera acostado a dormir

- Aún no amanece Han… duerme por todos los dioses – dijo el peliazul al acariciar la mejilla de su sonriente hijo

- Ya es tarde papi, tengo que ir a la escuela

- No es tarde…

- Si es tarde, mira el reloj – el pequeño señaló el reloj luminoso de la mesita de noche de Ikky el que lo miró y luego saltó asustado, si era tarde

- Diablos… Ok., vamos a vestirte y nos vamos a la escuela, corre Han… corre… - Ikky se levantó todo apurado y vistió a su revoltoso hijo, se vistió también mientras Han comía cereal, él tomó un jugo nada más y fueron rumbo a la escuela, Ikky manejó como maniático y entró corriendo pero el portero no lo dejó entrar, estas no eran horas de llegar, Ikky pidió que llamaran al maestro de Han y el portero lo dejó afuera hasta que el maestro salió y sonrió al verlos

- Me encanta tu peinado – dijo el muy divertido maestro acariciando la cabeza del pequeño que solo sonrió pícaro y se pasó corriendo hacia el patio despidiéndose de su papá cuando el pelinegro abrió la puerta para dejarlo entrar

- Lo siento, me quedé dormido – dijo Ikky con una sonrisa pasando una mano por su cabello, él tampoco se había peinado muy bien que digamos

- Voy a tomar eso como un cumplido – el maestro salió y cerró la puerta casi completamente tras de sí, besó a Ikky que lo estrechó contra su cuerpo y correspondió el beso

- Claro que es un cumplido

- Ok., ya vete, debes estar atrasado también para tu trabajo – el muchacho de ojos verdes acarició las solapas del saco de Ikky que lo volvió a tomar entre sus brazos y lo volvió a besar

- Al diablo el trabajo – dijo Ikky entre besos, esto era por demás placentero y lo que menos quería hacer era soltar al maestro de escuela que olía delicioso y sabía aún mejor

- Si pero mi director ya mismo sale a ver por qué no entro, así que ya vete – contestó el maestro con un último beso

- Nos vemos esta noche?

- Mmmmm… qué tienes pensado?

- Voy a llamar a Shun para dejarle a Han y… no sé… podemos ir a donde quieras o lo que quieras

- Lo que yo quiera?, eso suena genial… nos vemos a las siete entonces

- En nuestro bar?

- Si… en nuestro bar…

 

Ikky besó al sexy maestro de escuela una vez más y se subió en su auto para ir a la oficina, desde ese día esa pareja se veía frecuentemente cada que podía, dos o tres veces por semana, no podían verse más porque Ikky no podía descuidar a su hijo, Amelia, su niñera, era fantástica pero a Han no le gustaba quedarse mucho con ella, al pequeño si le gustaba mucho quedarse en casa de su tío Shun, pero Ikky no lo quería hacer un hábito, además Shun atravesaba sus propios problemas y a Ikky tampoco le agradaba que Han pase mucho tiempo cerca de Shyru

 

Ikky solía decir que Shyru tenía una mirada muerta, que él no estaba bien así Shun le porfiara que si, Hyoga le solía decir lo mismo a su esposo, pero Shun no aceptaba este hecho, a sus ojos, Shyru estaba muy bien, era un tipo normal que vivía su vida sin molestar a nadie, tenía su trabajo por el cual viajaba constantemente y a veces trabajaba tarde, no había nada raro en él, Hyoga en cambio pensaba que Shyru no estaba del todo bien, con el pasar de los años, su amigo se había vuelto una persona en extremo reservada, mucho había cambiado en él, habían cosas raras con él de vez en cuando, más de una vez Hyoga había encontrado cosas que eran de Seiya por la casa, y para ello, Shyru nunca tenía explicación

 

El pelinegro iba regularmente al cementerio a poner flores en la tumba del que fue su novio, le pasaba misas en honor a su alma, hacía donativos para las víctimas de los accidentes de tránsito, hablaba frecuentemente con los detectives que estuvieron a cargo de la investigación del accidente en el que Seiya supuestamente murió, Shyru nunca se convenció de que Seiya en realidad hubiera muerto, habían muchas inconsistencias en ese caso a su criterio así que con plata y persona se dedicó por años a buscar la verdad de lo que había pasado

 

Shun y Hyoga no apoyaban esta teoría, pero Shyru se mantenía necio en ello, y una de las razones que lo hacía dudar era que él nunca se había encontrado con Aioros en el cementerio.  El encuentro que habían tenido algunas semanas atrás en la galería le había dejado en claro que el castaño mayor nunca lo había podido perdonar, él perdió a su hijo y culpaba a Shyru por ello, pero… no le ponía flores a Seiya en su tumba, no lo visitaba…

 

Hyoga y Shun seguían asistiendo a terapia pero sus problemas estaban lejos de terminarse, debían esforzarse mucho en su relación si la querían hacer funcionar, había días en los que Hyoga ponía empeño, había días en los que no, su relación era un tira y afloja interminable y Shun ya estaba harto, cada vez más le costaba mantener la farsa en la que se había convertido su matrimonio, en especial cuando Han estaba con ellos

 

Un día de esos, Shun estaba caminando por la calle, hacía frío y tenía dos cafés en las manos, estaba por llegar a unas oficinas legales en el centro, en el elevador hizo malabares para quitarse los guantes que estaba puesto y el gorrito, luego caminó por un iluminado pasillo hasta que llegó a la oficina de Shaka, el abogado estaba hablando por teléfono pero sonrió cuando vio llegar a su amigo Shun que entró y puso las múltiples cosas que tenía en las manos, en el escritorio de Shaka

- Hey… que agradable sorpresa, qué te trae por aquí? – Shaka colgó el teléfono y sonrió al abrazar a Shun a manera de saludo

- Hola, como no me has llamado vine a verte yo, te traje un café – el peliverde le dio uno de los cafés al rubio que le dio un sorbito y sonrió al decir:

- Mmmm… cargado y con tres de azúcar, cómo es que recuerdas como tomo el café?

- Al contrario de las apariencias, yo me fijo en todo, no estás muy ocupado?

- Para ti, nunca… en qué te encuentras? – Shaka señaló uno de los sillones de la oficina en el que Shun se sentó y el abogado hizo lo propio en el sillón de junto

- Vine a ver cómo van los trámites de la adopción, ha habido alguna novedad?

- Shun… dioses… no sé cómo decirte esto, la verdad estaba por llamarte – el semblante de Shaka se ensombreció y Shun temió lo peor

- Qué pasó?, negaron nuestra solicitud?

- No… bueno, no exactamente – Shaka dio otro sorbo a su café y frunció el ceño

- Qué pasó?

- Al parecer, y por lo que me dijo mi amigo Milo, tu solicitud fue retirada hace dos semanas

- Retirada?, por qué no me lo dijiste?

- Porque a mí tampoco me lo notificaron, si me entero de esto es porque Milo me lo contó extraoficialmente, me dijo que no dijera nada porque le puede costar el puesto y muchas cosas más – Shaka suspiró cuando dijo esto, Shun no lo podía creer

- Pero cómo?, quién lo retiró?

- Hyoga… eso no me lo confirmaron, pero no hay otra posibilidad, él es uno de los peticionarios y esa es la única forma de que la solicitud pueda ser retirada sin que me lo notifiquen a mí que soy el abogado que lleva el caso, lo siento Shun, en verdad lo siento, sé lo mucho que querías un hijo – Shaka estiró la mano y tomó la mano de Shun que no pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla

- Hyoga???, pero estás seguro?

- Si Shun, lastimosamente no hay otra opción, si no fuiste tú, fue él – A Shaka si le costó decir esto, él podía ver dolor en los ojos de Shun y eso… no era justo

- Pero por qué?, esto lo hemos hablado desde hace mucho tiempo, a él le gustan los niños, da ternura verlo jugar con Han, no… no lo entiendo – Shun se puso de pie y empezó  a caminar por la oficina, Shaka lo imitó y lo sujetó suavemente de los hombros para mirarlo a los ojos y le dijo:

- Yo creo Shun, que en este punto del partido, debes empezar a buscar nuevas opciones

- Como cuál?, un vientre del alquiler?, me robo a un bebé del hospital?, qué puedo hacer Shaka?, para esto lastimosamente necesito el apoyo de Hyoga que  es evidente que no tengo, rayos… - Shun se puso muy molesto en menos de un minuto, tenía carácter explosivo pero su reacción no era para menos

- Ohh Shun, tranquilo, respira… eso es…  - Shaka lo tomó suavemente de los brazos y lo hizo respirar con él, calmarlo era la prioridad

- Por qué Hyoga tiene que ser tan imbécil?, por qué no puede pensar en mi un poquito?, solo un poquito, no pido mucho, él sabe que yo siempre he querido hijos, él sabe que es una de las cosas que más deseo, por qué se empeña en amargarme la vida y negármelo?

- Por eso te digo, es hora de buscar nuevas opciones

- Como cuál?, le hago una lobotomía a ver si se le quita lo estúpido? – Shun dijo esto muy serio, Shaka sonrió divertido ante la opción pero respondió:

- No es mala idea, pero yo estaba pensando algo un poco menos invasivo

- Como qué?

- Déjalo… cuánto tiempo has estado viviendo de esta manera?, cuántas veces has intentado salvar tu matrimonio?, cuántas veces has venido aquí dispuesto a presentar la demanda de divorcio?, cuántas veces hemos hablado de esto? – Shaka acarició la mejilla de Shun el que miró en esos profundos ojos azules y respiró, él se estaba desquitando con Shaka y eso no estaba bien, así que bajó su pose defensiva y dijo en un susurro:

- Discúlpame si te abrumo con mis problemas

- No no no, no me mal entiendas, a mí me gusta que me abrumes con tus cosas, me gusta que confíes en mí, me gusta poder ayudarte y de eso no me cansaría nunca, pero… lo que yo más quisiera es verte feliz, tu mereces serlo, entonces… por qué no acabas con la causa de tus males, deja a Hyoga y empieza un nuevo capítulo de tu vida

- Si eso fuera tan fácil…

- Si lo es… tú eres un hombre joven, muy atractivo, profesional, tienes un buen trabajo, tienes estudios, cualquier hombre se sentiría orgulloso de poder caminar contigo de la mano

- Shaka por favor… no juegues conmigo – dijo Shun con una pequeña sonrisa en el rostro

- No estoy jugando, es en serio lo que te digo, qué no te has visto en un espejo?, no te das cuenta el efecto que tienes en las personas?

- No Shaka, cómo voy a tener efecto en alguien si ni mi propio esposo me para bola

- Es que tu esposo es un estúpido, si te divorcias de él y te casas conmigo, te prometo que nunca te faltaría mi atención, te prometo que yo siempre te apoyaría y haría feliz los papeles de la adopción, me gustaría mucho formar una familia, y que mejor si lo puedo hacer contigo – Shaka tomó la mano de Shun y le dio un apretón, el peliverde ladeó la cabeza y sonrió con tristeza, esta no era la primera vez que Shaka le decía una cosa como esa

- Te casarías conmigo?, en serio?

- Bueno… si quieres que te diga la verdad no me importa, yo haría lo que tú quieras con tal de estar en tu vida, si no quieres volver a casarte lo entiendo, podemos vivir juntos sin necesidad de casarnos, podemos ser pareja y cada uno puede vivir en su propia casa si necesitas espacio, si quieres… yo puedo ser tu amante, no me importa, con tal de estar a tu lado yo… lo aceptaría todo, y tú lo sabes – Shaka tomó a Shun de la cintura y lo pego a su cuerpo, el peliverde sintió una corriente eléctrica que le recorrió entero, hacía mucho tiempo que Hyoga no lo miraba como Shaka lo estaba mirando ahora, era deseo lo que había en sus ojos, además de amor, Shun sabía que Shaka lo amaba, el problema era que Shaka  no le era indiferente, Shun pensaba que se podría enamorar fácilmente del rubio abogado pero… su matrimonio estaba de por medio

- Serías mi amante?, no no no, yo no creo en eso, eso no me gusta – Shun se soltó suavemente del abrazo de Shaka, como muchas veces lo había hecho pero… esa tarde el abogado no estaba para más juegos de insinuación, así que lo volvió a tomar en sus brazos y esta vez lo besó en los labios con pasión

 

Shun abrió mucho los ojos pero no pudo resistirse, Shaka lo sostenía con posesividad y ansia, su aroma era delicioso, sus labios se movían sobre los suyos de una forma muy sensual, Shun cerró los ojos y abrazó al rubio rodeando su cuello con los brazos, abrió la boca permitiendo que sus lenguas se encontraran, esto fue fantástico, su beso sabía a café pero más que eso era esta nueva sensación que los embargaba a ambos, Shaka estaba besando al hombre que había amado por varios años, y que al final le correspondía, en cambio Shun sentía como su sangre empezaba a hervir, ese sentimiento casi olvidado de mariposas en el estómago, ahora Shaka se lo hacía sentir nuevamente

 

Sus besos continuaron calentando el ambiente, ambos se dejaron llevar por el momento, cuando Shun reaccionó estaba recostado sobre su espalda en el sillón con Shaka acomodado sobre él, entre sus piernas, pero el rubio no le estaba recargando su peso por lo que Shun estaba extremadamente cómodo y calientito

- No… no Shaka no… - Shun empujó un poco al rubio para quitárselo de encima

- No me digas que no te gustaron mis besos… yo sé que si te gustaron – Shaka bajó deliberadamente su mano y acarició la entrepierna del menor sonriendo al encontrar su endurecido miembro, Shun se quería morir de la vergüenza

- No es eso… es que esto no está bien, lo siento… lo siento mucho – Shun se puso muy incómodo y se resbaló del sillón cayendo al suelo, se puso de pie, tomó su gorrito y sus guantes para salir corriendo de la oficina pero el rubio abogado lo tomó del brazo para hacer que lo mire a los ojos y le dijo:

- Tu sabes que yo te amo, eso nunca ha sido un secreto para nadie que tenga ojos, yo te estoy esperando Shun, te he estado esperando todo este tiempo, nunca entendí el por qué sigues casado con Hyoga, puedo entender que no te quieras rendir y por eso sigues tratando de salvar lo insalvable pero… no crees que ya has hecho demasiado?, fíjate en lo que tienes delante de ti Shun

- Delante de mí?

- Si… me tienes a mi Shun, me tienes a mí

- Para una buena cogida?

- Claro que si, si tú quieres te doy bien duro contra el muro pero no estoy hablando solo de eso, yo no solo quiero cogerte, tu no solo me gustas, yo te amo, por eso quiero todo contigo, solo piénsalo, toma en cuenta todo lo que yo te ofrezco y lo que te ofrece él, prométeme que lo harás

- Shaka yo…

- Solo prométeme que pensarás un poquito en mí, ok?

- Ok., debo irme

- Lo sé… - Shaka besó nuevamente a Shun en los labios, fue un beso corto pero demandante, el peliverde salió de la oficina y lucía preocupado, caminó por las frías calles de Tokio con una expresión de angustia única, pero… un par de cuadras más allá, una sonrisa se podía apreciar en sus labios, Shaka besaba como los dioses, mucho mejor de lo que él pudo haber pensado, mucho mejor de lo que Hyoga lo había besado estos últimos años, cuando ese pensamiento se cruzó por su cabeza su rostro se ensombreció, por qué Hyoga?, por qué no quería tener hijos?, demonios…

 

***

Shyru estaba caminando por una de las transitadas calles de Tokio, estaba entumido por estar toda la mañana en la galería, le dolía un poco la cabeza, usualmente le dolía la cabeza pero la medicación que tomaba no le estaba haciendo efecto ese día, por lo que decidió caminar un poco y tomarse un café en el carrito del parque cercano a la galería

 

El pelinegro se sentó en una de las bancas mientras  miraba a las personas pasar, era la hora del almuerzo por lo que el parque estuvo muy concurrido, y allí, como tantas veces lo había visto, vio entre la multitud a su Seiya, estaba usando jeans, una mullida chompa, guantes, un gorrito y una bufanda, Shyru lo vio pasar como siempre lo hacía, desde el accidente que tuvo años atrás había dejado la costumbre de seguir a Seiya, debía convencerse a sí mismo de que él ya no estaba allí, de que no era él al que veía, de que era solo una sombra y un fragmento de su imaginación, Shyru lo miraba con tristeza pero se paró de golpe cuando un hombre algo mayor que caminaba tras de él tomó la mano de su Seiya y lo jaló para besarlo

 

Shyru camino entre la gente, abriéndose paso de una manera nada amable hasta llegar a la pareja que se besaba suavemente en el parque, tomó a Seiya del brazo y lo jaló volteándolo con violencia, lo tomó de ambos brazos y lo zarandeó con fuerza al gritar a todo pulmón:

- Desgraciado… cómo te atreves a engañarme!!!!!, debería matarte por lo que me has hecho sufrir, debería matarte por tu ausencia, debería…

- Oye que te pasa?, suéltalo!!! – el hombre mayor, aquel que había llegado de la nada y había besado al muchacho castaño, trató de tomar a Shyru del brazo para que deje de zarandear a su amante

- Tu cállate infeliz, Seiya es mío!!!!, solo mío!!!!

- Seiya?, me estás confundiendo, suéltame!!! – el muchacho preso del agarre de Shyru forcejeaba con todas sus fuerzas para soltarse pero no lo estaba consiguiendo, solo lograba hacerse más daño

- Cómo pudiste dejarme?, cómo pudiste abandonarme así?, yo te amo… no lo entiendes?, te amo!!!

- No, suéltame, no!!!!! – el muchacho le dio un rodillazo en la entrepierna a su atacante, Shyru gimió del dolor y aflojó el agarre en su presa, el muchacho, al verse libre, tomó de la mano a su amante y juntos corrieron por el parque, aquel muchacho castaño de ojos cafés estaba asustado, la mirada desquiciada de aquel extraño le había llegado al alma y no quiso quedarse para cuando aquel hombre pudiera moverse

 

Shyru se quedó en el piso rodeado de gente que lo miraba con ojos de preocupación, se puso de pie lentamente cuando pudo hacerlo y su respiración era agitada, caminó un par de pasos y volvió a sentarse en la banca en la que había estado antes, hundió su rostro en las manos tratando de no escuchar los comentarios de la gente, tratando de poner su mente en blanco pero no pudo, una voz le habló directamente en su oreja y le dijo:

- Aquel no era yo, deberías notar las diferencias  amor mío, pero no te preocupes… yo siempre estoy a tu lado…

Shyru levantó la cabeza y vio a su lado a Seiya que estaba vestido completamente de negro y le sonreía, pero no era su usual sonrisa, no… esta era una sonrisa bastante diabólica, era una sonrisa que erizaba la piel y hacía que su corazón saltara un latido, esta no era la primera vez que lo veía de esa forma, además sus ojos estaban inyectados de sangre, rojos…

- Qué quieres de mí? – preguntó Shyru con tono bajo

- Lo quiero todo, así como yo te di todo, quiero tu vida, es bastante sencillo, no lo crees? – Seiya acarició los negros y largos cabellos de Shyru que sintió como una corriente eléctrica le recorrió entero, se puso de pie y caminó unos cuantos pasos hacia la plazoleta, el pelinegro se llevó las manos a la cabeza y estrujó sus cabellos, para luego cubrirse las orejas, Seiya seguía sentado en la silla y reía, pero su risa era horrible

- Déjame en paz – dijo Shyru mirando de reojo a la banca en donde Seiya se puso de pie y meneó la cabeza al decir:

- Lo siento amor mío, juntos hasta el final, mi final, tu final… el final…

- Cállate!!!!!, déjame en paz!!!!! – gritó Shyru a una banca vacía en la que él podía ver como la figura de Seiya se prendía fuego y se consumía en humo negro

 

Los transeúntes miraban estupefactos a aquel joven que salió corriendo sin ver a nada ni a nadie, corrió a todo lo que sus piernas le permitieron, corrió y corrió, pero nunca podría escapar de sus demonios…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Seiya volvió a la historia pero... no como lo hubiéramos pensado, y ahora... qué hará Shyru???, qué pasará con Hyoga y Shun???, y con Ikky???

No se pierdan los próximos capítulos, las piezas del rompecabezas ya van cayendo en su lugar

Muchas gracias por leer, saludos, bye 


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