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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, Shun y Shaka son amantes pero... no se aplica el sentido tradicional de la palabra a ellos, espero que les guste lo que viene

No pierdan de vista a Shyru, solo eso puedo decir

Capítulo 23.- Amantes…

 

Shaka y Shun estaban besándose en el sillón, Shaka estaba todo sorprendido porque nunca pensó que Shun fuera tan directo y hasta agresivo en sus avances pero… ese ojo morado en verdad le quitaba concentración, no era secreto para nadie que tuviera ojos, que Shaka deseaba a Shun pero… esta no era la forma en la que el rubio quería que su relación empezara, de cualquier manera sus besos siguieron hasta que Shun empezó a zafar sus ropas, ahí fue que Shaka lo detuvo

- Espera… espera Shun…

- Qué pasa?, no quieres?

- No es eso pero… solo espera un poco y ven conmigo un ratito, si? – Shaka se levantó del sillón y tendió la mano a su invitado que la tomó y se dejó llevar, cuando entraron a la cocina y el rubio encendió la luz, el peliverde sonrió y dijo:

- Mmmmm… quieres hacerlo aquí? – Shun se arrimó en el mesón y ladeó la cabeza, se veía en verdad muy provocativo, su tono no dejaba eso en duda

- No… siéntate aquí – Shaka levantó a Shun de la cintura y lo sentó en el mesón, el peliverde sonrió porque le parecía un juego algo divertido, claro que pensó eso hasta que Shaka abrió su nevera y sacó una funda de arvejas congeladas, las envolvió en un mantel limpio y se acercó a él, Shun se hizo hacia atrás, le dolía el rostro y no quería que nada toque su ojo

- No…

- Vamos no seas infantil, si no te pones esto se te va a hinchar el ojo más de lo que ya está, compláceme si?, yo solo quiero verte bien

- No que ibas a ser mi amante?

- Bueno… si lo miras bien, la palabra amante se deriva del verbo amar, así que déjate amar y permíteme cuidarte, yo te dije que no solo quiero sexo contigo, quiero amarte y una parte de ello es velar por ti y cuidarte, así como me gustaría que me cuides tu a mí, suena justo? – Shaka logró poner la congelada funda de arvejas en el rostro de Shun que hizo una mueca pero se dejó hacer, luego él mismo la sostuvo, el rubio sonrió y le acarició la otra mejilla

- Ok., ok., mi ojo hizo que se te fuera el libido?

- No… te haría el amor ahora mismo pero prefiero esperar un poco – Shaka sonrió cuando dijo esto, Shun seguía sentado en el mesón de la cocina y Shaka estaba preparando un par de tragos

- Para qué?, estamos solos, yo quiero hacerlo… - Shun llevó su mano libre y se acarició el pecho, se zafó un botón de su camina y le sonrió a Shaka que sonrió también, se acercó a él, lo besó suavemente en los labios y le cerró el botón que se había zafado al decir:

- Si… pero también estás molesto y me niego a ser tu punching bag, prefiero que hagamos el amor cuando en verdad quieras hacerlo conmigo, no solo para sacarte la bronca que tienes por lo que sea que el imbécil de tu esposo haya hecho esta vez – el tono de Shaka era bastante sereno, no estaba molesto ni nada de eso, pero sus palabras fueron por demás acertadas, Shun se empezó a sentir culpable, él estaba utilizándolo y eso no era justo

- Shaka… no fue mi intención ofenderte, yo… soy un tonto, debería irme… - Shun dejó las arvejas en el mesón e iba a saltar del mesón pero Shaka se paró delante de él, entre sus piernas, y lo sostuvo de la cintura para impedirlo, el rubio le acarició la mejilla y besó sus labios, tomó las arvejas y las volvió a poner en su ojo al decir:

- No me estás ofendiendo, yo no estoy enojado ni mucho menos, solo quiero que cuando lo hagamos sea por las razones correctas, eso es todo, no quiero que mañana te arrepientas y me alejes de tu vida, y mucho menos quiero que te vayas, quiero que te quedes aquí conmigo, en donde estás seguro y yo puedo cuidar de ti, qué dices?, me dejas ser tu amante?, pero de a de veras?

- Tu concepto de amantes es muy diferente del públicamente difundido – dijo Shun acariciando la mejilla del rubio que sonrió y besó su mano

- Mis conceptos son originales, tienes hambre?, comiste algo hoy?  - Shaka besó a Shun en los labios otra vez cuando preguntó esto, Shun meneó la cabeza, él llevó la cena a casa pero no había comido y en este punto se dio cuenta que tenía hambre

- Si tienes un poco de leche te lo agradecería

- Leche?, eres un gato?, no no no… te voy a hacer un spaguetti que te vas a chupar los dedos, por qué no vas a la habitación, te das un baño, te pones una de mis pijamas y hasta eso yo cocino, te relajas un poquito y comemos después, qué tal?

- Tu no habías cenado?

- Comí papitas hace un rato pero eso no constituye una cena propiamente dicha, ven… déjame te enseño dónde está todo – Shaka tomó a Shun de la cintura y lo puso suavemente en el suelo, lo tomó de la mano y lo llevó por su departamento, Shun miró todo con ojos curiosos, a Shaka le había ido bien en el vida, su departamento era muy hermoso, su decoración era sobria pero acogedora, en la habitación tenía una cama de dos plazas, un televisor de 60 pulgadas y un sillón reclinable en donde estaba abierta una funda de papitas, el rubio le había dicho la verdad sobre eso, pero pensándolo bien… le había dicho siempre la verdad acerca de todo, rayos…

 

El baño era bastante amplio y tenía una ducha y una bañera, el rubio abrió las llaves de la bañera y mientras el agua se llenaba, le trajo de la habitación una pijama a Shun, luego sacó varias botellitas y fue vertiendo su contenido en la bañera, eran sales de baño que tenían un aroma delicioso

- Tómate tu tiempo, no olvides poner esto en tu ojo, relájate y ven a la cocina cuando estés listo, ok?

- Gracias Shaka, gracias

- No tienes que agradecérmelo, nos vemos al ratito – el rubio besó a su invitado y salió del baño, Shun suspiró y se empezó a sacar la ropa, un baño… un baño si era lo que le hacía falta en estos momentos

 

Shaka fue a la cocina con una sonrisa en los labios, esta era la oportunidad que había esperado por muchos años, y no la desperdiciaría, conquistaría a Shun, lo valoraría como el imbécil que tiene por esposo nunca supo hacerlo, así que se puso manos a la obra con la cena

 

Le tomó a Shun media hora darse un baño y salir puesto la pijama que Shaka le había dejado para él, al llegar a la cocina, un delicioso aroma lo inundaba todo, la mesa estaba puesta, una botella de vino estaba en una hielera, dos copas, dos vasos, dos platos, Shaka se había esmerado aparentemente, el rubio estaba sirviendo la pasta en un pocillo, y al ver a Shun en la puerta de entrada sonrió

- Genial, justo a tiempo

- Huele delicioso

- Receta secreta que me enseñó mi mamá, espero que te guste, llevarías el pan por favor? – Shaka señaló la panera que estaba en el mesón, Shun la tomó y la llevó al comedor, se sentaron a cenar y eso fue muy nuevo para Shun, hacía mucho tiempo que no tenía una velada como esta, Shaka era muy divertido y ambos rieron mucho juntos, se conocían años entonces la conversación era fluida, por un momento Shun olvidó todo lo que había pasado esa noche porque el nombre de su esposo no salió en la conversación

 

Luego de comer, cuando recogieron los platos, se sentaron en la sala con su botella de vino y charlaron mucho tiempo más, las horas volaron para ellos, por lo que cuando Shun vio el reloj no lo podía creer, eran casi las tres de la mañana

- Cielos… no pensé que fuera tan tarde – dijo el peliverde apurando su copa de vino

- El tiempo vuela cuando estoy contigo, ven… vamos a dormir – Shaka se levantó y se estiró, tendió la mano a Shun que la tomó y preguntó con una sonrisa:

- Vamos a dormir juntos?

- Claro que vamos a dormir juntos, me niego a dormir en el cuarto de invitados y tú tampoco deberías estar solo, así que vamos a dormir juntos

- Es eso apropiado?

- Shun… cuando legaste por poco me violas, y ahora tienes reservas porque yo quiero dormir a tu lado?, en serio? – el tono de Shaka era por demás fresco, Shun abrió la boca todo ofendido pero no pudo hacer nada más porque Shaka lo giró y lo besó en los labios, y así entre besos entraron a la habitación, entre besos cayeron en la cama y entre besos se acomodaron para dormir

 

Esa noche no tuvieron sexo, tuvieron intimidad, eso fue algo que Shun había perdido hacía mucho tiempo, Shaka tuvo razón, el ser amantes no significaba tener sexo solamente, lo que ellos habían compartido esa noche había sido mil veces más especial, Shaka le dio a Shun lo que él no quería, pero necesitaba, y le negó lo que quería pero no le hacía falta, Shun durmió en los brazos del rubio abogado que sonreía al sentir el cálido cuerpo de Shun a su lado, por muchas noches Shaka había deseado tenerlo en su cama, esta noche al fin lo había conseguido, y ahora que lo tenía no lo dejaría ir

 

***

Shyru estaba fumándose un cigarrillo, la noche era fría pero eso ya no sería un problema… pronto entraría en calor, hacía viento en la calle y el pelinegro estaba apoyado en un poste de luz, en el mismo poste de luz que había sido su compañía las últimas dos semanas, es que no podía dejar de verlo, se parecía tanto a él, su tono de piel, sus ojos… sus ojos eran lo que le habían hipnotizado, esos hermosos ojos cafés, su mirada… lo tenía que tener, lo tenía que poseer…

 

Shyru afinó la mirada cuando vio que alguien había doblado la esquina, su delgada figura… su modo de caminar… esa forma que tenía de mover la cabeza al ritmo de la música que seguramente escuchaba… todo lo de ese muchacho le parecía invitante, le parecía atrayente, desde esa noche que lo había seguido cuando salió de aquel bar, no había podido dejar de pensar en él, muchas veces lo había visto caminar por la calle, muchas veces lo había visto llegar y entrar a su casa, por la ventana lo había visto desnudarse para acostarse, lo había visto trotar en las mañanas, en fin… lo había visto… ahora tenía que sentirlo… era ahora o nunca…

 

Shyru vio como el muchacho castaño se detuvo frente a la puerta de su casa, sacó sus llaves, se le cayeron, se agachó a recogerlas y luego abrió finalmente su puerta, el pelinegro estaba esperando eso, cruzó la calle corriendo y tomó al muchacho de la cintura y con la otra mano le tapó la boca para que no grite

 

El castaño se contorsionaba con violencia tratando de librarse de su atacante pero no podía, Shyru era mucho más grande que él.  El pelinegro lanzó al joven castaño contra la pared, lo tomó de los cabellos y estrelló su cara contra el muro una vez más, su objetivo de atontarlo fue cumplido, porque el muchacho quedó tendido en el suelo, se movía lentamente tratando de llevar su mano al rostro pero Shyru lo impidió al sentarse en sus caderas luego de voltearlo dejándolo boca abajo en el piso

- Seiya… no quería hacer esto pero… no me dejaste otra opción, traté de hablarte en el metro el otro día pero me ignoraste, eso no se hace amor mío, eso no se hace

- No… no… por favor… no…

 

De su bolsillo sacó un rollo de cinta adhesiva y ató las manos del joven en su espalda, lo volteó una vez más y le acarició la mejilla, se agachó acercándose a su cuello y oliéndolo profundamente, no… esto no estaba bien, el perfume no era el mismo, no… Shyru frunció el ceño y de un tirón abrió la camisa del chico que movía lentamente la cabeza, aún estaba viendo estrellas por el golpe por lo que mansamente se dejaba hacer

- Suélteme por favor… llévese lo que quiera pero déjeme ir

- No no no Seiya, yo no quiero nada de ti, te quiero a ti – Shyru se agachó y besó los labios al joven castaño que giró el rostro cerrando los ojos, no quería dejarse besar pero Shyru tomó su mentón con la mano y le volteó el rostro a la fuerza para besarlo de todas maneras, el castaño pataleaba y trataba de moverse pero Shyru lo tenía preso por el peso de su cuerpo

- No… yo no soy gay… por favor… no me haga daño… por favor – el muchacho castaño empezó a angustiarse cuando sintió como su agresor le abría la camisa y le acariciaba el pecho

- No quiero hacerte daño Seiya, quiero hacerte el amor, quiero sentirte en mis brazos otra vez…

- No… mi nombre no es Seiya, por favor… suéltame… suéltame….

- Te va a gustar, siempre te gustó hacer el amor conmigo, solías decirme que yo era el mejor, lo recuerdas Seiya? – Shyru abrió el botón del pantalón del muchacho que me movía cada vez más frenéticamente, no quería dejarse desnudar pero no lo estaba consiguiendo, Shyru lo estaba acariciando por todas partes y lo miraba con ojos de deseo

- Eso no es mi nombre… no soy yo… no soy yo…

- Si yo digo que te llamas Seiya, es porque te llamas Seiya, entiendes? – Shyru tomó al castaño de los cabellos y volvió a estrellar su cabeza como el piso, el muchacho gimió y se quejó, volvió a ver estrellas y se sintió mareado

- Yo me llamo Tenma… Tenma… - dijo el muchacho pero Shyru abrió los ojos con indignación y lo cacheteó con fuerza, lo tomó de los hombros y lo zarandeó en el suelo, haciendo que su cabeza se golpee nuevamente mientras le gritaba:

- No, tú te llamas Seiya, entiendes???, te llamas SEIYA!!!!

- Por favor… por favor… no…

 

Shyru lo cacheteó una vez más y luego le zafó la ropa con violencia, tiró de sus pantalones y se los sacó, estaban en la sala, el pelinegro no se tomó la molestia de llevar a su víctima a ningún lugar un poco más cómodo, no lo subió al sillón, no lo llevó a la habitación, no hizo nada de eso, lo iba a hacer suyo en el piso de la sala, eso es lo que iba a hacer, el muchacho tenía lágrimas en sus ojos y no pudo evitar que un gemido de dolor escapara de sus labios cuando sin consideración alguna, su atacante lo volteó, le levantó de las caderas, le abrió las piernas haciendo que se apoye en sus rodillas  y lo penetró

 

El castaño gritó de dolor, Shyru cerró los ojos y sonrió en éxtasis cuando se sintió dentro de esa estrecha y virgen cavidad, los tejidos del muchacho se desgarraron para darle cabida a su miembro, esto era extremadamente doloroso para el uno y muy placentero para el otro, el castaño tenía el rostro pegado al suelo, sus manos estaba atadas dolorosamente en la base de su espalda, Shyru lo tenía aplastado contra el piso con la una mano y con la otra lo sostenía de las caderas, el castaño gritó nuevamente cuando el pelinegro empezó a moverse en su interior, Shyru se sentía en la gloria y siguió moviéndose mientras gemía y suspiraba

 

El pelinegro tenía los ojos cerrados y podía escuchar los gemidos de satisfacción de Seiya, los podía escuchar tan vívidamente, tantas veces los había escuchado antes que el llamarlos a su memoria no era difícil, el cálido y delgado cuerpo que estaba debajo suyo era perfecto, delicado, suave… como Seiya lo fue, como lo era ahora…

- Si… Seiya… Seiya… así… mmmm…

Shyru continuaba con su vaivén y estaba cerca de venirse, la estancia se llenó de jadeos y gemidos de dolor y placer, un sinnúmero de imágenes se agolpaban en la mente de Shyru, pero la más predominante eran los ojos cafés de su perdición, eran esos ojos cafés que lo habían enamorado, esos ojos cafés que nunca lo dejaban, esos ojos cafés que siempre lo miraban, esos ojos cafés que lo hechizaban…

 

Shyru se vino con un hondo gemido de satisfacción, le cargó el peso completo de su cuerpo al castaño y ambos cayeron pesadamente al suelo, Shyru estaba completamente sobre el joven que en ese punto sollozaba y se quejaba

- No creo que hayas tenido cuidado con él amor – Shyru abrió los ojos cuando escuchó aquella conocida voz que lo enloquecía, esa voz que lo hacía hacer todas las cosas erradas, esa voz que le retumbaba en la cabeza, esa voz…

- Déjame en paz – dijo Shyru poniéndose de pie torpemente, tenía toda la ropa desarreglada, Seiya estaba allí, de pie en medio de la habitación

- Eso no depende de mi, depende de ti, eres tú el que me ve, me escucha, habla conmigo…, yo no tengo nada que ver con eso, ohhhhh… mira este desastre – Seiya se acunclilló para ver mejor al joven castaño que estaba con la mirada vacía y una mueca de dolor en el rostro, sus mejillas estaban bañadas de lágrimas, daba mucha pena el verlo

- Déjame en paz… ya no quiero esto… ya no quiero esto… - Shyru vio al muchacho que estaba en el suelo en medio de un charco de sangre que iba creciendo lentamente, su piel tenía marcas que se convertirían en morados, su cabeza sangraba por los golpes, lo había lastimado… y eso no era lo que quería, él quería hacerle el amor, nada más…

- Te voy a dar crédito, a diferencia de los otros, este muchacho se parece mucho a mí, me gustan sus ojos, es lo que te llamó la atención de él, verdad? – Seiya se puso de pie y caminó por sobre el maltrecho cuerpo que estaba en el piso, llegó a Shyru y le acarició la mejilla

- No… no me toques

- Por qué no?, a ti siempre te gustaron mis caricias – Seiya sonrió y trató de acariciarlo nuevamente, Shyru se hizo a un lado y repitió como si de una oración se tratara:

- Tú no eres real, tú no eres real…

- Eso importa acaso?

 

Seiya caminó un poco por la sala y se volteó con una horrible sonrisa en sus labios, alzó las manos hacia el techo y como si hubiera estado bañado en gasolina, se prendió fuego que lo redujo a cenizas en segundos, Shyru gritó y se pegó a la pared, pero cuando abrió los ojos no vio nada, solo el joven castaño que estaba en el suelo y no se estaba moviendo, Shyru se llevó las manos a la cabeza y sin más salió de aquella casa, corrió por la calle, corrió tratando de huir de lo que él supo había hecho pero no podía escapar, Seiya corría a su lado…

 

***

En un departamento del centro de la ciudad, un joven de cortos cabellos negros estaba durmiendo tranquilamente en los brazos de su amante, en medio de la noche, de un salto despertó asustado para ver a una pequeña figura que estaba de pie junto a él, de pie y mirándolo

- Qué pasa Han?, no puedes dormir? – el muchacho acarició la mejilla de su pequeño alumno que lucía algo asustado

- Hay truenos y rayos, me despertaron – dijo el pequeño abrazándose con más fuerza a su perro de peluche

- Quieres dormir aquí?

- Si… puedo maestro Jabú?

- Claro que sí, ven acá – el maestro abrió las cobijas y ayudó a Han a subirse en la cama, le hizo un espacio entre Ikky y él y lo acomodó en medio de los dos, el pequeño abrazó a su papá y su maestro lo abrazó a él, Ikky solo se movió en la cama sin despertarse abrazándolos a los dos, era una suerte que el abogado tuviera una cama de dos plazas y media

 

El pelinegro besó la cabecita de Han y cerró los ojos pero no pudo volver a conciliar el sueño, desde hacía algunas semanas tenía un nudo en la garganta, no lo podía explicar y no entendía las razones, era como si algo viniera, era como si algo lo estuviera esperando, alguien lo estaba pensando tal vez?

 

El maestro no pudo volver a dormir, así que se levantó y fue a la cocina, se hizo un café y se quedó en la sala del departamento, mirando las luces de la ciudad, al joven de cabellos negros, su actual felicidad le ponía algo aprehensivo, él sabía que estaba mal pero… no podía evitar sentirse así, en el pasado, cada vez que estaba feliz algo pasaba para arruinarle sus planes y hacer su vida miserable, ahora tal vez no sería la excepción, por primera vez en su vida tenía todo lo que siempre había querido y eso lo asustaba, le asustaba el perderlo, le asustaba el volver a sentirse solo y la vida vacía que había llevado los últimos años, Ikky y Han habían llegado a su vida como un regalo precioso, y ahora se le comprimía el alma de solo pensar que los podía perder y allí se quedó hasta que Ikky vino a buscarlo, lo abrazó por la espalda y lo llevó de vuelta a la cama

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer, no se pueden perder el capítulo del viernes, nuestros detectives favoritos vuelven a la historia, y muchas cosas mas pasarán

Nos vemos pronto, saludos, bye 


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