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VIDAS CRUZADAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo final de la historia, les quiero agradecer mucho el haberla seguido, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 33.- Flores…

 

Era tarde en la noche y tenía frío, siempre tenía frío, ese lugar era lúgubre y oscuro, ahora vivía sumido en la oscuridad que no se comparaba con las tinieblas de su alma, Shyru estaba apoyado en la acolchada pared de su habitación, esa tarde había tenido un problema en la sala de arte, se había puesto violento con otro de los pacientes que vivían en aquel sanatorio, y ahora el pelinegro estaba usando una camisa de fuerza y había sido confinado a una de las habitaciones del sótano

 

Shyru ya se había cansado de gritar, había gritado hasta el punto en el que sintió que su garganta se desgarraba, odiaba la sala acolchada y la soledad, la desesperación lo envolvía pero… nadie vendría a sacarlo, nadie nunca venía, él estaba solo, completamente solo en ese infierno, por eso cuando escuchó aquella voz cerró los ojos y empezó a golpear su cabeza contra el acolchado muro, la voz dijo:

- Shhhh… amor mío, no quiero que te angusties, no quiero que sufras porque estás equivocado, no estás solo, nunca estarás solo, yo siempre estaré contigo a tu lado, para siempre contigo

- No, déjame… tú no eres real… tú no eres real…

- Claro que soy real, abre los ojos Shyru, mírame… mírame mi amor… - la respiración de Shyru era agitada en esos momentos, volteó el rostro cuando sintió una suave caricia en su mejilla, abrió los ojos luego de algunos momentos de temor finalmente sonrió al ver de cerca el rostro de su amado, Seiya estaba a su lado y le sonreía, sus cabellos castaños lucían brillantes, sus ojos cafés lo miraban con ternura y sus cálidas manos lo acariciaban suavemente

- Seiya… eres tú… eres tú… - Shyru apoyó su frente en el pecho del castaño que le acarició los cabellos y la espalda

- Claro que soy yo, a quién más esperabas?

- Seiya… no quise hacerlo, no fue mi intención lastimarte, lo sabes verdad? – Shyru levantó la cabeza y con ojos suplicantes miró al amor de su vida que le sonrió con ternura y le dijo:

- Lo sé… me lo has dicho muchas veces, muchas… muchas veces…

- Es que te amo Seiya, te amo con toda el alma… y… no pude soportar la idea de perderte…

- También me lo has dicho

- No toleré verte con él… tu no eras para él, tú eres para mí…

- Lo sé… pero yo lo amo a él, te lo dije, verdad? – Seiya se puso de pie y dejó ver la esquina de la habitación en donde Shyru se horrorizó al ver el cuerpo de Ikky, el peliazul estaba en un charco de sangre claramente muerto, sus ojos vacíos, su mirada inexpresiva, su quietud… más que nada su quietud, fue lo que el pelinegro más temía

- No… no… Seiya… - Shyru derramó un par de lágrimas cuando vio a su castaño que estaba ahora de pie en medio de la pequeña habitación, sus ropas eran blancas, inmaculadamente blancas, pero poco a poco comenzaron a teñirse de sangre, Seiya levantó sus manos a la altura de su rostro y las miró con detenimiento, luego se giró para mirar a Shyru y se estremeció al ver las muñecas de Seiya que sangraban y estaban heridas, luego vio su rostro cuando una lágrima de sangre bajó por sus mejillas

- Esto era para lo que me querías?, en esto querías convertirme?, esto te hace feliz? – Seiya lucía extremadamente triste

- No Seiya… yo nunca quise hacerlo, yo nunca quise… no… - Shyru lloraba también, lloraba con desesperación y se golpeaba contra la pared acolchada de la habitación, Seiya se rasgó la ropa y se la quitó dejando ver su cuerpo desnudo que sangraba de sus múltiples heridas, Seiya gritó y levantó las manos, del techo, como si fueran serpientes, varias cuerdas bajaron y lo sujetaron de las manos, Seiya quedó colgado del techo, al inicio forcejeaba y gritaba pero luego ya no… luego ya no…

 

El castaño dejó de moverse y un charco de sangre se formaba debajo de él, su cuerpo se mecía suavemente delante de Shyru, que gritaba y gritaba y gritaba con desesperación porque el cuerpo de Seiya se mecía y se mecía, estaba claramente muerto pero abrió sus ojos, su mirada se tornó fría y su horrible risa llenó la estancia…

 

Shyru no podía hacer nada salvo gritar, su demonio personal disfrutaba en atormentarlo, ahora sus gritos eran y siempre serían su única compañía… hoy y hasta sus últimos días… 

 

***

15 de Agosto… esta siempre era una fecha dura para Shun, era el cumpleaños de su hermano mayor y en este par de años, su ausencia era más profunda que antes, el peliverde estaba acabándose de vestir cuando Han entró corriendo a su habitación

- Tío Shun… estamos atrasados, tenemos que ir a comprar las flores para mi papi – Han tenía ahora siete años, estaba en sus vacaciones de verano y en estos dos años había cambiado mucho su vida

- Lo sé, dónde está tu tío Shaka?

- Está haciendo el desayuno

- Hizo café?

- No, dijo que el médico te había dicho que no tomes cosas con cafeína así que hizo agua aromática de no sé qué planta para ti, pero a mí me dio leche con chocolate – el pequeño sonrió y Shun le acarició la mejilla, lo jaló y lo abrazó para besar su cabeza

- Tu tío Shaka está buscando que lo mande a dormir en el sillón – Shun se puso el otro zapato y se puso de pie, tomó la mano de Han y juntos fueron al comedor

- Eso sería chévere, cada que lo mandas al sillón jugamos video juegos – dijo Han con una sonrisa, él quería mucho a Shaka y a Shun, ellos hacían su vida tranquila, lo llenaban de cariño y compañía, se habían constituido en una familia, Han recordaba mucho a su papá, tenía una foto suya en su velador y le rezaba todas las noches, nada supliría su ausencia pero… Shun y Shaka eran muy buenos con él, lo querían y lo cuidaban como si fuera su propio hijo

- Ok., lo mando a él al sillón pero tú duermes conmigo – dijo Shun jalándole suavemente la oreja a su sobrino que sonrió y corrió a la cocina al decir:

- Aish… no se vale tío Shun

- No retes a Han, que yo hago té para ti porque te quiero, además yo también lo estoy tomando – dijo Shaka pasándole un jarro a Shun que lo tomó y besó suavemente en los labios a su rubio esposo

- También vas a dejar de tomar café?

- Por ti… lo dejaría todo, quiero que estés tranquilo y que vuelvas a dormir la noche entera, no me gustan tus ojeras – Shaka acarició la mejilla de Shun que le sonrió y se bebió su té sin protestar, había estado estresado últimamente y estas fechas lo deprimían, como resultado no podía dormir pero Shaka lo cuidaba siempre, se preocupaba por él, lo amaba… era bastante simple, Shaka lo amaba y Shun lo amaba también, al fin había encontrado lo que siempre quiso junto a este rubio abogado que se ganó su corazón

- Mis ojeras están de moda – dijo Shun sentándose en la mesa del comedor y tomando una tostada

- De moda?, en serio?, ay Shun… come tu tostada – dijo Shaka con una divertida sonrisa

 

Los tres salieron de casa una media hora más tarde, fueron al centro en el metro y caminaron por el mercado artesanal, Han estaba escogiendo las flores que le llevarían a su papá y en eso estuvieron entretenidos por casi una hora, Shun estaba mirando rosas blancas cuando se chocó, literalmente con un hombre alto de cabellos azules y expresión austera

- Detective Pietro… que sorpresa – dijo Shun reconociendo inmediatamente al detective que había estado encargado de la muerte de su hermano, en estos dos años se habían visto varias veces, Shun fue uno de los testigos en el juicio que se armó contra Shyru, y los detectives fueron pieza fundamental en la parte acusatoria, ellos habían desarrollado una amistad algo extraña, aunque este último año no se habían visto mucho

- Sr. Takamura, es un gusto verlo, cómo ha estado? – DM sonrió ligeramente al estrechar la mano de Shun que sonrió un poquito y ladeó la cabeza al ver llegar a un niño de mas o menos once años, muy parecido a su padre, porque no había duda, aquel muchachito debía ser hijo del detective en especial porque Pietro jaló el cable del audífono sacándoselo de la oreja y señalando a Shun para que su hijo lo salude

- Bien bien… sin mayores novedades, de compras? – Shun estrechó la mano del muchachito que ignorando a su padre se volvió a poner el audífono en la oreja pero se quedó de pie a su lado mirando por el pasillo, aparentemente estaba buscando a alguien

- En contra de mi voluntad si, mi esposo insiste en venir a comprar aquí, yo prefiero el Centro Comercial pero… también me gusta cenar otras cosas más que comida congelada – el detective se encogió de hombros y Shun sonrió, esta respuesta no se lo esperó nunca

- Wow… quién lo diría?

- Shun… por todos los dioses, cómo estás? – Shun se vio abrazado por alguien a quien no conocía, o por lo menos creyó no conocer, cuando el extraño lo soltó Shun hizo memoria y soniró al responder:

- Jabú… cuanto tiempo sin verte – Shun se sorprendió de encontrarse a uno de los antiguos amigos de su ex esposo, pero mas se sorprendió al ver que aquel castaño tomaba la mano del detective y se quedaba parado a su lado luego de poner una bufanda en el cuello del adolescente que no dijo nada, solo se dejó hacer sin sacarse los audífonos de las orejas

- Pues si, pero te veo muy bien, cómo está el pequeño Han?, está por aquí?

- Si… está con Shaka, yo creo que por allá – Shun señaló el pasillo y sonrió porque vio a Shaka con Han al final, estaban viendo unos gorritos porque Shaka tenía uno puesto y Han se reía al verlo

- Bueno… debemos apurarnos si queremos llegar con tiempo a la tienda de discos, ha sido un gusto verlo – el detective estrechó la mano de Shun y Jabú lo volvió a abrazar, Shun se despidió de ellos y suspiró, la vida en realidad era extraña, y el mundo era un  pañuelo, Jabú era el esposo del detective?, en serio?, bueno… hacían bonita pareja

 

Shun miró a su esposo y a Han e iba a acercarse a ellos pero lo pensó mejor, prefirió desviarse un poco para mirar unos relojes en un puesto de antiguedades, su aniversario con Shaka se acercaba y quería comprarle uno, quería grabarle algo en el reloj o algo así, él no era muy bueno con los detalles pero si quería tener uno con su esposo, Shaka era muy bueno con él, y en esos pensamientos estaba cuando un vagabundo se chocó con él, Shun casi se cae pero pudo recuperar el equilibro al último segundo, el vagabundo ni siquiera lo vio, Shun tenía la impresión de que aquel pobre ser ni siquiera se dio cuenta de que se chocó con alguien, porque más adelante se volvió a chocar con otra persona pero no se inmutó, simplemente siguió su camino hasta que llegó a la esquina, se arrimó a la pared y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo

 

Shun meneó la cabeza y se dedicó a ver los relojes otra vez pero… había algo… había algo en ese vagabundo que le resultó familiar, el peliverde se encogió de hombros y siguió caminando, Shaka iba con Han de la mano, ellos estaban viendo ahora las cosas electrónicas en una de las estanterías, Shun no estaba de acuerdo en comprar nada de eso en el mercado artesanal pero en cambio a Shaka le encantaba ir allí, sabía decir que eso lo ponía en contacto con su niño interno.  Al rubio le gustaban unos dulces que solo allí vendían, por eso siempre iban al mercado artesanal

 

Shun caminó por los pasillos y se fue acercando poco a poco donde el vagabundo estaba, tenía un botecito de plástico en el que tenía algunas monedas, estaba pidiendo caridad aunque no realmente estaba haciendo nada o diciendo nada, solo puso el botecido en la acera y se arrimó a la pared cerrando los ojos, Shun se acercó y cuando miró con detenimiento el rostro del vagabundo, casi le da un infarto

 

Ahí sentado en la calle estaba Hyoga, sus cabellos estaban más largos de lo que estuvieron la última vez que se habían visto, sus ropas sucias y rotas le quedaban grandes, sus zapatos estaba rotos también, y todo él estaba sucio y olía mal, Shun lo miró y se le encogió el corazón, la última vez que lo había visto fue en la finalización de su divorcio, eso había sido hacía más de un año y medio, ahí lo había visto delgado y ojeroso pero… lo de ahora no se le comparaba siquiera, qué diablos le había pasado?

- Hyoga?, Hyoga?, puedes oírme?

Shun no tuvo respuesta, Hyoga tenía la mirada perdida y al parecer no escuchaba ni entendía nada, simplemente se quedó sentado allí, perdido en sus propios pensamientos, Shun no sabía qué hacer, y no se movió por algunos minutos en los que trató de hacer reaccionar a Hyoga sin tener éxito, hasta que escuchó que Han lo llamaba desde lejos

 

El peliverde caminó de vuelta a su esposo y a su sobrino, al llegar a ellos se volteó por última vez y vio a Hyoga que se acomodaba en el suelo y se recostaba como si fuera a dormir, cielos… cómo demonios llegó a ese estado???.  Shaka miró al vagabundo y miró a Shun que solo meneó la cabeza y tomó la mano de Han para caminar calle abajo, Han recordaba con mucho cariño a Hyoga, ya no preguntaba por él pero si lo recordaba, Shun tenía la impresión de que Han miraba y miraba fotografías viejas porque no quería olvidar a su papá, y Shun era muy complaciente con eso, le contaba muchas historias de cuando Ikky y él eran pequeños, de cómo era su papá cuando eran adolescentes, esas eran las historias favoritas de Han, era una manera de mantener vivo en recuerdo de su padre,  y algunas de esas historias involucraban a Hyoga, el verlo como lo vio ese día, fue muy denso, muy muy denso…

 

De cualquier manera, Shaka, Shun y Han llegaron al Parque de los Recuerdos, Ikky no estaba enterrado en el Cementerio Municipal, sus cenizas estaban en uno de los mausoleos privados de Tokio, Ikky había comprado sus espacios con mucha anticipación, es que así era él, siempre precavido, siempre práctico… Shun lo extrañaba horrores todos los días y en especial en las festividades familiares y en su cumpleaños, a Ikky no le gustaba celebrarlo pero Shun siempre se lo celebraba, Ikky lo retaba pero al menor no le importaba, eran cosas de ellos, cosas de hermanos que ahora hacía que se le encogiera el alma al ver su nombre en una lápida fría de mármol

 

Han sacó las flores secas que estaban en el florero junto a la lápida, acomodó las flores frescas y tomó el pomo de agua que Shaka le pasó para dejar las flores en agua, luego el pequeño de cabellos azules caminó hasta Shun y tomó su mano, la sonrisa en el rostro de Han se había borrado, él era un niño bastante sociable y sonriente pero… las visitas al cementerio lo ponían triste, Shun acarició a cabecita de su sobrino y se arrodilló en el césped para abrazarlo mejor

- Feliz cumpleaños Ikky, te extrañamos – dijo Shun mirando la tumba de su hermano, Han se soltó de los brazos de su tío y se agachó para acariciar la lápida y dijo:

- Quisiera que estuvieras con nosotros papi, en verdad te extrañamos

- Han se sacó diez en matemáticas, se ha esforzado mucho, debes estar orgulloso de él – dijo Shaka desde un poco más atrás y Shun se volteó para dedicarle una sincera sonrisa

- También me saqué diez en Ciencias Naturales, cuando sea grande quiero ser médico papi, eso te gustaría verdad?

- Claro que le gustaría… - dijo Shun y besó la cabeza de su sobrino para luego abrazarlo en silencio, a veces sobraban las palabras

 

Shaka, Shun y Han estuvieron en la tumba de Ikky por casi una hora, hablaron, rezaron, se despidieron, lloraron y luego fueron caminando hasta el mausoleo de la familia Hyuga, entraron y Han le puso una rosa roja en la tumba de Seiya, había sido extraño para él enterarse de que su maestro no se llamaba Jabú sino Seiya, pero… lo había aceptado bastante bien, como solo un niño lo puede hacer, le rezaron también y salieron del cementerio con rumbo al centro comercial, luego fueron al cine y a comer, por lo que cuando caía la noche llegaron a casa

 

Shaka acostó a Han mientras Shun estaba en la tina, el rubio entró al cuarto de baño con dos copas de vino en las manos, Shun le sonrió y se incorporó un poco

- Ya se durmió Han?

- Si… estaba cansado, triste y algo nostálgico, le conté una historia de Ikky cuando estábamos en la Universidad y se durmió, es un buen niño – dijo Shaka con una sonrisa mientras sacaba de su pantalón un chocolate y lo ponía en la boca de Shun

- Si… es un buen niño

- Y no has pensado en tener otro? – el rubio se arremangó las mangas y tomó la esponjita, acarició suavemente la espalda de su esposo, el que se hizo para adelante un poco y permitió que Shaka le pasara la esponjita por la espalda, esto se sentía delicioso, era justo lo que necesitaba luego de un día tan pesado, emocionalmente hablando

- Otro hijo?, en serio?

- Si… yo sé que no hemos hablado de esto, lo hablamos hace muchos años cuando éramos amantes, te acuerdas? – Shaka solía decir esto con una divertida sonrisa, cuando hablaba de la época en la que fueron amantes, esa fue la única etapa de sus vidas que fue libre de problemas, porque luego tuvieron que afrontar la muerte de Ikky, eso fue un golpe terrible en Shun, un golpe del que no se recuperaba totalmente aún, tal vez nunca lo haría, pero Shaka lo amaba igual y no lo cambiaría por nada

- Es verdad…

- Y que dices?, empezamos nuevos trámites?, tu siempre quisiste tener muchos hijos, sé que Han nos mantiene ocupados y con él formamos una familia pero… tal vez a él le gustaría tener un primo o una prima con la que jugar o que cuidar, sería bueno para él también, qué dices?, empiezo a hacer los trámites?

- Tú crees que estamos listos?

- Claro… por qué no?, mira Shun, nosotros nos amamos y tenemos una relación sólida, nos ha ido muy bien con Han, él está sano, feliz dentro de lo que cabe y sobre todo vivo, podemos tener otro, no crees? – el rubio dijo esto a manera de broma, Shun meneó la cabeza y apuró su copa de vino para responder:

- Ok., tomando en cuenta que Han está vivo, me gustaría mucho tener un hijo contigo – Shun acarició la mejilla de Shaka que se acercó un poquito más y lo besó en los labios

- Me haces muy feliz, lo sabías? – el rubio sonreía sinceramente, el tener un hijo siempre había sido su sueño, y que mejor si podía cumplir ese sueño junto con el hombre que amaba

- No… tú me haces muy feliz, te amo Shaka, con todo el corazón

- Y yo a ti, yo lo sabía… yo lo sabía…

- Qué sabías?

- Que tú eras para mí, que me casaría contigo, que formaría mi familia contigo, que nos haríamos viejitos juntos, yo lo sabía…

- Yo no, no lo imaginé siquiera, cuando te conocí pensé que mi vida estaba hecha, pensé que la suerte estaba echada para mí, me alegro ahora que no fue así, porque no había conocido la verdadera felicidad hasta que llegaste a mi vida

- Y…

- Y???

- Vamos dímelo, me encanta que me lo digas – dijo Shaka con una pícara sonrisa pero acariciando descaradamente el muslo de su esposo que sonrió también pero respondió:

- Qué quieres que te diga amor?

- Que soy bueno en la cama, que soy el mejor amante que has tenido, y que te acuestas conmigo porque te vuelvo loco – Shaka sonrió todo sexy cuando dijo esto, a él le encantaba sonrojar a Shun y lo conseguía cuando le hacía estas reflexiones y preguntas existenciales

- Eres un dios en la cama y tu lo sabes, no te queda la humildad mi amor, tu sabes lo que tienes – respondió Shun estirándose un poco y buscando los labios de su esposo, que lo besó con pasión para luego sacarse la camiseta que estaba puesto, Shun se hizo a un lado e hizo espacio a su esposo en la tina, y allí, en el agua caliente se amaron con pasión y amor, tratando de no hacer ruido para no despertar a Han

 

Más tarde en la noche, cuando Shun estaba acostado de lado en su cama, pensaba en todo y nada, el insomnio que tenía lo iba a matar uno de estos días pero no lo podía evitar, sus niveles de estrés estaban por las nubes, no le había contado a Shaka porque no quería preocuparlo pero… estas últimas semana lo habían llamado del sanatorio en donde Shyru estaba recluido, el médico le había dicho que su paciente había empeorado los últimos meses, el pelinegro ya no tomaba su medicina, estaba violento y se volvía intratable, él ya no podía ser mantenido por más tiempo en esa institución, lo tendrían que trasladar a un manicomio

 

A criterio de Shun, a Shyru deberían haberle dado la pena de muerte, pero dada su situación médica, lo habían condenado a vivir el resto de su vida en las instituciones mentales que pertenecían al estado, Shun nunca había ido a visitarlo, al principio lo pensó pero no… no podía ir a visitar al hombre que mató a su hermano, al que le arrebató lo que más quería en la vida, pero el ver a Hyoga en la tarde le puso a pensar en muchas cosas

 

Pensó en como la vida tiene cosas extrañas, en como los caminos de la vida nos llevan por lugares que nunca habríamos soñado siquiera, en como a veces terminamos en donde nunca habíamos previsto y nuestras metas se disuelven y se escapan como agua entre las manos, pensó en como las vidas se cruzan, en como los accidentes cambian los destinos, pensó en Ikky y en Seiya, en como sus caminos se cruzaron varias veces y a la final los llevaron a la tragedia, pensó en Hyoga y en su vida ahora, pensó en Shyru, pensó en Shaka y en Han, pensó en todas las vidas y personas que se habían cruzado en su camino y en como eso lo había cambiado a él.

 

Suspiró…

 

Se volteó en la cama haciéndose bolita y cubriéndose con las mantas, miró el reloj en la mesita, eran las tres de la mañana y él no podía dormir, el silencio era abrumador, pero fue interrumpido por unos pequeños pasos que se acercaban, Han abrió la puerta de la habitación y se acercó, Shun se incorporó un poco y abrió los brazos para recibir a su sobrino que se subió a la cama y se acurrucó en su pecho

- Estás bien amorcito?

- No puedo dormir tío Shun, no me gustan las tormentas – dijo el pequeñito en un susurro

- No está lloviendo

- Pero lloverá

- Ok., tu abrásame y duérmete, que quieres hacer mañana?

- Podemos ir a volar cometas en el parque?

- Claro que si

- Shhhh… yo tengo sueño, soy un ser vivo que necesita dormir, los amo con pasión y locura pero por dios duérmanse los dos, yo no sé qué tienen ustedes dos que se unen en mi contra y no me dejan dormir – dijo Shaka volteándose en la cama y abrazándolos a ambos, estaba más dormido que despierto pero su tono no era de reproche, sino de preocupación, ya no sabía que hacer para ayudar a su esposo a dormir, su médico había recetado pastillas pero Shun no las quería tomar, y Shaka no lo quería forzar, estaban en esa situación en esos momentos, aunque Shun confiaba en que todo se solucionaría eventualmente, lo que necesitaba era vacaciones o algo

- Lo siento amor, vuelve a dormir – Shun besó la mano de Shaka que se pegó más a ellos y a los pocos minutos se volvió a dormir, Han también se durmió en los brazos de sus tíos pero Shun no… él no concilió el sueño y simplemente se dedicó a acariciar la cabecita de Han y pensó en lo que le había propuesto Shaka, un nuevo integrante a su familia, eso sonaba muy bien… muy bien…

 

Casi al amanecer finalmente Shun se durmió, soñó con Ikky, con sus padres, con Seiya, soñó con todos aquellos a los que había perdido de una u otra manera, por eso cuando despertó y fue descalzo por su departamento, sonrió al llegar a la cocina al ver a Shaka que estaba haciendo panqueques con Han, la vida a veces puede ser muy cruel pero también habían momentos como éste en el que todo encajaba, aunque fuera por un segundo. 

 

Vidas cruzadas… destinos entrelazados… futuros inciertos… pasados llenos de dolor, sufrimiento y felicidad… la vida se compone de todas estas cosas y es lo que nos hace lo que somos… Shun sonrió y se unió al desayuno familiar, su vida había estado llena de altibajos pero… ahora tenía la esperanza de que su futuro le sonriera, la vida continúa y eso es lo que él debía hacer estos momentos, aceptar y aprovechar las oportunidades que Shaka ofrecía, superarlo todo y ser feliz, feliz… eso sonaba como un sueño a veces pero… a la final la esperanza es lo último que se pierde…

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y por seguir la historia, no creo que nos veamos con nuevas historias por algún tiempo, mi trabajo me va a matar y ultimamente me ha consumido la vida entera, la inspiración me ha abandonado, pero espero poder volver a escribir alguna nueva historia pronto, me gusta escribir pero en todo este tiempo no he podido hacerlo.

Les quiero agradecer sus reviews, no saben como los aprecio, y bueno... nos vemos, un abrazo, bye 


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