así concluye la reunión de hoy-dijo el castaño que había tomado el mando de la reunión a falta de Estados Unidos- repasemos lo que hemos resuelto: 1) Francia ha aceptado abrir su comercio a Gales y Escocia, 2) Inglaterra, colonia de Escocia, queda fuera de las siguientes reunio
3) Cameroon, permitirá entrada a Estados Unidos y Alemania para investigaciones y 4) se han expediciones a la Antártida para conocer los peligros del calentamiento global- continuó- que tengan un buen día.
Los demás países no hicieron mas que asentir, era la primera vez que lograban algo en las juntas y no solo eso, el shock inicial seguía presente: Inglaterra había perdido la batalla, ya no era un país como tal. Que tan lejos llegarían sus hermanos y, lo más importante, ¿que haría Estados Unidos?
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América llego a casa de Francia, se aseguró de llamar y avisar de su llegada para no tener que esperar. El dolor en su pecho no había desaparecido, le molesto durante todo el camino.
Su corazón tocaba una melodía, una melodía que antes había bailado con alguien.
Toco la puerta de madera blanca e inmediatamente Francis lo invito a pasar, agradeció pero algo en Francis lo ponía nervioso, le hacia un vuelco en el corazón.
-bonjour Ameriquè, que te trae por aquí?-forzó una sonrisa mientras se sentaba frente al referido.
-solo venia a preguntarte que paso en la junta de hoy, cuando desperté ya era muy tarde- dijo rascando su nuca.
Francis le explico todo lo ocurrido, la llegada de Escocia y Gales, los planes, las soluciones, todo de manera concisa y firme, con rostro posible.
-y...- había llegado el momento más difícil para el- bueno...-por que rayos era tan difícil!- Anglaterre ya no es un...un –“ vamos idiota dilo!”dijo forzándose-país..
-Anglaterre?- preguntó América confundido, haciendo una pésima imitación de francés.
Francis abrió los ojos como platos, América no parecía mentir, realmente parecía confundido, Francis trago duro, sintiendo su saliva como un gran bloque de metal pasando por su garganta, los minutos se habían hecho horas.
América.
NO sabia quien era Inglaterra.
Había olvidado su niñez, las estupidas peleas, las lagrimas, la fría lluvia cayendo, TODO.
Acaso Inglaterra era estupido?!! Sabiendo que América era el único con la fuerza, capacidad y voluntad de salvarlo! Siendo el capaz de iniciar una tercera guerra mundial y ganarla solo por el! Había hecho (de una u otra forma) olvidarlo completamente?!
Sentía ganas de golpear a Alguien...NO...sabia a quien quería golpear...América era hasta cierto punto inocente...pero... Aunque no le gustara admitirlo, Inglaterra era su pequeño niño aun, a pesar de todos los dolores de cabeza que le provocaba, a pesar de todas las heridas que le había hecho, a pesar de todo nunca le paso por la cabeza desear qué perdiera y se convirtiera en colonia.
-ve...veras el...el era...- Francis trataba de decir la verdad, a su mente llegaban recuerdos de cada época de Inglaterra, cundo era un pequeño y lo seguía a todos lados, cuando se hizo pirata, cuando iban juntos a beber, algo le decía que no era cierto y que cerrara la boca, “decir mentiras esta mal” se decía, pero no, no era mentira.
-es una colonia escocesa!!-dijo Estados Unidos sacándolo de sus pensamientos-bueno eso dice aquí-dijo mostrando la pantalla de su pineapod.
-ermmmm....si...y tiene...muchas riquezas- dijo Francis mirando a América, repetiría la historia.
-riquezas!- dijo América sorprendido- probablemente haga una visita a esa colonia-dijo con una voz más gruesa y unos ojos duros y fríos-no tendré problema con eliminar a Escocia después de todo...
Francis se estremeció, ya había conocido esa faceta de América, durante la guerra fría, había perdido esa mirada infantil, a pesar de eso, era la reacción que esperaba, no planeaba detenerlo, solo esperaba que pasa sea lo que había pasado hace ya 800 años, que América se enamorara del pequeño que encontrara.
-suena muy interesante...-dijo Alfred despidiéndose. Había leído el artículo, mientras hablaba con Francis, y la melodía se había acelerado en su corazón.
Francis alcanzó a escuchar la conversación que tenía con algún militar, había pedido un helicóptero.
Ese era el Estados Unidos de América al que todos temían, era el país más poderoso por algo, recordó que cuando vencieron en la Segunda Guerra Mundial no dudo en cobrar todo a Alemania sabiendo que estaba en crisis, había lanzado las primeras bombas nucleares a Japón sin chistar, había sobrevivido como primera potencia mundial a la crisis que el mismo provocó, y había entrado en guerra con Rusia, una guerra que pudo convertirse en tercera guerra mundial y aun así solo se mantuvo entre ellos.
América daba miedo, tanto como Inglaterra en sus mejores días.
Inglaterra había dominado casi medio mundo, había robado tantos barcos mercantes españoles, había iniciado una revolución industrial, se había independizado del gran imperio romano y había mantenido incluso más guerras que América.
Ambos eran parecidos, por eso confiaba que el encuentro se realizaría justo como pensaba.
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-donde esta ese mocoso!- gritó Escocia lleno de furia.
Arthur había encontrado la forma de entrar en el pequeño hueco de un árbol, su respiración era lenta y temerosa, inaudible.
Las hadas habían pedido ayuda a la pequeña ardilla dueña del huequito, quien aceptó esconder al pequeño.
Por alguna extraña razón a Inglaterra siempre le había ido bien con los animales y las hadas, aun cuando él creía que su corazón había sido tan corrompido como para que desconfiaran de el.
-Alistair!!!- gritó Dylan- ya lo encontraras! Esos idiotas dieron por hecho que es TU colonia, nadie quiere iniciar una guerra, medirán sus actos- dijo tomando del brazo a su hermano- ya tendrás tiempo de castigarlo-susurro tranquilo- aun así...
-¡aun así! No estaré conforme hasta encadenar a ese inútil- gruño Scott, mientras golpeaba el Árbol donde Arthur estaba.-quiero tenerlo, dominarlo, y hacerle pasar sus peores días...
-pe...pero...
Sintió el temblor provocado por el golpe, e inmediatamente, su corazón se aceleró, abrazo sus rodillas heridas y trato de no hacer ruido,mientras lagrimas rodaban por sus mejillas, sin embargo no pudo evitar tirar la bellota que le habían dado las hadas.
Miro como con lentitud la bellota caía, sostuvo la respiración.
La bellota de estrello en el suelo, y aunque su impacto fue amortiguado por las hojas , el pequeño sonido de las hojas crujiendo llamo la atención de Scott.
Cuando miro hacia la copa del Árbol, pareció divisar una hebras doradas, sonrío y se dispuso a trepar.
-bien...creo que los días comienzan hoy...