Aun recordaba aquel dia en que se habian quedado hasta tarde organizando una nueva redada y claro platicando como de costumbre, ya al salir el rubio habia acompañado al otro al auto y sin esperarlo al despedirse Howard le dio un pequeño beso en los labios a lo que el solo pudo verlo impactado, como un hombre y sin huir Howard le declaro sus sentimientos y admitió que lucharía por su cariño, se hablo por lo menos 5 minutos del tema para que al fin Stark partiera, Steve no dijo nada en esos 5 minutos.
Despues de aquello el rubio trataba por todos los medios de no toparse con el señor Stark, desde estar en entrenamientos prolongados o ir por diferentes pasillos a los que acostumbraba sin embargo eso no lo libraba de la astucia del gran Stark; cada dia recibia una rosa blanca con un pequeño fragmento de algún poema escrito por el puño y letra de Howard Stark, fue asi al menos por un mes completo llegando al dia treinta donde en vez de una rosa llego un centenar acompañadas por un libro de poemas de Pablo Neruda, ese dia en verdad no pudo evitar sentir ternura, despues de las rosas lo que vino fueron pequeñas notas que eran como acertijos que al descifrarlos lo llevaban a un regalo, podia ser desde un sándwich hasta un anillo de 20 quilates, eso claro que incomodo al capitán aun mas cuando uno de esos días el regalo sorpresa fue un auto deportivo del año, no pudo mas y enfrento a Howard devolviéndole el auto y todos los regalos caros que le habia hecho, el mayor se nego a recibir tal devolución aun con la insistencia del capitán pero al final habia accedido pero con una condición, una cita, y si era precisamente por esa condición que ahora Steve estaba parado frente al espejo escogiendo aun la ropa que debia ponerse, no es que fuera vanidoso y quisiera impactar al señor Stark con su ropa pero al menos queria verse acorde a la situación, era una cita/cena con Howard Stark un gran millonario que sin duda no comia en cualquier restaurante de Nueva York, seguramente seria exclusivo o algo por el estilo y honestamente el no queria avergonzar a Howard portando una ropa cualquiera (ademas de que el mismo se moriría de vergüenza) al final se decidió por una camisa azul marino, pantalón recto y formal en negro al igual que unos zapatos del mismo color, decidió dejar de lado la corbata ya que no queria parecer que iba a una junta de trabajo, una vez escogida la ropa se metió a bañar con mas confianza aunque esa confianza decayó un poco al entrar al baño y mirarse al espejo, rayos, su nariz tenia aun un tono entre morado y rojo por el golpe de esta mañana, trato por todos los medios que sanara pero era imposible que eso pasara en un dia, en la enfermería le habian dicho que tardaría al menos 2 en desinflamarse y tal vez 4 en volver a su color original, maldito extraño, pensó, habia intentado averiguar entre sus compañeros quien era ese psicópata que habia entrado a la base a atacarlo pero nadie supo darle razón, en fin, suspiro con cansancio pensando que no tenia sentido pensar mas en ese sujeto, ademas comenzaba a hacérsele tarde, al parecer se habia tardado de mas escogiendo la ropa, en tiempo record tomo una ducha rápida pero claro aun asi completa, al salir se arreglo colocando un poco de colonia en su cuello, digo no es que pensara que Howard iba a estar tan cerca para olerlo, cerca de su cuello, o de su cara, era costumbre y…basta, sus pensamientos se estaban yendo a otra dirección y eso solo lo ponía mas nervioso, si lo pensaba solo eran dos amigos yendo a cenar, aun restaurant…solos los dos, siendo bastante tarde ya, sin formalidades o y agregando que Howard Stark decía estar enamorado de el, basta Steve, se reprendió mentalmente alejándose del espejo frente al cual estaba y caminando directo a tomar sus llaves, su cartera y su teléfono, listo todo lo que necesitaba, sin darse ni un vistazo mas salió en la dirección que habian acordado, un parque no muy lejos de ahí, suspiro una vez mas, seria una noche difícil.
-Así que tu papa fue a una cita- Rhodey trataba de sonar serio pero a nadie engañaba ocultando esa sonrisa que de repente se escaba de sus labios
-verte burlarte seria menos incomodo que esto- reclamo Tony sin poder soportar como su amigo se burlaba de su desgracia, es que no comprendía la gravedad de la situación, tal vez su viejo hoy perdería su virginidad trasera (si es que no ya la habia perdido) por que viéndolo, el tal capitán no se veía de morder almohadas, con esos músculos y porte, aunque siendo honestos tenia cara de sumiso reprimido.
- jajaja- bien si tenia el permiso de Tony, no la verdad es que ya no soportaba mas controlar esa risa, pero esta risa no era provocada por la cita que tenia el señor Stark con un tarado capi-idiota como le habia llamado Tony, mas bien era por el propio comportamiento del antes mencionado, en el mundo eran pocas cosas las que molestaban a Tony (bueno, en realidad eran miles de cosas) pero pocas lo ponían en un estado tan irritante, todo el dia molestaba con el tema de que su padre se habia vuelto un puto, una deshonra, que los ancestros Stark seguro se estaban retorciendo en su tumba con tal atrocidad, eso y cientos de cosas mas que lo hacían quedar como un anticuado que no comprendía la homosexualidad que se vivía en el siglo XXI, pero oh, si las cosas ya eran insoportables con el tema del capi-idiota se habían vuelto aun peores al enterarse que la parejita tendría su
-primera cita, lo oyes, la primera cita- menciono girando los ojos ante la ridiculez que habia dicho- que ridículo de 49 años tiene una primera cita
-un hombre enamorado- en todo el rato que llevaba ahí era lo primero que el moreno decía enfrentando las opiniones del pequeño Stark, quien sorprendido giro a verlo como no creyendo lo que le decía- venga Tony, sabes que es cierto, tu padre esta bastante enganchado con ese muchacho
-vaya Rhodey, eso de estar en entrenamiento todo el dia te esta ofuscando el cerebro- replico como si fuera lo mas evidente del mundo, su amigo no podia estar hablando en serio- lo único que pasa con el viejo es que es un Stark, un caprichoso y perseverante Stark
-¿igual que tu Tony?- reto con una sonrisa ladina
-exacto- acepto sin molestarse por el comentario- y asi como mi padre quiere conseguir a ese tonto soldadito asi mismo yo lo quiero lejos y creeme yo siempre consigo lo que quiero
-vaya, guerra entre dos titanes
-solo hay un ganador mi amigo, y ese mas que claro soy yo- contesto con su respectiva altanería, ya veria la forma en que ese capitancito no sobreviviera mas días cerca de su padre.
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-en serio que te ves muy guapo hoy- comento de nueva cuenta el mayor mientras ambos esperaban a que trajeran su pedido, el viaje en el auto no habia sido muy productivo puesto que no habian hablado de nada pero ahora era el momento y Howard Stark no lo desaprovecharía
-gracias- se limito a contestar el oji azul tratando de mostrar la incomodidad que le causaba el comentario- usted también se ve muy bien- trato de agregar para no parecer una chica que solo recibe alagos
-el azul resalta mas el brillo de tus ojos- pero claro pedir eso con Howard era imposible- y deja a un lado el formalismo, puedes llamarme Howard
-lo siento señor- contesto apenado, ¿Por qué tenia que apenarse?-es solo que no estoy acostumbrado
-me gustaría que comenzaras a acostumbrarte- contesto posando su mano por encima de la del otro quien la retiro casi de inmediato aunque claro disimuladamente, Howard comprendió que tal vez estaba avanzado demasiado rápido y si seguía asi lo perdería, bien, podría ir mas lento, por su parte el capitán trataba de mirar a otro lado todo para no cruzarse con la mirada del mayor quien al observarlo mas fijamente noto esa banda que cubria su nariz y de donde escapaba un pequeño color morado
-¿Steve pero qué te paso?- pregunto preocupado pero a la vez sintiéndose tonto por no haberlo notado antes, el rubio giro confundido pero comprendiendo rápido la situación pues nego levemente
-oh esto- toco superficialmente su nariz por un segundo- no es nada- prefirió cortarlo por la paz, no queria relatar su historia con el loco de esa mañana
-pero si mira como estas- respondió aun con preocupación mientras lo tomaba por el mentón, habia sido un movimiento inconsciente pero bastante intimo que hizo que Steve se sintiera aun mas nervioso, Howard también noto la situación por lo que paso de mirar esa nariz dañada a posar la vista en aquellas lagunas azules que eran increíblemente profundas, tan capaces de absorberte por completo, el rubio no pudo mantenerle la mirada asi que trato de alejarse lentamente justo cuando Howard cambia su vista posándola ahora en sus labios acercándose lentamente a ellos, aunque el ruido de un celular interrumpió toda la escena, rompiendo el momento y separando a ambos hombres, por primera vez Steve agradeció la existencia de esos aparatos que honestamente no eran para nada de su agrado, Howard tomo su celular con desagrado aunque decidió revisarlo pues podría ser un asunto de trabajo, grande fue su sorpresa al ver el propietario de la llamada, nego levemente mientras colgaba de inmediato, no podia creer que en serio Anthony queria arruinarle la noche, mas bien que ya se la habia arruinado.
-¿no..no vas a contestar?- casi rogo por que Howard atendiera esa llamada, necesitaba un momento a solas, lejos de esta situación, el mayor solo nego guardando el celular- podría ser algo importante- en verdad, por favor necesitaba aire
- no, en realidad solo era mi hijo- agrego despreocupado mientras recibia la comida que recién traia el mesero, el rubio ignoro ese hecho frunciendo el ceño, ¿tenia hijos?, bueno, era algo evidente, Howard era un hombre maduro y seguramente con una vida formada, pero, ¿Cuántos hijos tendría?, ¿Qué años tendrían?, ¿tendria bebes o niños pequeños?, ¿con quien vivía?, ahora que lo pensaba no sabia nada sobre la vida personal del señor Stark pero era por que honestamente no tenia la necesidad de saberlo, solo era un compañero y amigo de trabajo asi que jamás se puso a inmiscuir en su vida (ademas de que no le gustaba hacer eso), lo único que sabia es que su esposa, Maria Stark, habia muerto hace casi 6 años pero nada mas y eso por que toda la base lo sabia.
-asi que tu hijo, podría ser importante- volvió agregar, debería darle mas importancia, tal vez su hijo ya era independiente o incluso con una familia, en estos momentos la brecha de la edad le parecía mayúscula
-puede arreglárselas solo…siempre lo hace- agrego en voz baja tomando un sorbo de su copa de vino tinto, comenzando a degustar de su comida, pasaron unos minutos en silencio y nadie dijo mas pero aun asi Steve no podia alejar la idea de que tal vez con esta “cita” estaría destruyendo una familia o tal vez tomando en sus manos una responsabilidad muy grande como lo son los niños- me gustaría pagar un dólar para poder ver que es en lo que piensas- el rubio salió de su despiste para volver a la conversación que se iniciaba
Steve miro al otro fijamente pensando que lo mejor era ser directo- Howard, puede ser algo tonto que a penas pregunte pero, ¿Cuántos hijos tienes?- pregunto mirándole con duda, Howard sonrio de lado pensando en lo poco que se conocían pero eso podia bastar para enamorarse
-solo uno, de hecho ya es algo mayor por si eso te preocupa- Steve asintio sintiéndose un poco mas tranquilo, se habia quitado esa culpa de los hombros, aunque aun le quedaba la pequeña duda de la edad, tal vez Howard incluso era abuelo- tiene 21- contesto a la pregunta no formulada por el rubio- es alguien muy independiente de hecho, por eso no me preocupa- menciono aunque no sabia muy bien el porque, el rubio de nuevo asintio pero esta vez destensandose un poco mas, Howard sonrio y el capitán le correspondió volviendo a probar sus alimentos, sentía que esta noche estaba dando un gran paso.