El corazón se subió a su garganta, y allí empezó a latir furioso, controlado por la necesidad de aire. Naruto tembló al escuchar la voz de quien era su mejor amigo y se preguntó porqué el Karma lo odiaba tanto.
-Nada.- Respondió, con tantas palabras bailando en su boca que podía atragantarse con ellas.- No pasa nada, solo estábamos...- En realidad quería decir "¿De verdad estás enamorado de mí?" o "¿Sabes que mis padres se están separando por mí?" o "¿De verdad vas a dejar que Alex nos separe luego de que llevamos juntos desde pequeños?" o... En verdad quería decir de todo, y es que su cabeza parecía palpitar de la cantidad de preguntas que tenía en esta, pero no dijo nada, simplemente guardó silencio y miró al suelo con un pensamiento doloroso flotando a su alrededor.
"Lo usas como un pañuelo"- No, no era así. No. Para nada. Él no sabía que, supuestamente, Sasuke estaba enamorado de él. Además, Naruto tampoco tenía claridad últimamente, y es que, entre sus padres discutiendo todas las noches -porque es cuando ambos llegaban a casa de sus respectivos trabajos- por quién se quedaría con él tras el divorcio, los problemas que los rumores que había esparcido la pelirrosa, y el anónimo que dejaba notas en su taquilla que lo hacían feliz por unos instantes, ¿cómo iba él a estar pendiente de todo, cuando ya era toda una hazaña levantarse de la cama?
-¿Verdad, Naruto?- Levantó la cabeza al un segundo, asustado por la presencia de las personas que tenía en frente de él. ¿Qué debía hacer ahora?
-¿Qué?- Susurró. No podía mirar a Sasuke a la cara. ¿En qué momento cambiaron tanto las cosas entre ambos?
-Que tú te ibas ya, ¿no?- Apretó los puños con todas sus ganas y es que allí estaba de nuevo Gaara, intentándolo alejar, sin importar que hubiesen hablado...
-No, la verdad es que no era tan...- Por un segundo miró al teme fijamente, como si sólo estuviese en él, e ignorando la sensación en su estómago, le sonrió de una manera cansada y caída. "Lo siento" Repitió en su mente miles de veces.- Sí, tienes razón...
-¿Usuratonkachi, va todo bien?- Las palabras que salieron de la boca del pelinegro lo acariciaron suavemente, era una sensación parecida a cuando leía una de aquellas notas.- ¿Puedo ayudarte en algo?- USó un tono bajo, y a Naruto no le extrañaba. Sasuke era orgulloso por lo que sabía, que pronuncar aquellas palabras le había costado muchisimo.
Naruto nego, ¿qué más podía hacer? Tenía miedo de preguntarle a Sasuke, tampoco podía hacer nada con el tema de su casa, y lo único que podía arreglar -el tema de Sakura- ya estaba, así qué... ¿ahora qué?
-Todo está bien, tranquilo Sasuke-teme.- Mintió, para darle una última mirada.
Gaara, expectante, observaba la escena que tenía ante sus ojos desde lejos. ¿Por qué siempre era así? Cuando Naruto y Sasuke conectaban sus miradas, todo lo de su alrededor sobraba... Era tan frustrante.
Sasuke, con la urgente necesidad de ir corriendo hacia su mejor amigo y preguntarle, no, exigirle de una buena vez que le contara qué estaba mal, se quedó completamente parado, sin mover su cuerpo ni un solo centímetro, solo viendo como Naruto se alejaba más y más de él, haciéndo oídos sordos al roto corazón del pelinegro.
"¿Algún día podré ser sincero con él cara a cara, y no a través de unas notas?"- Se preguntó, con un pequeño papel blanco guardado en el bolsillo pequeño de su mochila.