“Señor sudadera color naranja:
Quiero dejarte una frase, solo eso es lo que tengo para escribirte hoy; no me siento con ánimos de decirte algo lindo cuando no lo siento. Puede que mi orgullo sea mucho mayor el día de hoy y mi cerebro es reacción a escribir cursiladas de colores. No pediré disculpas por ello, si es lo que esperas. Quizá deberías dejar de coquetear con esa peligrosa un poco, ¿sabes?. Solo lo digo como dato o anotación. Pero realmente, realmente deberías dejar de hacerlo. Puede ser molesto.
Aquí va la frase: "A veces no sabemos que lo que queríamos estaba ante nuestros ojos y solo nos percatamos de ello cuando se aleja y desaparece".
Adiós, y siento haberme alargado más de lo deseado.
~Un adolescente enamorado y orgulloso.~"
Vuelvo a arrugar la nota, la tercera consecutiva esta semana, y la guardo en mi bolsillo. Esta era color negro y con letras naranja, tal y como había dicho de mi sudadera de hoy. Seguidamente guardo los libros correspondientes en mi mochila y suspiro. Miro a todos lados buscando al teme de mi mejor amigo, quien últimamente pasa más tiempo con el idiota de Sai que conmigo. Me frustra.
De nuevo, oleadas de preguntas vienen a mi, asaltandome y volviéndome loco.
"¿Qué es todo esto? ¿Qué quiere decir? ¿Quién es?"- Mi cabeza estaba llena de pensamientos, a punto de explotar.
-Dobe, que me duermo.- Y todo se esfumo, ante la voz de Sasukw todo desapareció, como siempre ocurría. Me di la vuelta y lo vi allí apoyado, en la barandilla que daba a la salida, con su expresión imposible de siempre, como si nada lo alterar, como si no supiera lo que es el sentir...
Sonreí, de aquella manera que solo sabia cuando él estaba presente, cerré el casillero -guardando la nota- y corrí a su lado, deseando que esta tarde si pasase un poco de tiempo conmigo.
-¿Algo nuevo?- Pregunta, y yo me sorprendo un poco.
Simplemente me encojo de hombros e intento parecer natural, no decir nada delatador, y es que este subnormal me conoce demasiado bien.
-No.- Contesto, puede que mas enérgicamente que de costumbre. Él me conoce demasiado bien, somos amigos desde que tengo uso de razón. Ni tan siquiera recuerdo la primera vez que era consciente de que lo tenía a mi lado, a veces, incluso pensaba que nuestras madres planearon nuestra amistad desde que éramos fetos.
-Hum.- Gruñe y puedo ver como sus ojos dejan de brillar. Dudo un poco, porque, si bien él muestra más interés, normalmemte insiste más, por picarme y empezar una absurda guerra más que nada, pero lo dejo pasar.
"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes."- Escucho en mi mente, y me pregunto si el día de hoy podría ser más raro.
Si, seguramente. Mi vida suele ser caótica e irracional.
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SasuNaru
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NaruSasu
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