"Hola, anónimo enamorado:.
Ahora es mi turno de escribirte, aunque es bastante raro ya que cualquiera puede ver esto porque está en este Tablón.
Solo quiero decirte que tus cartas realmente me han animado últimamente porque estoy pasando p bastantes problemas, familiares, de amistad y... conmigo mismo. Y bueno, cuando leo tus extrañas cartas de colores, pienso que puede que todo mejore.
Eso es todo.
Espero que su ves esto, mañana vuelva a tener noticias tuyas.
P.D: Es una tontería, pero... Me puse mi sudadera de colores por ti. XD
~ Alguien ilusionado y triste.~
Dejó aquel escrito que ahora que lo pensaba, no tenía sentido alguno, y se marchó, intentando que nadie lo viese dejar aquel mensaje.
Caminando a la salida, se percató que en realidad, no había dicho (o escrito) nada de lo que tenía planeado, y que solo se dejó llevar. Se preguntó si eso estaba bien.
Pero todo eso se fue de su mente cuando vio a su mejor amigo con aquel molesto chico, otra vez.
Negándose a todas aquellas emociones, se acercó a ellos.
-¿Qué hacéis aquí?- Preguntó, mirando con malos ojos como Sasuke hablaba con Gaara.
-Nada, solo quedábamos para esta tarde.- Respondió este, en el mismo tono de siempre.
El pelirojo solo estaba allí, mirándolo fijamente, taladrándolo con la mirada, que se alternaba entre él y Sasuke.
—Si, vamos a salir...—Gaara hizo una pausa, completando la frase del pelinegro.—Juntos..
Y... eso no se debería de haber sentido como una puñalada trapera, pero así fue.
-Oh...- Naruto no supo qué decir.-Entonces... Yo me voy ya.
Fingió una sonrisa, de esas que salen cuando tienes un nudo en la garganta que te ahoga y te sientes un poco decepcionado. Él no quería volver a casa, porque su padre no estaba allí y su mamá trabajaba hasta tarde. Se quedaría solo, y Naruto odiaba estar solo.
"Pero está bien. Por lo menos... hay alguien que me anima, ¿verdad?".
Y saliendo por la puerta principal, se dio cuenta de cuanto significaban aquellas cartas escritas en llamativos papeles de colores para él, y en como, en menos de una semanatanto lo habían animado.
Tenía miedo. De perder a Sasuke, de quedarse solo, de no saber qué quería. Solo... Tenía miedo. A todo y a nada.
¿Cómo se hacía frente a tus miedos cuando no sabes a que temes?.
... ¿Cómo?...
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De nuevo 👇👇
--------------"Hola, anónimo enamorado:.
Ahora es mi turno de escribirte, aunque es bastante raro ya que cualquiera puede ver esto porque está en este Tablón.
Solo quiero decirte que tus cartas realmente me han animado últimamente porque estoy pasando p bastantes problemas, familiares, de amistad y... conmigo mismo. Y bueno, cuando leo tus extrañas cartas de colores, pienso que puede que todo mejore.
Eso es todo.
Espero que su ves esto, mañana vuelva a tener noticias tuyas.
P.D: Es una tontería, pero... Me puse mi sudadera de colores por ti. XD
~ Alguien ilusionado y triste.~
Dejó aquel escrito que ahora que lo pensaba, no tenía sentido alguno, y se marchó, intentando que nadie lo viese dejar aquel mensaje.
Caminando a la salida, se percató que en realidad, no había dicho (o escrito) nada de lo que tenía planeado, y que solo se dejó llevar. Se preguntó si eso estaba bien.
Pero todo eso se fue de su mente cuando vio a su mejor amigo con aquel molesto chico, otra vez.
Negándose a todas aquellas emociones, se acercó a ellos.
-¿Qué hacéis aquí?- Preguntó, mirando con malos ojos como Sasuke hablaba con Gaara.
-Nada, solo quedábamos para esta tarde.- Respondió este, en el mismo tono de siempre.
El pelirojo solo estaba allí, mirándolo fijamente, taladrándolo con la mirada, que se alternaba entre él y Sasuke.
—Si, vamos a salir...—Gaara hizo una pausa, completando la frase del pelinegro.—Juntos..
Y... eso no se debería de haber sentido como una puñalada trapera, pero así fue.
-Oh...- Naruto no supo qué decir.-Entonces... Yo me voy ya.
Fingió una sonrisa, de esas que salen cuando tienes un nudo en la garganta que te ahoga y te sientes un poco decepcionado. Él no quería volver a casa, porque su padre no estaba allí y su mamá trabajaba hasta tarde. Se quedaría solo, y Naruto odiaba estar solo.
"Pero está bien. Por lo menos... hay alguien que me anima, ¿verdad?".
Y saliendo por la puerta principal, se dio cuenta de cuanto significaban aquellas cartas escritas en llamativos papeles de colores para él, y en como, en menos de una semanatanto lo habían animado.
Tenía miedo. De perder a Sasuke, de quedarse solo, de no saber qué quería. Solo... Tenía miedo. A todo y a nada.
¿Cómo se hacía frente a tus miedos cuando no sabes a que temes?.
... ¿Cómo?...