“~ Hola, señor mensajes:
Te diría que no creería que hubieses puesto esa carta para mi en el tablón de anuncios, pero, vamos, ¿quien más puede escribir cartas de colorines a la persona que quiere y, esperar recibir respuesta?. Claramente, solo yo.
¿Sabes lo más extraño?. Soy una persona orgullosa y fría, pero a la hora de escribir estas cartas, dejo eso de lado, para poder dejar ir todo esto. Al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no?.
Y de vuelta a tu mensaje...
Solo tengo algo que me asalta la mente, -en realidad miles de cosas, pero solo una es realmente importante-, ¿eso significa que tengo alguna opción contigo, Naruto?. Porque hace media hoy he escuchado que hora has quedado con la pelirosa...
No es que este... Bueno, estoy un poco celoso. Solo un poco. Mucho.
Eso es todo por hoy, porque aun no me creo que haya obtenido respuesta del chico que llevo queriendo años.
~Un idiota aún más enamorado~"
Y sonreí de aquella idiota en la que sonríes cuando ves un estúpido mensaje que te alegra el día.
"Ojala la felicidad de un instante durara para siempre."
La carta de ese día era azul brillante, me recordó al cielo, y después a mis ojos. ¿Por eso habrá elegido este color?. Negué, alejando esos pensamientos. Yo no era cursi.
Mientras caminaba de vuelta a clase, con mi cara de estúpido y mi sonrisa imborrable, pensé. Pensé en muchas cosas.
En Sasuke.
En Sakura. (O como últimamente era denominada: ‘La pelirosa’).
En Gaara y si forma tan... discreta -sí, claro- de quererme alejar de quien era mi mejor amigo.
En el chico de los mensajes.
Pero sobre todo, pensé en cómo esto empezaba a significar una de las pocas razones por las que yo me levantaba día a día.
"Eso es taaaaan triste..."
.
.
.
SasuNaru
.
.
.
NaruSasu
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“Hola señor mensajes:
Te diría que no creería que hubieses puesto esa carta para mi en el tablón de anuncios, pero, vamos, ¿quien más puede escribir cartas de colorines a la persona que quiere y, esperar recibir respuesta?. Claramente, solo yo.
¿Sabes lo más extraño?. Soy una persona orgullosa y fría, pero a la hora de escribir estas cartas, dejo eso de lado, para poder dejar ir todo esto. Al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no?.
Y de vuelta a tu mensaje...
Solo tengo algo que me asalta la mente, -en realidad miles de cosas, pero solo una es realmente importante-, ¿eso significa que tengo alguna opción contigo, Naruto?. Porque hace media hoy he escuchado que hora has quedado con la pelirosa...
No es que este... Bueno, estoy un poco celoso. Solo un poco. Mucho.
Eso es todo por hoy, porque aun no me creo que haya obtenido respuesta del chico que llevo queriendo años.
~Un idiota aún más enamorado~"
Y sonreí de aquella idiota en la que sonríes cuando ves un estúpido mensaje que te alegra el día.
"Ojala la felicidad de un instante durara para siempre."
La carta de ese día era azul brillante, me recordó al cielo, y después a mis ojos. ¿Por eso habrá elegido este color?. Negué, alejando esos pensamientos. Yo no era cursi.
Mientras caminaba de vuelta a clase, con mi cara de estúpido y mi sonrisa imborrable, pensé. Pensé en muchas cosas.
En Sasuke.
En Sakura. (O como últimamente era denominada: ‘La pelirosa’).
En Gaara y si forma tan... discreta -sí, claro- de quererme alejar de quien era mi mejor amigo.
En el chico de los mensajes.
Pero sobre todo, pensé en cómo esto empezaba a significar una de las pocas razones por las que yo me levantaba día a día.
"Eso es taaaaan triste..."