ANONADADO por semejante pregunta, Kyungsoo decidió que sería más digno ignorarla que preguntarle: «¿Ya ti qué te importa?».
- Tengo que llamar a Chayeol para que me venga a buscar, y para eso necesito un teléfono.
Kyungsoo notó que Jongin tenía una ceja levantada, aparentemente sorprendido por su respuesta, incrédulo ante lo que escuchaba o veía , el bajito tenía el pelo chorreando, botas de lluvia y una enorme barriga, pensó Kyungsoo.
Intentó olvidarse de ello, y dijo: -Por favor, diles a los señores que Chanyeol y yo recogeremos mi camioneta mañana a primera hora de la mañana. Le hace falta una nueva batería.
Cruzó los dedos, rogando que no se tratase de un arreglo mayor que le costase muy caro. Tembló de frío. Estaba mojado...
Dio un paso adelante y preguntó:
-¿Puedo pasar?
Jongin lo miró con dureza. No hizo ningún movimiento para dejarlo pasar. ¿Le pediría que se fuera?, se preguntó Kyungsoo.
Entonces él se acercó le agarró el codo, haciéndolo girarse y le dijo -Yo te llevaré.
-No hace falta -dijo Kyungsoo, alarmado.
No podía soportar la idea de estar encerrado en el coche con él, repitiéndole la pregunta de antes
- Chanyeol vendrá a buscarme sin ningún problema.
Jongin lo agarró más fuertemente. -No lo dudo -respondió.
Jongin empezó a caminar deprisa, llevándolo,reacio, hacia el extremo de la propiedad solariega.
-Pero es mejor que te quites esa ropa húmeda y que te des un baño caliente cuanto antes-
lo detuvo antes de llegar a su Ferrari
-No tienes que pensar sólo en tu bienestar. .
Se refería al bebé, pensó el bajito con culpa y tenía razón, tenía que cambiarse de ropa y relajarse, por el bien del bebé y además, si esperaba a Chanyeol, Jongin tendría la oportunidad de hacerle aquella pregunta y el no iba a saber qué contestarle.
Kyungsoo se sentó en el asiento del copiloto. ¿Qué le iba a decir? ¿Que no era asunto suyo? ¿Lo aceptaría él? ¿Se sentiría aliviado de no tener que responsabilizarse por nada? Era posible en un hombre como él. ¿Y si le decía que él no era el padre? ¿Que estaba embarazado de cinco meses solamente? Pero, dado su tamaño, ¿se lo creería? Kyungsoo se preparó y esperó.
-¿Todavía vives con tus padres? -fue lo único que preguntó Jongin.
Kyungsoo respondió afirmativamente, y él no preguntó más hasta que llegaron a su casa.
- No creas que he terminado
-le advirtió Jongin-
Mañana vendré a primera hora. Y si me dicen que no estás, esperaré hasta que estés disponible.
Jongin se marchó a gran velocidad ya no tenía que conducir con cuidado por su copiloto y se maldijo por no exigirle a Kyungsoo que le dijera quién era el padre de su hijo, normalmente él conseguía siempre lo que se proponía, cuando se decidía a ello. Así había levantado su imperio de negocios después de la muerte de su padre, hacía diez años. Con gran esfuerzo había llevado a su empresa al siglo XXI, algo que no habría podido hacer un hombre no decidido.
Entonces, ¿por qué Kyungsoo le había permitido escabullirse? Debería haberlo presionado para que le dijera la verdad pero... Lo había visto tan vulnerable,Tan cansado. Así, empapado y con aquel aspecto de desamparo le había parecido un gatito semi ahogado. Su primera reacción había sido rabia por ver que un chico en su estado tuviera que verse forzado a trabajar como una esclavo para aquellos privilegiados que no habían hecho más que dar órdenes y sentarse a esperar que se cumplieran. A aquel sentimiento había seguido la necesidad de llevarlo a un lugar donde el pudiera descansar y estar cómodo.
Jongin suspiró profundamente debía de estar haciéndose viejo. ¿Y quién diablos era Chanyeol?
Kyungsoo se acostó con la bolsa de agua caliente la bañera había estado sólo tibia, su dormitorio,húmedo y frío, debido a las humedades en el techo, tembló convulsivamente, el estaba decidido a arrancarle la verdad. Contra lo que el había pensado, Jongin no iba a encogerse de hombros y a desentenderse de la situación.
Kyungsoo había leído en algún sitio que para el hombre italiano la familia era muy importante. ¡Ojalá no hubiera aceptado el trabajo de Kim Taeyeon!. ¡De esa forma Jongin no lo habría visto! ¡Ojalá se hubiera enamorado de Chayeol y hubiera aceptado su proposición de matrimonio! ¡Cuando hubiera empezado a notársele el embarazo todo el mundo habría creído que el niño era de él!
Chanyeol habría hecho cualquier cosa por el aquella idea lo deprimió, Chanyeol y el habían sido muy amigos desde pequeños. Se querían mucho pero el alto no estaba enamorado de Kyungsoo y se merecía algo mejor, algún día conocería a alguien y se enamoraría de verdad. Y el bajito tampoco estaba enamorado de él. Lo que sentía por él no se parecía en nada a lo que sentía por Jongin. ¡Oh, sinvergüenza!», pensó. Y se puso a darle puñetazos a la almohada.
Kyungsoo se levantó por la mañana y se vistió con ropa suelta y comoda Se peino el pelo y se miró al espejo no tenía buena cara pensó, se puso unas zapatillas de deporte, puesto que los zapatos que había usado el día anterior estaban aún mojados, y buscó su móvil.
Chanyeol parecía soñoliento por el tono de su voz y Kyungsoo se disculpó.
-Te he despertado. Oh, ¡lo siento!
Luego le explicó brevemente lo que necesitaba, sintiéndose fatal por llamarlo tan temprano. Pero Jongin no había dicho la hora exacta en que iría a verlo. Sólo había hablado de «a primera hora de la mañana».
Si iba a buscar el coche con Chanyeol con una nueva batería, Jongin -no tendría oportunidad de ir a su casa y acorralarlo con preguntas.
- Dame media hora -respondió Chanyeol-
¿No te dije que tendrías problemas? ¿Cómo has vuelto a casa? Deberías haberme llamado.
-Iba a hacerlo pero uno de los invitados de la señora Kim me trajo a casa -respondió el-
- Gracias, Chanyeol...
-¿Por qué? -
- Gracias por venir a rescatarme.
- Sabes que puedes llamarme siempre que lo necesites.
Kyungsoo volvió a la cocina y se puso una chaqueta. Bebió un vaso de zumo y salió al encuentro de Chanyeol. Afortunadamente había parado la lluvia de la noche anterior y había salido el sol, iluminando la lúgubre habitación no le extrañaba que su madre estuviera siempre deprimida al ver cómo se venía abajo su casa familiar.
D.O. Sulli ,una mujer frágil, siempre se había sentido frustrada por ello, pero aquejada de fiebre reumática de pequeña, nunca había sido capaz de hacer nada práctico para solucionarlo. Había tenido que quedarse sentada, observando cómo su marido perdía todo.
Suspiró y abrió la puerta de la cocina. Y se quedó sorprendido de lo que vio.
-¿Mamá?
Su madre, con su pelo cano recogido y envuelta en un camisón antiguo, le contestó: -¿Quieres té, cariño? -Te has levantado muy temprano
- Kyungsoo miró a su madre achicando sus ojos, su madre pocas veces se levantaba antes de las diez, por la insistencia de su marido de que descansara.
Yunho siempre había tratado a su adorada esposa como si fuera de cristal era una pena, pensó Kyungsoo, que su padre no hubiera tratado la fortuna que había heredado su esposa con el mismo cuidado.
-¿Ocurre algo malo? -preguntó Kyungsoo
- Lo habitual - respondió Sulli con una débil sonrisa mientras ponía dos tazas de té en la mesa -Tu padre está cansado creo que ese trabajo es demasiado para él, he he insistido para que descanse un poco.
Su madre se sentó.
Kyungsoo suspiró y se sentó también no podría ir al encuentro de Chanyeol y evitar, tal vez,ver al sinvergüenza «a primera hora de la mañana», pensó.
No podía marcharse y dejar a su madre en aquel estado, su madre no solía insistir en nada, apenas dejaba que los demás tomaran las decisiones por ella, su padre siempre había sido muy fuerte, pero tal vez el trabajar para una constructora local era demasiado para un hombre con más de sesenta años.
Lo que ganaba iba a parar a los acreedores; mientras que lo que ganaba Kyungsoo se destinaba a los gasto de la casa, entre los dos mantenían a Rylands en un estado de segura precariedad. De momento.
- Le he dicho que yo daría de comer a Hetty y a Horace y las dejaría salir. No había huevos hoy, me parece que Hetty está un poco pachucha hoy - dijo Sulli -
Kyungsoo sonrió por primera vez desde que había visto al sinvergüenza.
- Probablemente esté molesta porque le sacas siempre los huevos. deberíamos dejarla empollar y aumentar el gallinero - le dijo Soo con una sonrisa-
Aquellas dos gallinas eran las únicas supervivientes del gallinero. Su padre había anunciado que con fruta, verduras, gallinas, un cerdo y una cabra se mantendrían, tendrían queso de cabra, bacon, huevos, y así volverían a la naturaleza.
La cabra jamás se había materializado, el cerdo había muerto, una oveja de un vecino había entrado y se había comido la fruta y los productos de la huerta, y el zorro se había llevado a las gallinas.
-Tuvimos una discusión. Supongo que tu padre se disgustó - exclamó con pesar Sulli-
El amor que se tenían sus padres había sido lo único que les había impedido derrumbarse y que sus vidas se transformasen en una pesadilla, su madre jamás le había echado en cara a su padre sus malas inversiones le había echado la culpa a los demás, y lo había animado a seguir haciendo negocios.
Si ahora empezaban a pelearse, ¿qué les quedaría? Kyungsoo los quería mucho, era protector con su madre, y aunque su padre lo desesperaba, lo amaba por su energía y entusiasmo, su calidez y su amabilidad.
- Bueno, me temo que voy a tener que hacer algo...
-Comprendo -dijo Kyungsoo aunque no lo comprendía. Estaba sorprendido por aquella actitud decidida de su madre
-¿Acerca de qué? -pregunto Kyungsoo-
En aquel momento sonó el timbre Kyungsoo se puso de pie.
-Ese debe de ser Chanyeol oye, lo siento, pero tengo que irme hablaremos más tarde
- Kyungsoo agarró su chaqueta, se la puso y agregó automáticamente: -No dejes de desayunar. Hay pan para tostadas. Compraré otra barra cuando vuelva.
Cuando tuviera la batería nueva podría ir a comprar algunas provisiones, quería evitar a Kim Jongin todo lo que pudiera La idea de encontrárselo lo hizo estremecer Kyungsoo abrió la puerta, y junto a una ráfaga de viento, apareció él.
Kim Jongin entró. ¿Por qué había ido tan temprano? ¿Por qué no se había quedado en la cama con su último amante? Aquella mañana estaba muy atractivo, pensó Kyungsoo.
Jongin era más de un metro ochenta de italiana masculinidad, con aquel pelo oscuro tan bien arreglado y aquellos ojos negrks...
-¿Vas a algún sitio? -preguntó él.
Para su desagrado, la cara de Kyungsoo se puso roja.
Kyungsoo no podía creer que alguna vez hubiera estado enamorado de aquel hombre arrogante y dominante, el había ocultado aquella faceta con maestría cuando lo había seducido, haora su inmaculado traje de diseño destacaba su físico espectacular y sus facciones clásicas, su camisa blanca contrastaba con su piel dorada y su mandíbula oscurecida por una barba incipiente y perenne.
Jongin era un intimidante extraño, se dijo el bajito en la isla siempre había usado vaqueros, zapatillas de lona y una cadena en el cuello que le había dejado unas marcas verdes aquellas manchas habían enternecido a Kyungsoo, pero hora ya no lo amaba lo despreciaba, y despreciaba todo lo que él representaba y no pensaba responderle no quería darle la oportunidad de entablar una conversación, dejó la puerta abierta y rogó que apareciera Chanyeol.
-¿Hay algún lugar más cómodo donde podamos conversar? -preguntó Jongin con impaciencia, sin dejar de mirarlo detenidamente.
Y Kyungsoo sintió que a Jongine no le gustaba lo que veía, un don nadie que podía estar embarazado de un hijo suyo. -No, no quería hablar de la paternidad de su bebé con él ni con nadie y como amaba tanto a su bebé, sentía miedo.
Si Jongin se enteraba de que era el padre tal vez prefiriese lavarse las manos. O... Y eso era lo que más temía, podía sentirse muy macho y exigir la custodia del niño y entonces,
¿qué haría el?
¿Podría luchar por la custodia de su hijo en los tribunales con él y ganar?
- Kyungsoo... ¿Quién es? -apareció Sulli
Se quedó petrificado, y se puso la mano en la base del cuello.
- He oído Voces no parecía la de Chanyeol...
No no lo era nadie podía confundir la profunda voz de Jongin con el dulce tono pueblerino de Chanyeol, pensó Kyungsoo deseando que su madre se quedase donde estaba. ¿Cómo iba a presentárselo? «Por cierto, éste es el hombre que me sedujo, me mintió y me abandonó».
- Señora D.O. es un gusto conocer a la madre de Kyungsoo -dijo Jongin de repente, extendiendo la mano para dársela a Sulli.
-¿Kyungsoo? - exclamó Sulli-
-Este es Kim Jongin -lo presentó Kyungsoo el hubiera sacudido a su madre por ponerse tan solícita con él.
Pero la perdonó porque no había mujer que no se sintiera afectada por el encanto de Jongin cuando éste se lo proponía.
-He vuelto a ver a Kyungsoo anoche el preparó el servicio de catering en casa de mi prima. Y ahora he venido para saber cómo está de salud.
Kyungsoo resopló por dentro era increíble la facilidad que tenía para mentir y engañar, para estar tan atractivo y tan seguro de sí mismo.
¡Y el encima no podía hacer nada!
Su madre arqueó una ceja. Evidentemente había prestado atención a las palabras «he vuelto a ver».
-Muy amable de su parte, signor ¿No quiere pasar a la cocina? Es la única habitación caliente de la casa, me temo y cariño cierra la puerta ¡Hace mucho frío!
Si su madre hubiera sabido la verdad, no lo habría dejado atravesar el umbral de la puerta, pensó Kyungsoo le llevó unos segundos darse cuenta de que Chanyeol habia llegado, este llevaba el pelo alborotado, y con aquellos vaqueros parecía tan común en comparación con Jongin, que el se habría puesto a llorar.
-¿Estás listo? -preguntó Chanyeol lluego sonrió a Sulli. - ¡Hola, señora D.O.! - Chanyeol no pareció registrar la presencia del extraño.
-¿Tienes las llaves de la camioneta? -al ver el asentimiento de Kyungsoo, Chanyeol agregó-: Entonces vamos. Mi padre dice que no hace falta que te des prisa en pagar la batería. El pago puede esperar.
Kyungsoo se puso colorado el padre de Chanyeol era el dueño del taller del pueblo y él, como todos los demás vecinos, conocían su situación económica pero el hubiera preferido que Jongin no lo hubiera oído.
-No es necesario -respondió Kyungsoo yendo hacia la puerta.
- ¡Espera! -gritó Jongin, deteniéndolo luego dio un paso hacia su amigo y preguntó: -¿ Chanyeol eres tú? Chanyeol lo miró, sorprendido, y él lo tomó como una respuesta afirmativa.
- No hace falta que esperes tú también, ocúpate de la batería yo llevaré a Kyungsoo a buscar la camioneta más tarde.
-¡Espera un momento! - Kyungsoo estaba indignado. ¿Se creía que podía darle órdenes a todo el mundo?
Jongin permaneció imperturbable, sonriendo cínicamente, esperando que el estallase estaba furioso pero no serviría de nada lo que le dijera. Y encima él se daría el gusto de verlo fuera de sí. Se reprimió un gruñido y decidió darse por vencido, era inútil postergar el interrogatorio por más tiempo cuanto más lo demorase más irritado se sentiría y eso no sería bueno para el bebé.
Kyungsoo sonrió a manera de disculpa con Chanyeol y dijo: -Gracias, chico te veré más tarde tengo que arreglar un asunto.
Y se fue a la cocina con Jongin, como le había indicado su madre.