Todo pasó en un lapso de tiempo corto, Sakura y los Tanuki se dirigieron a Tsunade con apuro.
—¡Tsunade-sama! —Sakura abrió la puerta de un golpe, acercándose a la rubia que estaba estupefacta.— ¡¿Qué misión le dio a Sasuke?!
Estaba tan enojada que no se dio cuenta que no había usado el 'kun' al final.
—¿Misión?, su equipo esta en descanso, Sakura; y a Sasuke no le he dado ninguna misión.
—¡¿Cómo?! —Gritó Temari, acercándose mucho más a la otra rubia.— Mi hermanito fue lastimado por ese tipo. Traía sangre de él en su espada...
—¿Sangre de quién?
—¡De Naruto! —Tsunade miró a Jiraiya que observaba callado.— ¡¿No van a hacer nada?!
—Claro que haremos algo. —Contestó ahora el ermitaño.— No podemos permitir que pasen cosas así.
Tsunade asintió.
—Traigan a Sasuke inmediatamente para una interrogación.
—No será necesario. —Dijo una nueva voz.— Mis saludos, Jiraiya-san, Tsunade-sama. Ustedes. —Saludó a todos los que estaban presentes con una leve reverencia.
—¿Itachi?, ¿qué haces aquí?
—Mi hermano no vendrá, se ha encerrado en su cuarto y ha colocado algunos sellos para que no pudiera entrar o escuchar algo.
—Pero esos sellos son básicos, seguro los puedes romper. —Dijo Sakura.
—Lo sé, cualquiera con dominio básico de sellos puede, pero quiero que piense lo que ha hecho. De todos modos, a lo que he venido. Orochimaru dijo a Sasuke que usted, Tsunade-sama le envió esa misión, junto con Sai y Sakura...
Todos escuchaban atentos, especialmente Temari, que esperaba una buena razón, y hasta ese momento no la había encontrado.
—… Sasuke como el imbécil que es, aceptó. Pero no crean que lo hizo porque sí, él creyó que era necesario--
—Como dije antes, eso no es excusa. —Interrumpió Temari acercándose al azabache, con un semblante serio.
—Lo sé. —Contestó Itachi.— Sé que no es excusa. Lo que ha hecho ha estado mal, y merece ser castigado. Pero no ha sido solo su culpa. Cuando vi a Naruto por primera vez pude ver en sus ojos una tristeza… Sé que pasó por mucho, y mi teoría es que ese pasado tiene que ver con Orochimaru, que también tiene que ser castigado.
Tsunade asintió frente a lo dicho.
—Anbu. —De un rincón de la habitación apareció una chica con el traje Anbu, su cara cubierta por una máscara con facciones de ave.— Trae a Orochimaru, dile que es urgente.
—Hai, Tsunade-sama.
Así como apareció desapareció.
En la habitación todo quedó en silencio, nadie tenía de qué hablar o siquiera una razón para hacerlo.
—Llegó. —Anunció Tsunade al sentir la presencia de su Anbu.
—¡¿Dónde está el desgraciado?! —Gritó Sakura.
—Kukuku, Sakura-san, no me imaginé que tuviera ese vocabulario.
—Cállate. —Dijo Tsunade.— ¡¿Qué ‘misión’ le diste a Sasuke?!
Orochimaru miró a la rubia mientras sonreía maliciosamente.
—Así que lo ha hecho. Incrédulo.
—¡CONTESTA!
—Oh, Tsunade no te pongas así. Admitelo, tú también querías deshacerte de él, y tú igual Jiraiya.
—¡Yo nunca he querido deshacerme de él!
—¿No?, ¿y los sellos que traería Jiraiya? No creo que los sellos sean para interrogaciones, pues traen la etiqueta de que son para entidades.
—… —Todos quedaron en silencio unos momentos hasta que la risa del hombre con rasgos de víbora comenzó a reír.
—Kukuku, eso le enseñará que no se debe meter conmigo. —Gaara reaccionó frente a eso inmediatamente, agarrando al hombre de su vestimenta.
—¡¿Qué le hiciste?!
—Primero, suéltame. —Orochimaru clavó un kunai en la mano del pelirrojo que fue sanada inmediatamente.— Segundo, no le he hecho nada últimamente, eso lo ha hecho Sasuke-kun… —Respondió inocentemente.
—¡Contesta!
—Si tanto quieren saber la respuesta… —Se cruzó de brazos mientras seguía sonriendo.— Hace dos años se lo compre a unos bandidos, fui su salvación. Fue mi sujeto de pruebas, ¡fue magnífico! Claro, hasta que escapó, dos años después.
—¡Desgraciado! —Gritó Temari.
—Gracias.
Tsunade miró fijamente a su ex compañero, no podía creerlo. Sabía que experimentaba, pero no en animales, pensaba que experimentaba con células de plantas, como él había dicho.
—Orochimaru, Naruto está protegido por la aldea, por lo tanto… Las estás rompiendo.
—Me encanta romper las reglas. Kukuku.
Jiraiya suspiró y luego le susurró en el oído a la rubia, la cual asintió.
—Deberás mostrarnos todos los lugares donde has experimentado, tus pertenencias y toda persona que se encuentre dentro serán llevadas a distintos establecimientos, dependiendo de qué sea.
—No puedes hacer eso. —Su sonrisa creció aún más.
—¿Y por qué no?
—Porque-- —A lo lejos se escucharon unas explosiones.— Yo ya lo he hecho.
Comenzó a reír más y más fuerte, sin darse cuenta de que todos los presentes se estaban acercando a él para atacar.
La primera en golpearlo fue Tsunade, que lo atravesó con su puño.
Así los demás comenzaron a golpearlo, Sakura con su fuerza extraordinaria le arrancó una parte de sus genitales, sonriendo en el proceso.
Temari comenzó a jugar ‘delicadamente’ con los ojos, haciéndoles pequeñas heridas para después sacarle el izquierdo.
Gaara estaba arañando sus extremidades, al igual que su hermano.
Jiraiya también estaba en la ‘hombría’ de Orochimaru, torturandolo de toda forma que se le venía a la mente.
Así fue como Orochimaru quedó moribundo en el piso, sin sus dos ojos, sin extremidades, heridas por todas partes y castrado completamente.
Temari fue concebida para dar el último golpe. Todo terminó cuando ella tomó su corazón y lo apretó, haciendo que explotara.
—Ahora pagará lo demás en el infierno…
—Pero primero irá con Inari-sama. —Dijo Gaara, sus hermanos asintieron, mientras que los otros tres miraban confundidos.— Será juzgado por el daño que ha hecho a uno de los suyos, que nunca hizo algo a él. Y esos juicios son los peores…
—Oh… —Contestaron al unísono.
Itachi miró todo en silencio, no era su pelea. Claro, él odiaba a Orochimaru por haber engañado a su hermano y hacerle daño al pequeño kitsune, pero los que más merecían ‘vengarse’ eran los tres hermanos y Sakura, que lo había cuidado durante su corta estadía.
—Tsunade-sama, Jiraiya-san, me retiro. —Dio otra pequeña reverencia y desapareció nuevamente.
Las cinco personas restantes comenzaron a conversar, el cuerpo de Orochimaru desangrándose en el piso. Nadie se molestó en recogerlo y por lo menos tirarlo a la basura.
XHabitación de SasukeX
-Pov Sasuke-
Soy un imbécil, debí escuchar a Itachi. ¡¿Por qué?! Él creía en mí… ¡Confiaba en mi!
¡¿Cómo pude haber sido tan ingenuo?!
Tomé la espada que tenía la sangre de su ojo derecho y de mi bolsillo saqué un pequeño sello.
En él estaban unos pocos pelos de su hermoso pelaje y estaba su ojo… Sé que es asqueroso, pero esa parte de él me recordará lo que hice.
Zorr-- No. Naruto, no descansaré hasta volverte a encontrar, suplicaré tu disculpa.
Todos vieron algo bueno en ti, alegraste mi vida en esa primera y única cita. Claro, hasta que llegaron tus hermanos.
—Debiste haber escuchado a la rubia… —Me dije a mi mismo con una sonrisa melancólica.— Pero en vez de eso confiaste en mi…
Tomé con fuerza los pequeños pelos, algunos tenían sangre. Fruncí el ceño al notarlo. Seguramente sangre por la herida que te hice… Los llevé y los lavé con sumo cuidado. después los agrupe con una cuerda de cuero, la cual até a mi mano.
Tu ojo… Tiene ese color tan característico, zafiro. Un color particular… Un color único… Y aquí está hoy, arrebatado de su dueño…
Dejé todo en el escritorio, solo me recosté en mi cama, mirando por la ventana que había frente a mi. Todo me recuerda a ti… Pero no te estoy recordando como eras, ¡te estoy recordando en el momento que te ataque! ¡Maldición! Golpeé mi puño contra la pared. Como me gusta hacerme daño a mi mismo… Y a los demás.
-Fin Sasuke Pov-
~Tres años después~
Los hermanos Tanuki pasaron esos tres años convirtiéndose en ninjas elite de Konoha, ayudando a buscar a su hermano perdido, todos los días hacían patrullas (sólo los tres y de vez en cuando Sakura) en el bosque, por si volvía. Y en misiones aprovechaban el tiempo libre para observar y preguntar a las personas.
Muy pocas veces escucharon algo de un zorro, pero éste era blanco.
Desde las explosiones en los laboratorios de Orochimaru no se ha visto a Kabuto, ni ningún otro subordinado.
Ahora los hermanos y Sakura se encontraban descansando en un pequeño parque, observando pequeños animales ir y venir.
—Ya han pasado tres años… —Dijo Temari en su forma humana, los demás asintieron.
Los Tanuki ya no necesitaban colocarse en su forma híbrida. Solo en ocasiones necesarias, pues ya habían aprendido a controlar el cansancio y el chakra que usaban a la perfección.
—Me pregunto si estará bien… Todo lo que hemos podido recolectar es sobre un zorro blanco y ni siquiera están seguros…
Ese día se cumplían tres años desde que su hermano había desaparecido. Las cosas habían cambiado; Sasuke ahora era un Anbu y siempre trabajaba solo, los chicos aún le decían lo que había hecho hace tanto, haciendo que luchara por buscarlo.
Temari era una Jōnin, al igual que Kankurō y Gaara, que por cierto el menor había conocido a cierto azabache que le atraía.
Sakura se había vuelto la mejor ninja médico después de Tsunade y Shizune.
De todos sus logros estaban orgullosos.
—Tanukis, Haruno-san. —Un Anbu salió de la nada, un Anbu que conocían muy bien a pesar de tener su máscara puesta. Una máscara de cuervo.
—¿Qué quieres? —Dijo sin ganas Temari, mirando directamente los ojos profundos del azabache.
—No hay por qué tratarme así, Temari. Solo vengo por asuntos de trabajo. —Contestó secamente.
—¿Qué trabajo?
—Mejor dicho una misión. —Se fue acercando de poco, sabía que no le harían nada, no cuando tenían la oportunidad de una misión en grupo.— Tsunade-sama ha sido informada por unos shinobis de Suna que hay un hombre atacando para conseguir algo, no saben bien qué es, pero mata a cualquiera que se encuentre en su camino.
—¡¿Cuándo iremos?! —Dijo ansioso Kankurō.
—Cuando ustedes quieran, pero yo iré con ustedes.
—¡¿Qué?! —Gritó Sakura.— ¡De eso nada!
—Tsunade-sama me asignó como el líder.
Suspiraron resignados.
—Está bien. —Dijo Gaara.— Pero si haces algo que no nos parece sufrirás las consecuencias.
—Les consigo una misión donde estén todos juntos y para que puedan buscar a su hermano, pero me quieren atacar. Parece injusto, ¿no? —Dijo antes de desaparecer.
—¿Él lo hizo…? —Cuestionó Sakura.
—¿Puede que haya cambiado un poco que sea?
Miraron el suelo, recordando los hechos de ese día tan fatídico, pero eso no los detendría. Encontrarían a su hermano.
De eso estaban seguros.
XTorre HokageX
Ya estaban todos ahí, incluso Kakashi, que había pedido unirse a la misión.
—Solo falta Sai y estaría todo el equipo reunido. —Dijo alegremente.
—¿Dónde está a todo esto? —Preguntó Gaara.
—Oh, mi pequeño Gaa-chan ya lo extraña. —Dijo Temari molestando.
—¡Temari!
La puerta se abrió y de ahí salió Tsunade con varios papeles en sus manos.
—Disculpen, tuve que ir a buscar esto, Shizune no está.
—Ya veo…
—Éstas son algunas características del sospechoso.
En las fotos solo se veía a un hombre de mediana estatura con ropajes negros y detalles dorados, las pocas facciones que se veían de su cara -pues usaba una máscara- eran delicadas, sorprendente para un mercenario. Al igual que la estructura de su cuerpo, tenía un cuerpo algo femenino.
—¿Están seguros de que este es el mercenario?
—Sasuke, sabes bien que para éstas cosas no hay límites…
—Hai…
Temari seguía mirando las fotografías, no podía creer que alguien que se veía tan delicado pudiera matar personas solo para lograr su objetivo, pero como había dicho la Hokage, todo es posible en su mundo.
—Pueden ir ahora si quieren. La misión no tiene un tiempo límite; su última aparición fue en Suna.
—Hai. —Dijeron todos al unísono y salieron corriendo a las puertas de la aldea. Como buenos shinobis ya estaban preparados con sellos que dentro tenían comida, agua y armas.
Los Tanuki volvieron a su forma animal para correr aún más rápido.
—’¡Vamos!’ —Dijo Temari a sus hermanos, que asintieron.
—¡Hey, esperen! —Sakura y Kakashi siguieron el rumbo de los pequeños animales, que iban saltando de árbol en árbol. Mientras que Sasuke seguía parado allí.
—’¿Te podré finalmente encontrar, Naruto?’ —Levantó su manga y allí estaba la pulsera de cuero en la que estaban los pelos del rubio, pero en vez de ser anaranjados eran blancos.
Después de eso siguió a los demás, meditando en silencio.
XEn SunaX
Todo era caos y desastre, literalmente no podían hacer nada contra su atacante. Y lo peor es que no decía su razón de atacar, solo contestaba: “Es estúpido revelarle secretos a tus enemigos.” Y luego mataba a la persona.
El mismo Kazekage trató de detenerlo, pero todo fue en vano. Lo subestimó, un grave error en la carrera de un Shinobi.
—Patético.
La batalla apenas duró unos minutos. Estaba realmente decepcionado.
—Puedo sentirlos, salgan. —Detrás de unos establecimientos salieron dos personas.— ¿Qué quieren?
—Por favor, líder. Pare, usted no era así.
—¡Cállate!, ¡no me recuerdes eso! —Tiró un kunai que iba a darle en la garganta, pero fue parado por la otra persona.
—Tienes razón. —Dijo refiriéndose a la otra persona;— Pero como es ahora no dudará en matarte.
La otra persona asintió tímidamente y ambos desaparecieron en un humo negro, pero antes el segundo le dijo;— Vienen por ti.
—¡Maldición! —Se golpeó la cabeza en señal de furia. No estaba listo, no podría con un grupo de shinobis de Konoha, aquí solo eran civiles y uno que otro shinobi o kunoichi, ¡pero no iban en grupos!
Sacó su espada del cuerpo de una niña pequeña, que estaba aferrándose a una pequeña muñeca. Tomó la muñeca también y la miró, sus ojos negros lo hipnotizaron, pero pronto la tiró.
—Créeme que no estoy orgulloso de lo que estoy haciendo. —Dijo mientras unas lágrimas se veían caer detrás de su máscara.— Y nunca lo estaré…
Miró a su alrededor, fuego por todas partes, gritos estremecedores de personas alcanzadas por el mismo. Ya no había vuelta atrás, él era Iniko por algo, ¡nunca se arrepentía de nada, ni siquiera por la muerte de una pequeña lo detendría!
—Hora de irme…
Desapareció de un momento a otro, dejando solo unas cuantas plantas como seña de que él estuvo ahí, y que todo el paso de destrucción fue obra suya.
XCon el equipoX
Un viaje normal a Sunagakure duraría entre 2 ó 3 días, pero siendo que el equipo no era uno normal solo se demoraron ocho horas en llegar.
—¿Ustedes son el equipo de Konoha? —Preguntó un pequeño, sorprendiendo a todos.
—S-Sí… ¿Qué ocurrió?
Detrás del pequeño apareció un adulto con vestimenta Jōnin.
—Iniko, eso es lo que pasó.
—¿Iniko? —Preguntó Kakashi.
—Sí, es el hombre que dejó a Suna en sus miseria… Mató a cualquiera que se le cruzará, yo no viviré por mucho… —Miró su abdomen y efectivamente, allí tenía una grave herida producida por una espada.— Por eso quiero que lo atrapen; mató a los padres de este niño, mató a mi hermano menor. Mató a familias enteras.
—¿Cómo puede existir alguien tan cruel…?
—… Sakura, trata de curarlo y revisa al niño. Kakashi quedate con ella. —Dijo Sasuke.— Gaara, Kankurō, busquen sobrevivientes y traiganlos con Sakura. Temari y yo buscaremos su rastro.
—Hai. —Dijeron todos, las misiones se las tomaban seriamente, especialmente ahora que casi toda la aldea estaba destruida.
El equipo tres (Sasuke y Temari) observaban con horror las distintas escenas: habían niños muertos, abrazando a sus padres. Habían cuerpos calcinados, indistinguibles. Y en medio de todo estaba el cuerpo inerte del Kazekage.
—¡Ese es el Kazekage! —Gritó Sasuke, corriendo para socorrer. Temari siguiéndolo.
Con urgencia lo llevaron hacia Sakura, que estaba con una fila de personas, a todas sanando
sus graves heridas.
—¿Sakura estás bien? —Preguntó Temari.
—Sí, esto no es mucho, he pasado por cosas peores. —Sonrió débilmente y continuó sanando a un bebé que le faltaba un ojo.
Sasuke observó al infante, le recordaba a Naruto en exceso, no, no tenía los ojos zafiro., Los tenía verdes, pero el resultado era el mismo.
—Temari, tú tienes un poco de conocimiento médico, ¿no?
—Eh… Sí.
—Genial. —Dijo Sasuke.— Sana a las personas que no estén tan heridas, por ejemplo ese adulto. ¿Entendido?
—Sí. ¡Todas las personas que no estén gravemente heridas hagan una fila delante mío! —Así como dijo varias personas se formaron delante de ella, aliviando un poco el trabajo a Sakura, que había gastado gran parte de su chakra en sanar al Jōnin.
—¿Tú que harás, Sasuke? —Le preguntó Kakashi, observando a su alumno de pies a cabeza.
—Seguiré buscando rastros del desgraciado que hizo todo esto.
Kakashi asintió y lo dejó irse.
XCon SasukeX
Con cada paso que daba debía mover un cuerpo de las calles, había ríos de sangre en el piso y a lo lejos se escuchaban gritos y llantos. Quizás de personas que encontraron a alguien en un estado repulsivo.
Llegó nuevamente a donde habían encontrado el cuerpo del líder de la aldea, donde unos treinta metros después encontró unas flores negras en el piso, bañadas en sangre.
—¿Tacca chantrieri? —Frunció el ceño frente a eso, seguramente las había dejado el asesino, pues no crecían en esa parte del mundo.
El aroma de la extraña planta seguía en el aire, por lo que corrió hasta donde se encontraba Kakashi, para que invocara a Pakkun.
—¡Kakashi necesito que invoques de inmediato a Pakkun!
Kakashi no cuestionó y lo invocó, junto con los otros.
—Sigan a Sasuke y hagan lo que él les ordene.
Los perros asistieron y se prepararon para seguir al Uchiha.
—Vamos, por aquí.
A los pocos segundos llegaron al lugar, donde el leve aroma seguía en el aire.
—Ugh... ¿qué es este olor?
—Son Taccas chantrieri... No crecen en éste lugar, por lo que me parece que el tan denominado Iniko dejó... Además están cubiertas de sangre algo fresca.
—Ya veo... Bien, el aroma sigue fresco, por lo tanto podemos rastrearlo, a menos que esté muy lejos. —Dijo Pakkun al azabache.
—Los estoy siguiendo.
Mientras tanto Iniko caminaba disfrutando el paisaje, se estaba relajando. En esa aldea no había encontrado lo que buscaba, una desgracia.
—Alguien me está siguiendo... —Dijo mientras olía el aire.— Debería dejar de colocar esas flores...
—¡Por aquí, ya es más fuerte el olor! —Se escuchó a lo lejos. Iniko solo tiró las flores que traía consigo, dejándolas en distintas partes para confundir al que lo estuviera siguiendo. El próximo paso fue deshacerse de ese ropaje y camuflarse.— Henge...
Dijo tranquilamente. Ahora era un pequeño osezno; algo creíble pues ya estaban en zona de bosque.
—'¿Cómo era el llamado a la madre?' —Comenzó a intentar con varios sonidos, pasando desde la tortuga hasta un azulejo.—'Creo que éste es.'
Así como lo dijo empezó a hacer los sonidos de un pequeño oso perdido, oliendo el aire primero por si había una osa cerca, o incluso peor, un oso. Ya le había pasado, y le había costado salir de la cueva de la osa, mientras que el oso casi lo mata.
—¿Qué...? —Se escuchó la voz del perro resonar por el bosque, mientras Iniko miraba divertido.
—¿Qué pasa Pakkun? —Dijo la otra voz.
—El aroma... está por todas partes. —El perro comenzó a buscar las flores y efectivamente las encontró.— No sólo eso, hay un osezno muy cerca
Esa fue la señal del hombre ahora osezno para salir y llorar.
—¿Ese? —Preguntó Sasuke apuntando al pequeño que al verlo comenzó a llorar más fuerte y a correr.
—Sí, ese. —Contestó.— Debe estar muy perdido, no hay ninguna osa cerca.
—'Mierda... ¡No sabía que traían perros!'
Cuando ya estuvo lo suficientemente lejos hizo un Kage Bunshnmin que rápidamente convirtió en una osa.
—'¡Haha!' —Empezó a saltar junto con la osa, un espectáculo increíble.— 'Ahora tendrán que creerme sí o sí'.
Con toda la seguridad del mundo caminó cerca de los otros ninjas, sonriendo para sus adentros.
—Es más raro encontrar el olor de una osa de la nada... Es el enemigo, Sasuke.
—Entendido.
Sasuke se colocó en una pose defensiva, esperando que el enemigo atacara, cosa que nunca pasó.
—'¡¿De dónde salió ese oso?!' —Iniko estaba observando como un osezno realmente perdido se acercó a ellos.— '¡Kuso!'
Liberó ambos Henges y se acercó de poco a los hombres, ahora como estaba, es decir, sin mucho chakra no podía pelear correctamente.
—¡Si no vas a atacar yo atacaré primero! —El Uchiha corrió a la pequeña cría con su espada en mano, listo para atacar.
Iniko se colocó delante del osezno, protegiendo al pequeño con su cuerpo. —¡Gah...! —La espada atravesó su torso y en el acto hizo que escupiera sangre.— ... No se metan con los animales.