Naruto estaba en estado de shock, ¿sus padres? ¡¿Por qué los tenía que meter en esto?!
—¿Viste su reacción Chou? —Los dos zorros se transformaron en humanos, bastante parecidos.
—Claro que sí Khou, fue magnífica. Disculpe amigo zorro, nosotros somos Chou y Khou, un gusto. —Ambos hicieron reverencias, eran muy bien vestidos y sus modales eran impecables.
—’¿E-Eh?’
Los gemelos se acercaron al rubio con sonrisas algo inquietantes en sus rostros. La menor de lo dos (Chou) se sacudió el vestido blanco y tomó de la pata rota a Naruto.
—Eres bastante fuerte para poder seguir, mereces que me saque el sombrero ante ti. —Con la cola que Naruto no había notado en ese instante se sacó un pequeño sombrero blanco que estaba perfectamente colocado en su cabeza.— Mereces mi respeto, además posees dos colas.
—Ciertamente querida Chou, también me saco el sombrero ante usted. —Al igual que su hermana se sacó un pequeño sombrero de color negro.
—’¿Qu-Qué quieren?’
—Por el momento no te queremos hacer daño. No podemos pelear con alguien que Orochimaru-san lastimo y menos en estas condiciones, mi vestido se mojara más de lo que ya está.
Mientras la escena la veían dos aburridos Kabuto y Orochimaru, pero dentro de ellos sabían que cuando terminaran esos dos lo atacarían sin piedad alguna, así funcionaba el mecanismo de los hermano Chou y Khou, o también hermanos Yin y Yang.
—Ahora recuerdo porque no los sacamos tan seguido. —Comentó molesto Orochimaru mirando como Chou se arreglaba el sombrero nuevamente.
—Pero Orochimaru-sama, son uno de sus mejores robots, ¡parecen reales!
—Cállate idiota, ¿quieres que lo sepan? Me ha costado hacerles creer que de verdad tienen familia y que nacieron de una zorra kukuku.
Kabuto se quedó callado, de vez en cuando Orochimaru pasaba sus propios límites. Kabuto conocía a Chou y a Khou desde su beta en la computadora de su maestro. Pero guardó silencio, prefiriendo no meterse con el hombre serpiente.
—Lamentamos tener que luchar con usted después Naruto-kun. —Dijo Khou levantando al pequeño zorro del piso y colocándolo en una manta bajo un techo improvisado.
—’¿Luchar?’
—Es nuestro deber. —Contestó ahora Chou.— De verdad lo lamentamos Naruto-kun. —Hizo una pequeña reverencia en señal de disculpa y continúo su labor de hacer un refugio improvisado.
—’Pero, ¿por qué? Se ven como personas muy amables...’
—Gracias Naruto-kun, nos alegramos y entristecemos al escuchar ese halago de su parte. —Dijeron ambos al mismo tiempo, sorprendiendo al zorro una vez más de su conexión.
—’¿Por qué?’
Ambos miraron al zorro y negaron con la cabeza luego de mirar donde se encontraban Orochimaru y Kabuto. A decir verdad le temían a su tutor y a mamá gallina alias Kabuto.
—Bueno, hemos terminado con usted. —Dijo Chou tranquilamente mientras se sacaba su vestido, al igual que su hermano se desvestía también.
—’¡¿Qué hacen?!’
—No podemos pelear con esta ropa tan costosa y bonita, ¿no?
Naruto entendió, pero miró hacia otro lado avergonzado.
—Sabe se ve muy tierno haciendo eso Naruto-kun. —Dijo Khou alentando que el pequeño zorro se transformara en un tomate.— Pero por desgracia ahora debemos pelear. —Naruto se dio vuelta y volvió a ver a esos zorros parecidos a su padres.
—’¿Por qué no son blancos y negros?’
—La genética no siempre puede darnos el color que gustamos Naruto-kun.
—’Disculpen...’
Los tres zorros formaron un triángulo, Chou y Khou en un extremo mientras que en el otro Naruto yacía aún algo lastimado.
—’¡No debemos pelear! No quedan Kitsunes, somos los únicos… ¡debemos cuidarnos las espaldas!’
Los zorros emitieron unos aullidos y después empezaron a correr alrededor de Naruto, dando un rasguño de vez en cuando. Naruto por su parte no quería pelear, esos chicos se veían muy amigables. De cierta forma le recordaban a él cuando estaba con Orochimaru, cuando realizaba esas ‘misiones’.
Pelearon por lo que parecieron horas, Naruto saliendo lastimado en la mayoría de las ocasiones. Ya tenía una mordida gigante en una oreja, parte de su nariz estaba colgando y le faltaban mechones de pelo.
—’P-Paren… No los quiero lastimar.’
—Paren. —Interrumpió Orochimaru, haciendo que ambos zorros pararan al instante.— No lo queremos muerto, solo moribundo, que conozca el dolor.
—’No necesito tu compasión...’ —Trató de levantarse, pero falló y cayó en seco al piso, sangrando.
—Khou, rematalo enterrando tus garra en el estómago. —Khou asintió y procedió a enterrar la garra, en su rostro animal se notó una cara de disgusto mientras lo hacía.Al igual que Chou, que ya como humana estaba tratando de ocultar unas lágrimas.
Al terminar de ‘rematar’ al pequeño rubio se transformó en humano nuevamente, miró su mano y una nueva cara de disgusto se presentó.
—Orochimaru-san, ¿por qué?
—No sean llorones. Agradezcan que lo salvé. —Dijo mirando al zorro que se estaba transformando en humano.
—¡¿E-Es humano?! —Gritó Chou, rompiendo su protocolo y con un cargo de conciencia aún más grande.
—N-No se preocupen. —Dijo con una débil sonrisa el rubio cubriéndose con unas mantas anteriormente colocadas por ella.— Y-Yo es-
Se desmayó y los gemelos trataron de socorrerlo, pero su ‘amo’ los paró.
—Se acercan a él y no se vuelven a ver nunca más, ¡¿entendido?!
Ambos asintieron y se fueron a la guarida del cruel hombre, si eran separados perderían todo. Su mundo giraba entorno a ambos, siempre cuidándose las espaldas.
—Y en cuanto a ti, vivirás. —Hizo una señal y Kabuto se acercó con una jeringa y dentro de ésta un líquido extraño que le inyectaron en el brazo.— No creas que dejaras de sufrir tan pronto.
Vio como las figuras de esos dos se alejaban, la tormenta que había parado inició nuevamente, con mayor intensidad.
—M-Maldito…
XCon SasukeX
El azabache sentía que algo malo le había sucedido al zorro. Algo muy malo, pero, ¿por qué se estaba preocupando tanto? Ese zorro dejó a su maestro en la unidad de cuidados intensivos… Casi lo mata.
—’No me puedo sentir así… seguro que esos mapaches tienen que estar con él.’
Miró el cielo mientras era jalado por Sakura hasta llegar con su hermano, porque según ella, él estaba loco y su hermano haría que dijera la verdad.
—Ya llegamos Sasuke-kun. —Dijo con una sonrisa.
—¿A mi casa?
—Obvio, vives con Itachi, y él está aquí ahora.
—Genial, mi hermano pasó de interrogador criminal a psicólogo. Espera hasta que se lo digas.
—No seas llorón. Además debes decirme donde esta Naru, o te corto el pequeño Sasuke. —Dijo con una sonrisa la Kunoichi, el azabache tragó saliva.
Sakura prosiguió a tocar la puerta, siendo inmediatamente abierta por el azabache mayor.
—¿Acaso no saben qué hora es? —Dijo bostezando.
—Necesito que interrogues a tu hermano.
—No soy psicologo.
—Lo mismo le dije. —Interrumpió Sasuke.
Itachi suspiró y sin más los dejo pasar, no podía creer que molestaran a esas alturas de la noche, y más aún cuando tenía que trabajar en unas horas.
—¿Qué quieren? —Había ido a buscar una taza de té para él, la invitada y su hermano no se lo merecían.— Háganlo rápido.
—Quiero que interrogues a Sasuke, ¡perdió a Naru!
Itachi lo miró fijamente, conocía muy bien el plan de Orochimaru con su hermano menor, y el muy idiota había aceptado.
—¿Dónde lo dejaste? —Dijo secamente, sonando mucho más hostil.
—¡Ya le dije a Sakura que se lo llevaron unos mapaches! —Miró fijamente a su hermano mayor, asegurándose de que supiera que decía la verdad.
—Dice la verdad. —Tomó un sorbo de su té y se levantó, para ir a acostarse nuevamente, pero se lo impidió cierto brazo de una muchacha.
—¿S-Seguro?, ¿no estará afectando el sueño?
—NO. Investiga tú, yo estoy cansado y tengo que hablar con mi hermanito.
Sakura salió enfadada de la mansión Uchiha, pero más que enfadada preocupada. Su hermanito podría estar en cualquier parte ahora, lastimado, o-
—Tengo que parar con estos pensamientos… Seguro que está bien y resguardandose de la tormenta. ¡¿Tormenta?! —Miró el cielo nuevamente y ciertamente, el cielo estaba negro, preparado para dejar caer sus lágrimas. Con angustia se fue corriendo de techo en techo para llegar a su casa. Las tormentas en estas épocas del año no eran para nada bueno.
XCon los TanukiX
Temari estaba sentada en su forma humana, no podía creer que había lastimado a su pequeño hermano, más aún después de encontrarse luego de dos años.
—Lo presioné mucho…
—Temari no te maltrates así. —Gaara se acercó con unas ramas y unas frutas. Naruto también tuvo que ver, tú también fuiste presionada.
—Pero Gaa-
—Gaara tiene razón. —Kankurō dijo, también acercándose con un poco de comida y hojas.
Temari asintió y ayudó a hacer un refugio en los árboles algo improvisado. La verdad esta era la segunda tormenta que tenían hasta ahora, no sabían bien qué más hacer, solo lo básico.
—Aún así no puedo dejar de preocuparme, esta es su primera tormenta… Y se ve que será una muy grande.
—Ya sabes como es Naruto.
—¡No, no lo sé! Por Tanuki-sama Kankurō, solo lo conocimos por uno días… ¡No sabemos nada de él! —Quería llorar, quería ser abrazada por su madre.
Por fin todos sus sentimientos estaban saliendo a la superficie, dejando atrás a esa chica tan temeraria y segura de sí misma.
—Quiero a mamá… —Se llevó las manos a la cara para limpiarse unas cuantas lágrimas. Sus hermanos miraban estupefactos, sin saber qué hacer.
—Temari, todo estará bien. —Gaara tomó la iniciativa, abrazándola.— Seguro no son como los de mamá, pero creo que bastará.
Kankurō también se unió al abrazo, un tierno momento para la pequeña familia, si no hubiera sido porque Kankurō lo interrumpió.
—Tengo hambre. —Susurró con una sonrisa, aún abrazando a sus hermanos.
—Pudrete.
XCon los UchihaX
Sasuke e Itachi estaban teniendo una batalla de miradas fijas, el primer nombrado sabía de lo que quería hablar su hermano.
—Sasuke, aceptaste.
—¿Y? Es mi problema no tuyo.
—¡Maldita sea Sasuke, no te enseñé a ser así!
—¡TÚ NO ME ENSEÑASTE NADA, HIPÓCRITA!
Sasuke arrojó la mesita de café que se encontraba en el comedor. Itachi la esquivó con facilidad, poniendo una mueca de desagrado.
—No puedo creer que lo hayas olvidado. Todas esas veces que te protegí no valen nada para ti... Que te cuidé a pesar de todo lo que me habías hecho.
—...
—Qué se le va a hacer entonces. Si has optado por olvidar lo que he hecho por ti. —Subió las escaleras sin darse vuelta para mirar al otro Uchiha.
—¡Maldición! —Golpeó la pared fuertemente con el puño, dejando una marca en ella.
XCon NarutoX
Apenas podía respirar, su dolor era insoportable. Más aún porque Khou y Chou le recordaban a sus padres en forma de zorro, no hay nada peor que eso.
—M-Maldición… Tengo que ir con Sakura-chan… —Trató de levantarse, pero su cuerpo se apoyó en la pierna que estaba rota, haciendo que su cuerpo cayera nuevamente al lodo.— Ugh...
Miró el cielo rogándole a Inari que lo protegiera de todo peligro que estuviera cerca, acechándolo. Entonces, resignado se transformó en zorro, lo único que quería era descansar, y la única forma de hacerlo era así.
La noche pasó lenta para la mala suerte de Naruto, el lugar donde estaba se estaba inundando, y él ni idea tenía.
Ya habían 8 centímetros de agua acumulandose, y serían muchos más, se notaba al mirar las nubes, que seguían tan tristes como antes.
—¿Mmhn? —Despertó por sentir la nariz mojada y entonces se dio cuenta, todo a su alrededor estaba inundado, la mitad de su cuerpo incluido.— ¡¿Qué hago?!
Con todas sus fuerzas se levantó, su cuerpo aún no había sanado por completo, solo las heridas más pequeñas pues la mayoría de sus defensas se encontraban tratando de cicatrizar el enorme agujero que estaba en su estómago.
Mientras caminaba ayudaba a los animales que se cruzaban en su camino, la mayoría eran del lugar en el que había estado con Sasuke. La liebre que le había avisado sobre la llegada de los Tanuki le dijo que los vientos los empujaron hasta los territorios hostiles.
—’Yo los ayudaré a todos, reunelos y los llevaré de nuevo...’
—’¿Seguro, Kitsune-san? —La liebre parecía bastante preocupada, y le miraba las heridas de vez en cuando.
—’Segurisimo.’ —Como pudo sonrió y se recostó.— ‘Tú tráelos aquí. Cuando estén todos partiremos, antes no. Y mejor apresúrate porque la tormenta empezará de nuevo en cualquier momento.’
—’Gracias Kitsune-san. muchas gracias.’ —Hizo una pequeña reverencia y se fue brincando a la búsqueda de sus compañeros.
Naruto miró como se alejaba, ya habían bastantes animales alrededor de él. Cobijando a las crías con su cola de la suave lluvia.
—’Lamento no por ayudarla má´s señora Usagi.’ —Le dijo a una coneja que colocaba a la única cría que le quedaba debajo de la cola del zorro.
Antes de contestar se quitó unas lágrimas.— ‘No se preocupe Kitsune-san, usted ya ha hecho mucho por nosotras.’ —Las otras madres que estaban asintieron.— ‘La tormenta no fue su culpa, Washi-san nos dijo que estuvo en una pelea. ¿Es verdad? ¿Por eso tiene estas heridas tan feas?’ —Naruto miró los árboles y efectivamente estaba ahí la águila. Con una mirada divertida.
—’Pues sí… Por eso tengo estas heridas, pero no debe preocuparse. Ustedes tampoco.’
Los animales lo miraron preocupados, pero inmediatamente se fueron a vigilar a sus crías de depredadores.
El lugar donde había llevado a Sasuke era único, cada animal era especial. Todos se cuidaban entre sí, todos se conocían. Y animales como Washi siempre informaban a los demás sobre lo que pasaba fuera de las fronteras de ese bosque. Ni siquiera Naruto sabía cómo funcionaba, y tampoco quería saberlo. Quería que conservara era magia que lo hacía tan especial.
Después de unos minutos la liebre volvió con varios animales, la mayoría pequeños, pero se podían ver unos cuantos siervos.
—’¿Son todos?’
—’Sí Kitsune-san.’
Naruto asintió.— ‘Suban a los pequeños a mis lomos, yo los cargaré. Más adelante hay mucha agua.’
Los animales dudaron en hacerlo o no, el zorro estaba en sus peores condiciones. Naruto al notar esto pensó un poco.
—’Espérenme aquí.’ —Se fue lentamente a donde estaba anteriormente y buscó las mantas que había colocado Chou en el suelo. Éstas estaban flotando por ahí.
Con ayuda de una araña tejedora se hizo unos harapos improvisados para cubrir su cuerpo humano del frío. También hizo con ramas y las mismas mantas (un poco más secas) un cajón para llevar a todo animal que lo necesitara.
—Volví. —Los animales no se sorprendieron al ver al Kitsune en su forma humana, o por lo menos no los más viejos, que ayudaron a calmar a los más jóvenes.— Aquí irán sus crías, estarán más cobijadas del frío. También pueden entrar los que estén lastimados o los ancianos.
Así como dijo entraron todos los animales al pequeño refugio improvisado. Al terminar Naruto lo levantó cuidadosamente y se lo colocó en el hombro con unas correas que había hecho con ramas resistentes y mantas forrandolo.
El camino fue largo y doloroso para el pobre híbrido que en varios momentos debía parar para descansar su pierna rota, y la otra herida del estómago
—’Kitsune-san, nosotros podemos seguir solos desde aquí.’
—Oh, no te preocupes. —Sonrió dulcemente al animal que le había dicho eso.— Igualmente tengo que ir allá.
Continuaron el viaje hasta por fin llegar al pequeño bosque que estaba protegido por una barrera hecha por todos los dioses de los animales respectivamente, especialmente por parte de Inari. En todas partes había un hábitat así, incluyendo Suna, pero estaba ocultos y solo ciertos animales que eran elegidos podían pertenecer. Animales que habían hecho algo para ser recordados y respetados. La señora Usagi estaba ahí porque había salvado a sus crías o a la mayoría de las garras de un perro salvaje, arriesgando su vida. Todos tenían historias similares.
Cada uno era especial a su manera.
—Ya hemos llegado… —A pesar de la barrera que alejaba a los indeseados, no podía alejar el mal tiempo. Todo estaba inundado. Madrigueras, árboles estaban destruidos, refugios inundados. Todo.— Todo está destruido.
—’Oh no… ¿Qué haremos ahora?’
Naruto con una sonrisa dijo;— No se preocupen. Yo nos haré a todos un bonito espacio para descansar.
—’Kitsune-san, no creo que deba excederse tanto. Su cuerpo no da para más.’
—Da para esto y mucho más.
La verdad es que ya casi no sentía sus extremidades, estaban extremadamente frías. No sentía el dolor, excepto por el estómago. La herida se había infectado y no estaba sanando bien. Quizás ni pudiera sobrevivir la noche, pero quería asegurarse de que los demás pudieran.
Con todo su esfuerzo e imaginación creó un refugio con espacio para todos. Luego recogió otros materiales necesarios para las crías, incluyendo comida. Arriesgando más su salud.
Escuchó las sugerencias de todos, incluyendo a los infantes que querían golosinas (N/A Esas golosinas que comen los animales, no dulces de verdad. Ej: tenebrios (se los doy a mi erizo como golosina asdfghj))
Ya era de tarde (pasó toda la noche y mañana caminando) y comenzó la tormenta nuevamente, pero por lo menos había terminado el refugio y todos los animales estaban entrando a su sectores. Naruto con una sonrisa se recostó en el suelo con su forma de zorro, ya no podía más.
Cerró los ojos y esperó su destino. Ya nada más le importaba que la seguridad de sus pequeños amigos los animales.
XCon los TanukiX
Al igual que Naruto ellos habían hecho un refugio, pero mucho más elaborado.
—’No puedo evitar preocuparme por él.’ —La pobre Tanuki estaba caminando de lado a lado en su refugio mirando de vez en cuando afuera y escondiéndose cuando escuchaba un trueno a la distancia.
—’Déjalo ya Temari, debe estar de maravilla. Ven y disfruta de estas moras, están súper buenas.’ —Dijo Kankurō extendiendo sus patitas para que su hermana sacara unas cuantas.
—’No.’
—’Vale, tú te lo pierdes.’
Gaara al igual que Temari estaba preocupado, su hermano pequeño había reaccionado mal frente a su pregunta, algo malo le había sucedido y no lo quería decir.
—’Temari, ¿qué le dijiste al pulgoso?’
—’No te incumbe.’ —Siguió caminando de lado a lado, pero ahora comiendo las moras de Kankurō.
—’¡Oye, esas son las mías!’
—’¡No me importa!’
El mapache pelirrojo suspiró y se echó a dormir nuevamente, evitando las peleas con sus hermanos.
XDe vuelta con NarutoX
Estaba respirando con dificultad por lo que se alejó del refugio para no molestar a los otros. Exactamente se fue al borde de la barrera donde se subió a un árbol.
—'Por lo menos aquí descansaré un poco.' —Dio un suspiro y se echó a dormir una vez más.
XCon SasukeX
El joven Uchiha había salido de la mansión para reflexionar un poco. No recordaba nada que su hermano hubiera hecho por él. Absolutamente nada, por lo que debía estar mintiendo.
—Sí, eso es. Está mintiendo. —Camino sin rumbo, ahora mismo no estaba con su cuerpo físico, sino con su mente.
Sin saberlo pronto entró al bosque que rodeaba Konoha.
—¿Dónde diablos estoy? —Avanzó un poco más y chocó por lo que parecía ser… nada. No había nada ahí y había chocado.— Pero qué…
Colocó sus manos frente a él y comenzó a tocar la barrera invisible.
—Qué extraño… Juro que había entrado aquí con el zorro.
Activó su Sharingan y vio que efectivamente, había un fuerte sello rodeando esa parte del bosque. Miró alrededor y notó que ciertos animales tampoco podían entrar.
—Por lo menos no soy el único.
Pronto un árbol comenzó a moverse, para ser más exacto, las hojas se movían salvajemente. Y no solo por la fuerte lluvia y vientos, este era un movimiento mucho más extraño.
—¿Qué…?
Del árbol cayó Naruto escupiendo sangre y respirando con mucha dificultad, ya no podía más. Seguro que ahora tenía muchas más heridas que antes por todo su esfuerzo.
Antes de desmayarse notó que Sasuke estaba ahí y dijo;— ‘Sasuke, hola.’
Sasuke sintió que le brotaban las lágrimas, cosa que no quiso aceptar, pero de todos modos quiso pasar la barrera para ayudar al híbrido.
—¡NARUTO!, ¡NARUTO DESPIERTA!
Golpeaba con todas su fuerzas, ¡maldición! ¿Por qué ya no podía entrar? ¡Quería ayudarlo!
—¡NARUTO!
Los gritos del azabache llegaron hasta los animales que descansaban en el interior del bosque, y a unos que estaban un poco más lejos, para ser más exactos a los Tanuki que al escuchar los gritos del azabache, y más aún cuando gritaba el nombre de su pequeño hermano partieron de inmediato.
Pronto la frontera se llenó de los pequeños animales que miraban sorprendidos la escena. El Kitsune no les había dicho dónde estaría, ni que tan mal estaba.
—’¡Kitsune-san!’ —La señora Usagi movió el cuerpo y luego escuchó los latidos que estaban preocupantemente bajos.— ‘¡Tú!’
Sasuke sabía que el pequeño conejo le estaba hablando, pero no sabía de qué. Solo escuchaba el típico sonido que emitían los conejos, al igual que los otros animales. No sabía cómo pudo entender a Naruto.
La liebre al notar lo mal que estaba la situación salió de la barrera y brincó sobre Sasuke, para ser más exactos sobre la cabeza.
—’Nousagi-san, ¿qué hace?’
—’Esta es la única forma de ayudar a Kitsune-san, nosotros ya no podemos. Sus heridas son muy graves.’ —Los animales asintieron y le abrieron paso al humano.
Sasuke intentó una vez más pasar la barrera, y para su asombro pudo. Entonces corrió hacía el cuerpo del animal, y al igual que la coneja tomó los pulsos, que estaban mucho más débiles que antes.
—Gracias por su ayuda. ‘Sólo yo puedo acabar con él, es mi misión.’ —Al decir eso la lluvia comenzó a ser más fuerte, y los vientos más aún. Como si el cielo se hubiera enfadado con él.
Al salir de la barrera corriendo no notó que la liebre seguía aferrada a su cabeza, temiendo por su vida.
Después de un rato los hermanos Tanuki llegaron con un cansancio extremo, pero no les importó. Al ver a los animales todos reunidos temieron lo peor.
—’¿Dónde está Naruto?’ —Dijo Temari algo enfadada.
—’Kitsune-san fue llevado a la población humana por un joven azabache.'
—'Sasuke.' —Dijo Gaara con rencor.
Gaara miró a sus hermanos y esto asintieron, comenzando a correr siguiendo el olor de su amigo y hermano adoptivo.
XEn KonohaX
La actividad en la ciudad era muy poca por la tormenta, no se veía a casi nadie en las calles, cosa buena en parte.
Sasuke siguió corriendo hasta llegar a una separación.
—¿Hospital o veterinario? —No sabía qué hacer, en teoria Naruto era un animal, pero tenía parte humana.— Heh- mejor iré con Sakura, ella es médica después de todo, y está tomando cursos de veterinaria.
Cambió su rumbo hacía la casa de Sakura, y cuando llegó golpeó la puerta con todas sus fuerzas, casi echándola abajo si no hubiera sido porque la Kunoichi la abrió.
—¿Sasuke-kun?
Sasuke no respondió, entró esquivando a la chica y colocó suavemente al zorro en el sofá.
—¡¿Qué pasó?! —La chica se acercó al animal para observar lo que tenía y al hacerlo se sorprendió.— Por Kami…
—¿Q-Qué es?
—Está muy grave… sus pulsaciones son casi nulas, tiene un pulmón perforado, la herida en el estómago… ¡tiene demasiadas cosas! —Comenzó a lagrimear temiendo por la vida del animal.— ¡Quizás ni supere esta noche Sasuke!
Las pupilas del azabache se dilataron, no quería que muriera, no podía morir. Simplemente no podía, era su misión vengar a su maestro. ¡Kami no tenía por qué meterse!
—¿Dónde lo encontraste? —Dijo Sakura mientras buscaba algunos vendajes y medicinal, lo mejor era no moverlo.
—En el bosque… ya estaba así cuando lo encontré.
—Pasó toda una noche en el bosque… ¡por eso está así! —Abofeteó a Sasuke y se dio vuelta para atender a su paciente, aún llorando.
—Sakura yo-
—Vete. ¡Vete maldita sea! —Lo miró con enfado y luego apartó la mirada para fijarla nuevamente en el zorro.
Sasuke también se enfado y se fue, cerrando la puerta con todas sus fuerzas. ¿Por qué se preocupaba tanto por el zorro? ¡Debía engañarlo! Pero luego reflexiono, está haciendo un buen trabajo, quién sabe, el zorro pudo haber estado despierto.
—Sí… —Sonrió con malicia.— Sí sabe cómo engañarlo.
Con la sonrisa en cara se dirigió al hospital, iría a ver a su maestro, por fin habían abierto las visitas para él.
Ya en el hospital se impresionó por la cantidad de gente que había ahí, pareciese como si toda Konoha se hubiera reunido ahí. Bueno, además de que estuviera sirviendo como refugio a los mendigos y otros afectados.
Al acercarse pudo oír a varios granjeros hablando sobre una misma cosa: un zorro les salvó la vida.
—Ahí estaba yo, tratando de agarrar mis verduras cuando un árbol iba a caer sobre mi, claro que yo no tenía ni idea. —Paró para reir un poco, al igual que los que lo estaban oyendo.— Cuando el árbol estaba a unos centímetros de mí me di cuenta, y cuando me gire el bendito zorro ya estaba frente mi, recibió todo el impacto. Quedó más lastimado de lo que estaba.
Sasuke se metió a la conversación;— ¿Y qué hacía el zorro ahí?
—No me creerán muchos, pero estaba guiando a un montón de animales que estaban dañados al igual que él, pero mucho menos, pareciese que los llevaba a tierras seguras. La liebre que llevas en la cabeza estaba ahí.
—¿Liebre? —Tocó su cabeza y ahí estaba la liebre, aferrándose a su cuero cabelludo tan fuerte como podía.
—¿Cómo no la sentiste muchacho? Si se ve que hasta te sacó un poco de cabello.
Sasuke se quitó la liebre de la cabeza mientras las personas e reían. Al colocarla en el piso la liebre se fue corriendo lo más rápido que pudo hasta la casa de la mujer que estaba cuidando de su amigo y líder.
—Ugh…
Entró más enfadado de lo que venía al establecimiento donde estaba más lleno aún.
—¿Dónde está Kakashi Hatake?
—Hatake-san se encuentra en el piso seis habitación 64-B
—Gracias.
Cuando llegó vio que su maestro, a pesar de tener todas la comodidades que el hospital podía ofrecer, se encontraba escribiendo.
—Kakashi…
—Sasuke, no esperaba que vinieras, ya sabes por la tormenta. —Al sacar su brazo pudo notar que le colocaron una prótesis por el dedo que le había arrancado el zorro.— ¿Qué quieres?
—¿Qué es esto? —Tomó la pequeña libreta en la que había estado escribiendo el mayor, leyendo rápida, pero minuciosamente el contenido.— ¡¿Te sientes culpable?!
—Sasuke, tú no entiendes. Yo asesine a sus padres, ¿cómo te sentirías tú? —Sasuke lo observó.
—No puedo creer que le tengas piedad, ¡ese zorro merece que le hagan lo que te hizo a ti!
—¡Maldita sea Sasuke! ¡Maté a sus padres mientras era un cachorro, también lo iba a matar a él! ¡¿POR QUÉ RAYOS NO PUEDES ENTENDER ESO?!
—¡PORQUE SIMPLEMENTE NO! —La verdad es que si entendía, y demasiado. Entendía perfectamente lo que se sentía perder a unos seres amados, él mismo había perdido a sus padres cuando pequeño, pero su hermano estuvo ahí para apoyarlo.— ‘Itachi…’ —Eso era a lo que se refería su hermano.— No puedo creerlo, ni entenderlo…
Ya era demasiado tarde para romper el trato con Orochimaru, tendría que engañarlo, y eso no era tarea fácil. El hombre serpiente podía oler las mentiras.
—Maldición…
—Sasuke, vete. Hasta que no razones no te quiero ver, dile a Sai y Sakura lo mismo. Que no te traigan.
Sasuke miró a su maestro una vez más y asintió con algo de melancolía, no les diría a sus compañeros, ¿para qué? Si tampoco los acompañaría.
Al salir notó que la lluvia había cesado un poco, y también noto a tres mapaches que lo vigilaban desde un árbol.
—Genial…
Los mapaches se transformaron en humanos y se acercaron al azabache, a diferencia de Naruto, ellos aún no entendían las normas humanas de vestirse en público.
—¿Qué quieren?
—¿Dónde está Naruto? —Dijo Temari agarrándolo de su polera.— ¡¿Dónde?!
—Está con mi compañera, lo está sanando.
—¿Sanando? —Dijo Gaara preocupado. Al parecer Temari tenía razón.
—Sí, sanando. Busquen una casa color crema de dos pisos y árboles de cerezo alrededor, es la única así en toda la ciudad.
Los Tanuki se extrañaron al saber que el azabache no iría, y que les diera la dirección tan fácil, incluso Temari se sorprendió, pero eso era lo mejor.
XCon SakuraX
Sakura estaba llorando en su habitación, Naruto estaba abajo, cubierto de mantas y vendas. Había hecho lo que podía, ahora la cosa era que despertara y se sanara por sí solo.
Pronto escuchó unos pequeños golpecitos en la ventana, alguien estaba arrojando piedritas.
—¿Quién es? —Se limpió la cara y abrió la ventana, asegurándose primero que su puerta estuviera cerrada para que la brisa no llegara al primer piso.
—Disculpe señorita, ¿es aquí donde se encuentra Naruto-san? —Dos gemelos estaban parados en su patio, ambos con ramos de flores.
—Ehm… sí, ¿para qué sería?
Los gemelos aparecieron ahora en su habitación, Sakura se alarmó y tomo un kunai.
—Vinimos a dejarle estas flores, para que se mejore… Yo soy Chou, y él es Khou, mi hermano.
—Un gusto. —Ambos hicieron una pequeña reverencia, dejaron las flores y desaparecieron una vez más, pero esta vez Sakura no los pudo encontrar.
—Chou y Khou eh… tendré que hablar de esto con Naruto...