Un nuevo día llegaba a la escuela Konoha, en su habitación un azabache despertó emocionado, ese día sería su oportunidad de estar a solas con su rubio.
“¡Hoy por fin es la cita con mi dobe!” pensó y se levantó. “Me quedan unas cuantas de horas para arreglarme” se dijo al observar el reloj que estaba sobre su buro viendo que eran las 7 de la mañana “Que bueno que la vieja Tsunade me dio permiso de quedarme en la escuela” pensó.
- Debo agradecerle a mi nii-san la idea –dijo- llevar al dobe al festival que habrá en la ciudad hoy será divertido.
El varón estaba bastante contento y se metió a la ducha, salió con solo una toalla anudada a la cintura, dirigiéndose a su armario para empezar a buscar su ropa. Ese sería un gran día….
Bien dejemos a nuestro sexi azabache y vayamos a la habitación de cierto doncel rubio.
- ¡¡¡Naru-chan!!! ¡¡Levántate, hemos venido a ayudarte!! –grito Deidara al tiempo que ingresaba a la habitación del mencionado siendo seguido por Karin, Sai, Ino, Hinata, Kiba e incluso Iruka (Tsunade les dio permiso de quedarse a varios solo porque le dijeron que Naru iría a una cita y querían ayudar y chismosear un poco).
- ¿Qué pasa? ¡¡¡¿Nos atacan?!!! –se escuchó desde el cuarto seguido de un golpe sordo.
- ¿estás bien Naru? –preguntaron, se dirigieron al cuarto para toparse con la imagen de un lindo rubito tirado en el suelo, enredado entre las sabanas.
- ¿Qué te paso? –le pregunto extrañado Deidara, Naru lo miro feo, los otros solo tenían una gotita en la cabeza “Creo que se calló por tus gritos Deidara” era lo que pasaba por la mente de ellos. Ayudaron a Naru a desenredarse.
- ¿Qué pasan chicos? –les pregunto el doncel en cuanto estuvo desenredado, todos estaban sentados en la enorme cama.
- ¿no me digas que se te olvido? –pregunto incrédula Karin.
- ¿eh? ¿Qué cosa? –ladeo su cabeza de manera adorable visiblemente confundido. Los otros donceles y las mujeres presentes suspiraron.
- Naru-chan dime ¿Qué día es hoy? –cuestiono Iruka.
- Eh, pues es sábado ¿por? –todavía no lo recordaba.
- Naru ¿no recuerdas lo que tenías que hacer hoy? –Ino todavía no se creía lo olvidadizo que era, con lo responsable que se veía el rubio.
- Eh… –su cerebro hizo click- ¡¡¡Se me olvidaba!!! –se veía desesperado- ¿Qué horas son? ¿todavía tengo tiempo? –estaba histérico.
- Calma Naru –Hinata lo tomo de los hombros.
- Eso, cálmate. Todavía te sobran 3 horas, además los hombres deben saber esperar –dijo Kiba.
- Exacto, y nosotros nos encargaremos de que te veas irresistible no te preocupes –intervino Sai- ese bastardo se sentirá el varón más feliz del mundo cuando acabemos contigo.
- Pero…
- Nada de peros –dijo un decidido Deidara- es hora de empezar…
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Ya era la hora acordada y Sasuke llevaba puesto un yukata azul obscuro que tenía el símbolo del clan Uchiha en la espalda, estaba sentado en la estancia del edificio de mujeres y donceles.
- El dobe se está tardando –murmuro viendo su reloj. Lo decía porque ya eran las 10:09 a.m.- ¿será que se arrepintió y ya no quiere ir conmigo? –el varón estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, pero nadie podía culparlo, después de todo habían estado enojados y las dudas lo abordaban por ello.
- Eh…teme –escucho que lo llamaban, y al reconocer tanto el tono de voz como el apodo volteó para quedarse embobado con la imagen que se encontró.- ¿teme? –cuestiono Naru, pues el varón se había quedado viéndolo absorto sin decir ni una palabra.
- ¿Qué pasa? –pregunto recomponiéndose “Se ve hermoso” pensó.
- ¿Qué tal me veo? –pregunto caminando hacia él, que ya se había puesto de pie. Naruto llevaba un kimono largo, negro con algunos detalles en fiusha y con flores cuyos colores variaban del morado al blanco; el kimono mostraba perfectamente su figura, además de que llevaba el pelo semi recogido adornado con una horquilla morada.
- Te vez…precioso –dijo con una media sonrisa al ver que el rubio se sonrojaba.
- Gracias –respondió, aun sonrojado con una enorme sonrisa.- tú también te vez muy guapo –le dijo sonrojando al azabache, ambos estaban nerviosos.
- Esto…vámonos –le ofreció su mano, Naru la tomo sonriente y salieron del edificio en dirección a un mercedes negro, Sasuke sería quien conduciría ese día.
- No puedo creerlo –decía Itachi, el junto a los demás varones estaban desde hacía un rato observando a Sasuke por medio de las cámaras de Anko.
- Tu serio e insensible otouto estaba nervioso –Shizui también estaba impresionado.
- Es que está enamorado –dijo Deidara, quien venía entrando con los otros donceles y mujeres, sus varones fueron al encuentro de sus parejas.
- Supongo, nunca lo habíamos visto así la verdad –dijo Suigetsu que tenía abrazada a Karin.
- Y ¿los seguiremos? O ¿los dejaremos solos? –cuestiono Sasori, uno de los pocos varones que estaban solos (Tsunade dio muchos permisos al parecer n.n).
- Pues…
- Dejémoslos solos –ordenó Deidara antes de que su novio dijera que sí.
- Si, además yo también quiero ir al festival ¿Qué me dices? –dijo Karin de manera cariñosa a su novio (actuaba así solo porque de verdad quería ir).
- Eso Ita-chan, yo también –dijo de manera caprichosa y con un puchero, los demás donceles y mujeres hacían lo propio con sus parejas. Los varones sentían que se les movía todo, era imposible que le negaran algo a sus amores. Y los solteros…ellos no sabían si estar contentos porque nadie los molestaba o tristes por su inexistente vida amorosa…
- Esto…
- ¡¡¡Yo también quiero ir!!! ¡¡Gaa-chan vamos!! –ese fue Sai, que no dejo que el pelirrojo contestara y se lo llevo en contra de su voluntad.
- Eh ciento que me perdí de algo con ese par –murmuro Sasori, los otros solo le dieron la razón ¿desde cuándo Sai le decía “Gaa-chan” al pelirrojo? Normalmente le decía Gaara-san, ahí había algo raro…
- Lo que sea, ¿y bien? –Deidara ignoro lo que obviamente había ocurrido con esos dos y redirigió la atención al tema que era de su verdadero y entero interés: ir al festival.
- Eh, pues –los varones solo miraban a Itachi, el único que se había atrevido a responder- de acuerdo –acepto derrotado, pero es que ¿Quién se resistiría a que la persona que ama lo mire con ojitos brillosos y un lindo puchero en su hermosa cara? Ninguno de ellos, eso estaba claro. Sasori y los otros solteritos se apuntaron también, a lo mejor se les hacía y encontraban pareja…
Y de ese modo todos se fueron a arreglar para ir más tarde al festival que se haría…
- Teme vamos ahí –Sasuke y Naruto caminaban por la plaza de la ciudad, que estaba repleta de gente que como ellos ya llevaban yukatas y kimonos, pues faltaba un buen rato para que el festival diera inicio, el rubio iba colgado del brazo del varón y lo arrastraba a done quería ir, en este caso un puesto de ramen.
- ¿Dobe, todavía tienes hambre? –le pregunto algo sorprendido, pues Naru había comido un montón de dulces. El azabache se preguntaba ¿Cómo es que el rubio comía tanto y no engordaba? Eso era un gran misterio.
- Si, o ¿te molesta? –le cuestiono Naru de manera tierna.
- No, no. Vamos –y ahora quien era jalado era el rubio, el azabache no podía negarle nada a Naru.
Y así pasaron lo que les quedaba de la mañana y una parte de la tarde paseando de un lado a otro juntos, disfrutando de la compañía del otro.
Hablando, peleando, riendo, cariñosos; portándose como toda una pareja de enamorados.
- Ya es hora del festival –dijo emocionado Naru al ver que la gente se empezaba a dirigir al lugar donde sería el evento, llevaba jalando al azabache.- vamos Sasu-teme, apúrate-ttebayo –tan emocionado estaba que su muletilla salió y al darse cuenta se paró de golpe y se sonrojo.
- ¿Ttebayo? –el azabache se sorprendió, porque ya no había escuchado, porque el rubio no había vuelto a decir esa muletilla en su presencia- ¿tienes una muletilla? –estaba bastante interesado.
- Esto…pues –estaba nervioso, pero vio que Sasuke lo miraba curioso y suspiro- sí, es una muletilla que decía todo el tiempo cuando era más pequeño, pero es muy infantil y deje de usarla –lo miro sonrojado- pero cuando estoy muy emocionado, triste, cuando mis emociones desbordan y termino por decirla –bajo la cabeza, pensaba que Sasuke lo consideraría infantil.
- Dobe –le llamo mientras le acariciaba la mejilla con una mano y hacia que lo mirara- no te preocupes –sonrió de lado- el que usaras tu muletilla quiere decir que estas feliz conmigo y eso me hace feliz –le dijo mientras lo miraba a los ojos. Naru se puso nervioso, no sabía que decir.
- Sasuke yo… –no pudo decir más pues alguien empujo a Sasuke y sus labios fueron sellados con los del azabache, pero aunque eso empezó de manera accidental no se separaron sino hasta que se quedaron sin aire, fue un beso tierno y lleno de emociones.
- Vamos al festival dobe –dijo Sasuke al separase de Naru que parecía semáforo de lo rojo que estaba, se fueron tomados de las manos, parecía que las cosas por fin estaban poniéndose en orden.
- ¡¡Funciono!! –un azabache de coleta larga estaba escondido observando a la parejita que se marchaba.
- Si te felicito Dei-chan –dijo Karin- aunque no pensé que Sasori-san tomara de manera tan literal eso de “Darles un empujoncito” –menciono con una gotita detrás de su cabeza.
- Es que ambos son muy lentos, había que ayudarlos –volteó detrás suyo- chicos sujétenlos hasta que ese par ya no se vea, no vaya a ser que Naru se quede viudo tan joven
- Más fácil es decirlo que hacerlo –murmuro Kisame.
- Suéltenme, prometo no matarlo –decía Kakashi removiéndose, estaba siendo detenido por Kazuzu, Sasori y Juugo.
- Déjenme matarlo –pedía Nagato, él estaba siendo detenido por Shizui, Suigetsu y Zetsu. La razón era bastante fácil, ambos querían matar al Uchiha menor por haber robado el primer beso de Naru.
- Ya cálmense –ordeno Deidara- Yahiko-kun, Iruka-sensei calmen a sus fieras por favor –los antes mencionados se acercaron sonrojados para besar a ese par y pues digamos que se les bajo el enojo de golpe.
- Ok, me calmo. –dijo Nagato, los chicos soltaron a ese par de sobreprotectores.
- Pero si vuelve a lastimar a Naru-chan lo matare sin piedad ¿no es cierto Nagato-kun? –el aludido movió afirmativamente la cabeza.
- Bien, es hora de dividirse, nos veremos en el mirador de haya –señalo un mirador que estaba en la montaña donde sería el festival- a la hora de los fuegos artificiales ¿entendido? –obtuvo una afirmación de todos- ok, nos vemos luego.
Todos se dividieron, disfrutarían de ese festival todo lo que pudieran, ese era el pensamiento de ese grupito.
La tarde pasó rápido, ya era de noche. Sasuke y Naruto habían hecho muchas cosas.
Ambos probaron su puntería y habían ganado algo para su acompañante. Sasuke gano un zorro de peluche para Naru que a su vez había conseguido un peluche de tigre para él.
Compartieron comida (Naru de alguna manera logro que Sasuke comiera dulces), pasearon juntos de un lado a otro divirtiéndose.
Casi era hora de los fuegos artificiales y Sasuke guio a Naru hacia el mirador, debía preguntarle algo importante.
“Debo hacerlo, para asegurarme que sea mío, así como yo soy de él” era lo que pensaba.
- Dobe –llamo al chico que admiraba el paisaje- no Naruto –se corrigió
- ¿Qué pasa? –le pregunto curioso.
- Sé que no me he portado bien contigo, y me merezco que ni siquiera me hables, pero –lo miro fija y penetrantemente, tomo sus manos y se armó de valor. Los fuegos artificiales comenzaron a adornar el cielo nocturno- ¿Me aceptarías como tu prometido? –pregunto, dejando a un impactado Naruto y también al resto de los chicos (habían llegado ya y se acercaron a la parejita).
- ¿eh? –fue todo lo que puso decir Naru.
- Vaya que mi otouto no se contiene –murmuro Itachi.
Sasuke le propuso a Naru aceptarlo como su prometido desde ese momento, pero ¿Naruto aceptara? Y si acepta ¿Nagato y Kakashi no trataran de asesinar a Sasuke por su atrevimiento? Pues eso ya se verá…
Continuara….