Era domingo. Amanecía en la academia Konoha, todo era calma.
Los pájaros cantaban, el sol empezaba a alzarse en el cielo e iluminaba todo a su paso, todo era calma y algunas personas gritaban furiosas en el gimnasio de la escuela…
¿Personas gritaban furiosas? ¿Qué pasa aquí?
Bueno la respuesta tiene mucho que ver con el hecho de que un lindo doncelito rubio no llego en toda la noche y al parecer estaba con un “maldito desgraciado, abusador y oportunista varón” en palabras de los posesivos gritones….
- ¡¡¡Nadie ha pasado la barrera, no llegaron en toda la noche!!! ¡¡¡¡¡Cuando vea a ese Uchiha de mierda lo matare!!!!! –gritaba un furibundo Kakashi.
- ¡¡¡Si se atrevió a tocarle un solo pelo a Naru lo castrare!!! –eran los hermosos deseos de Nagato.
- Si Naru-chan dejo de ser virgen antes de casarse, matare a ese maldito varón aprovechado –sentencio Jiraiya. Los 3 estaban ensañados golpeando unos sacos de boxeo que habían en el lugar, al parecer querían sacar su ira (o practicar para golpear a Sasuke quien sabe, todo es posible).
- Espero que mi otouto haya respetado la virtud de Naru-chan, no deseo enterrarlo tan joven –murmuro Itachi, quien se imaginaba en donde estaban el par de tortolitos, pero no pensaba entregar a su queridísimo otouto a esos varones que lo que más deseaban en esos instantes era matarlo o mínimo castrarlo…
- Pues espero lo mismo, porque si no Naru se quedara sin novio y tú sin hermanito –dijo Dei, quien al igual que Iruka, Karin, Yahiko, Konan y Juugo tenían una gotita tras la cabeza y unas enormes ojeras. Los demás no estaban allí, ellos si se habían ido a dormir, si no seguro estarían como ellos.
- ¡¡¡Ya cállense!!! –grito Tsunade, que ya se había cansado de que esos tres estuvieran insultando al varón que era amado por su pequeño Naru-chan. Los 3 varones hicieron silencio, pues el tono usado no daba lugar a replicas- se cómo se sienten, no es que yo no quisiera matar también a ese muchachito atrevido –aclaro- pero…Naru-chan no hace las cosas a juego, él debe sentirse muy seguro de amar a ese varón o nunca hubiera aceptado quedarse con ese Uchiha, así que se aguantan las ganas de matarlo y las de castrarlo también –añadió al ver que un brillo sádico se había instalado en los ojos de su esposo y su hijo, así como en los ojos de Nagato.
- De acuerdo –dijo Kakashi
- Trataremos de no hacerle nada –siguió Nagato.
- Aunque no prometemos nada –concluyo Jiraiya.
- Son muy sobreprotectores –comento Karin.
- Aunque nosotros no nos quedamos atrás –dijo Deidara, y nadie pudo negarlo porque era cierto.
- Muy bien ya váyanse –ordeno Tsunade, harta ya de que estuvieran golpeando los sacos de boxeo, como practicando para luego hacerle lo mismo al azabache amor de Naru.
- Si vámonos Kakashi –dijo Iruka, quien al igual que los demás se estaba cayendo de sueño.
- Vámonos nosotros también Nagato –pidió Yahiko somnoliento.
- De acuerdo –dijeron ambos varones, no podían decirle que no a sus amores, aunque eso no quitaba que buscarían la manera de desquitar su enojo con el Uchiha menor…podrían tirarlo de la azotea y alegar que fue un accidente….o llevarlo a donde estaba el basilisco de Naruto, para que se “conocieran”, y quien sabe tal vez la bestia lo confunda con una botana….
- Vámonos ya Jiraiya, no hemos dormido nada por culpa de ustedes que no querían irse a dormir sin que Naru llegara y estoy cansada –y se fue llevándose del brazo a su esposo.
Y de esta manera los pobres que se habían desvelado esperando a que Naru llegase a dormir…cosa que no sucedió.
Y con la parejita pues….
Un lindo doncel rubio se removía en la cama, pues por alguna razón se sentía raro, además algo le impedía moverse bien, parecía que algo lo tenía sujeto por la cintura, además de que sentía que su almohada era bastante cómoda y cálida…además ¿Qué era ese aliento cálido en su oído?
Naruto abrió sus ojos rápidamente, viendo hacia abajo, encontrándose con que un brazo estaba rodeando su cintura y cuando subió la vista se encontró con el pacifico rostro dormido del azabache al que amaba. Él estaba recostado sobre el pecho de su amado.
El rubio se sonrojo furiosamente y después sonrió feliz acurrucándose más en el pecho de SU Sasuke, que bien se sentía al saber que ahora el varón sí que era suyo y él se encargaría de que eso continuara así, además de que el Uchiha parecía pensar igual que él. Ambos estaban hechos para estar juntos siempre.
Cerró los ojos y se volvió a dejar caer en las redes de Morfeo.
Un tiempo después un molesto ruido lo volvió a despertar. Al despabilarse un poco se dio cuenta de que ese ruido era el tono de su celular que estaba en la mesita al lado de la cama. En un reloj sobre la misma mesita vio con asombro que eran las 10 de la mañana. Trato de levantarse, pero Sasuke lo seguía teniendo bien sujeto y no podía salir de sus brazos.
- Sasuke –lo llamo removiéndolo suavemente- déjame levantarme.
- ¿humn? –fue todo lo que dijo el varón, negándose a soltarlo o a abrir sus ojos.
- Mi teléfono está sonando
- Déjalo que suene, vuelve a dormir –dijo abrazándolo más asiendo que se sonrojara.
- Podría ser importante –y al fin, aunque con algo de resistencia lo soltó. Aunque cuando vio cómo se veía su rubio con la ropa desordenada y sonrojado se arrepintió de haberlo dejado levantarse.
- ¿Bueno? –pregunto cuando al fin tomo el teléfono.
- ¡¡¡Naru-chan!!! -el grito casi lo deja sordo, incluso Sasuke lo escucho- ¡¡¡¿Dónde estás mi pequeño?!!! ¡¡¡¿Por qué no habías contestado?!!! ¡¡¿Ese desgraciado no te hizo nada verdad?!!
- Tranquilo Na-chan. No te preocupes –trato de calmarlo- Estoy bien, me quede en un departamento que tiene el teme en la ciudad, estábamos durmiendo y por eso no conteste… ¡¡¡Claro que no me hizo nada!!! –grito sonrojado.
- Me alegro –se escucharon varios suspiros del otro lado de la línea- entonces los chicos y yo no tendremos que darle un escarmiento ¿ya vienen para acá? –pregunto.
- No Na-chan, te repito que nos acabamos de despertar. Llegaremos como en 3 horas, dile a todos que quiero que se reúnan en el auditorio dentro de 3 horas y media, tengo que decirles algo –concluyo algo nervioso.
- ¿Para qué quieres que nos reunamos…? –pero luego se imaginó el porque- ah no importa. Creo que ya sé porque, nos vemos en un rato –se despidió.
- Si nos vemos –y se escuchó como cortaron la llamada- teme apúrate, hay que bañarnos e ir a desayunar.
- Ya voy –respondió y haciendo uso de toda su fuerza de voluntad para no tomar a Naru en brazos y tirarlo a la cama para comérselo a besos, se dirigió al baño de su habitación.
Bueno y si vamos con Nagato y los demás….
- Ah, creo que nos dirá que oficialmente ese chiquillo es su prometido –dijo con pesar. Estaban en la oficina de Tsunade.
- Si…yo todavía tenía la esperanza de que se arrepintiera –dijo Kakashi, claro que Nagato estaba de acuerdo con él.
- Exagerados, sabíamos que Naru encontraría a alguien a quien amar algún día, así que terminen con su drama, que por su culpa pudimos dormir solo unas pocas horas –los regañó Karin.
- Exacto –apoyo Deidara- además sabiendo cómo es ese chiquillo tendremos la boda muy pronto, así que háganse a la idea.
- ¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!!! –gritaron los 3 sobreprotectores principales- ¡¡¡AUN ES MUY PRONTO!!!
- Acéptenlo saben que el chico tiene razón –dijo Tsunade.
- Tranquilo amor –dijo Iruka abrazando a su peli gris- esto tenía que pasar, además Naru te seguirá queriendo
- Exacto –le dio la razón Yahiko- Naru no los dejara de querer, así que no estés triste Nagato –le consoló. Los dos se estaban calmando.
- Además de que seguramente tendrá hijos muy pronto –dijo maliciosamente Tsunade, quien quería vengarse porque no la dejaron dormir.
- ¿Por qué hizo eso Tsunade-sama? –cuestiono Yahiko al ver desmayarse a Kakashi, Nagato y Jiraiya al escuchar lo dicho por la rubia.
- Se lo merecen –dijo sin rastro de arrepentimiento en la voz- por su culpa tengo estas –dijo señalando las notorias ojeras bajo sus ojos- y ustedes están igual –dijo señalándolos a ellos que igual lucían ojeras.
- Pues si…creo que debería haberle hecho caso a Konna-nee y Juugo-kun, debi dormir un rato más –dijo Yahiko.
- Sí, pero ya que hay que informar a los demás de que Naru quiere vernos –dijo Karin.
- Vamos –y así Tsunade, Iruka, Karin y Deidara fueron a informar a los demás.
- Saben –comento un rato después Iruka, ya le habían avisado a varios- siento que nos olvidamos de algo.
- La verdad yo también –respondió Deidara.
- O si ¿Dónde están Nagato, Kakashi y Jiraiya-sama? –les pregunto Juugo.
- ¡¡¡¡Los dejamos desmayados en la oficina de la directora!!!! –recordó Karin.
- ¡¡Hay que ir a ver si siguen ahí!! –dijo Iruka, a quien siguieron Tsunade y Yahiko.
- ¡¡¡Nosotros seguiremos para decirle a los demás!!! –les grito Deidara.
- Pobres –fue lo que susurraron los que estaban con Dei.
Pues al parecer Sasuke no será asesinado por los celosos familiares y amigos de su rubio. Han pasado muchas cosas y vendrán más en el futuro…
Continuara….