Rayo McQueen abrió los ojos con pereza, pequeños rayos del sol que se colaban a travez de la ventana entreabierta, y daba directamente al rostro del dormido corredor, que solo pudo fruncir el ceño. Con pereza, se levanto de la cama y entro al baño, mientras arrastraba los pies, lanzando pequeños bostezos sonoros. Se baño y vistió lo mas rápido que pudo. Tomo su teléfono de la mesita de noche junto a su cama y marco un numero mientras mientras se ponía frente al espejo.
«¿hola?» -Pregunto cuando dejo de escuchar el clásico sonido.
«Hola Rayito» -Dijo una voz cantarina «¿Que tal esta Tokio?»- Rayo suspiro pesadamente.
- «Es lindo, hoy saldré a conocerlo» -McQueen escucho un sonido como si algo se rompiera -«¿Que fue eso?» -Pregunto preocupado.
-«No es nada, solo es mi nuevo asistente» -Se escucho una disculpa de una voz masculina del otro lado de la linea.
-«¿Tienes un nuevo asistente? ¿Que paso con Flo?» Pregunto con curiosidad, mientras se acomodaba el cabello frente al espejo.
-«Pidió permiso de maternidad, pero con el bebe decidió abrir una cafetería y renunciara apenas termine el permiso» - La muchacha se escuchabpa algo triste -«Es un niño»- Dijo en voz cantarina, cambiando de estado de animo rapidamente.
-«Entiendo»- McQueen sonrió de forma coqueta al espejo.
-«Es bastante torpe. Un abogado novato que viene del sur, de un pequeño pueblito sin casi habitantes»-.
-«¿Como se llama?»- Pregunto de forma desinteresada.
-«Mate, un nombre muy simple, pero es muy atractivo y bastante agradable, y hablando de hombres atractivos»- Su voz al final cambio a un tono empalagoso -«¿Conociste ya a Francesco Bernoulli? ¿Es tan atractivo como se ve en las revistas?» -El rubio frunció el ceño.
«Es un idiota»- Respondió con firmeza, la morena río suavemente.
«Todos los de la F1 son idiotas, pero dime ¿Que tal luce? »- Ronroneo -«¿Francesco es tan sensual como en las revistas?»-.
-«Me largo»- Se escucho una risa del otro lado del teléfono.
-«No te enojes»- El joven rodó los ojos, aunque no pudiera ser visto por la chica «Estaré allá en poco tiempo McQueen» Fue todo lo que dijo antes de colgar. El rubio termino de arreglarse y bajo al restaurant del hotel, donde pidió solo un desayuno bastante simple.
El comedor estaba casi vacío, McQueen tomo un trago de su chocolate caliente mientras miraba como el cielo se despejaba. Rayo estaban tan distraído que no noto como un italiano lo observada con una sonrisa maliciosa. El moreno se acerco al rubio de forma silenciosa y en un movimiento rápido deposito un casto beso en la parte de atrás del cuello.
-Buongiorno, amore mio ( buenos días, amor mío) - El mas joven se sobresalto. Fulmino con la miraba al italiano mientras se sonrojaba violentamente.
-¿¡Que demonios te sucede!? -Francesco se sentó a su lado, con una tasa de cafe en la mano.
-Aquí tienen -Una chica le sirvió el desayuno a ambos.
-¿te piensas quedar aquí?- Pregunto con el ceño fruncido, el italiano asintió sin dejar de sonreír, pero no dijo nada, McQueen solo pudo suspirar pesadamente.
Comieron en silencio, mientras McQueen veia con desinterés como poco a poco iban llegando personas al comedor. Se sobresalto un poco cuando sintio una mano que acariciaba su muslo.
-¿¡que demonios!?- Grito un poco alto, llamando la atención de todos los presentes, su rostro cambio de color a un tono rojo cereza, se sentó mientras veía con enojo al otro hombre -¿Que? ¿Estas mal de la cabeza? -Francesco no dejo de sonreír en todo momento, con esa perfecta sonrisa que solo molestaba a McQueen.
-McQueen -Susurro de forma alegre, mientras se metia una tostada con mantequilla a la boca -Hoy te vez especialmente bien, bastante atractivo, ¿te hiciste algo especial el día de hoy?- El rubio solo pudo mirarlo con impresión.
-¿Estas demente? -Esa fue la única oración que pudo formarse en su mente, dejo los cubiertos en la mesa -¿sabes que? Me largo -Se levanto. Pero antes de irse de alli fue detenido por la mano de Francesco alrededor de su muñeca.
-Ohhh, Vamos McQueen, no seas aguafiestas ¿Que haras esta tarde? -Dijo en tono pretenciosos, mientras se levantaba, McQueen sentía la presión en su muñeca.
-Suéltame -Susurro para no ser escuchando, pero Francesco no le hizo caso y solo lo jalo hacia la salida, El rubio tuvo que dar grandes sancadas para no dar contra el piso, cuando estuvieron fuera del comedor- ¿Que pretendes? Bernouli -Pregunto mientras entrecerraba los ojos -¿¡Me puedes soltar!?- Exclamo en tono enojado, mientras lo apartaba de el.
-Demasiadas personas -Se encogió de hombros -Me gustaría invitarte s salir -El rostro de rayo se deformo en una mueca de sorpresa
-Mañan
-No me interesas Francesco, no me gustan los hombre -Francesco rio, mientras McQueen fruncía el ceño.
-Francesco no es cualquier hombre McQueen - Lo tomo del antebrazo -Hora de irnos -Dijo en tono cantarín, mientras empezaba a arrastrarlo por el hotel, extrañamente no se encontraron a nadie, McQueen trato de soltarse un millón de veces, pero Francesco no lo dejo ir, cuando llegaron al estacionamiento el hombre saco su costoso Porshe de colección color cereza, y básicamente lo arrojo al asiento del copiloto.
-Ponte el cinturón McQueen -El rubio frunció el ceño, pero aun así lo obedeció. -Esto es un secuestro Bernoulli, llamare a la policia -Francesco lo miro con una gran sonrisa burlona.
-¿estas dispuesto? Francesco ya me imagino el titular de mañana “Rayo McQueen secuestrado por Francesco Bernoulli” -Hizo un énfasis con sus dedos -La prensa amara esto -Lo miro con ojos risueños -¿Eso quieres? McQueen -El rubio suspiro pesadamente.
-Bueno esta bien, solo por un rato -El hombre piso el acelerador.
-Hasta que te des cuenta McQueen, que Francesco es el hombre para ti -El muchacho se sonrojo, mientras miraba enojada a piloto.
-¿a donde vamos? -Pregunto, ignorando lo dicho por el italiano.
-Tendremos nuestra primera cita, McQueen