Sawamura había sentido la calidez envolver su cuerpo pero la misma se había alejado demasiado rápido. Cuando se despertó tenía un fuerte dolor de cabeza y no recordaba como había llegado a su habitación, las imágenes del juego anterior se sucedieron con gran velocidad en su cabeza recordándole su actual situación, hundió el rostro en la almohada y lo restregó. Seguía sin tener ganas de ver a nadie del equipo, mucho menos a su sempai mas directo.
Se estremeció cuando sintió el toque de una mano sobre su hombro
-¡oi, Sawamura tienes que darte prisa¡ Tenemos practica y tienes que comer
-n-no tengo hambre, adelántate Kuramochi sempai
-¡no me vengas con eso! se a la perfección que no comiste nada a noche. No pienso estar de niñera si caes enfermo. Así que vamos, sal de una buena vez de la cama y a desayunar
Sawamura se encogió un poco debajo de las sabanas pero al final se levanto enfrentando por fin la mirada de Kuramochi, el cual no pudo hacer otra cosa que tragar en seco y permanecer inmóvil. Ni siquiera cuando el juego contra Inashiro, Eijun se había visto tan mal, la mirada completamente vacía, los ojos hinchados. Sin embargo se recompuso a tiempo he intento actuar lo más normal posible.
Cuando entraron en el comedor, el silencio se apodero del mismo. Kuramochi quería asesinar a todos por lo obvios que estaban siendo, mientras Sawamura bajó la mirada, apretó los puños y se resistió al impulso de salir del lugar. Kanemaru y Haruichi lo siguieron hasta que estuvo sentado entre ellos, ambos se sintieron ligeramente culpables, habían notado algunos indiciosos de lo que estaba pasando pero no habían sido capaces de entender a tiempo lo que estaba pasando.
De algún modo superaron el desayuno y la práctica. Sawamura únicamente corría. Sin embargo a la hora de clases, era tiempo de hablar. Kuramochi y Miyuki se habían vuelto, sin proponérselo, los más cercanos a Eijun y por mas que no quisieran admitirlo su situación podía poner en crisis al equipo. Pero la actitud tan contradictoria de Miyuki no ayudaba, por un lado parecía que no le importaba pero instantes después demostraba todo lo contrario, por eso Youichi perdía la paciencia
-¡por amor de dios Miyuki decídete! Sawamura está mal, tendrías que haberlo visto en la mañana, me dejo sin palabras. –Kazuya levanto una ceja ante esto último – ¡no me vengas con eso! Tal vez tu deberías hablar con él. –desvió la mirada, suspiro pero no dio una respuesta.
Miyuki actuaba con la normalidad de siempre pero estaba muy lejos de encontrarse bien. No tenía ni idea de cómo enfrentar a un Sawamura tan devastado, sentía el pecho oprimido y en el momento en que cargo al pitcher, sintió la necesidad de protegerlo, pero estaba completamente perdido. No sabía cómo lidiar con las emociones del menor, en realidad no tenía ni idea de cómo lidiar con sus propias emociones.
Mientras transcurrían las practicas se dio cuenta de una cosa, desde el partido contra Raichi, Sawamura ni lo había visto a la cara ni le había dicho una sola palabra. Se mordió el labio mientras recibía uno de los lanzamientos de Furuya. Le devolvió la bola pero nada más, estaba molesto con el pitcher más alto. Entendía que el cambio había sido necesario pero no había necesidad de ser cruel con Eijun, sobre todo cuando el zurdo, aun en sus momentos de ventaja no había dejado de reconocer al otro. Definitivamente la situación lo estaba afectando más de la cuenta. Tal vez necesitaba abanicar para ordenar sus pensamientos y saber cómo actuar.
Un día mas trascurrió sin que Eijun hablara con el cátcher, no creía que tuviera nada que decirle. La había arruinado y no se creía digno de ser miembro de la batería. Se limitaba a observar sus pies, le dolía demasiado ver al resto practicar con completa normalidad.
-¡demonios! ¡¿Como puedo ser tan débil?! Y ¡¿cuándo se va a ir de mi pecho esta horrible sensación?! –apretó un poco más el paso.
No se percato que alguien no podía quitarle la mirada de encima, Miyuki se debatía cada vez que Eijun entraba en su campo de visión, entre ir y hablar con él o mantener la distancia. Pero siempre que se decidía por la primera opción se volvía a detener pensando en que no tenía idea de que decirle. Cuando lo llevo a su cuarto había sido demasiado fácil, no habían tenido que hablar y por lo que Youichi dijo, Sawamura no tenía ni idea de que había sido el cátcher el que lo había llevado hasta su cama. Kuramochi seguía insistiendo en que le hablara.
Cuando terminaron la práctica y todo mundo se encontraba en el comedor Miyuki volvió a buscar con la vista al pitcher
-no está aquí. Evita estar rodeado de nosotros, siente que nos decepciono y que no es digno de estar con nosotros. O por lo menos es a esa conclusión a la que llegamos Haruichi y yo
-¿y a qué hora come? –su voz salió más preocupada de lo que pretendía
-lo hace en el cuarto, me aseguro que haya un plato de comida para él. No creo que sea la solución pero por el momento creo que lo mejor es facilitarle de algún modo las cosas. No creo que hoy en particular sea una buena noche
-¿lo dices porque hoy le dieron el numero de la estrella a Furuya?
-aja… si hay algún momento en el que su cátcher debería hablarle, creo que es precisamente este –Miyuki se mordió el labio seguía sin saber que le diría al pitcher, pero ya no podía seguir viendo como el otro se desvanecía poco a poco y el vacio en su pecho aumentaba. Casi de mala gana contesto
-bien hablare con él. Voy a batear un rato y después lo busco.
Kuramochi solo asintió, no quería decir alguna otra cosa que echara a perder la determinación de su compañero. Tenía un rato ya notando que Miyuki luchaba por admitir lo que era obvio, sentía algo por Eijun. Pero en ese sentido era tan tonto como el pitcher, tenían que explicárselo con manzanitas para que entendiera. Kuramochi sinceramente esperaba que la charla que ambos pudieran tener sirviera de algo, porque con cada instante que de algún modo se evitaban, algo parecía desaparecer en ambos.
Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que se había hecho bastante tarde y que había prometido hablar con Sawamura. Resoplo con cansancio y se dirigió a la habitación 5. Sin embargo Eijun no estaba.
-no ha regresado, pensé que estabas con el.
-no me di cuenta de la hora, ya me imagino donde va a estar. Yo me ocupo
Sawamura se encontraba completamente agotado después de correr todo el día, pero como siempre, prefería hacer eso, antes que entrar al comedor o a los baños y presenciar el incomodo silencio. Sabía que lo había arruinado pero no hacía falta que se lo restregaran en la cara (nadie le restregaba nada, solo era su inseguridad haciéndolo imaginar cosas) y luego Furuya tenía el maldito numero.
Entro al baño, sabía que a haces horas nadie estaría, necesitaba quitares de encima la pesadez que últimamente se había instalado en todo su cuerpo. Dejaba que el agua fuera relajando los músculos y cometió el error de cerrar los ojos. En ese preciso instante las imagines del juego contra Inashiro, los sempais de tercero llorando, los dos homerun de Yakushi y por último las palabras de Furuya y el mismo recibiendo el dorsal con el numero uno, hicieron que algo dentro de Eijun se rompiera. Por unos instantes, estuvo casi seguro de haber escuchado como algo se rasgaba…
Cayó de rodillas y comenzó a temblar sin control, aun cuando la temperatura del agua era templada. La respiración se le fue entrecortando y las lágrimas comenzaron a rodar acompañadas de sonoros sollozos. Había contenido por demasiado tiempo el llanto, que en ese momento le era imposible detenerse. Sentía como su garganta ardía, el agua amortiguaba un poco los sonidos y disimulaba sus lagrimas mientras sus puños golpeaban la pared que tenía enfrente, los golpeas aun cuando lo lastimaban parecían doler mucho menor que su ser destrozado.
Poco a poco se fue deslizando hasta caer completamente de lado en el frio piso, el agua seguía golpeándolo pero a él parecía no importarle. Temblaba incontrolablemente, las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.
-¡esto está mal! No puedo moverme, no puedo detenerme ¡solo quiero que pare! -el recuerdo de aquella fugaz calidez, de hace algunos días lo golpeo haciéndolo pensar en una sola persona –Miyuki Kazuya… te necesito
Por culpa del agua no escucho que alguien había entrado a los baños
-¡¿Eijun?! –ante aquella voz un estremecimiento más violento recorrió su cuerpo mientras abría hasta el limite sus ojos, aun vacios y llenos de lágrimas…