Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Decisión. por Zuna

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí esta el siguiente capítulo, perdón por tardar y eso.(?) 

Espero que os guste, lo hice con mucho amor.(?)

Y puues a leer.

Tobirama se encontraba dando un pequeño paseo por la villa mientras pensaba en todo lo que había ocurrido hace unas horas, no dejaba de darle vueltas a sin parar a una idea que se había colocado en su mente desde el momento en el que tuvo aquel encontronazo con Izuna. Por una parte, podría vengarse por todo lo que habían pasado por culpa de los Uchihas y hacerles sufrir; pero por otra, algo en su mente le decía que no lo hiciera, que era demasiado malo. Pero sinceramente, esa parte era muy pequeña, por lo que en la mente de Tobirama la primera idea estaba cobrando cada vez más relevancia. Decidió sentarse sobre una roca que había a las afueras, para de así poder pensar un poco más en lo que haría. A su cabeza vino la imagen de su hermano, enfadado por lo que haría, también se imagino como sería la reacción de Madara, esa era la más peligrosa. Pero, todo le daba igual, conseguiría lograr lo que se había planteado. Se tumbó sobre la roca, colocando los brazos detrás de su cabeza, cerrando los ojos al mismo tiempo. Lo que más destacaba, era esa sonrisa de medio lado que surcaba su rostro. "Prepárate pequeño Izuna..." Esto era lo único que rondaba por la mente del de cabellos claros.

En el jardín de la casa de ambos clanes, Izuna se encontraba sentado sobre la hierba, distraído mirando hacia el cielo, disfrutando de como la brisa chocaba contra su cuerpo. Un recuerdo de lo que había sucedido con Tobirama hacia unas horas logró que frunciera el ceño. "Yo no hice nada malo." Ese era el pensamiento que rondaba por la mente del moreno, logrando que soltara un pequeño suspiro. No lograba comprender como el mayor podía odiarle de aquella manera. Comprendía que las luchas que sus familias habían tenido en el pasado habían acabado con la vida de personas muy importantes para él, pero él no era el culpable. Sus hermanos también habían muerto y no culpaba a Tobirama de ello, simplemente aceptaba la situación. Habían logrado la paz, eso era lo importante, pero para el de cabellos claro ese echo no parecía nisiquiera relevante.
Mientras seguía sobre el césped, uno de los empleados se acercó a él y le dio un suave golpe en el hombro.

-Disculpe Joven Izuna, los líderes le mandan llamar, le esperan en la sala principal.-Después de una pequeña reverencia el empleado se fue, dejando a un confundido Izuna a sus espaldas. ¿Qué era lo que querian ahora? Todavía no quería estar con su hermano, pero tendría que ir igualmente, no podía fallar en sus obligaciones.
Se puso de pie, y mientras se limpia los restos de suciedad que podrían haber quedado en su ropa, comenzó a caminar en dirección a la sala. Luego de unos minutos, llegó a esta. Se quedó parado frente a la puerta durante unos segundos antes de entrar, encontrándose a su hermano y al mayor de los Senju sentados alrededor de la mesa, uno frente al otro, como era costumbre.

-Por fin llegas.-Murmura Madara mientras le mira con el ceño fruncido, todavía seguía cabreado por lo que había pasado con su hermano.

-No empieces.-Esto fue lo único que dijo antes de sentarse junto a su hermano, mirándole de reojo durante unos segundos antes de dirigir su mirada hacia Hashirama.- ¿Para qué tenemos que volver a reunirnos? Hace unas horas estabas aquí.

-Lo sé, pero ha llegado una carta de una villa cercana y tenemos que hablar sobre ello.-El mayor de los Senju le sonrió de forma amable, dándole un poco de apoyo de esa forma.-Pero falta mi hermano, tendremos que esperar un poco...

-Tsk...que más dará, ese sólo es un inútil más.-Madara gruñe mientras se acomodada en su sitio, mirando a Hashirama sin cambiar la expresión en su rostro.-Deberías empezar ya.

-No lo haremos, así que espera.-Hashirama le dio una pequeña patada por debajo de la mesa, sonriendo de forma inocente luego.
Izuna, que era un simple espectador en esa situación no pudo evitar sentirse incómodo y a la vez un poco celoso, él tambien quería conseguir a alguien que le quisiera como lo hacían esos dos, que aunque no tenían nada concretado, se notaba a leguas los sentimientos que tenían el uno al otro.

Luego de estar esperando casi una media hora, la puerta se abrió y por ella entró Tobirama, sentándose junto a su hermano como si no pasara nada.

-¿Qué ha pasado? Pensé que ya estaba todo listo. -En ningún momento miró al menor de los Uchihas, su mirada se centraba en su hermano.

-Dios...me cansa repetir, deberías haber llegado más pronto.-Hashirama soltó un pequeño suspiro antes de mirar de reojo como Izuna miraba a su hermano.- Hemos recibido una carta de una villa cercana, necesitan ayuda y hay que decidir que hacer.
La reunión avanzaba de forma normal hasta que Izuna notó que alguien clavaba la mirada en su cuerpo, busco con la mirada quién era, y cuando lo encontró no pudo más que abrir ligeramente la boca y los ojos. Tobirama le estaba mirando, pero no era una mirada de desprecio como siempre hacia, en su rostro había una sonrisa de medio lado, casi traviesa; no lograba entender a que venía aquello.

-Izuna...Izuna..¡Izuna!.-Madara llamaba a su hermano, pero al ver que no salía de su ensoñación, le dio un suave golpe en la cabeza, logrando así que su hermano le mirara con una mueca de odio.

-¿Qué? .-Respondió de forma brusca, llevando una mano hacia la zona que le había golpeado y frotándose esta. 

-La reunión acabó, llevas ahí soñando en no sé que unos cuantos minutos.-Madara se encontraba de pie, junto al cuerpo de su hermano, mirándole con una expresión reprobatoria.- ¿Se puede saber que te pasaba? ¿Otra vez con el gilipollas ese?

-Cállate.-Izuna se puso de pie y enfrentó a su hermano con la mirada, comenzando a caminar cuando vio que no le podría ganar.-No me tienes que repetir lo mismo siempre, sé lo que hay y sé que nunca conseguiré al Senju, ¿contento? Pues ahora déjame en paz.

-Izuna...¿Cuánto tiempo vas a seguir así? No quiero seguir discutiendo contigo..-Madara se colocó rápidamente frente a su hermano y le dedicó una pequeña sonrisa.-¿Paz? Sólo decía esas cosas porque sé lo que ese piensa sobre nuestro Clan y no quiero que te haga daño...-Apartó las mirada al decir estas palabras, dándose la vuelta luego, dándole totalmente la espalda.- Recuerda que eres mi único hermano y te protegeré...-Luego de decir esto salió de la habitación, dejando a Izuna con una pequeña sonrisa en el rostro.

Varios días después, se encontraban todos en una pequeña reunión, con unos importantes visitantes de otra aldea, decidiendo las cláusulas de lo que sería una fuerte amistad política. Mientras los dos líderes hablaban, sus hermanos escuchaba atentamente, sólo participando en la conversación cuando era estrictamente necesario. Izuna, de vez en cuando miraba de reojo a Tobirama, apartando rápidamente la mirada de este, no queriendo ocasionar otra discusión como la que habían tenido hace unos días.
Tobirama al darse cuenta de como el menor de los Uchiha le miraba, sonrió de medio lado, pensando que pronto podría comenzar a molestar al moreno. Cuando la reunión acabo y todos se retiraron, salió al pasillo, encontrándose a Izuna apoyando contra una de las paredes, mirando hacia la ventana que había frente a él. Se relamió levemente los labios y se acercó a su cuerpo, quedando a su lado, logrando que el menor le mirara con clara sorpresa.

-¿Qué haces?...-Izuna logró que un pequeño murmuró saliera de sus labios, era lo único que podía hacer, tener al de cabellos claros a tan cerca de él le ponía muy nervioso. Tobirama rápidamente y sin contestar se colocó frente al Uchiha, apoyando las manos acaba lado del rostro ajeno y mirándole con una pequeña sonrisa.

-Pero....¿Qué?...-Izuna no podía evitar ponerse nervioso al encontrarse en aquella situación, notando como su rostro se comenzaba a volver rojo, por lo que apartó rápidamente la mirada, mirando hacia otro lado.
Tobirama, como ya había hecho en otra ocasión, se acercó al odio del menor, mordiendo con cuidado su lóbulo, tirando de forma suave de él.

-No era esto lo que querías...-Habló com voz ronca mientras pegaba más ambos cuerpos, llevando una de sus manos hacia la cintura del pequeño, apretando con un poco de fuerza para que no pudiera escapar.- He decidido ser bueno...y quizás, te conceda lo que quieres.

-¿Qué? -Izuna abrió los ojos sorprendido al escuchar las palabras del mayor; aquello no podía ser posible, tenía que estar soñando.- Hace sólo unos días me odiabas...no te entiendo...

-Las cosas cambian pequeño, ahora te quiero para mi. -Bajó sus labios y comenzó a repartir pequeños besos por el cuello del contrario, dándole alguna mordida suave. Izuna, en respuesta, soltaba pequeños suspiros, cerrando sus ojos mientras movía la cabeza hacia un lado de forma inconsciente.

-¿Qué coño haces? -Una voz ronca se escuchó detrás de ellos, por lo que lentamente ambos se separaron, encontrándose a sus espaldas Madara, mirándoles con una expresión de total cabreo. Sin poder dar ninguna explicación, Izuna salió corriendo, sintiendo como varios sentimientos llevaban su interior: tenía vergüenza por lo que había pasado con su hermano y a la vez miedo, no sabía que había pasado para que Tobirama cambiara tanto, pero no podía ser bueno, algo en su interior se lo decía, pero a la vez sabía que no podía resistirse a cualquier cosa que le hiciera.
Tobirama y Madara todavía se encontraban en el pasillo, retandose con la mirada. El de cabellos negros fue el primero en actuar, acercando su cuerpo al del ajeno, sin dejar atrás su expresión de odio. Golpeó com fuerza la pared que estaba junto al rostro contrario y miro con furia sus ojos.

-Voy a intentar olvidar lo de ahora, pero como toques a mi hermano, te mato. -La fuerte amenaza abandonó los labios del mayor en un tonto bajo, de lo más amenazador. Tobirama, que observaba con aparente indiferencia al contrario, notó como los ojos de este se volvían de un color rojo, lo que le indicaba mucho peligro.

-No tienes derecho a decirme nada, así que déjame en paz. -Con un pequeño golpe, alejo el puño que tenía cerca de su rostro y se apartó del cuerpo de contrario, comenzando a caminar por el pasillo, para luego, finalmente desaparecer justo delante de la mirada de Madara. Este, cabreado a más no poder, decidió irse hacia la habitación del Líder de los Senju, tenía que hablar con él o terminaría matando a alguien. Luego de unos minutos de caminar por los pasillos, yendo hacia el despacho del mayor, llegó a este, entrando sin ningún cuidado y cerrando con fuerza la puerta de este.
-Tenemos que hablar, ahora. - Hashirama, que estaba firmando unos papeles levantó la mirada de estos al escuchar la voz del Uchiha, al ver que se acercaba a su cuerpo decidió dejar los documentos a un lado y prestarle toda la atención al moreno. Madara se sentó sin cuidado frente al mayor y soltó un fuerte suspiro.

-¿Qué pasó? -El mayor de ambos apoyó el codo sobre la mesa y su barbilla sobre una de sus manos.

-Voy a matar a tu hermano, y no me importa lo que digas. -Gruño Madara mientras daba un fuerte golpe al suelo con su puño.- Le encontré hace un rato con Izuna, no sé que se trae entre manos, pero no me gusta nada...-Esto último lo soltó en un pequeño murmuro, apretando con fuerza la mandíbula, logrando que su rostro se deformara por la rabia.

-¿Mi hermano e Izuna? ¿Estas seguro? No me puedo crees que se haya acercado a él, os tiene un poquito de asco. -Ante lo último que dijo soltó una pequeña risa, parando rápidamente al ver la mirada reprobatoria que le dedicaba el Uchiha.

-Pues con todo el asco que nos tiene, casi se lo folla en mitad del pasillo. -Una fuerte carcajada sale de los labios de Hashimara al escuchar estas palabras, mirando a Madara con una sonrisa traviesa.

-¿Como nos encontraron a nosotros? -Una pequeña risa salió de sus labios, guiñandole un ojo a Madara.

-Dios...callate. Sólo quiero que mantengas a tu hermano alejado del mío.-Murmuró esto mientras apartaba la mirada, con el ceño levemente fruncido y las mejillas con un suave color rosa. Sin dejar de sonreír, Hashimara se puso de pie y camino hacia el moreno, sentándose a su lado y pasando un brazo por su cintura, pegándole a su cuerpo.
¿Y si repetimos? -Murmuró el castaño sobre la piel del cuello de Madara, logrando que este se estremeciera levemente.

-Joder, mira que eres estúpido...-Murmuró Madara mientras observaba al mayor, mirándole con los ojos entrecerrados.

-Claro claro, lo que digas.-Una gran sonrisa se formó en sus labios antes de unir sus labios.

 

Izuna acababa de encerrarse en su habitación, ya todo le sobrepasaba. No entendía nada de lo que había pasado hace un rato. ¿Por qué Tobirama había hecho aquello? Nada tenía sentido. Al tumbarse sobre su cama, un fuerte suspiro salió de sus labios, tapándose los ojos con el antebrazo, intentando descansar un poco.
Tobirama, que había seguido al menor de los Uchiha hasta su habitación para poder continuar lo que había empezado en el pasillo se encontraba asomado a la puerta que el menor había dejado entre abierta. Sus ojos observaban el cuerpo de Izuna, dándose cuanta de que no era tan horrible como siempre se había dicho a si mismo. Al darse cuanta de este pensamiento que tenía, se llevó un pequeño sobresalto, apartándose de la puerta y yéndose rápidamente.

-Dios...necesito descansar...-Tras decir esto se fue rápidamente, un poco sorprendido de lo que acababa se pensar sobre el menor.
Mientras caminaba, paso junto al despacho de su hermano mayor, donde se quedo parado de golpe frente a la puerta. Detrás de la puerta de su hermano se escuchaban pequeños gemidos y gruñidos. Al escuchar esto, Tobirama solto un fuerte suspiro, alejadose lo más posible del lugar.

Notas finales:

-Huye para que no le maten.-(?) 

Espero que os haya gustado a todos, y sino ya sabeis, podeis decir lo que querais.

PD: Niña mía, espero que te esté gustando.<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).