"Las personas viven sus vidas atados a lo que ellos consideran como verdadero y correcto. Así es como definen la realidad."
Capítulo 20.- Conquista
Parte uno.
Propiedades de Noah Kaiba
Los rivales magnates y Noah estaban atentos a sus monitores y auriculares. Atem ya había adecuado el lugar con su personal para que se encargaran de registros, otros de movimientos de sus empresas desde el extranjero, coordenadas, logística y software. Así como una gran pantalla que se componía de un conjunto de monitores LCD con logos de PC*; esta estaba colocada en el centro de la pared frente a ellos, en ella se reflejaba todo lo que la cámara de Yusei estaba transmitiendo.
En ese momento todos escuchaban lo que Haou estaba diciéndole a Yusei acerca de encontrar a sus “lienzos” en el desayuno con ellos, la transmisión auditiva del equipo de Yusei también estaba en altavoces enlazados a la gran pantalla mural; mientras que Seto escuchaba a la vez en su diadema a Joey, Atem a Yugi y Noah esperaba por el enlace de Yuya; ahora solo estaba atento a lo que acontecía en la gran pantalla.
“Sí, ¿por qué no? Que sepan todos que eres mío, Yusei. Son tus amigos ¿no? Te dará tanto gusto verlos” —vieron que Yuki estaba muy confiado, sus palabras parecían contener algo retorcido en ellas, y , a pesar que su rostro se miraba desinteresado, su habla sí que demostraba emociones de prepotencia y maldad.
—Ese maldito, ¿Qué es lo que piensa? —Kaiba estaba con los brazos cruzados mirando las escenas.
—Escuchen. No sabemos cómo piensa exactamente la enferma mente de Yuki, pero pase lo que pase, debemos tener nervios de acero. —dictó el egipcio; ya que la cara de frustración y tensión en el rostro de todos no parecía darle mucha confianza.
—No tienes que decirlo. —Seto dictó la última palabra, continuaron viendo.
Así observaron la llegada de cada uno de los cautivos hasta acercarse a la mesa; de inmediato concluyeron que los “lienzos” a los que se refería el alemán eran sus amigos.
Cada quien entraba con su respectiva escolta, Yuri llegó con Joey y Edo llevaba a Yuya.
Al encontrarse todos juntos la sorpresa fue inevitable, sobre todo para Yuya, ya que por fin pudo ver a Yuma y su corazón dio un respingo de alegría sumado al brillo de su mirada.
“!Yuma!…”—dijo esperanzado.
Esa reacción no fue desapercibida ante los ojos del empresario quién solo endureció su gesto notoriamente molesto; estaba en una posición de análisis viendo las reacciones de cada uno muy meticulosamente y en silencio.
“!Yuya!” —tanto Yuma como Yugi soltaron el nombre.
“¡Yugi! ¡Joey!....¿Todos ustedes aquí?” —Yuya miró también al mecánico que estaba atónito sobre la mesa, este último no entendía lo que Haou quería hacer—“!Tú también, Yusei!”
“!¿Qué es lo que quieres, Haou?! ¡¿Por qué los trajiste aquí?!” —Yusei necesitaba desesperadamente una respuesta, no quería poner a sus amigos en peligro si se le ocurría alguna atrocidad.
Haou ladeo la cabeza, miró a sus sirvientes severamente; estos tragaron saliva al verlo algo molesto, sabían lo que quería y no dudaron: cada uno se acercó a su respectivo custodio y pidieron amablemente que tomaran asiento. Yuya se sentó a un lado de Haou, de su lado derecho— fue obligado por Edo—, mientras que los demás estaban algo más alejados.
Las doncellas de inmediato comenzaron a servir el desayuno lo más rápido que pudieron para no cruzar mirada con su amo, la perfección era imperativa. Entonces se formó la tensión en el aire. El sudor frío comenzaba a ser notorio en sus cuerpos, y las miradas expectantes, atentas al magnate, trataron de no ser intimidadas; así continuó por varios minutos.
“!Aaay! ¡Esto es tan desesperante!”—el rubio se revolvió los cabellos por el pesado tic tac del reloj en el ambiente.—“!Ya, di algo!”
Todos se turbaron por su comportamiento altanero;
—Tenía que ser Wheeler. —Kaiba y los demás resoplaron.
Pero eso no molestó al castaño, lo que fue más, provocó una ricilla en él solo que no se notó.
“Relájense, no soy tan terrible como todos lo cuentan. Solo los he invitado a acompañarme con el alimento más importante del día, no va a pasarles nada. Es más, estoy muy feliz de que seamos todos una familia feliz.”
Tanto los chicos como sus hombres estaban contrariados, incluso Adrián y Kiryu —quienes eran los más veteranos del grupo—, notaban algo raro en ese comportamiento de su jefe.
Yuki los observó taciturno, después a los platillos sobre la mesa; la tensión era algo que comenzaba a molestarle, no por parte de él, pues hacía demasiados años que ese sentimiento había pasado a ser insignificante, casi nulo, a menos que algo realmente le importara y esta no era la ocasión. Le era divertido verlo en sus víctimas, solo que en ese momento no estaba con esas intenciones.
“Ustedes saben que mi amado hermano es mi única familia de sangre, pero…lamentablemente no se sabe nada de él debido a su accidente.” —solo los que ignoraban el tema del gemelo se sorprendieron. (Kaito, Adrián y Kiryu)
Nadie dijo nada. Yusei era de los pocos que sabían la verdad, nuevamente su amado Jaden regresaba a su mente con intensidad; los deseos de abrazarlo casi lo hicieron llorar.
“Por eso es que me alegra que ustedes puedan ser parte de mi familia, quizás no como él, pero siempre unidos, como debe ser.” —sorbió algo de té caliente —“Siempre he visto la vida como un gran juego de ajedrez, todo aquel que me conoce está obligado a participar en el; sus acciones determinaran que piezas son las de su juego. En mi caso me considero una pieza importante; supongo que todos saben cuál.” —jugó un poco con su comida, después se llevó un bocado a la boca. Nadie tocaba la suya. —“El problema está en que la gente como ustedes subestima su propia habilidad, sus propias fortalezas, por eso es que todo aquel que juega contra mí, termina recibiendo una paliza. Sin embargo…”—su vista se levantó especialmente hacia Yusei como si estuviera bufándose de él o lo retara.—“Admiro a las personas con las agallas de intentarlo. ¿Cuál es el sentido de la vida entonces, si no puedes dar un buen duelo?”
Miro a Yugi y a Yuma.
“Por otro lado, el miedo es un sentimiento inútil, siega cualquier vestigio de fortaleza, y si se escapa por el hueco de la cabeza de una aguja, entonces no tiene sentido que si quiera te aferres a tener una vida, puesto que no mereces existir.” —volvió a tomar varios bocados siendo contemplado por los demás, hasta que casi finalizó su desayuno.
Haou pasó su vista a Yuya.
“Debo admitir que la perfección tristemente no existe, y el valor de una persona nunca igualará a otra.” —Yuki pensó en su hermano y lo comparó con Yuya, algo de melancolía lo había invadido. Regresó su mirada a todos —“¿Cuál es el camino que todos han elegido? ¿Qué tipo de juego es el que están llevando? ¿Cómo resolverán los obstáculos que la vida les ha puesto? Muchas preguntas y me interesa saber sus respuestas. Yo por ejemplo, solo soy uno de sus obstáculos, me considero un hombre ambicioso que odia perder.” —terminó de sorber su té y esperó por las respuestas.
El silencio reinó.
Kaiba y Atem también estaban profundizados por sus palabras. ¿A qué venía todo eso?
“Haou” —habló Yusei después de varios minutos—“Dices que nuestro problema es subestimarnos, pero… el tuyo es tu exceso de confianza, y entre más creas segura tu victoria, el golpe será más fuerte cuando la justicia te alcance.” —Todos le prestaron atención.
“¿Justicia?” —susurró Yuki.
Eso le agradaba al empresario de ese chico, Yusei siempre lo desafiaba con sus acciones, aunque a veces eran desesperantes; ahora el reto era con sus palabras. Por un minuto creyó estar viendo a Johan frente a él y no pudo evitar emocionar su corazón. Yusei había cambiado drásticamente en tan poco tiempo sin explicarse el "por qué ", y eso lo tenía intrigado.
“Mi vida no es un juego,” —siguió diciendo el mecánico. —“Y no te permitiré que lo conviertas en uno. Yo decido lo que quiero hacer y eso tú no puedes controlar. Una vez me dijiste que te pertenecía, pero yo vuelvo a decírtelo, yo solo pertenezco a Jaden porque así lo deseo.”
Ese nombre lo sacaba de balance, odiaba que involucraran a su hermano; pero esta vez dejó pasar el evento, después de todo Yusei no estaba del todo por debajo de lo que él consideraba “digno”.
“No tienes control sobre mi, las decisiones erróneas que he tomado me han llevado hasta aquí, pero mi vida, mi camino, este es mi presente que yo he construido, y también tengo la opción de salir de él para salvar mi futuro.” —finalizó el mecánico, había un brillo esperanzador y decidido en su mirada. Haou trataba de descifrarlo.
Joey habló esta vez— apasionado como siempre—, conmovido por las palabras de su amigo. Alzó el puño con mucha energía, levantándose levemente de su asiento.
“¡Así es! ¡No te creas mucho, muchachito rico! Cualquiera puede alardear de uno mismo teniendo un poco de poder. Pero enfrentate sin sentirte un chulo a la par de los demás. Mi puño en tu cara te lo podría explicar. !No somos tus juguetes!"
Yuri y Kaiba estaban airosos por el rubio, sus palpitaciones demostraban su aprecio por el.
—Ese es mi cachorro. — Kaiba se irguió orgulloso.
—Vaya Seto, hasta que veo que eliges algo que vale la pena.
—Cállate, Noah.
Después interrumpió Yuma.
"Yo jugaré tu juego." —llamo las miradas de todos— "Te haré cambiar de opinión sobre mí. !Eso es lo que elijo!" —Kaito sonrío de lado al escuchar al ex químico, seguía con esos aires suicidas y esas agallas le agradaban.
Yugi tomó la palabra esta vez.
"Es normal sentir miedo, somos humanos, pero al enfrentarlos es lo que nos hace crecer. Aprender de los tropiezos es parte de vivir, no puedes tomar las cosas a la ligera ni decidir por nadie. Haou, yo peleare por mis amigos. !Mi vida tampoco es tu juego!"
Esta vez Atem y Kiryu sonrieron complacidos, Yugi estaba de nuevo en la jugada.
Haou analizaba sus respuestas, la motivación proporcionada por Yusei y Joey los había alentado a hablar, sin duda ese hecho era importante. Su vista finalmente se posó en Yuya, este le devolvía la mirada retadoramente.
“No nos llames cobardes... Esto demuestra que reconocemos tu poder, Haou Yuki, pero también conocemos el nuestro. Aunque este destino nos lo hayas impuesto, nosotros lo habremos de superar.”
Buena respuesta, pensó el magnate, estaba convencido del desafío de todos, la pregunta era ¿Cómo lo harían si no tenían control bajo su juego?; bueno, eso es lo que pasa con un poco de motivación y liderazgo. Podía concluir que el líder era Yusei en esa mesa.
Motivación…
Johan regresó a su cabeza:
Haou estaba muy cansado después de que su padrastro le obligase a asesinar a una familia entera debido a una deuda atrasada. Se había tumbado en el suelo del salón de entrenamiento, llegando tarde a la práctica con Johan, parecía estar bien, pero su mente realmente estaba aterrorizada. Cerró los ojos.
“¿Estas bien?” —el oji naranja también se tumbó a un lado. Haou no le contestó.
Johan sabía por lo que estaba pasando. Walter lo presionaba demasiado de todas las formas posibles, y él tenía que responder sin cometer errores; se exigía demasiado y cada vez las atrocidades eran peores, en algún momento su mente ya no lo soportaría. No entendía como lo había soportado hasta ahora.
Anderson lo contempló por largo tiempo, cada milímetro de aquella piel era hermoso, lo tenía completamente enamorado, completamente hechizado; pero también preocupado, Haou parecía perderse lentamente en un mundo oscuro al que él no tenía acceso.
“Haou…”—llamó haciendo una pausa—“ Finalmente comprendí, que el sufrimiento y la tristeza de la vida, así como la alegría, son sentimientos que pueden compartirse con los seres que están a tu lado. Yo tengo esos mismos ojos tuyos que conocen la verdadera pena, pero…anímate, estoy a tu lado y cuando menos sabes que me tienes, basta con voltear un segundo para darte cuenta que no estás solo. Porque mi corazón, mi ser, mi cuerpo y mi alma te pertenecen, porque te amo, y trataré de ser tu héroe por siempre ….”
Los ánimos que le brindaba Johan en ese entonces, cuando creía que iba a ceder a la desesperación, habían salvado su mente contra Walter innumerables veces, junto con otros bellos recuerdos de su pasado. Por eso lo amaba, porque ambos comprendían el mismo dolor, y ambos se daban fuerzas para superarlo. La motivación. No obstante, nunca pensó en su traición, después de todo lo que habían pasado; su lealtad era una mentira. Pero eso no era importante ahora.
Siguió meditabundo por varios minutos, hasta que volvió a hablar.
“Oh…veo que están atados a lo que consideran como verdadero y correcto, interesante realidad pero…¿De qué sirve vivir si no puedes divertirte?”
Nuevamente quedó todo en silenció, miró el reloj y pidió a las doncellas retirar la comida.
“!Ah! ¡Todavía no acabo!” —Joey fue el único que se apresuró a engullir lo que pudo. Haou siguió hablando.
“Veamos cómo se quiebran esos ideales.” — se desparramó un poco en su asiento y juntó sus dedos de las manos de forma analítica.
Kaiba y Atem pusieron toda su atención.
“Yo soy un hombre de negocios, he sido curtido para no perder, así es que ¿luchar contra mí? Ja, me temo que perderán antes de pensarlo. Solo pregúntense ¿qué les pasó a los desvalidos que osaron oponerse a mí? No basta con tener las intenciones, necesitan más que buenos deseos y hacerse los valientes para hacerme frente. En lo personal solo veo un eco fanático de su parte.” —sacó aire—“Aun así me intriga como perderán esas ganas. Hasta ahora los he calificado, pero no como mis rivales, si no en grado de espíritu. Voy a plantearles las reglas de mi juego…”
Se acercó a Yuya y lo abrazó algo brusco.
“Yuya está instalado ahora en mi habitación, es mi reina, así es que si veo a alguno de ustedes molestando su espacio, no habrá contemplaciones, irán directo a Main Satisfacción.” —levantó su barbilla y lo besó. Yuya tuvo que dejarse, si se ponía violento solo lo pasaría mal.—“De todos, él es especial, es mi joya perdida, así es que no quiero intromisiones.” —Penetró su álgida visión contra la del aprendiz de mecánica—“Yuya, tú no tienes permitido salir, será como antes ¿No te da gusto?”
Yuya apretó los dientes.
Haou ahora dirigió su voz a los demás.
“Yugi y Yuma, ustedes tienen la instrucción de permanecer en el equipo Satisfacción Especial pero …”—quedó pensativo unos segundos—“Me agradan sus palabras dichas, dejaré que exploren la mansión.”
“!¿Qué?!” —todos los guardias estaban fuera de sí. ¿Por qué su amo les daría libertades? A ningún miembro del equipo Especial le había permitido nunca eso.
“Siempre y cuando no salgan de la mansión, tienen acceso a todo lo que puedan abrir.”—eso era raro.
Después se dirigió a Yusei.
“Mi amado Yusei, tú tienes instrucciones, así es que no hay que decir más. Dices que perteneces a otro hombre, pero yo te haré cambiar de opinión aunque tenga que doblegarte. Eres solo mío, ya deberías de resignarte.”—Yusei puso cara seria.
Ahora su voz fue contra Joey.
“Y Sr Wheeler, en la escala de deseo, usted ha despertado mi interés por arriba del resto, se ve que aun no ha sido “entrenado” adecuadamente, por lo que es un lienzo en blanco completamente exquisito para mí. Te enseñaré mi arte y sé que será una magnifica experiencia. No espero menos de usted, mi asistente.”—había sarcasmo en sus palabras.
Yugi, Yuya y Yusei sabían a lo que se refería.
—¡Voy a matarlo! —Kaiba se alteró, casi lanza un teléfono a la pantalla. —¡¿Asistente?!
—Cálmate Kaiba, todavía no podemos actuar.
—¡Maldición! ¡Maldición!—la impotencia lo devoró. —¡Si le toca un pelo….—apretó los puños.
El repertorio estaba claro en la cabeza del magnate alemán: Yuya era el reemplazo de su hermano, es decir, el desahogo de los deseos salvajes e infames reprimidos por el amor de Jaden Yuki. Por eso era importante sobre el resto, solo él podía quitarle esa ansiedad; por otro lado, Yusei lo era de Johan, el único hombre fuera de su familia que sintió amarlo de verdad pero que lo traicionó, aun así, por el recuerdo de los días de amor, es que Yusei ocuparía ese lugar, aunque lo veía imposible, además que era el hombre que amó su hermano. Yuma claramente sería usado solo para amenazar a su Joya perdida en caso de que se pusiera difícil, por lo que lo dejaría vivir su inútil existencia como objeto de su mansión. Yugi solo era un “aperitivo momentáneo” ya que solo giraba en torno a sus negocios. Y al final, Joey…Joey era su premio; es decir, por sobre Deblin, por sobre Kaiba, él había ganado al rubio y eso se lo restregaría también en la cara del magnate japonés así como lo hizo con Duke.
“!No te lo puedo permitir, Haou!” —Yusei se levantó de su asiento e hizo un estruendo sobre la mesa—“Tú eres mi novio, ¿no? ¿Por qué involucras a Yuya y a Joey en mi cara?”
Era una manera de defender a sus amigos, aunque no sintiera nada por el alemán.
Haou miró el reloj, 11:00 am, se levantó con intenciones de irse, no le interesaba responder a su pregunta.
“!Haou!” —llamó nuevamente Yusei. Haou no cambió su expresión desinteresada de su rostro y solo resopló.
“No te pongas celoso Yusei, ya te lo dije, tú eres mío, pero yo no pertenezco a nadie. A diferencia de ustedes, yo soy libre y no hay nada que puedan hacer.” —trató de no reír—“No olvides llegar puntual a la comida. Todos a su sitio, Joey y Yuri conmigo” —salió. Yusei apretó los puños, el reflejo de su amado era un tirano, sus burlas sutiles nunca cesaban en todo lo que decía.
“¡¿Eres su asistente?!” —todos querían saber si era cierto.
El rubio exhaló con pesadez.
“No es algo que yo eligiera” —se levantó sin desearlo, sabía que debía acudir a donde Yuki. —“ Será mejor no hacerlo enojar, si es como Kaiba se le ocurrirán muchas formas de hacernos la vida imposible, y créanme, sacan mucha imaginación cuando están de malas, solo para hacerte sufrir. Aun así, aunque nos hagan llorar por las noches, debemos seguir adelante, amigos. No demostremos debilidad.” —Salió junto con Yuri.
Kaiba tenía un sentimiento de culpa muy dentro de su pecho, ya lo recordaba, aquel trabajo difícil que le daba a su asistente desde el día que lo conoció, lo hacía solo para divertirse, pero quizás era que en el fondo le había gustado ese rubio, y Joey siempre se levantaba. Torpemente él no se había dado cuenta de lo mucho que le interesaba.
Que tonto había sido.
Maldición…—sentía como si tuviera cadenas por todo el cuerpo, no podía hacer nada.
La situación no era sencilla, si ellos entraban a la fuerza y hacían un show, habría problemas legales más adelante por invadir propiedad privada, lo peor es que eran extranjeros, y debido a eso podrían desatar una guerra internacional orquestada nuevamente por Alemania; entonces perderían, ya que Haou era un peor dictador populista que el antiguo tirano que marca la historia, esto debido a sus fuertes influencias por todo el mundo y sus recursos clandestinos. Aunque ellos tenían poder económico, las consecuencias serían avasallantes si llegaba su intromisión a los medios, si salía algo mal que le permitiera a Yuki llegar a los tribunales, perderían no solo a sus amigos, si no años de trabajo en sus empresas por indemnización, multas y daños.
El plan era lo único que tenían ahora:
Lo primero era saber dónde estaban parados, es decir que dimensiones tenía esa gran mansión; eso para poder planear un escape silencioso y seguro; era más fácil pelear fuera de sus dominios que en la boca del lobo. Aunque según Edo, la seguridad era deficiente; era un punto de ventaja pero engañoso. ¿El enemigo del mundo y no tenía seguridad? Algo raro tenía todo eso, por lo que no podían tomarlo a la ligera.
De acuerdo a Atem, había que actuar pensando en que estaba lleno de guardias.
Después venía lo humillante, uno de ellos debía seducirlo hasta llegar a los extremos para distraerlo; sería el sacrificio más grande de sus vidas, además que quién se quedara con él debía soportarlo por más tiempo. Todavía no quería revelárselo a Yusei; estaban esperando a que el alemán saliera de la mansión o se distrajera de alguna otra forma, pero aquel plan “B” estaba listo sobre la mesa. Phoenix dijo que su jefe rara vez salía de la mansión y eso solo los orillaba más a ese plan.
Una vez fuera, las acciones eran la más obvias: llegar a propiedad privada de Noah, y de ahí el jet de KC los regresaría hasta Japón.
Quizás el magnate se enfurecería, pero no podría hacer nada una vez fuera de su alcance, y entonces sí, tendría que pelear cara a cara contra Kaiba Corp y Pharaon’s Corp si deseaba algo de ellos. Mientras sus amados estarían vigilados por su personal a todo momento. Ya no sería pan comido para Yuki.
Un último plan era la esperanza de encontrar a Jaden; con él de su lado las cosas podrían ser más fáciles. Ya lo había dicho el mismo Haou en la junta de KC: tener a Jaden les daría ventaja contra él y sus planes bajos; seguramente Jaden hablaría severamente con su hermano hasta liberar a sus amigos sin tener que usar la fuerza o dañar a alguien. Era lo más sencillo, pero lamentablemente no contaban con él.
Siguieron monitoreando, ahora solo el audio los acompañaba, mientras seguían las imágenes de la cámara de Yusei directo en el taller y Adrián custodiándolo con palabras despectivas.
Noah esta vez tuvo audio de Yuya:
“¿Por qué nos ayudas?” —preguntó Yuya a Edo, estando en la habitación del hombre principal. Edo tuvo que ser quién le diera el micrófono al chico.
Phoenix se acercó y le arrebató un magnifico beso cargado de muchos sentimientos indescifrables, eso descolocó al chico de espectáculos quién se hizo para atrás y se cubrió su boca con su brazo totalmente sonrojado después del ósculo.
“!¿Que estás…”
“Sawatari te quería mucho, Yuya. Siempre hablaba de ti y me contaba de los tratos que te daban y lo mucho que resististe hasta el punto de quedar sin fuerzas. Él te conocía bien, ya que tú lo dejaste entrar a tu corazón debido a aquellos ataques contra tu mente y cuerpo.” —bajó la vista unos instantes y volvió a mirarlo—“Quizás veías a Shingo como un refugio de esas agresiones, pero él te veía como algo más, alguien importante en su vida, alguien de quien se había enamorado. Por lo que ese sentimiento se transmitió a mí a través de él; a través de sus pláticas apasionadas, de sus suspiros, admiración y fe hacia ti. El siempre decía que saldrías adelante.”
“Sawatari…” —el rostro de Sakaki se iluminó por los recuerdos de aquel chico que siempre lo había apoyado en los días más terribles. Lo alentaba mucho y hacía que continuara luchando. No sabía que Sawatari lo veía con otros ojos hasta el final, pero de haber tenido más tiempo, le hubiera confesado que él también se había enamorado. Entristeció.
Edo posó sus manos sobre los hombros del más bajo para brindarle aliento.
“Te conozco, Yuya, y tus fortalezas. Cuando Noah me hizo la proposición de ayudarlos, no estaba seguro debido a ir en contra de Yuki pero…por ti, era diferente.”—acarició suavemente una mejilla del más bajo haciendo que lo mirara a sus orbes azules. —“Sé a lo que me enfrento contra Yuki, él no es normal, fui testigo de ver como lo atravesaba una bala en su pecho y él seguía como si nada. Cualquiera hubiera muerto.”
Noah quedó estupefacto por la información. ¿Cómo era posible?
“No puedo creerlo” —Yuya también se sorprendió—“!Es un demonio!”
“No lo sé, solo sé que esto que vamos a hacer puede ser un acto suicida; pero por mis sentimientos hacia ti y Shingo, es que trataré de hacer lo mejor.”—Edo estaba hipnotizado por la mirada carmesí, ¿Cómo era posible que quisiera a alguien a través de otra persona?—“Yuya, el deseo de Shingo era liberarte y que siempre sonrieras. Yo cuidaré ese ideal con mi vida, porque, mis sentimientos y los de Sawatari, son los mismos hacia ti.”
Yuya quedó perplejo, eso quería decir que Phoenix lo amaba.
“Sé que no me conoces y eso lo entiendo muy bien, pero no te obligaré, solo cumpliré con mi objetivo en memoria de mi amigo.” —dio un dulce beso a su frente—“Y yo siempre cumplo.”
Se dio la vuelta para retirarse pero el chico de espectáculos alcanzó a detenerlo de la manga de su saco blanco, este se viró para encontrarlo con los ojos ocultos bajo su flequillo.
“También amaba a Sawatari…”—le sonrió con melancolía y ojos acuosos—“!Pero sé que saldremos de esto!” —sus ojos brillaban de valor y determinación.
Edo recordaba las palabras de su difunto amigo:
Y si lo conocieras entenderías por qué Yuki está tan interesado en él. Es todo un guerrero, un chico optimista, alegre, aventurero, pero… ahora corrompido. Sabes, es admirable, aun con lo que Yuki le ha hecho, siempre tiene una sonrisa. Aunque está llena de melancolía, yo juro…juro que la iluminaré…no lo dejaré así…
Sus palpitaciones hacia ese chico se hicieron más fuertes, no contuvo sus ansias y se lanzó para abrazarlo.
“!Te prometo que así será, Yuya!” —Lo abrazó con mucho sentimiento, después se atrevió a besarlo nuevamente.
Yuya dejó besarse, ambos estaban experimentando sentimientos emocionantes, sentimientos extraños; Shingo parecía unirlos.
“Regresaré…”—salió dejando a Yuya confundido ¿Qué es lo que estaba haciendo?
“Edo…”—suspiró. Nunca, nunca se había sentido más confundido en toda su vida.
—Oh…que interesante. —Noah se recargó en su asiento.
Atem escuchaba a Yugi, estaba atento a todas las descripciones y las apuntaba; todo lo diseñaba sobre varias hojas verdes tratando de tener exactitud del lugar:
“En este cuarto donde estamos no hay ventanas, pero ya escuchaste, podemos dar posiciones más exactas debido a nuestro permiso. Con eso saldré para darte mejor los datos.”
“Pareces un loco hablando solo, Yugi.” —a Kiryu le daba gracia el esmero que ponía el vendedor en su misión; realmente hacía lo mejor que podía.
“No te burles Kiryu, mejor deberías ayudarme a describir.” —hizo un puchero.
“Jaja, que adorable te ves haciendo eso.” —tocó su mejilla con dulzura.
“Ahora no Kiryu, debo de…ah…”
Atem se levantó de su asiento totalmente colérico, con ese movimiento había arrojado su silla al suelo. Pegó sobre el escritorio llamando la atención de los demás.
—¡Ese desgraciado! ¡¡¿Que le está haciendo a Yugi?!!
—¿Quién? —preguntó Kaiba alzando una ceja—No puede ser Yuki porque está con Wheeler.
—¡Ese tal Kiryu!
Después de unos minutos volvió a escucharlos en sus auriculares.
“¿Te gustó?” —Kiryu le hizo la pregunta al vendedor en tono sensual.
“Bueno, fue bastante dulce, nunca pensé que supiera tan bien, pero…sí me gustó.”
Atem se desesperó, entonces se dirigió a la salida ya que no pensaba bien, iría a estrangularlo.
—Espera Aknamkanon, tú fuiste quien dijo que aguantáramos lo que sea; así es que regresa, o lo echaras todo a perder.
Apretó los puños, no podía poner el mal ejemplo ni retractarse de sus palabras. Menos ante Kaiba. A regañadientes, regresó a su lugar.
En realidad Kiryu solo le estaba dando una probada de un pastel de tres leches con una cuchara a Yugi, pero para Atem, quien no podía ver nada, había parecido un fugaz beso.
Quizás no haberles puesto cámaras había sido un error, pero la señal de las cámaras era delicada y si daban a los demás una podría haber rastros en la ondas de transmisión, incluyendo alteraciones a las señales de los aparatos de Yuki, las cuales podría sospechar; por eso debían permanecer lo más clandestino posibles. Aunque todo lo que escucharan podrían malinterpretarlo.
Y Kiryu estaba muy dispuesto a que eso fuera así.
“Bueno, seguiré dando las descripciones.” —continuó Yugi.
“Vamos al jardín, Yugi, conozco cosas que pueden interesarte. Te enseñaré mis partes privadas.”
Ah que mente tan mal pensada tenía el egipcio; a mala hora se le ocurría a su cabeza el imaginarse cosas indecorosas.
—¡Yugi! —volvió a levantarse, pero de inmediato se sentó. Estaba estallando de la incertidumbre y los celos. ¡¡Qué demonios quería hacerle a su amado Yugi?! —¡Voy a matar a ese Kiryu!
Kaiba se reía entre dientes, es que no podía evitar sentir gracia al ver el sufrimiento de su rival; sin embargo, él no estaba libre de todo pecado:
“Es muy grande, Haou.” —escuchó al rubio—”Yo no…no creo poder contenerla toda.”
¿Qué estaba pasando? Habían pasado de estar hablado de funciones empresariales de la telefonía alemana, y de leyendo papeles a…¡¡¿A qué cosa?!!
“Si, me lo han dicho. Pero quiero que te la “comas” toda. Relajarte, sé que podrás.”
“Ah, lo, lo intentaré…”
Después no se escuchó nada, solo respiraciones, no agitadas, pero algunos suspiros lo tenían con la incertidumbre.
—¡Maldición! ¡¿Qué están haciendo?!
Nada del otro mundo, lo que Haou le había dado a Joey era una enrome base de datos de clientes y proveedores que debía “comérsela” en su memoria. Kaiba también tenía malos pensamientos que lo torturaban.
Afortunadamente Reginlad no tenía que escuchar lo que Yuma estaba haciendo, ya que su función era solo espiar cualquier anomalía de la mansión, además de que Yuma no tenía ya el micrófono. Sin embargo no podía evitar sentirse abrumado.
Y esa tortura continuó por un tiempo, sobre todo para Atem, puesto que Kiryu seguía a Yugi como sombra, y todo lo mal pensaba. Afortunadamente sus “partes íntimas” —de las que había hablado—, solo se trataban de algunos escondites o puntos estratégicos. Sin embargo, no parecían algo que pudiese ayudarles y sus malos pensamientos o ayudaban mucho.
Kaiba escuchaba a Joey en el archivo, estaba buscando algún croquis de la mansión para ayudar con el plan. Mientras tanto, Yusei ya estaba en el comedor con Haou; este solo lo miraba airoso, pero parecía estar viéndolos directo a la cámara. Además de que lo insultaba de la única manera que él sabía: con sátira.
Yuya estaba encerrado, pero repentinamente su habitación se abrió. Noah escuchaba la voz de Yuri.
“Ohm…Veo que ya te sientes mejor después de ver a tus amigos, mi reflejo.” —su expresión soberbia lo hizo sudar frío.
Yuri se acercó y le robó un beso, ojalá pudiera hacerlo pedazos ahí mismo, pero no. Seguramente Haou lo descuartizaría antes.
“Espero que no hayas olvidado nuestro acuerdo, sobre Yuma.” —sonrió anchamente. —“Yo te cumplo, pero sabes que quiero algo de ti a cambio.”
Yuya no retrocedió.
“Dijiste que traerías a Yuma, antes.”
“Esta noche lo haré, solo que con Kaito merodeándolo…bueno. Primero debo ponerme de acuerdo con él. Soy un consentido de Yuki así que con mi influencia, no podrá negarse.”
“¡¿Qué es lo que quieres a cambio?”
“Solo quiero que conozcas a unas gotitas de agua, estoy seguro que te encantarán. Nos veremos” —salió, pero en el transcurso no pudo evitar toparse con Phoenix quien le regresó una mirada arbitraria, Yuri solo le sonrió anchamente.
Edo no gustaba de esa actitud, tenía que salir a hacer sus labores de rutina, solo esperaba que Yuya estuviera bien con eso.
Rayos…—en ese momento no había nada que pudiese hacer.
Continuara…