Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Esperando tu regreso... por Karin Kusama

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí les traigo la segunda parte, espero la disfruten y alivie un poco su dolor. Como ya he dicho antes, los personajes no son mios, son de Nakamura-sensei.

Sin más, los dejo para que lean.

No podía ser verdad, todo era  una vil mentira. En cualquier momento aparecería Shinobu por la puerta del departamento sonriente porque cayó en su broma o algo por el estilo. Pero no. Tomó el celular y lo observó unos momentos. Sus manos temblaban visiblemente. Se llevó el celular al oído y escuchó a Risako llorando.

-Dime…que es mentira…

-No lo es Miyagi…

-¿Dónde está?- Cuestionó aguantando las terribles ganas de llorar que lo invadían. No estaba pasando, era una pesadilla, una pesadilla solamente.

En cuanto le dieron indicaciones salió disparado del departamento y condujo como loco hasta el hospital. Ahí fue recibido por la familia del menor y un doctor que los guió por el hospital. En cualquier momento esperaba entrar a un cuarto y que ahí estuviera Shinobu sonriendo triunfante por haberlos engañado a todos, pero el lugar al que fueron guiados casi hace que le dé un paro. El lugar estaba muy frío y le producía un malestar espantoso. Aún pensaba que todo eso no era real, era una pesadilla, una mentira, pero cuando abrieron esa gaveta todo cambió. Ahí, postrado en esa cama estaba el cuerpo inerte de su pequeño, se veía tan pacífico, como si estuviera sumido en un sueño pero un sueño eterno. No pudo soportarlo, comenzó a llorar, a gritar, a maldecir a todo y a todos por haberse llevado a su niño. ¿Cómo se atrevían a quitarle lo más preciado que existía en su vida? La vida le arrebató a la persona que más amaba en el mundo, la persona que alegraba sus días, a pesar de los malentendidos, la que se preocupaba por él, la única persona a la cual le importaba su regreso al departamento… ¿Y todo por qué? Por su estúpida pelea con él, si no hubiera sido tan orgulloso hubiera ido a recogerlo y así nada de eso sucedería. No supo en qué  momento se aferró al cuerpo de su pareja, pues seguía siéndolo, y lloró en su pecho, implorando porque abriera sus ojos, pero eso no sucedió. Algunos doctores entraron para intentar quitarle el cuerpo pero este no se los permitía, quería quedarse ahí con él, hasta que su propio corazón dejara de latir para poder reunirse con él. Tuvieron que sedarlo para quitarle lo que ahora era un cuerpo sin vida. Cuando despertó intentó ir por él nuevamente pero ya no estaba ahí, ahora se encontraba en otro lugar, descansando pacíficamente. Ya no podía  hacer nada, ya no había vuelta atrás, ahora simplemente había que seguir adelante, pero todos sabían que sería imposible. Nada sería igual, no sería fácil seguir. La pérdida de un ser amado es devastadora, más si se lleva tu vida con ella, pues Miyagi ya no estaba vivo, murió cuando su pequeño lo hizo, ahora era un simple cascaron, un muerto en vida, lamentando día con día la partida de su amado y su ahora imposible regreso. No es fácil continuar, pero hay que hacerlo.

 

 

 

 

 

-Hola de nuevo amor. Espero no haberte hecho esperar mucho esta vez- Ahí estaba nuevamente, como cada fin de semana desde hace 6 años.- El pequeño Shin estaba algo inquieto y tardé en cambiarlo. Saluda hijo.

-Hola papi.- Dijo un pequeño niño pelinegro oji-gris al acercarse al lugar donde descansaba su papi.- Tenemos mucho que contarte mi papá y yo, ¿verdad papá?- Le sonrió al mayor.

Así es pequeño- Dijo mientras se sentaba en el pasto haciendo un ademán para que el menor lo imitara. Recordó el día que encontró al niño, fue hace cuatro años. Esa tarde había estado “charlando” con Shinobu sobre lo maravilloso que hubiera sido formar una familia, las cosas que hubieran comprado para sus hijos, las experiencias que hubieran vivido. “-¿Imaginas que increíble hubiera sido tener un bebé nuestro? Ya sabes, que tuviera tus ojos y mi color de cabello, sería perfecto.” Cuando se dirigía a su auto escuchó un llanto que provenía de unos arbustos. Ahí se encontraba un pequeño bultito envuelto en una manta azul. ¿Cómo se atrevían a abandonar a un pequeño en pleno invierno? Al tomarlo en brazos y observarlo mejor se llevó una gran sorpresa. El pequeño poseía unos hermosos ojos grises y el poco cabello que tenía era de un negro parecido al suyo. “-¿Esta es tu forma de decir que no me has abandonado?-“  Y desde ese día adoptó al pequeño Shin You Takatsuki. Ya no volvió a ir solo al cementerio, ahora llevaba a su pequeño niño para que conociera a quien hubiera sido su papi. Siempre que veía al niño podía jurar ver a Shinobu, tenía la misma actitud que él, pero era menos impulsivo, agradecía eso. Si no hubiera sido por ese niño, de seguro en esos momentos estaría completamente hundido. Shinobu seguía cuidándolo desde arriba.

 -… y pronto entraré a la escuela papi, ¿no es así papá?- Dijo el menor mirando al mayor, sacándolo de sus pensamientos. 

-Así es pequeño. Bueno, es hora de irnos, despídete de papi.- Le sonrió al menor.

-Sí. Adiós papi, nos veremos pronto.- Se despidió de su papi.

-Hasta luego, amor mío. Espero que pronto podamos reunirnos. –Sonrió unos momentos.- Vamos Hayato, se hace tarde. –Ambos se dirigieron al auto, prometiendo regresar lo más pronto posible.

 

-¿Cuándo podré ver a mi papi, papá?- Cuestionó inocentemente el menor sentado en su sillita en el asiento trasero del auto.

-No lo sé pequeño. – Respondió el mayor al tiempo que paraba en un alto. No pudo evitar que algunos recuerdos vinieran a él. El día que perdió a su pequeño, el día que lloró amargamente su pérdida, el día que observó cómo lo sepultaban, cuando casi se suicida para poder reunirse con él, todo era su culpa ¿por qué? Por no querer explicarle lo que estaba sucediendo, quizá si se lo hubiera hecho no estaría pasando eso. Pero el hubiera no existe. Únicamente le quedaba seguir adelante, y lo haría, haría lo que fuera por cuidar al pequeño hijo que Shinobu le mandó. Después de todo si cumplió su sueño, pero no como esperaba.

-Papi, está en verde.- El pequeño lo sacó de sus pensamientos. Inmediatamente puso en marcha el auto pero no pudo llegar muy lejos…

 

Un niño de unos 6 años corría por todo el lugar. Era un patio enorme el que tenía su abuelo.

-Shin, ven a cenar.

-Ya voy tía Risako.

El menor corrió dentro de la casa. Se lavó bien las manos y fue a sentarse a la mesa donde su tía y su abuelo lo esperaban. Le sirvieron su plato y comenzó a comer. Como siempre hacía, observó el lugar frente a él, el cual se encontraba vacío.

-Tía Risako, ¿cuándo regresarán mis papás?- Cuestionó el menor, como había estado haciendo desde hace dos años, cuando despertó en el cuarto de hospital luego de que un camión se pasara el alto y chocara contra el auto en el que viajaba con su papá. Desde ese día ya no volvió a verlo como antes, ahora estaba junto con su papi, en ese lugar al que las personas llamaban cementerio. ¿Cuánto tardarían en regresar?

 

Muchas veces decidimos recorrer nuestro camino por nuestra cuenta, sin acompañantes. En realidad así es como debería ser pero, queramos o no, nuestras decisiones, las acciones que realizamos, incluso las que pensamos que nadie está notando, repercuten fuertemente en la vida de quienes  nos rodean. No importa si tratamos de ocultarlo, de esconderlo en el rincón más alejado del planeta, tarde o temprano las consecuencias se harán visibles y, si no tenemos precaución se saldrán de nuestras manos. Muchas veces hemos querido hacer algo por los demás, con las mejores intenciones, ponemos todo nuestro esfuerzo en hacerlo lo mejor que podamos para ver la sonrisa de satisfacción en el ser amado, pero algunas veces las cosas no salen como lo planeamos y todo se vuelve un caos. Cuando esto suceda, no temas, no intentes buscar atajos, ni soluciones fáciles, simplemente habla. Hablar es la mejor opción pues muchas veces vale más una palabra acertada que un pensamiento incorrecto. Aclarar las cosas nunca es fácil, menos cuando es una sorpresa, pero, si por esa sorpresa podríamos perder a la persona que más amamos, ¿qué más da? Lo material no tiene valor, menos si no tienes con quien compartirlo. Recuérdalo,  vale más una persona que un simple objeto. Asegúrate de no cometer el error de mentir, de quedarte callado, de ignorar a las personas, de dejarte llevar por la presión, pues esto puede llevarte a serios problemas y lo único que te quedará en el futuro cuando las personas se alejen serán los “hubiera” y la sensación de vacío que se tiene cuando esperas el regreso de esa persona, aunque algunas veces, no es seguro que regrese.

 

Fin…

 

 

 

 

 

 

 

 

-¡Suéltame Nowaki, déjame matar al infeliz de bakahiko!

-Pero Hiro-san…- El pobre de Nowaki intentaba contener a un demonio Kamijou completamente fuera de sí.

-¡Pero nada! ¡Suéltame!- Hiroki no dejaba de removerse entre los brazos de Nowaki con el fin de liberarse y darle su merecido a ese imbécil.

-¿Cuál es el problema?- Dijo indiferente el escritor.-Es una novela muy buena, la trama es perfecta y lo trágico de las muertes le da un toque especial.

-Creo que te pasaste esta vez, Usagi-san.-Exclamó un castaño mientras intentaba calmar a Shinobu que estaba aferrado a su pareja mientras lloraba a mares. –Mira lo que ocasionas.

-Mi-Miyagi…n-no m-me de-dejes un-nunca…¡n-no quiero morir!-Decía el rubio con la voz entrecortada a causa de tanto llanto.

-Entiende que nunca te abandonaré, Shinobu. Solamente fue una historia, una demasiado cruel.- Exclamó observando enojado al escritor.- Pero fue solamente eso, algo inventado. Por favor cálmate.

-Akihiko-san, ¿por qué tuvo que utilizar a Shinobu-kun y Miyagi-san para la historia?

-Es que no quería matar a Misaki.

-¡¿Y a mi por qué?!- Cuestionó enojado Misaki.

-¡¿Y no pudiste inventar los personajes idiota?!-Gritó Hiroki quien casi se suelta del poderoso agarre del más alto.

-Sigo pensando que quedó genial.

Y así pasó la tarde en la casa del escritor, Misaki y Miyagi calmando a Shinobu y Nowaki intentando evitar un homicidio por parte de su pareja. Y todo porque Akihiko quiso escribir una historia trágica.

 

 

Notas finales:

¿En verdad creyeron que los mataría a ambos? Pero claro que no, eso me doleria mucho. No sería capaz de matarlos permanentemente...¿o sí? Lo averiguaremos luego. Este fic se lo dedico a dos de mis mejores amigas pues sé que les gusta mucho esta pareja.

Para los que tengan duda, Shin significa fé, y que mejor que un poquito de fé para iluminar la vida de Miyagi en esos momentos.

ueno, creo que eso es todo. Nos vemos la próxima vez. Cuidense personitas, nos leemos luego.

Kusama fuera.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).