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Popular, nerd; lo mismo. por Baozi173

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Yixing llegaba adormecido a la preparatoria. Hacía varios meses que no se levantaba temprano y el hecho de que su madre lo hubiera arrastrado fuera de su cama no fue exactamente un incentivo demasiado agradable. Ya se imaginaba a esa mujer entrando a su habitación y lanzándole el agua llena de espuma de detergente.

No era sorpresa cuando al pasar la entrada encontrara a sus amigos arrinconados en una esquina del patio principal. Todos estaban ahí menos Minseok y Baekhyun. Considerando los antecedentes de ambos, Baekhyun tenía probabilidades de llegar cuando la hora de entrada estuviera por culminar y para Minseok sería un milagro si llegara.

—Hola. —saludó.

—Hasta que llegas, creímos que no vendrías.

KyungSoo y Tao lo miraron. El mayor estaba sirviendo de apoyo para los codos del más alto. Los dos eran a los que menos habían visto las últimas semanas, el trabajo los hubo consumido lo suficiente como para que Tao y KyungSoo tuvieran tiempo de terminar de ver por completo las series animadas de Marvel y planear que usarían ese año para Halloween.

Luhan renegó porque no entendía la razón por la que este par que no trabajó pudiera sentirse cansados— Levantarse temprano ya es agotador. –aludió Tao riendo por el aspecto que presentaba Luhan.

La campana sonó, y con ella llegó Minseok apurado, pasando la puerta agitado por correr tanto antes de llegar tarde— ¡Chicos! —agitó su brazo por encima de su cabeza, acercándose.

Los cinco se reunieron, subiendo a los salones, al de tercer año de preparatoria e igualmente el último, pertenecían a las aulas del último piso. Como el año recién iniciaba, podrían tomar el asiento que quisieran, como siempre había sido. Solo se esperaba que este año nadie hiciera algo demasiado estúpido para que se tomaran las medidas del anterior.

De dos en dos tomaron los asientos de una esquina del salón. Por mucho que KyungSoo quiso adueñarse de los asientos del frente, Tao solía ser muy alto como para tomar un lugar frente a la pizarra. Tao y KyungSoo se sentaron al fondo, seguidos por Minseok solo, esperando a que Baekhyun llegara y por último Yixing y Luhan. Había caras nuevas en el aula, algunas chicas y un par de muchachos.

—¿Alguien sabe que le pasó a Baekhyun? —el mayor volteó un rato a ver a Tao.

Ellos solo alcanzaron a negar antes de que el maestro entrara al aula, halando del brazo de un Sehun divertido, y su pandilla.

—¡Ahora a sentarse! —gritó el hombre.

Los seis recién llegados entraron sonrientes, como si causar problemas el primer día fuera bueno. Es que solo a ellos se les ocurría soltar una de las manijas de los lavaderos del baño de hombres.

Abarcaron toda la esquina opuesta del aula. Kris y Kai se daban empujones de manera amistosa, entrando en la última carpeta del salón. De ahí, tan solo por sorteo y ninguna ciencia Chen se acomodó con Sehun y Chanyeol con Suho.

La clase empezó con naturalidad, las chicas ya estaban soltando suspiros por Junmyeon, que justo ese día se le había ocurrido llegar con el cabello despeinado, y para colmo le quedaba desgraciadamente bien. Yixing lo notó y se hundió más en su asiento. Se sentía estúpido al ser igual que todas esas chicas que soñaban con que él las volteara a ver.

—¿Todavía? —preguntó Luhan.

—Todavía.

Por otro lado, un lado un poco más patético, Jongin miraba de reojo a KyungSoo que para su buena suerte estaba sentado al pasillo, al igual que él, y aunque una fila entera los dividiera, el tenerlo así ya era bastante.

Siguiendo con lo ridículo estaba Chanyeol, quien en esta ocasión no tiene la cabeza donde debe. No ver a Baekhyun sentado con sus amigos, ese asiento vacío, hacía que su estómago se revolviera. Tenía unas ansias impresionantes desde la última vez que lo vio. Ese viernes fue prácticamente un ataque a su sistema nervioso.

—...Con esas pautas, espero este año sea mejor que el anterior. —–culminó el maestro

Nadie hubo escuchado nada de lo que se había dicho pero, basados en la experiencia de año tras año, solo les habían hablado de estudiar, estudiar, estudiar y estudiar. ¿Y dónde está el drama estudiantil? ¿Dónde quedan las ansias de telenovela? Oh, cierto. A ellos no les importa.

¡Pero a nosotros sí! Así que vamos con lo interesante.

Sehun, por ejemplo.

Sinceramente había estado aburrido desde hacía semanas. No se enteró de nada que lo divierta. Tenía muchas expectativas de ese año. La época escolar siempre había sido la más divertida de todas, a pesar de las tareas y exámenes, los cuales siempre pasaba con las justas.

Sin querer y más de una vez desde que hubo entrado, había posado la mirada en Luhan, sin querer. Le daba una curiosidad que no reconocía. ¿Por qué? Bueno, no sería así si es que los días que acompañó a sus amigos a la cafetería el chico no lo había mirado. Con esfuerzo si le ha sonreído por pura cortesía de empleado.

Por lo general el aburrimiento movía la mayoría de acciones de Sehun, esta vez es diferente. Era interés, aunque no se diera cuenta. Luhan estaba logrando mover sus sentimientos sin darse cuenta. Ni él, ni Sehun.

Las primeras horas pasaron. Baekhyun no llegó a clases, ya no había esperanzas de que entrara por esa puerta por lo que los cinco chicos bajaron a por las escaleras a la cafetería. Ya se hacían extrañar esas amorfas e insípidas comidas.

—¡Ahora sí! ¡Habla que ya no aguanto más! —Todos miraron a Luhan que chilló cuando por fin se lograron sentar en una mesa. Todos ladearon en la cabeza, como si previamente lo hubieran coordinado— La cita de Minseok con Chang Min. –explicó para sus amigos, los que parecían no seguirle el hilo de la conversación— Salieron el viernes, ¿no es así?

Minseok no podía evitar sentirse nervioso y a la vez incómodo. KyungSoo estaba con los ojos más abiertos de lo normal y Tao con la boca medio abierta. Ellos no estaban al tanto, y al parecer una semana sin armar chisme con Luhan era bastante como para no enterarse de medio millón de cosas.

—Eso es imposible —inició Tao— Minseok teniendo una cita es como KyungSoo teniendo novio. Lejano a la misma distancia que está el Sol del planeta Tierra.

—¡Hey! —chillaron los dos mencionados, ofendidos.

Las miradas pasaron con rapidez de Tao a Minseok. Este ya no pudo tolerar la atención innecesaria al tema, no era como si hubiera contraído matrimonio, solo fue que su jefe lo acompañó a casa.

—Solo caminamos.

—Uhum. Y Baekhyun, que en paz descanse, —bromeó Yixing— es tan masculino como ese chico.

Señaló al joven que caminaba junto a la entrada de la cafetería. Solo por torpeza y mala suerte, este notó el dedo acusador que se detuvo sobre su persona, sonriendo de lado y saludando los chicos. Yixing de inmediato volteó el rostro avergonzado y volvió a centrar su atención en Minseok.

—Ahora habla. —ordenó KyungSoo dominante.

—¡Bien, bien! —los calmó agitando las manos. —Minseok respiró una vez más. Sentía que estaba a punto de temblar.

«Él solo me acompañó a casa, creí que me llevaría a comer o algo, incluso había avisado en casa que llegaría un poco más tarde de lo usual, pero él explicó que no quería sacarme de mi ruta y prefería compartir un momento conmigo.»

—¡Ow! —interrumpió Luhan— Lo siento, continua.

«Caminamos bastante, parecía caminar lento a propósito, yo quería avanzar más rápido. La situación me resultaba muy extraña, y para mi buena suerte llegamos a mi casa entre comentarios sobre el clima, la cafetería y alguna que otra preferencia que se nos ocurriera nombrar.»

—¿Cómo cuáles? —interrogó Tao— Si le gusta amarrar gente en la cama te recomiendo no volverlo a ver. —Minseok no puede evitar achicar los ojos, ofendido por el comentario hacia Chang Min.

Se aclaró la garganta y continuó con su pequeño relato.

«En la entrada de mi casa me disponía a despedirme, un beso en la mejilla y finalizar con la caminata, pero en el peor momento de mi vida mi madre estaba en la ventana viendo hacia la calle, y me vio llegar junto a Chang Min-Hyung. Lo invitó a pasar.»

Los chicos hicieron una mueca extraña que Minseok no supo interpretar. Y esta no pretendía reflejar nada, solo un extraño sentimiento ante el hecho de que Minseok sin querer había presentado, ante sus padres, un chico en su casa un chico.

—Eso está serio.

—¡Lo sé! —el mayor salió de su aura narrativa, hundiendo su cabeza entre sus brazos, ocultando el rostro y negando de forma repetida.

—¿Todo bien en tu casa? ¿Qué dijo tu madre? ¡O tu padre!

—Les agradó demasiado, lo invitaron a cenar el siguiente sábado.

Minseok se limitaba a hundir su cabeza entre los brazos, más. Las miradas sobre él eran insoportables. Tres de cuatro lo estaban acosando con los ojos, ¿y por qué tres? Bueno, Yixing perdió el interés en el asunto en cuanto se mencionaron los padres del mayor.

No es que no le tuviera fe a la posible relación, pero conocía a Minseok desde hacía años, y tendía a no ceder cuando se le presionaba. Aunque sin malas intenciones tampoco daba una negativa cuando era el tiempo correcto. Era un fiasco. Minseok terminaba gustando de las personas que le prestaban atención, y atrayendo de igual manera a gente propensa a salir herida en el proceso.

La campana sonó, dando por zanjado el tema al levantarse todos de la mesa y caminando de vuelta a su aula— De hecho yo creí que te terminaría gustando alguien como, no sé, Jongdae. Carita bonita y cierto interés inconsciente hacia ti en el pasado. —soltó como si nada.

—¿Ah?

—¿O no, Soo? Igual tú, con tal vez, no sé, Chanyeol.

—¿Ah?

Ni Minseok ni KyungSoo comprendieron por completo la idea que intentó expresar Yixing. Fue sin malicia, ni ganas de confundir las manipulables ideas de sus amigos. El mayor eliminó de inmediato todo pensamiento que interfiriera con sus clases en cuanto tomó asiento, ya habría tiempo de atormentarse él solo, en casa. Más esa no fue la elección de KyungSoo.

La etimología griega o latina manejaba por completo, y su atención no pudo evitar desviarse en malos recuerdos.

Chanyeol estaba sentado muye lejos de hecho. Su nombre no irrumpía en su mente desde poco antes de las navidades. Sus sentimientos se habían esfumado, pero el resentimiento para con sus emociones seguían ahí. No era como si se hubiera prometido no amar de nuevo, era joven y tenía tiempo para decepcionarse del romance.

Suspiró apoyando su cabeza en una de sus manos. Tenía la tentación de voltear la mirada. Mantenía su rostro quieto, aunque la curiosidad del cómo estaba Chanyeol en ese momento seguía ahí.

Y lo hizo. Y no pudo ver a Chanyeol, su mirada automáticamente fueron a parar sobre los ojos que lo observaban disimulados. Jongin, que parecía querer dormir al apoyarse así sobre sus brazos, lo miraba, o miró mejor dicho. Su cabeza volteó de forma brusca en dirección a YiFan, evitando a KyungSoo.

—KyungSoo, ¿entiendes? —el mencionado dio una rápida revisión a lo que en el pizarrón se escribía.

—Son raíces, solo completa con otros étimos.

Tao comprendió que había interrumpido sus pensamientos cuando sus palabras salieron atropelladas y sus ojos volvieron a perderse. KyungSoo se recostó sobre la carpeta y con espíritu casi juguetón se dedicó a ver si volteaba por segunda vez.

Luego no podría prometer nada interesante. Todo pasaba rápido y las clases no son algo comprometedor para el entretenimiento. Lo único bueno a lo que podríamos saltar era la salida, ahí todos los alumnos se acumulaban y como dando su primera apreciación de lo que era la vida reían y partían, algunos a sus casas, otros solo a ver hasta donde le dan los pies.

—¿Has notado que me miraban? —preguntó KyungSoo sin trabas a Tao.

Los dos se habían quedado solos en el parque, mirando como el resto desaparecía. Los otros cuatro que conformaban el grupo habían tenido que partir. El menor miraba con detenimiento la expresión del pequeño, no parecía hablar demasiado en serio como si fuera un tema que debiera mantener mucha discreción, pero algo le dijo que no está jugando. Tal vez el hecho de que esperó a que estén los dos solos, o que estuviera jugando con sus pies con las piedrecillas sobre el pavimento.

—¿A qué te refieres? ¿Alguien te ha molestado?

—No es eso, en el salón, noté que alguien me miraba.

—Tal vez haya sido una sensación tuya.

—No me estás entendiendo, lo vi mirarme.

—¿Lo? —KyungSoo asintió a la pregunta. Su gesto mostró soltura, pero no sabía que debía pensar.

Por su lado Tao dejaba volar un poco su imaginación. No quería pensar que había visto a Chanyeol mirándolo y que sus sentimientos errados hubieran vuelto. Por un momento pensó en YiFan, tal vez podría ser él quien lo había observado durante clases.

Su estómago dio un salto. Oh, pobre cualquier persona que tuviera que pasar por eso.

—¿Me vas a decir quién fue?

—Si prometes que me creerás, no estoy inventando nada.

—¿Alguna vez te he tachado de mentiroso? —el mayor negó— Entonces no le veo caso a que me preguntes eso. Anda, dime. ¿Quién te acosa? —interrogó con humor.

—No creo que Jongin me acose. —respondió ladeando la cabeza.

El aire se cortó de inmediato, Tao ahora sí que estaba confundido sobre si estaba jugando. ¿Jongin mirando a KyungSoo? A nadie se le podría ocurrir mezclarlos.

Pero ya habrá tiempo para hablar del resto, ahora Yixing tenía una situación en frente, o mejor dicho debajo. Sí, así suena mejor. Yixing estaba colgado de un árbol. Las ideas de Luhan se le habían metido en la cabeza, y bueno, no le salido del todo bien. Por querer ver a Junmyeon un rato más se decidió a seguirlo. Eso fue fácil. ¿Qué dificultad puede representar actuar de acosador? Ninguna. Y la cosa no hubiera salido mal si no fuera tan torpe cuando se trataba de él.

Fue un intento fallido de ocultarse de Junmyeon cuando este escuchó constantes pasos detrás de él. Dio unos saltos de costado ocultando su rostro. Vaya, justo ese día tenía que interesarse por el resto del universo. Junmyeon retrocedió y se dedicó a observar quien era la persona que caminaba a la par con él.

Y Yixing empezó a correr.

Lo despistó unos metros antes de hecho, pero sus nervios fueron muchos, su ansiedad ocasionada por la posibilidad de ser descubierto lo obligó a usar la mínima fuerza que tenía y alcanzar a sentarse en una se las ramas de un árbol atravesado en la acera.

—Soy un imbécil. —suspiró sujetándose mejor.

—¿Y por qué lo eres? —Se le heló la sangre por un segundo y ese frío se reprodujo en cuestión de instantes. Pero no, no era Junmyeon.

—¿Siwon-hyung?

—¿Chico todo de China?

Yixing suspiró. Aliviado sonrió y con sus torpes brazos bajó del árbol sin golpearse, no tanto. Sacudió sus pantalones y de pie dio una pequeña reverencia su mayor.

—¿Qué hacías ahí arriba?

—Admirar la vista, ¿nadie te dijo que desde ese árbol se ve hasta Japón?

Siwon rio un poco— Creí no verte de nuevo, oí que no trabajas más.

—Sí, nada del otro mundo, pero tengo que dedicarme de nuevo a estudiar. —respondió encogiendo los hombros— ¿Y que hace por aquí?

—Volvía a casa, regreso de hacer unas diligencias.

—¡Oh! Con que vive por la zona.

—Sí, a un par de cuadras. —Siwon señaló con un dedo el camino que debía seguir. Yixing siguió la indicación con los ojos— De hecho, ¿no quieres pasar a comer algo?

—¿Qué? No, no, no quiero molestar.

—No molestas. Será divertido. Si mi hermano está de humor, todo normal.

—¿Seguro?

—Sí.

—Entonces vamos.

{*}

Tao subía los escalones, cansado, estaba bastante muerto. Seguro porque era el primer día, pronto se iría acostumbrando a lo pesado que resulta la escuela.

Al último escalón se acomodó mejor la maleta sobre los hombros, sacando las llaves de su bolsillo. Miró sus zapatillas, la plantilla estaba desgastada y parecía que pronto tendría que reemplazarlas puesto que esta amenazaba con salirse.

—¿Será que por fin encontré a Huang ZiTao? —escuchó decir a la voz ronca, femenina, pero ronca— Hey, amigo.

Él levantó la cabeza con un ligero brillo en sus ojos. Y sí, sus sospechas eran ciertas— ¡Victoria! —exclamó abrazando a su amiga, la que no había visto desde hacía años, después de mudarse a Corea.

Mantuvieron el gesto unos segundos para luego soltarse. Tao la invitó a pasar de inmediato, ayudándola a cargar la maleta a ruedas que traía con ella, tenían mucho de qué hablar. Era tiempo ya de retomar su vieja amistad.

Se sentaron en el sillón, en uno solo, por lo que Tao tenía que inclinarse un poco para poder ver a Victoria a la cara— ¿Y qué te trae por aquí? ¿Y Micaela?

—De viaje, Egipto si no me equivoco, pero eso no importa ahora. —dijo sonriente— Quería salir un rato de casa, y me pareció una idea perfecta venir a verte.

—¿Y por qué? —preguntaba muy interesado el más alto.

La respuesta a esa pregunta no llegó hasta una tasa de té más tarde, cuando Tao hubo acomodado a su amiga de infancia en la sala y a su equipaje en su habitación. Acordaron que se quedaría, él no permitiría que ella pagase un hotel. Acostumbrada a un barrio suburbano en China no se arriesgaría a tener suelta a la chica que juega con caracoles en Seúl.

YiFan no tenía ni rastro de llegar. Tenía algunas preguntas que hacerle, ya que según Victoria su llegada había sido confirmada desde hacía una semana por los padres de este.

Tao estuvo toda la semana con KyungSoo, se sintió culpable por no hablar con sus padres todos esos días, y ahora más que nada. Se pudo haber enterado de eso antes y haber ordenado un poco más el departamento.

Tao miró a su alrededor, su departamento. Si se iba, en definitiva lo iba a extrañar. Pero eso era lo de menos. Sus amigos eran lo primero que le venía a la mente. Y aunque suene preferencial, sobre todo pensó en KyungSoo.

—Quiero que vuelvas a China conmigo.


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