Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SOUL por MallowSJ

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todas!

Han visto el comeback de Super Junior????

Estoy emocionadísima de verdad. Si han visto mis anteriores fanfics podrán notar mi ELFsidad xD la verdad es que solo escribía de ellos y tengo más fanfics acá en mi compu de Super Junior, pero no creo ya que tengan mucho publico así que no los subo.

Como ahora las EXO couples llenan mi corazón pues me encanta escribir sobre ellos *_* 

Pero well, Super Junior siempre ocupara un lugar especial en mi kokoro :P

AAh, por cierto. Soñé algo muy random, que estaba en Italia de vacaciones y de la nada aparecían artistas Hallyu, justo en eso comenzaba un asalto a mano armada y pues con tantos balazos uno le llegaba a Dodo que no se que hacía ahí, y yo me ponía a llorar :(  xDDDDDDDD

No sé por qué sueño esas cosas si ya ni siquiera ando tan kpopera :'Dd será que estoy vieja...

Well, basta de preambulos, sin más espero les guste el cap. 

Cerrando sus puños con fuerza, Kyungsoo tomó una determinación. ¡Debía hacer algo! Ese algo se le ocurrió en un arranque de locura en que tomó el abrigo y lo lanzó lejos. JongIn aún no terminaba de invocar al Dios sol de las buenas vibras que le brindara calor a velocidad de tortuga para que calentara la casa, cuando Kyungsoo volteó su cabeza completa hacia él.   Primero observo detenidamente su rostro sereno aun con los ojos cerrados. En seguida bajó pasando por sus fornidos hombros, deleitándose con su piel morena que parecía encenderse y brillar con el baño de rayos de sol. Su abdomen se marcaba y se notaba duro, firme, aunque todos los músculos de su cuerpo estuvieran relajados en ese momento. Kyungsoo siguió bajando con la vista hasta verlo completamente una, dos, tres, cinco, diez veces. Era incansable, una vista realmente atractiva para él. Algo exótico que no podía dejar de mirar tal cual fuera una especie de imán para sus ojos.

Cuando su capacidad de reflexión y su racionalidad fueron disuadidas por su corazón y su mente llena de pensamientos sucios hacia JongIn, Kyungsoo hubo palpado suavemente con el dedo índice el hueso de la cadera de su genio, pieza que sobresalía levemente bajo su piel debido a su delgadez. Fue imposible de resistir.

JongIn era su caramelo.

 Como su piel al sol.

Tal cual fantasía dulce.

JongIn sintió inmediatamente el tacto de su dueño y sonrió nervioso en cuanto miró hacia abajo y vio directamente a los ojos de JongIn,  pudiendo jurar al cielo que los notó más oscuros de lo normal. Con algo dentro de ellos  que pedía a gritos una cosa que solo él le podía dar.  Lo que hizo que JongIn bajara de un salto, se posicionara entre las piernas de Kyungsoo quien seguía sentado, estupefacto, y lo besara en forma tan guarra como bestial, no fue precisamente que  su dueño se viera hermosamente obsceno con su piel pálida y sus labios gruesos y rojos mirándolo desde abajo con una carita de culpa y deseo entremezclados, si no que fue el hecho de que justamente estaba deseando aquello.

JongIn se había reprimido tanto el último tiempo que ésta vez realmente no estaba pendiente en controlarse, y todo se fue a la mierda en cuanto Kyungsoo se sentó a su lado, de hecho, estaba absolutamente concentrado en absorber calor pero Dios, Kyungsoo podía con él.

 Pero su dueño ha dado el primer paso de algo que han tenido que contener desde la noche en que supuestamente se acostaron.

Kyungsoo tardó un tanto en corresponder pero en cuanto se decidió finalmente sintió una sed tan brutal de JongIn que no se cansaba de absorber todo de él. La lengua que entró impetuosa sobre su boca como si ésta le perteneciera, encontró en la cavidad contenta aceptación. Incluso ansiosa y violenta por parte de Kyungsoo, quien de pronto introdujo su lengua en el juego de movimientos húmedos, con sus pequeñas manos afirmándose rígidamente a la pirca por los costados de sus muslos, se halló de pronto con sus brazos temblando cuando JongIn sostuvo su mentón con el dedo índice y pulgar para dirigir los movimientos de su cabeza, alzándola para profundizar el beso y cuando con disimulo posó abierta su otra mano en el muslo izquierdo de su dueño, apretándolo con suavidad.

No fue hasta que la mano malvada trepó sigilosamente hasta la entrepierna de Kyungsoo, que todas las sensaciones se esfumaron y fueron reemplazadas por una cegadora luz hasta que abrió sus ojos pesadamente.

JongIn estaba a diez centímetros de su cara, notablemente preocupado. Mordía su labio en señal de nerviosismo y Kyungsoo no entendía por qué se había detenido.

Por qué Jongin llevaba ahora su abrigo puesto.

—¿Por qué…?-

—Perdón

—PUERCO- Una cachetada firme y fugaz atacó sin compasión la mejilla de JongIn. La pequeña mano de su dueño le había dado fuerte, justo en su sentimiento de culpa.- ¿Qué nunca cambiarás? ¿No puedes pensar en otra cosa? Aish, no juegues así conmigo- A JongIn realmente le dolía la cara, seguía con la mirada fija en Kyungsoo quien, rojo de ira se incorporó y dispuso a caminar con paso rápido hacia cualquier dirección.

—¡Eh! Por allá no queda la casa-

—¡Y quién te dice que quiero ir a la puta casa!-

—Hey, no te alteres— JongIn pestañó varias veces antes de seguirlo. Estaba arrepentido de hacerle eso a la mente de su dueño, sabía que Kyungsoo tenía todo el derecho de estar enfadado con él.

Pero, ¿por qué Kyungsoo sonreía luego de caer en su ensimismamiento? Fue ésta la razón por la que JongIn se quedó atónito observándolo, sabía que era su culpa desde el mismo momento en que un pensamiento sucio asaltó su mente. La boca de Kyugnsoo era tan linda, Dios, quería comérsela toda la vida.

—Kyungsoo, si sigues caminando así llegaremos al centro.

—Puedes irte a la mierda.

—Ehh, ya te pedí perdón, no es tan grave ¿o sí?-

—Si solo piensas en sexo has el favor de no involucrarme ¿Quieres?.

 

—Pero si solo fue un besito.

Kyungsoo esta vez no respondió y aceleró el paso. Salieron del campo llegando a lo urbanizado, caminaron rápido por las calles vacías, uno detrás del otro. Uno con una sonrisa y el otro reprimiendo la suya, escondiéndola bajo una mueca de indignación. La nieve comenzaba a derretirse debido al sol del mediodía y Kyungsoo piernas cortas empezaba a cansarse de caminar.

—¿Quieres dejar de seguirme?.

—Nope.

—¡Subnormal! ¡Los genius loci no salen de casa!

—Pues yo sí, hago lo que quiero— Una sonrisa de suficiencia se le dibujó en el rostro. JongIn estaba tan tranquilo y fresco que Kyungsoo sintió auténticas ganas de golpearlo.

—Ash, muérete— Luego de darle la peor mirada de desprecio que tenía, fue a sentarse derrotado al borde de la acera, no había caso seguir caminando sin rumbo porque JongIn no se cansaría nunca de fastidiarlo. Kyungsoo pensaba que su genio disfrutaba con todo aquello, y a jugar por su sonrisa podría estar seguro de ello. — ¿Sabes? Ya ni siquiera me queda dinero para pagar el próximo mes de renta, así que lo más probable es que me echen.

Lo que debía ser una alegría para él y un ataque para JongIn se convirtieron en palabras que de inmediato deseó no haber dicho. Extrañamente, y a pesar de todo, él ya no pensaba en irse. Desde que Jongin había desaparecido tres días sus planes de marcharse habían cambiado de rumbo yéndose a la reverenda mierda.

Ciertamente él no quería dejarlo solo, al menos no por ahora.

—Por eso estás de mal humor, ya veo… podríamos ir por un trabajo ahora.

—Si como no, por eso estoy de mal humor y no porque me violas mentalmente- Kyungsoo susurró para sí mismo, sin procesar aun las palabras de JongIn — ¡¿Trabajo, ahora?!-

—Si yo te acompaño seguro que consigues el curro— Kyungsoo se lo pensó detenidamente. Desconfiaba de la veracidad de sus palabras, sin embargo, sabía muy bien que no tenía absolutamente nada que perder.

—Tienes mucha confianza en ti mismo ¿lo sabias? — JongIn mostró sus dientes esta vez, y Kyungsoo sintió un vergonzoso rubor subirle en el rostro.

—Digamos que solo quiero enmendar mis actos, ahora dime dónde es que tenemos que ir.

—A casa, no puedo ir a una entrevista con esta ropa.

—Que eso da igual, ¡Vamos ahora!

Sin previo aviso, JongIn tomó una de las manos de su dueño y lo ayudó a ponerse de pie, en cuanto lo tuvo al frente acarició su pálida piel con sus dedos sin poder contenerse, haciendo caso omiso al anterior berrinche de Kyungsoo por lo del beso imaginario.  Dio un beso rápido en la mejilla y aun sosteniendo la mano de Kyungsoo que estaba fría, caminó con toda seguridad calle arriba,  donde él suponía se tenía que ir para encontrarle a su dueño trabajo de arquitecto.  Y así fue como el repentino enojo de Do Kyungsoo se extinguió. Dejando por primera vez en su vida que un genius loci tome el control de su destino más próximo. 

Notas finales:

ñeñeñeñeñ rr??


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).