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SOUL por MallowSJ

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Notas del capitulo:

En serio que no quería hacer esto

Advertencia LEMON.  

**

—Has de ser tú, gracias, ¡Gracias!

—¿Yo qué? No te entiendo en absoluto, por favor para de abrazarme, me lastimas.

—¿No comprendes lo feliz que estoy?, ¡tú has de ser quien me saque de esta miseria!

—No… no puedo hacer eso, en serio.

—No me mientas

 **

Los ojos del joven denotaban tal desesperación mezclada con esperanza que a Kyungsoo se le ablandó el corazón y no pudo hacer otra cosa que callar y desviar su mirada de esos ojos que le ponían enfermo.

 

Desde ese día Kyungsoo comenzó a planear como irse lo antes posible de ese lugar. Todas las mañanas procuraba hacer el menor ruido posible para no despertar a su genio ya que, la primera vez que le sorprendió saliendo, lo miró nuevamente con esos ojos desesperados y Kyungsoo no lo pudo soportar, se tuvo que quedar en casa lavando su ropa o qué se yo, con el chico pegado como lapa ayudándolo en los quehaceres.

Todos los días recorría el centro de la ciudad buscando alguna oficina que lo quisiera aceptar, sin embargo, al ver su currículum vitae, lo despachaban con un cortés “lo llamaremos dentro de 24 hrs” que Kyungsoo bien sabía significaba más bien un “Gracias, pero no necesitamos trabajar con quien ha hundido el nombre de Park Jungsoo y asociados”.

 

Esto no iba bien, a ese paso jamás podría dejar la andrajosa casa que tenía como genio a un niñato desquiciado que veía en él una “salvación” a quien sabe qué cosa. Pero no sabía que más hacer. Solo evitaba lo más posible estar en casa, se lamentaba porque estaba gastando sus últimos ahorros en pagar una renta que utilizaba solo para ir a dormir (Cuando no se iba de fiesta, claro está).

 

 

En la madrugada del último domingo de Enero, Kyungsoo llegó derrotado a casa y con unas ganas terribles de llorar.

 

*** 

Rompamos

No es como si hubiéramos tenido algo formal…

¿Ves? Eso detesto de ti. No te importa nadie ni nada. Ya no puedo seguir viendo a alguien así

Pero Sehun ¡Espera! ¡Yo pensaba que tú no querías compromisos ni ninguna mierda!

Ahí fue cuando Sehun colapsó y le tiró el vaso de wisky limón en toda la cara, estaba frío.

Odio los tipos fríos. Además follas mal. ¿No nos veamos si? Lo dejó solo en medio de la fiesta que bien buena estaba, pero Kyungsoo no pudo disfrutar porque se sentía tonto y herido por quien en realidad si quería. Pero era tan cierto, él había sido un maldito cobarde gracias a  su puta obsesión con los genius loci y en especial con Luhan que se divertía al atormentarlo. Lo único bueno era que Luhan no estuviera ahí para verle lloriquear y maldecirse en los baños del local que albergaba la fiesta más prendida de toda la ciudad. Pero él ya no tenía nada que hacer ahí además de romper su corazoncillo aún más al ver a Sehun coquetear y bailar con otros chicos tal y como lo hizo con él alguna vez.

Extrañó que ya no tenía quien lo fuera a dejar a casa en su auto, ni quien le dijera si quería pasar a su departamento a “descansar”, no, ya no volvería Sehun porque él lo abandonó mucho antes, en realidad su mente nunca estuvo ni un 30% ocupada en él y no era porque no quisiese, era porque estaba condenado, realmente preso dentro de su hogar y de sus pensamientos de descubrir una forma de no ser más víctima de esas malditas ánimas que le hacían la vida imposible por el mero hecho de poder verlas.

 

No, realmente no les debía ningún tipo de consideración ¡él las odiaba! Y otra vez pensando en los genios cuando acababa de romper con su único apoyo moral…

 

Cuando llegó a casa gracias al bendito transporte público nocturno, se paró en medio del salón ignorando al joven quien lo esperaba viendo una película. Quedó mudo unos instantes y luego, como un desquiciado sacó su chaqueta y camisa empapados con wisky y os tiró al suelo para luego patearlos gritando “Puto Luhan, puto Sehun ¡Los odio! ¡Puta vida!” 

 

— ¿Quiénes son Luhan y Sehun? —Preguntó despreocupado, apenas pegando ojo fuera de la película que parecía estar interesantísima.

— ¡Que te importa! — Kyungsoo tomó la ropa que había pateado y se fue a la habitación –sin antes dejarla en el lavado ya que odiaba el desorden- Dio un sonoro portazo y se arrojó sobre la cama, no quería pensar en nada, solo dormir ya que mañana sería un nuevo día y tenía que seguir viviendo, sea como sea no podía echarse a morir por los genius loci, de ninguna manera dejaría que le vencieran.

 

No pasaron ni cinco minutos cuando se abrió la puerta.

-¿No te dije que debías tocar antes?

El joven vio a Kyungsoo recostado, su espalda descubierta era pálida al contrario de su cuerpo, que era moreno. Kyungsoo parecía triste y realmente el chico quería ayudarlo pero no sabía cómo.

-¿Paso algo hoy?- Se acercó lentamente ya que se había dado cuenta que su presencia ponía nervioso a su dueño, aunque no entendía sus razones el intentaba respetar su espacio. Pero el verlo tan intranquilo no le gustó para nada. —Me puedes confiar lo que quieras, después de todo lo que más he aprendido es a escuchar, sé muchos secretos de gente que ha vivido aquí y te juro que no he contado ni uno— El joven levantó su mano en señal de honor pero a Kyungsoo le importó un bledo y no respondió, después de todo, era mentira. Nadie había vivido ahí desde que la casa fue desocupada por quien la fabricó, y eso hace muchos años según la corredora de propiedades

—Si quieres me voy

—No... Espera.

En ese momento lo más sucio y repugnante emergía de las entrañas de la mente de Kyungsoo, algo que, pensaba le valdría en venganza por todo lo que había tenido que sufrir por culpa de los genios.

 

—Puedes hacer algo— Tragó saliva, excitado por lo que se le acababa de ocurrir,  cegado por la maldad que se apoderaba de cada célula de su cuerpo.- Puedes… ¿tocarme la espalda?

 

El chico dócilmente obedeció y dio un ligero toque con su mano extendida cerca de los omoplatos de Kyungsoo. El contacto le dio una descarga.

—Así noo, tonto. Tu mano extendida por toda mi espalda, presionando levemente. Como un masaje. — Por supuesto obedeció, pareciéndole sencillo el encargo, tomándolo con seriedad. Acarició primero con una mano, luego requirió el apoyo de la otra para recorrerla.

-Ahora quítame los pantalones- El juego se volvía peligrosamente excitante para Kyungsoo, no había vuelta atrás.   El joven obedeció y con un poco de dificultad logró quitárselos, junto con los zapatos y los calcetines. Cuando tuvo la imagen completa de Kyungsoo desnudo frente a él sintió u ncalor extraño dentro de su cuerpo. Y, por supuesto, la casa completa se dotó de calefacción.

—Ahora quiero que me lamas— El demonio crecía dentro y crecía en su entrepierna con una presión constante tan placentera entre la cama y su cuerpo que lo empezaba a enloquecer. Logró olvidar todo lo que lo aquejaba en el momento en que el joven entendió su petición, separó sus glúteos y comenzó a dar lamidas inexpertas pero sin timidez sobre su entrada.

Algo le hacía sentir terrible a Kyungsoo pero al mismo tiempo estaba perdido en maldad y estupidez. Porque el chico aquel era inocente y él lo estaba corrompiendo por puro placer. Obviamente pensar aquello lo hacía morir de morbosidad. —¡Mete la lengua! —

El chico lo hizo, metió su lengua en cuando la entrada comenzó a abrirse, y con ella la dilataba aún más.   Kyungsoo pedía a gritos que fuera más adentró y levantaba sus caderas para obtener profundidad, pero eso era limitado. El dueño hizo un esfuerzo por girar la cabeza y ver el estado del chico, Miró directamente su entrepierna, dura, ejerciendo presión sobre el pantalón de buzo.  Era el momento, no había tiempo para juegos previos.

 

—Uhmmmm métemela, por favor métemela ya. — El joven metió más su lengua dentro de Kyungsoo quien, desesperado lo alejó y se incorporó de frente a él para desatarle el cordón de su buzo, notó que no llevaba bóxer, esto lo llenó de malicia y comenzó a  acariciar fervorosamente su miembro duro, listo para ser usado en él. —Esto, es lo que tienes que meter, esto— Kyungsoo sintió como el más alto se estremecía ante el contacto. Ninguno aguantaría más. El dueño se puso en la posición inicial, dando la espalda al moreno.

—Mete, mete— El chico obedeció manso, su miembro era enorme y apenas tuvo la punta dentro ,Kyungsoo gritó. —Metela, no hay problema— Cerró los ojos soportando el dolor, podía con ello sabiendo lo que podría disfrutar luego. El joven, inexperto, metió de golpe toda la extensión y Kyungsoo dio un grito que salía de su estómago, como si cantara con ello. —No te muevas aun— ordenó, sin controlar su respiración aun.

-P-perdóname, no sigamos si estas gritando— El joven parecía asustado y Kyungsoo estallaba en morbo, no podía ser que estuviera con un niñato inexperto y siendo placer por ser follado por él.

 

—Escucha,… ¿Cómo era que te llamabas?.

—Jongin… ¡ah! — Kyungsoo movió sus caderas fuertemente en señal para que se moviera, obviamente el moreno no lo entendió, después de todo él no era Sehun,  pero a pesar de todo lo retorcida que era la situación, le ponía, y más de lo que pensó. En realidad le ponía más de lo que alguna vez en su remota vida haya pensado que podría ponerle algo. O alguien.

—¡Muevete Jongin que esperas! — Y Jongin se movió. Hacia atrás, hacia adelante, sin seguir un ritmo definido, sin avisar como sería la siguiente embestida. Todo era nuevo para ambos. Y muy placentero. Jongin comenzó a sentir la urgencia de ir más rápido al mismo tiempo que Kyungsoo sintió la de tenerle más dentro, en el momento en que Jongin acaricio cierto terminal nervioso que hacía a Kyungsoo estremecer..

 

—Por favor, Jongin, ¡Más fuerte! — Pongan cerró los ojos empujando más fuerte a pesar de sentir un ligero dolor en su miembro, no importaba. Haría todo por hacer sentir confortable a su dueño. Sin medirse, Jongin embistió tan fuerte que cayó sobre la espalda de Kyungsoo, sus pieles fueron sonoras gracias a la capa de sudor que los envolvía notoriamente. Luego de aquello, todo fue jadeos y mareos por parte de ambos. No controlaron sus gritos y Jongin desembocó un rio blanco dentro de su dueño, algo nuevo que lo dejó viendo estrellitas volar en la habitación. Kyungsoo no lo podía creer, había sido tan rápido, tan corto el tiempo pero sumamente intenso, algo que nunca había vivido en todos sus años en las pistas de la seducción.

 

-Estoy feliz porque… porque has preguntado mi nombre…-

 

Kyungsoo se corrió con esa frase. Una de sus manos viajó entre su cuerpo y la cama para calmar su miembro que gritaba ¡Jongin! ¡Jongin! Con cada pálpito, y Kyungsoo solo cerró los ojos ignorando al moreno que permanecía aun sobre su espalda. No podía pensar, estaba ido y lleno de una espesa felicidad que era demasiado hermosa como para cuestionarla.

 

Estaba drogado de JongIn. Su nuevo genio.

 

Notas finales:

blé hice el intento.

Subiré capítulo diario mientras me sea posible. Gracias graciaas  por comentar <3 me puso muy feliz.


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