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No fue mi culpa por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!

Volvi con un nuevo cap, mi mama no me habia dejado tocar la computadora hasta ahora y fue solo para ver unas fotos >I 

En fin, aprovecho para subir, aviso que los proximos dos cap consecutivos a este seran continuos.

Gozenlo

Es una noche fría, una madrugada para que puedas dormir en paz y descansar, pero luego llegan los pensamientos y momentos que recuerdas a la mitad de la noche y luego no te dejan dormir.

Seguía en su cama respirando pesadamente y revolviéndose entre las cobijas, ya no podía estar ahí sentía que se asfixiaba. Quito las sabanas que cubrían su cuerpo y se levantó. La oscuridad de la noche le daba de menos, camino hasta el baño y se observó en el espejo. Sus ojos se llenaron de lágrimas que empezaron a caer con desesperación.

Tenía que llegar ese día y justo paso lo que deseaba que no sucediera. No podía estar en paz ni tranquilo, no podía sentirse seguro, ¿Cómo sería posible sentirse bien? Se recostó en el fregadero llorando con fuerza, para luego tumbarse en el piso.

Tenía que tranquilizarse, no podía despertar a Eliot o se llevaría un castigo, pero su cuerpo estaba en un trance, estaba desesperado y no sabía cómo calmarse, hasta que una idea paso por su mente. Lo había visto en televisión.

Cuando Eliot se encontraba fuera de casa,  él podía  entrar a escondidas en la recamara de este y veía un poco de televisión para entretenerse debido a que no podía hacerlo en la sala y Eliot le había prohibido entrar a la biblioteca de la oficina de su padre, era aburrido.

Ya lo recordaba, uno de los programas que había visto de gente con problemas y las maneras que usaban para resolverlos, siempre había pensado que esas personas tenían más que problemas en el cerebro, no le veía sentido a sus maneras de acabar con el dolor. Pero… si llegaba a intentarlo… talvez lo ayudaría un poco.

Se levantó del piso y salió de su recamara, camino por el pasillo  hasta que llego a la de Eliot, eran como las 12 de la noche y esperaba que el mayor estuviera dormido, abrió lentamente la puerta, lo vio entre las cobijas sin moverse ni nada, entro tratando de hacer el menor ruido posible, el miedo de que el mayor despertara lo aterraba.

Camino hasta el baño y abrió la puerta, cada uno tenía su baño privado, con las cosas que necesitaran en propios cuidados. Cerró la puerta y prendió la luz, empezando a buscar por los cajones, hasta que encontró lo que necesitaba.

Con el mismo silencio, salió del cuarto, hasta el suyo, desarmo lo que había hurtado y dejo que todo pasara.

 

 

Adri estaba en la sala, apenas alumbrado por la lámpara del lugar, se abrazado a sí mismo, ocultando su rostro entre sus piernas. Su cabello había crecido más y se veían marcas en sus muñecas, marcas de pequeños cortes que se había hecho. Estaba cansado y le dolían sus ojos, eran alrededor de las 3 de la mañana y el seguía despierto.

Se separó un poco y miro las líneas rojas de sus muñecas, ¿Porque se había lastimado el mismo? ¿Porque había hecho esa tontería? Ahora se sentía imbécil. Ya tenía suficiente con los golpes de su hermano como para lastimarse más.

A pesar de haberse cortado, seguía sintiendo el dolor de su corazón y también de sus muñecas. Y los motivos por los que se había cortado eran los mismos por los cuales no podía dormir esa madrugada.

 

 

Eliot estaba acostado en su cama, pero no podía dormir, había despertado hace poco por un sonido que no llego a reconocer,  le dio lo mismo y trato de volver a dormir pero ya no lo logro. Solo daba vueltas en la cama, revolviendo las cobijas y volviéndolas a acomodar. Reviso su celular donde tenía unos cuantos mensajes que apenas le habían llegado, mensajes del trabajo y de sus amigos.

Apago el aparato y luego lo volvió a prender, repitió lo mismo otras seis veces hasta que vio la fecha que marcaba el celular “6 de febrero” la fecha de la muerte de sus padres, ya había pasado un año desde el accidente.

Ya sabía porque su falta de sueño, había olvidado la fecha. Se levantó, era definitivo que no recobraría el sueño, su cabello estaba algo húmedo y solo llevaba el pantalón de la piyama debido a que en las noches le daba mucho calor, a pesar de estar en invierno.

Salió de su habitación y bajo las escaleras por un vaso de agua. Cuando llego al pie de la escalera se sorprendió de ver a Adrián sentado en el sillón. Al parecer él tampoco podía dormir. Decidió ignorarlo y siguió su camino a la cocina.

Adri no se había dado cuenta de la presencia de su hermano. Hasta que escucho el sonido del agua correr. Giro su rostro y lo vio mientras bebía.

El mayor dejo de tomar el líquido vital cuando se dio cuenta de la mirada fija del menor.

-¿Qué es lo que observas?- pregunto de manera severa. Adri solo se dio la vuelta rápidamente y se sonrojo ligeramente, no se había dado cuanta que había visto a su  hermano más de lo debido. Se abrazó más ocultando sus marcas y se hundió en el sillón.

 

Había estado fuera de todo en los últimos meses, ni siquiera recordaba su cumpleaños o las fechas importantes, con trabajo sabía que estaban a finales de invierno, pero estaba esa fecha importante que no podía olvidar. La fecha de la muerte de sus padres que esa madrugada cumplía el año.

Por eso se había levantado esa noche, por eso no podía dormir y había decidido cortarse. Ese pensamiento había estado rondando en su cabeza todo el día, torturándolo. No sabía que hacer ¿Debería ir a sus tumbas? ¿Estaría bien que él estuviera ahí? Solo quería darles flores.

 

Eliot, dejo el vaso en el fregadero, quería regresar a su habitación pero le daba curiosidad saber que hacia Adrián ahí, así que se quedó unos minutos observándolo.

Adri podía sentir la mirada de Eliot sobre él,  no sabía qué hacer, prefería esperar a que su hermano se fuera y él podría salir de alguna manera de la casa para ir al cementerio, si todo salía bien Eliot no se daría cuenta.

El mayor salió de la cocina y se sentó en uno de los sillones, dado que la sala tenía tres de diferentes tamaños, con los ojos cerrados, fingiendo no darse cuenta de las reacciones del mas bajo.

Adri se sorprendió mucho en ese acto del mayor ¿qué estaba haciendo? Ya casi no convivían, en realidad ya no convivían, Adri ya no trataba de hablar con él, por miedo. Y a Eliot no le interesaba lo que tuviera que decir este, pero ahora quería saber.

Se mantuvieron así unos minutos. Adri estaba preocupado, ¿y si Eliot lo volvía a golpear? Esa actitud tan callada a su lado no era normal ¿que intentaba? El nerviosismo y el estrés llenaron al menor de pánico, empezó a temblar en sus pensamientos y de vez en cuando miraba al mayor. Eliot miro a su hermano, tenía una mueca de preocupación.

-…¿Qué haces despierto?- le pregunto de la nada. Adri lo miro sin comprender.

-Yo... yo- no sabía que decir, no quería decirle que quería salir al cementerio para ver a su familia, su familia, era eso, o tal vez solo trataba de buscar una manera de aliviar la culpa que seguía sintiendo -N-no podía dormir-

-¿Porque?- volvió a preguntar el mayor.

-Es que... No tenía sueño... Pero ya me dio un poco- Adri se levantó para subir a su habitación y volverse a encerrar, cuando Eliot lo tomo de la muñeca, en ese momento su dejo de respirar y su corazón se detuvo.

El mayor lo jalo hacia él. Había visto el color rojo que se tornaba en las mangas de la piyama de Adri y eso lo había enfadado. Bajo las mangas del menor notando esos tres cortes rojos alrededor de la piel blanca y delicada.

Adri estaba asustado.

-¡¿Qué es esto?!- pregunto bruscamente mientras hacía más firme su agarre

-No es na-nada-

-Responde- lo acerco más -¿Trataste de matarte?-

-¡No!-

-¿Y esto que significa?-

-¡Nada! ¡Suéltame!- Adri estaba asustado y cuando eso sucedía gritaba, eso hiso que el mayor se molestara. Lo arrastro hasta que subieron al baño en la habitación de Adri, el trataba de detenerse, pero no podía hacer nada. Al entrar al baño Eliot lo soltó y comenzó a registras los cajones hasta que las vio, tres pequeñas navajas de rasuradora, estaba más que molesto.

-¡¿De dónde las sacaste?!- le pregunto histérico. Adri ya no aguanto más y comenzó a llorar.

-¡Contesta!- le grito.

-Yo... yo... qui-quiero ir... a comprar flores- Eliot se sorprendió de la respuesta, flores ¿para qué? Entonces recordó lo de sus padres. Tomo las navajas y las envolvió en papel para guárdalas. Se acercó a Adri y lo tomo del cuello de su camisa

-Escucha, si te vuelvo a ver con cortes en las muñecas te aseguro que los próximos te los hare yo y no serán tan débiles como estos ¿entiendes?- Adri asintió rápidamente, a fin de cuentas, no tenía pensado volverlo a hacer.

 

Eliot salió del cuarto con las navajas en la mano y las guardo en su habitación. Se volvió a acostar en la cama. Estaba en completa epifanía, nunca creyó que Adri intentara cortarse, pero sabía que no era capaz de realmente hacerse daño de gravedad, así que con esos pensamiento dejo todo de lugar y pudo quedarse dormido.

 

Adri se quedó en el baño, observando sus muñecas que ahora tenían marcas del agarre de Eliot, su respiración estaba acelerada y se observaba como si hubiera cometido una atrocidad.

 Salió de del baño ya más calmado y se acostó en su cama acurrucándose. No quería que volviera a pasar eso, no quería volver a sentirse así de asustado. Ya no lo haría, no volvería a lastimarse. No ganaba nada, solo más dolor, se sentía vacío, con algo en su pecho que no lo dejaba tranquilo.

No quería matarse, lo había pensado una vez y ya había pasado mucho de eso. Desde la primera vez que Eliot lo golpeo. No lo hiso con el objetivo de perder la vida, esas no eran sus intenciones, solo quería calmar el dolor.

Se la paso buscando escusas en su mente, recordándose porque lo había hecho y  que no era con ese objetivo, lo que le debió decir a Eliot en vez de ponerse a llorar, el cansancio le gano y termino dormido.

 

 

Despertó aun algo cansado, se sentó en la cama y vio la hora en su reloj, no eran más de las 11 de la mañana  se mantuvo pensando hasta que se levantó, se cambió poniéndose sus jens y sus convers.

Tomo su mochila y guardo su chamarra y algo de dinero que tenía ahorrado, salió de su cuarto y paso por el de su hermano en silencio, no escuchaba ningún ruido por lo que supo que seguía dormido.

Bajo las escaleras a la cocina y se metió al cuarto de lavado, se subió a la lavadora y abrió la ventana de la parte de arriba, debido a su complexión logro pasar por la ventana con facilidad hasta salir.

Estaba decidido. Visitaría a sus padres.

Notas finales:

Espero comentarios 

Besos y abrazos ciberneticos 


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