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No fue mi culpa por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola mazapanes!

Se que me tarde, y que es muy tarde, pero tuve que salir en el fin de semana y por eso no habia escrito. 

Pero en fin, acabe el capitulo xD espero les guste.

Rendido de esperar, decidió subir a su habitación y dormir.

Al siguiente día, al despertar lo primero que hiso fue tomar su boleta y correr a la habitación de sus padres. Entro sin mucho sigilo y cuando los vio recostados se aventó contra la cama, despertando de golpe a ambos adultos.

-¡Adri! No me asustes así- la madre de Adri se había sentado en la cama para luego estirarse, su padre se despertó pero luego volvió a acomodarse en la cobijas.

-Lo siento- se disculpó rápido para cambiar de tema – ¡Adivina, me dieron mi boleta ayer!-

-¿Y?...- pregunto su madre curiosa, pero ya imaginándose las calificaciones.

-¡¡Mi promedio fue de 8.5!!- grito con alegría.

-¡¡¡Hay!!! ¡¡Felicidades!!- su madre con la misma alegría le regalo un fuerte abrazo.

-Muy bien Adri- le dijo su padre entre las cobijas.

-¡Tengo que decirle a Eliot!- el menor se levantó de la cama mientras su madre también lo hacía y salió corriendo de la habitación.

Llego al cuarto de Eliot, esta vez con un poco más de sigilo y camino por el gran espacio. Estaba dispuesto a despertar a Eliot de la manera más molesta que pudiera. Llego al borde de la cama y observo a su hermano, parecía cansado.

Había algo raro en su mirada de ahora, algo que le preocupaba. Puso sus rodillas en el piso y sus manos como soporte en la cama para estar a la altura del mayor. Podía notar las ojeras en los ojos de su hermano ¿A qué hora había llegado ayer?

Con una de sus manos acaricio su cabello, suave y brillante, fue bajando sus caricias hasta el rostro del mayor, lo observaba con curiosidad y cariño, había algo en Eliot que le gustaba.

Sin darse cuenta de sus acciones, fue acercándose más, sus rostros estaban cada vez más cerca, podía sentir la respiración de su hermano pegar en su nariz.

Cerró sus ojos en un momento y dejo que su cuerpo continuara sin que él se diera cuenta de lo que hacía.

-¡¿Adri quieres desayunar?!…- su madre había interrumpido en la habitación.

Adri se puso de pie lo más rápido que pudo y desvió la mirada – ¿M-mande?- pregunto algo nervioso ¿Qué estaba haciendo?

Su madre había llegado a observar un poco de la escena, lo había notado con claridad y se sentía muy sorprendida de lo que había visto -¿Qué…que quieres desayunar cariño?- pero decidió dejarlo como un juego de su imaginación –Hare waffles-

-Si… waffles está bien-

-Eliot no despierta ¿verdad? Déjalo dormir llego muy noche- le dijo con una sonrisa.

-Si-

Ambos salieron de la habitación dejando de lado esa pequeña escena, al llegar a la sala empezaron a desayunar. Adri estaba feliz de que sus padres estuvieran desayunando con él, esperaba que todo el día continuara igual.

Empezaron a conversar, sobre las cosas de la empresa y el tratamiento de su Tía y luego comenzaron a hablar de cosas más divertidas. Cuando comenzaron a levantar las cosas del desayuno Eliot bajo de las escaleras.

Seguía con una cara de sueño y parecía de pésimo humor.

-¿Por qué no me despertaron?- pregunto con molestia.

-Vamos mi niño, tu no despertabas, Adri trato de levantarte-

-¿En serio? Yo no escuche nada- se sentó en la mesa donde desayunaban a lado de Adri y dio un bostezo.

-Eliot ¡adivina!-

-¿Qué?-

-No, adivina-

-Ammm, ¿conseguiste el nuevo videojuego que salió?-

-No- contesto con entusiasmo –Pero me gustaría mucho-

-¿Encontraste el segundo celular que perdiste en casa?-

-¡No! Y no lo perdí, los ratones se lo llevaron-

Eliot lanzo una risa y su  madre también, su padre leía un periódico sin prestar mucha atención al caso.

-¿Recogiste por primera vez tu cuarto sin que te lo haya dicho?-

-En sueños ¡no! Mira- puso la hoja de boleta pegada al rostro de Eliot -¡¡Son mis calificación de este año!! ¡Obtuve 8.5 de promedio final! ¡Ahora págame!-

-Mierda…- dijo Eliot al ver bien el papel.

-No digas esas palabras… ¿Qué hicieron?- pregunto su madre.

-Una apuesta, le dije a Eliot que este año sacaría una calificación mayor a 8, y el tonto pensó que era una broma-

-No te daré nada-  le dijo Eliot metiéndose en la conversación –Pero, felicidades, sabía que podías hacerlo-

-¡¡Quiero un premio!! Tendrás que, hiciste una apuesta- Adri tenía una sonrisa ladina y observaba al mayor con superioridad.

-¿Qué quieres?- pregunto resignado y accediendo a los caprichos del menor como solía hacer.

-Llévame al parque-

-¿Para qué quieres ir?-

-Hace mucho que no vamos al parque, quiero ir-

-Si es buena idea, vallan al parque para distraerse, su padre y yo iremos con Tía Ann hoy dan los resultados de sus exámenes-

-¡Excelente!-

-De acuerdo-

 

Lo que quedo de la mañana pasó rápido, Kira les preparo a sus hijos todo un picnic para que pudieran estar bien en el parque. La escena de la mañana seguía en su  mente, Adri no podía estar feliz si no estaba con Eliot y no podía evitar pensar cosas.

Guardo los últimos refrigerios en la mochila para dejar de lado el tema.

-¡Adri ya está lista la comida! Nosotros nos vamos- grito la mujer desde la sala y recibió una respuesta afirmativa por parte de ambos hijos que seguían en sus habitaciones. Se dio la vuelta con la elegancia y belleza que la caracterizaba para salir de la casa donde su marido ya la esperaba.

 

Adrián estaba de pie frente al espejo de su cuarto, se cambiaba y cambiaba de ropa, nada le gustaba como le quedaba y volvía a revolverse el cabello, pero siempre quedaba igual. Su cabello quebrado y algo corto, por lo que tiene forma simple pero linda.

Esta vez decidió cambiar de vestuario, por lo que dejo sus convers y su típica sudadera negra. ¿Por qué le prestaba tanta atención a su apariencia? Solo era un día en el parque con su hermano. No era nada especial. Aunque a él le parecía algo bastante especial.

Bajo las escaleras y se colgó la mochila en los hombros. En ese momento también bajo Eliot, vestido de manera casual como siempre lo hacía. Pero ¿Por qué toda la ropa se le veía bien a el? Él se la había pasado cambiando de ropa toda una hora porque nada le quedaba bien.

 -¿Listo?-

-S-si- Adri no le quitaba la vista de encima.

Eliot lo miro de una manera extraña y luego sonrió para  luego lanzar una risa –Vámonos- ambos salieron de la casa.

 

Caminaron platicando hasta llegar al parque, ese lugar repleto de personas durante el verano. Fueron a diferentes lugares y juegos. La visita al parque de Adri era el zoológico, las canchas, los juegos, el cine y la feria.

Se la paso jalando a Eliot a todos los lugares a los que quería ir. Disfrutaban estar juntos, ya pasaba mucho desde que tenían un día para los dos y Adri no iba a desaprovecharlo.  Salieron de la sala de cines cuando ya comenzaba noche. Regresaron al parque donde ya se empezaban a ver las luces de la feria.

-¡Wow, que increíble! ¿¿Nos subimos a uno fuerte??-

-Comí muchas palomitas en el cine, no quiero vomitar ¿sabes?-

-¡Entonces vallamos por un helado!- tomo a su hermano del brazo y lo jalo hasta que llegaron a los helados, cada uno se compró de su sabor favorito. Siguieron su camino hasta la rueda de la fortuna, donde tuvieron que hacer una fila enorme para poder pasar.

Ver todas las luces de la ciudad a esa hora era algo fantástico, por lo que Adri no se despegaba de la ventana. La rueda de la fortuna era gigante, y la gente siempre disfruta de dar una vuelta por esta.

-Siéntate bien- escucho el reclamo de Eliot, por lo que se dio la vuelta para estar sentado enfrente de él. Entonces observo otro bostezo del mayor.

-¿Estas aburrido?- le pregunto, tal vez no era tan divertido para Eliot como para él y solo le había quitado el tiempo.

-No… no es eso estoy…cansado-

-Tal vez no fue buena idea venir- dijo desanimado.

-No es eso. Es divertido, no te preocupes-

-No quiero que pienses que soy una molestia-

-Tú no eres una molestia, ha sido muy divertido, hace mucho que no salía a algo fuera del trabajo-

-¿Tu trabajo es muy duro?- pregunto con curiosidad.

-Algo- Eliot noto la mirada de su hermano, su cara seguía siendo de preocupación así que decidió cambiar de tema –Entonces ¿estas feliz por tu calificación?-

-Si-

-¿Ya no me vas a molestar con las tareas?-

-Jamás dejaría de hacer eso- Adri se levantó para sentarse a lado de Eliot, este le paso el brazo por el cuello dándole un ligero abrazo.

-Oye no quiero que te desanimes ¿sí? Todo esto es complicado y hay cosas que están cambiando, pero todo estar bien pronto, regresaremos a la normalidad-

-¿Me lo prometes?-

-Te prometo que lo intentare-

Esa noche regresaron a casa para cada uno irse a dormir, ya que sus padres no llegaban aun.

Al siguiente día Adri se levantó bastante tarde, bajo las escaleras para almorzar algo cuando vio a sus padres y a hermano sentados en la mesa de centro en silencio.

-¿Qué pasa?- pregunto con curiosidad sintiéndose raro de que ninguno hablara.

-Adri… cariño, tu padre tendrá que trabajar lo que queda de estos dos meses- dijo su madre de repente.

-¿Qué?- el menor abrió los ojos y su expresión cambio a desagrado. –Pero… no, no puedes, son vacaciones, se supone que íbamos a salir-

-Cariño escucha… sé que planeaste todo esto con dedicación pero debes entender que este es un gran logro, ayudara en tu futuro. Aparte tu Tía Ann sigue enferma-

-¡¿Y eso que importa?!-

-¡Adrián!- su padre se puso de pie con molestia. –Es suficiente, no vamos a salir a ningún lado-

-Pero es que…-

-Silencio… y no quiero escucharte quejarte sobre el tema ¿entiendes?-

Adri frunció el ceño enfadado y subió las escaleras hasta su habitación. Un azoton se escuchó por toda la casa. Eliot bajo la mirada y se recargo en la pared.

-Muy buena manera de decir las cosas papá- dijo para luego enderezarse y subir las escaleras a su propia pieza.

De esa manera fueron las vacaciones, Adri se deprimió bastante con eso y no quiso hablar con sus padres, pero poco después se le paso. Aunque haberse reconciliado con su familia no le había quitado lo deprimido.

Las vacaciones fueron solitarias y grises. Así en menos de lo que se dio cuenta el regreso a clases había llegado.

Este año entraba a tercero de secundaria y como él lo esperaba los grupos se revolvieron, por lo que iba a tener que empezar de cero. Cuando le entregaron su horario se decepciono como nunca. En primera porque su grupo seria el mismo en el que estarían los dos idiotas que normalmente lo molestaban y su grupito. Y en segunda…porque el profesor de Cívica que le tocaba lo llegaba a intimidar.

Su manera de dar clases y explicar le dificultaba bastante. En primero logro pasar de milagro, gracias a que su hermano hablo con el profesor, pero no creía volver a tener tanta suerte y es maestro lo odiaba.

Su primer día de clases no fue exactamente lo que esperaba. Los maestros no le agradaban y sus compañeros tampoco. Aunque en los recesos podía platicar con sus compañeros del año pasado.

Los días y semanas continuaron, sus conversaciones en familia con sus padres desaparecieron y sus juegos con su hermano también. Entonces empezó a bajar sus calificaciones y bajaron bastante. En el primer periodo del año reprobó la mitad de las materias. Se había llevado una buena retada por parte de sus padres. Al parecer para eso si le hacían caso.

No es porque quisiera llamar la atención, ni porque quisiera que todos lo voltearan a ver, pero si podía hacer que de esa manera sus padres convivieran con él, para que dejara de sentirse solo, podría intentarlo.

La mitad del ciclo escolar termino tan rápido como había empezado. Y en esos seis meses hubo ocho visitas a la dirección y una suspensión. Si no fuera por el dinero y el reconocimiento de la familia lo habrían expulsado hace meses. Las calificaciones de ese año fueron peores que las primeras. Y en las vacaciones Navideñas tampoco salieron como él deseaba. Lo hicieron un poco. Tuvieron que viajar a un pueblito donde el verano continuaba a pesar de geográficamente estar en invierno, Tía Ann no podía estar en climas tan helados como lo era su ciudad.

Cuando estas acabaron todo continuo como ya empezaba a hacerse normal. Sin dirigirse más de diez palabras al día.

Pero la entrada a clases fue más difícil.

-Muy bien… ya que todos recibieron un poco de diversión en sus vacaciones. Vamos a comenzar con un nuevo plan de estudios este periodo- el profesor de cívica empezó a dar otros de sus discursos.

Adri estaba distraído viendo por la ventana, en su típico lugar al fondo.

-Señor Miller- el maldito lo había notado.

Adri se dio la vuelta regresando al tema. -¿Qué perdón?-

-Me podrías hacer una síntesis de lo que vimos en los temas anteriores-

-Amy… yo…- de nuevo en blanco –esque…- se mantuvo unos minutos sin saber que decir.

-De acuerdo, ya que los veo tan animados en esta nueva, mitad de año mañana tendremos un examen de todos los temas pasados- todos en el salón comenzaron a quejarse y no falto quienes voltearon a ver al castaño por no haber podido contestar.

Tendría que resolver eso, ya no podía reprobar.

Al final del día no tuvo de otra que aliarse con Marcus y los otros por el tema del examen. Lo que iba a hacer estaba mal pero no tenia de otra.

El día del examen llego.

En la tarde cuando regreso a su casa no pudo sentirse peor, a lo que normalmente hacía. Sus ojos estaban ligeramente hinchados. Como con una sensación de querer vaciarse.

Adri observo en la mesa de la sala que estaban las cosas de Eliot, con la alegría subiendo de  nuevo, corrió hasta la habitación del mayor y abrió sin cuidado, asustando al otro que estaba detrás del teclado.

-¡Hola!- grito y se aventó a la cama de este.

-Oye no molestes estoy ocupado- dijo sin siquiera voltearlo a ver.

-¡Oye! Tu siempre estas ocupado ¿no hay un solo momento en el que puedas descansar?-

-No, no lo hay- Adri se sentía deprimido al saber lo poco que ahora importaba para su hermano. Las cosas habían cambiado bastante en todos esos meses.

-Oye…-

-¿Qué?-

-… ¿Me llevas al parque?-

-¡¿Qué?!- el rostro de molestia en Eliot se notaba a simple vista.

-Por favor-

-No puedo Adrián-

-¡Tú nunca me dices Adrián!- se puso de pie – ¡Sabes ya no importa! ¡Solo es un maltado parque! ¿¿A quién le interesa?? ¡No importa lo que uno piense si les pido hacer algo no lo harán porque no tienen tiempo! ¡¡Nunca tienen tiempo!! Y yo seguiré, como todas las tardes estando solo- se dio la vuelta y salió del cuarto, dejando al mayor sumamente sorprendido y arrepentido.

El menor se encerró en su cuarto y se enredó en sus cobijas sentado en el piso a lado de la cama. Se quedó así unos minutos hasta que la puerta se abrió y Eliot entro con un poco de cuidado.

-Vete de aquí- dijo en menor acurrucándose.

-Oye- Eliot se sentó en la cama –Lo siento, no debí haberte ignorado- Adri seguía en sus cobijas -¿Qué es lo que te pasa? Vamos dime que es lo que pasa- Mantuvo su mirada en el menor que seguía con la cabeza gacha y arrinconado en el piso a lado de la cama. Este se debatió un poco en contestar, pero al final termino por acceder.

-Es que… papa se la pasaba los días enteros en el trabajo… y mama se la pasa saliendo todo el tiempo en cosas de la tía Ann... tú en el tiempo que has estado trabajando en la empresa… ya no me pones atención ¡Últimamente he estado solo!- su voz comenzó a cortarse a la mitad de sus palabras, las ganas de llorar comenzaban a suplicarle.

Eliot al darse cuenta de eso bajo de la cama y se sentó a lado de su hermanito. –Tranquilo…- lo rodeo con sus brazos de manera protectora. –Lo siento, sé que te has sentido muy solo, todo esto… es nuevo y ya sabes que nuestro padre quiere un éxito en todo lo relacionado con la empresa.-

-Por eso va por ti, eres el hijo perfecto, a mí nunca me tomaría en cuenta para cosas como esas.- reprocho mientras se acurrucaba en el pecho del mayor

-yo creo que… tú tienes más suerte- Adri levanto la mirada para poder verlo, a pesar de la oscuridad del lugar -…a ti te está dejando elegir- termino con una sonrisa. Adri no entendió muy bien a que se refería con eso, pero lo dejo así.

Se quedaron ambos abrazados en lo que quedo del momento hasta que el menor se quedó dormido y Eliot lo dejo en su cama, para luego salir de la habitación a la suya.

 

El siguiente día fue uno lleno de trabajo y actividades diarias, Oliver se encontraba en su oficina esperando a que su hijo mayor le llevara los papeles del inicio de la inversión extranjera, esos temas tomaban tiempo y debían ser revisados con cuidado solo así tendrían las ganancias de esta.

El hombre de cabello castaño con algunas canas reflejadas y unas cuantas arrugas en su rostro estaba realmente cansado, sentía que su corazón se agotaba poco a poco y temía que fuera por la edad, había tenido problemas con ambos hijos por culpa de esa nueva inversión, en especial con Adri.

Se recargo en la silla de su oficina e intento relajarse, hasta que el teléfono de oficina comenzó a sonar.

-Yadira- afirmo dando la palabra para que la mujer continuara.

-Señor, tiene una llamada del colegio de su hijo-

-¿Otra?...- lanzo un suspiro –De acuerdo, pásamela-

-¿Señor Miller?- la voz de un hombre mayor se escuchó del otro lado de la línea.

-Buenos días profesor Harold ¿Sucede algo con Adri?- la cansada voz de Oliver cambio a una más atenta en cuanto contesto.

-De hecho, si, ya sabe que hablo con usted cuando suceden estas cosas… su hijo volvió a cometer faltas durante la clase, y esta vez llego a un extremo que yo nunca considere que sería capaz- hablo con algo de reproche y molestia en su voz.

-¿De qué habla? ¿Qué fue lo que hiso?-

-No son cosas que pueda hablar con usted por teléfono… voy a necesitar que usted y su esposa hablen con migo sobre este caso, si pueden tomarme en cuenta, tengo una solución para su problema-

-… de acuerdo ¿cuándo necesita que nos veamos?-

-Mientras más pronto mejor señor Miller-

-Iremos enseguida- 

Notas finales:

Es mas larguito, en el siguiente sera el final de estos principios de la historia. Para que vean que Eliot no era tan malo :P 

Jjaja, bueno espero comentarios.


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