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No fue mi culpa por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!!!!

Adivinen que??!! Ya tenemos 1000, digo 10000 asi es linduras diez!!! "10" mil!!!! "000" lecturas!!!!

Muchas gracias por coontinuar leyendo conmigo esta novelita, se los agadesco con todo mi kokoroko (yo asi digo) estuve esperando esto, segun yo estaba muy lejana de esto, llegue de la escuela y dije "no mames!! O.O"

Okey, este cap no es  ningun especial por esto (no se emociones) ya lo habia hecho y no lo iba a repetir, pero el la siguiente actualizacion festejare, poniendo lo que mas les gusta de manera experta, o al menos mejor.

Ya no les quito el tiempo xD

Sentía el frio que rodeaba mi cuerpo, sentía el dolor que comenzaba a atacar más de una sola zona de mi ser, sentía el dolor en mi garganta y el calor que se reflejaba cuando sentí la sangre llegar a mis mejillas. Comenzaba a decaer y ya no podía aguantar más.

 

Despertó después de unas cuantas horas, el frio piso congelaba su pequeño y débil cuerpo aun desnudo, sus ojos estaban irritados y las lágrimas se marcaron en sus mejillas. Trato de ponerse de pie pero no pudo. La manera en la que Eliot había arremetido contra él lo dejo gravemente herido. No se podía ni mover.

Su respiración se agito, estaba en medio de la sala, los rayos de luz del sol habían comenzado a alumbrar la sala y toda la habitación. Se quedó unos momentos ahí, tratando de aguantar el reciente dolor que inundaba su cuerpo y se había mantenido callado en lo que duraba su inconciencia.

Después de unos minutos de relajación, volvió a intentar ponerse de pie, pero solo logro sentarse de lado ligeramente mientras presionaba su abdomen. Con su mano contraria, se sostuvo de la mesa y empujándose pudo poner un pie para sostenerse, sus quejidos y su agitada reparación delataban el esfuerzo que le costaba ese simple movimiento, pero al colocar su otro pie un dolor inmenso recorrió su esfínter y su espina dorsal haciendo que volviera a caer al perder todas su fuerzas pero esta vez contra el sillón.

Cayó de sentón y coloco rápidamente sus manos en su parte baja, mordiéndose con fuerza el labio y sonrojándose. Le dolía mucho y sentía bastantes ganas de orinar. Le dolía el aguantarse y no quería ponerse de pie para ir al baño. Se encogió con sus manos sosteniendo su pequeño miembro, había ciertas parte de él que cuando las tocaba de dolía y eso debió haber sido por la manera en la que Eliot lo presiono, ocasionándole un moretón en él.

No quería verse más idiota orinándose en el sillón y más porque Eliot se enfadaría con él y lo volverá a golpear. Entonces empezó a sentir como aquel líquido con el que lo habían ultrajado empezaba a salir de su entrada, haciendo que sintiera más ganas de ir al baño.

No podía aguantarse más.

 

Eliot se levantó cuando la alarma de su celular comenzó a sonar, despertándolo de golpe. No había apagado el móvil antes de dormir, normalmente lo hacía cuando no debía trabajar al siguiente día y así evitar esos inconvenientes.

Se puso de pie, ya no iba a poder recobrar el sueño. Recordó la experiencia tan placentera que había tenido la noche anterior y mostro una sonrisa lujuriosa ¿Quién diría que el cuerpo de ese niño era mucho mejor que el de todas las chicas con las que se había acostado? Y eso que habían sido bastantes chicas. Pues solía irse cada fin de semana a fiestas con sus amigos donde nunca faltaba la perra para fallarse.

Se colocó un pans suelto y una chamarra. Bajo las escaleras a la sala y encontró al menor en el piso, encogido y todavía durmiendo.

Se acercó y noto lo que la noche pasada no se había detenido a fijar, el cuerpo del niño era hermoso, sus piernas no tenían bello alguno y sus brazos llegaban a tener unos cuantos pero bastantes claros. Su complexión era delgada, sus pies pequeños y su cabello había crecido de nuevo.

No hace mucho que se lo había cortado el menor con las tijeras en el baño, recordaba aquel día en que lo golpeo al creer que de nuevo había tratado de matarse, pero nada de eso, solo le molestaba el cabello largo y había tratado de quitárselo, una mañana en la que no llevaba las esposas puestas porque Eliot estaba en casa.

No había notado lo mal cortado que lo tenía algunas mechas más largas y otras más cortas, su cabello había dejado de tener aquel brillo tan peculiar.

Su piel lechosa tenía miles de marcas y moretones extendidos en todo su cuerpo. En sus muñecas las cicatrices de sus primeros cortes y los demás hechos con las esposas y sus dedos, los había mantenido siempre vendados y sangrantes.

Su nariz igual de pequeña pero algo chata, compartía el mismo color rojo de sus mejillas al haber llorado tanto y notaba las pequeñas pecas, que de pequeños le gustaba pintar con un marcador aunque el menor comenzara a llorar y su madre lo regañara.

No podía evitar combinar sus pensamientos al verlo, con recuerdos y notar los pequeños toques de ternura que le daban al ver al menor. Cosas tiernas que nunca había observado desde mucho antes de la muerte de sus padres. En ese entonces solo le quedaba una cosa clara, Adrián era su hermano y nada más.

Su mente le golpeo sacando todos esos pensamientos de ella. Coloco su mano en su cien para tratar de relajarse de lo que estaba pensando. ¿En serio creía que ese mocoso se veía tierno? Claro que no, daba asco. Tanta repulsión que molestaba verlo, cualquiera que lo mirara en ese momento pensaría lo mismo.

No quería seguir observándolo y que estuviera tirado en el piso, pero tampoco lo iba a llevar a su habitación. El tenía que hacerlo solo, por lo pronto no deseaba verlo. Se metió a la cocina y preparo algo de café.

 

En lo que se preparaba, salió de la casa para ir a correr con sus diferentes ejercicios matinales.

Empezó a correr por toda la avenida hasta el parque y el deportivo del lugar y luego continúo y salió a diferentes partes de la ciudad.  Debido a que no eran más de las 6 casi nadie se encontraba caminando por las calles, más que las personas que salían a algunos ejercicios y los autos que conducían por las avenidas y puentes para llegar a sus trabajos.

Con cada paso sentía como su corazón se aceleraba y agitaba, no llevaba audífonos como normalmente, solo era el escuchando el ambiente de todo el lugar, pero mientras corría su mente se fue metiendo en otras cosas, ignorando el sonido que lo rodeaba y haciendo que el tiempo pasara con menos pesadez.

Su tiempo corriendo fue bastante largo y llego sin darse cuenta de ello a la zona de pobreza más común en la ciudad. Observo todo a su alrededor, esta vez caminando para tratar de descansar. Varios vagabundos sentados en el piso y por los callejones a algunos adolescente sin hogar o que habían escapado de casa.

Fijándose más en las casas, eran pequeñas y algo desgastadas, algo de lo que él nunca tuvo que sufrir.

Mas a lo lejos vio a una niña de coletas y cabello sucio, la cual llegaba a reconocer pero no sabía de dónde. Esta empujaba con esmero una gran caja que llegaba a la altura de la menor. Ver a niños sufriendo ese tipo de situaciones le pareció molesto ya que nunca le gusto la pobreza y desigualdad que sufrían los demás, aunque había comenzado a dejar eso de lado.

Continuo observándola hasta que noto la mirada azul que le hecho la menor al verlo. Él no la reconocía pero ella claro que sí y fue tanto su miedo que dejo la caja y se echó a correr dentro de un callejo que seguía viéndose oscuro, dado que en esa parte de la ciudad el cielo estaba nublado.

Comenzó a caminar con duda hacia ese lugar, tratando de seguir a la niña y saber el porqué de su carrera. Pero no duro mucho cuando se sorprendió de ver a Héctor salir del mismo callejón.

Sus miradas chocaron, ambas con sorpresa.

-¿Eliot?- pregunto Héctor sin creer lo que veía.

-… ¿Qué haces aquí?- pregunto curioso el castaño. No le parecían lugares de los que le gustara visitar al rubio y tampoco se veía que llegaba a hacer alguna obra de caridad debido a que su vestimenta era bastante casual.

-¿Tu qué haces aquí?- reclamo el rubio observándolo.

Eliot se quedó quieto sin hablar, no era como si le prestara mucha atención a Héctor después de aquel suceso con Adrián pero no podía negar que quería saber que hacia el rubio en aquellas zonas.

Detrás de este salió otro chico de cabello oscuro y ojos celestes, este con las mismas prendas desgastadas tal como había visto a la niña. A él si lo reconocía y no le hacía muy feliz encontrarlo.         

-¿Qué…?- la pregunta no pudo terminar de salir de los labios del muchacho, ya que Héctor le había tapado la boca, a lo que el menor reacciono molesto y se la empujo.

El rubio se dio la vuelta y empujo el azabache dentro de callejón diciéndole unas últimas palabras antes de retirase como un “no salgan y espérenme” ya que la niña se llegaba a asomar por las piernas del moreno.

Héctor se acercó a paso rápido hacia el castaño.

-Eliot, es enserio ¿Qué haces aquí?- Eliot observo al rubio y luego giro la vista llegando a observar al azabache y su mirada acusadora. De nuevo regreso la vista al rubio.

-Así que… ¿te gustan las obras de caridad?- dijo con un tono de burla.

-Eliot…- gruño el otro esperando una respuesta.

-Nada… solo venia corriendo un poco y me detuve por casualidad aquí- su sonrisa burlona no se quitaba – ¿Te interrumpí en tu momento con el delincuente?- volvió a burlarse.

-¡Cierra la boca!- farfullo el rubio, pero Eliot se dedicó a sacar una ligera risa.

-No importa, ya entendí, haz lo que quieras y prepara tu buena acción del día, dales algo a los menos afortunados… me voy- se dio la vuelta dándole la espalda al rubio comenzó a caminar de regreso.

-Alto… espera Eliot- lo detuvo.

-¿Qué?...- pregunto de mala gana esperando una respuesta.

-Últimamente han dicho en las noticias que el clima comenzara a empeorar bastante y que las enfermedades respiratorias podrían empeorar afectando a menores de edad principalmente.-

-¿Y eso que?- pregunto sin saber que tenía que ver el tema.

-Ves a la niña de aquí, está enferma de asma. Apenas lo descubrimos. Estas enfermedades podrían extenderse bastante. Tienes que cuidar más a Adrián, empezando por al menos abrigarlo un poco-

-Eso no me interesa, y si tanto te molesta él puede estar bien solo, no se ha enfermado en casi un año, no creo que le suceda nada-

-¡Esto es grave Eliot!-

-Me largo- contesto para luego echarse a correr y marcharse.

 

Héctor lo miro con decepción y sintiendo pena por el menor que lo más probable terminaría mal, pero iría a la casa un que Eliot tratara de correrlo a patadas. No dejaría que Adri empeorara con alguna enfermedad.

Un estornudo lo saco de sus pensamientos. Se dio la vuelta para ver al azabache agachado a la altura de la niña tratando de ayudarla a respirar ya que había comenzado a toser y estornudar demasiado.

-Héctor…- lo llamo el chico con tono suplicante. Héctor se dirigió a ellos para ayudarlos distrayéndose.

 

Eliot llego corriendo a la entrada de las zonas residenciales y el guardia le abrió la puerta sin problemas al reconocerlo. Eliot comenzó a caminar hasta su casa, pensando en las palabras que le había advertido Héctor.

Pero prefirió no darle mucha importancia, a pesar del cambio de temperatura que comenzó a notare en el lugar.

Llego a su hogar y abrió la puerta, tranquilo y algo despreocupado, cuando noto al menor sentado en sillón encogido. Le desespero aquello y decidió ignorarlo para calmarse, cerró la puerta y se fue directamente a la cocina.

Adri tenía los ojos fuertemente cerrados, había escuchado el sonido de la puerta abrirse y sabía que era Eliot, lo cual le asustaba más, se dedicó a temblar y esperar su castigo.

Eliot dejo las llaves en la mesa de la cocina y saco su café que había dejado en la cafetera, desde la cocina podía ver al menor que seguía encogido. Eso le molesto y se acercó a este.

-Es suficiente ¡levántate!- le grito, haciendo que el menor levantara la mirada con susto pero sin llegar a moverse. Enojado se acercó más al rostro del menor y al recargar su mano en el sillón sintió la humedad que este emitía. -¿Pero qué…?- pregunto, al notar que toda esa área se encontraba de la misma manera.

Adri cerró los ojos con fuerza y dejo que sus lágrimas salieran.

-¡¿Te orinaste?!- le grito, haciendo que Adri se asustara más y volviera a poner sus manos en su miembro, ocultándolo. De nuevo tenía ganas.

No había podido aguantarse, dado el dolor que le ocasionaba y termino dejándolo salir inconscientemente. Habían pasado como una hora desde eso, y no entendía porque de repente le volvían a dar tantas ganas.

Eliot lo sujeto con fuerza del brazo y obligo a que se pusiera de pie. El menor no pudo evitar levantar su cuerpo y sentir el dolor que atacaba con fuerzo su cuerpo, rápido se zafo del agarre del mayor y cubrió con sus manitas aquella parte en la que ya no pudo aguantar más la presión y termino sacándolo todo, sus piernas flaquearon en aquel momento y dejo caer su cuerpo.

Eliot estaba furioso por el acto del menor y ahora lo observaba con ira.

Mientras Adri tenía los ojos cerrados con fuerza y su cuerpo temblaba bastante, había estado desnuda toda la mañana y tenía mucho frio. Pero no quería que Eliot lo atacara o algo peor.

El mayor se desesperó de las actitudes del niño y se agacho hacia él, mirándolo de frente, con intenciones de amenazarlo. Lo tomo de los hombros y lo aventó para que volviera a quedar en el piso.

Los ojos de miedo de aquel niño le fascinaban. Sujeto sus manos deteniéndolas y las subió por arriba de la cabeza del niño. El cual al notar las intenciones de mayor empezó a moverse con desesperación tratando de zafarse.

Eliot lo sujeto del rostro con su otra mano y se fue acercando a los labios de su hermano, los junto en un beso donde trato de sacar el alma que quedaba del chiquillo, saboreando todo lo que alcanzaba y enredando su lengua con la contraria.

Mordió con fuerza el labio del pequeño separándose y sacando un gemido del menor, y luego continuo besando y succionando el cuello blanco que quedaba de él, mientras sentía el estremecimiento que causaba en el cuerpo más bajo.

Fue bajando más sus labios a aquellos botones rozas que disfruto en toda su extensión. Su excitación iba subiendo cada vez más y Adri trataba de alejarlo dado que no podía sentir otra cosa más que dolor.

-Ya… ya no- exclamo en un susurro y Eliot se detuvo para escucharlo -… Ya no… por favor…- Eliot lo miro sorprendido, sintiendo un ligero toque de pena, pero no se detuvo.

Soltó el rostro del menor con la que seguía teniéndolo sujeto y con aquella mano fue descendiendo acariciando el abdomen del más bajo hasta llegar al miembro que debía admitir le encantaba y lo empezó a masturbar, pero el menor apenas sintió el ligero toque, grito con fuerza y empezó a llorar con más intensidad, se soltó del agarre de Eliot y llevo sus manos a esa parte para detenerlo.

Eliot lo miro enfadado y algo confundido.

Volvió a tomar el rostro delicado de su hermano y lo obligo a que lo observara.

-Deja de moverte imbécil, mejor coopera con esto si no quieres que sea tan doloroso pero si no quieres acceder por mi da igual, lo hare sea como sea- le dijo al oído con mirada amenazante.

-No… no, no- era lo único que decía.

Eliot tomo las delgadas muñecas y lo obligo a separarse de aquel pedazo de cielo que le encantaba molestas. Pero cuando logro zafarlo noto un pequeño tono morado en él.

Su rostro cambio a desagrado. Así no podía hacer las cosas como quería. Se levantó dejando al menor aun en el piso y él se sentó molesto por la interrupción.

La respiración de Adri esa agitada y aturdida, Eliot lo observo de reojo para luego notar como el menor serraba sus ojos y se dejaba conquistar cayendo nuevamente en la inconciencia.

Eliot se lo pensó un momento antes de levantarse y cargar al niño, para llevarlo a su recamara. Lo dejo acostado en la cama como si nada y le hecho una última mirada al miembro del menor, con aquel hematoma que le había ocasionado al presionarlo con fuerza.

Tampoco se podía sostener de pie a voluntad, tal vez eso explicaba porque terminaba haciendo del baño sin poder aguantarse. Le molesto demasiado la situación dado que no pudo terminar con lo que tenía planeado hacer. Pero eso no impediría nada, tal vez solo lo dejaría descansar por el momento, ya que volvería a continuar con el infierno del que disfrutaba hacer sufrir al menor y deseaba que él lo sintiera en todo momento.

Notas finales:

Si ya pasaron a ver a Adri en mis dibujitos "son supers!!" si quieren pasar a ver estan invitados es en mi pag en face, en fin, lamento alguna falta de horrografia.

De nuez, de nuez masapanes gracias!! muchas gracias por leer con migo!! y si pues para algunos 10000 lecturas no sea mucho, pues para mi es la ostia suprema.

Besos corazones y espero comentarios


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