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No fue mi culpa por Liyis

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Notas del capitulo:

HOLA mapanes!!

Vengo con algo de bastante prisa pero como les dije, mas tardar el sabado y sigue siendo sabado en mi pais, falta un minuto :-} 

No cerré mis ojos… esta vez no los cerré.

 

Adrián tomo su consola de videojuegos portátil para entretenerse un rato, era muy temprano en la mañana y apenas se veía el sol salir. No tenía nada que hacer, ni manera de como pasar el rato.

Había despertado muy temprano, no tenía hora de levantarse, lo hacía al azar. Eliot aun no despertaba y eso lo sabía, se suponía que el entraba al trabajo temprano. Eso sí lo sabía. Había aprendido las horas en las que Eliot entraba y salía del trabajo. No debería tardar mucho en despertar y no quería estar ahí cuando lo hiciera.

Se la pasaban peleando y discutiendo. Eliot lo obligaba a hacer esas cosas, cosas de las que nunca había tenido experiencia, ya que (a pesar de ser un chico pesado y que se metía en constantes problemas) nunca le había llamado la atención todo lo relacionado con el sexo o el tipo de cosas los chicos de su edad ya empiezan a comentar.

Tampoco era de los que se la pasaran hablando con groserías y palabrotas, tal vez una que otra para el momento. Siempre había podido intimidar a las personas con el lenguaje común, usando una simple frase era suficiente. Pero eso era antes.

Mientras seguía en su cama con los soniditos de fondo de la maquina cada que ganaba puntos comenzó a pensar en sus peleas, había comenzado a resistirse con más fuerza cada que Eliot intentaba hacerle algo. Y es que ya no quería que todo eso continuara. Ya empezaba a ser suficiente.

No le gustaba. No sabía porque lo hacía ¿Qué era lo que pretendía? ¿Por qué lo besaba con intensidad haciendo que su mente se desvaneciera y luego lo lastimaba cuando lo mordía o golpeaba? ¿Por qué hacía que se estremeciera con sus toques a través de su cuerpo y luego arremetía contra el como si fuera la peor escoria?

Él tampoco lo entendía pero no quería seguir averiguándolo. Lo que más le parecía curioso es que esos momentos en los que abusaba de él (que solía ser diario) habían comenzado a ser con menos frecuencia.

No era que lo lamentara, al contrario, simplemente le daba curiosidad. Y no solo eso. Trataba de hacer que su corazón no se confiara tanto en ello, que evitara pensar de eso y se rectificara que no iba a ser nada que perdure y que tarde o temprano le volvería a hacer daño. No iba a dejar que volviera a engañarle.

En lo siguiente que pensaba era en buscar una forma de escapar. Ya no quería que siguiera. Iba a salir de ese infierno, no le importaba como, saldría y cuando lo hiciera buscaría la manera de contactar a su tía y si ella no lo quería ayudar no le importaba, viviría en la calle como las personas del parque, después de todo, ya estaba acostumbrado al trabajo y el hambre.

Paso el nivel del juego con sus típicas excelentes puntuaciones. Se aburrió de jugarlo, lo quito observando en la pantalla del aparato la hora. La hora en la que Eliot entraba al trabajo ya había pasado. Pero, nunca lo escucho salir.

Se levantó de la cama y salió de su cuarto asomándose por el pasillo. Camino por este hasta el cuarto de Eliot, la puerta estaba entrecerrada, así que se asomó, seguía durmiendo. Pero se suponía que entraba temprano ese día ¿Por qué seguía durmiendo? ¿Se habrá quedado dormido? No, eso no era posible. Pero podía pasar por ese momento. Empezó a debatirse mentalmente si debía despertarlo o no.  

Pero no lo pensó mucho tiempo. Eliot abrió los ojos un poco y después se levantó de golpe, reviso el reloj  y se levantó con desesperación. Se dio la vuelta y vio al menor recargado en la puerta observándolo con asombro.

-¡¿Por qué no me despertaste?!- le grito.

Adri se hiso para atrás -No tengo porque despertarte- susurro para luego salir corriendo antes de que Eliot lo alcanzara, ya que el mayor lo había escuchado perfectamente.

Decidió dejarlo pasar por esta vez, se metió al baño y se dio una ducha rápida. Se vistió y arreglo. Bajo las escaleras corriendo y tomo su saco y maletín para luego salir de la casa sin haber desayunado.

Se le había hecho demasiado tarde, y de esa manera Adri se quedó solo.  

 

Subió a su auto y se fue, llego a la empresa, subió por el elevador y llego a su oficina con su secretaria esperándolo impaciente. La chica corrió hasta él.

-Señor. Llego demasiado tarde-

-Me quede dormido-

-Señor, tiene que ser puntual.  La presidenta del consejo de las industrias marco por una junta con usted y  el señor de las inversiones busca los papeles firmados del estatuto- hablo mientras ambos caminaban.

-Ya lo tengo todo confirmado no te preocupes- en ese momento llego otra mujer a pedirle que firmara segundos papeles y no tardo tanto para que llegara otro hombre mostrándoles graficas de avances y el las recibía todas sin reparo.

Entro a su oficina pidiéndole a la chica que dejara todas sus citas por su correo y esta así lo hiso, lo que quedaba de su día iba a estar lleno de tareas y trabajo.

 

Las horas del reloj seguían corriendo,  cuando reviso la hora eran 2. El tiempo se había pasado demasiado rápido.

Dejo sus papeles para detenerse a descansar un poco. Cerró sus ojos para poder relajarse pero no pudo hacerlo, lo primero que le vino a la mente fue Adri, no era como si no lo hubiera tenido rondando todo el día.

Los toques en la puerta lo hicieron abrir sus ojos.

-Buenos días- hablo Derek entrando con un folder en sus manos.

-Buenos tardes- corrigió y regreso a sus papeles.

-Si es verdad… ammm señor, le traigo los informes de la compra-venta-

-Déjamelos- respondió.

-Claro- dejo el folder en la mesa del escritorio pero se quedó ahí un momento – ¿Disculpe? Lamento interrumpirlo pero, quiera preguntarle ¿Cómo es que usted siendo tan joven termino a cargo de toda una empresa de marcas internacionales?-

-¿A qué viene esa pregunta?-

-Es solo curiosidad señor, es que, se ve incluso más joven que yo-

-Mi padre murió a corta edad por lo que tuve que sustituirlo, ¿Responde tu pregunta?-

-Bueno si, pero, si me permite decirlo, eso es algo que todos saben. A lo que me refiero es que, puede manejarla sin ningún problema-

-No creo que la maneje tan bien, trato de sacarla adelante por honor a mi padre, no dejare esto por nada-

-Eso es dedicación. Señor…- arrimo la silla y se sentó -¿Qué no tiene usted un hermano?- Eliot se detuvo un momento.

-No creo que sea algo que entre en el tema-

-Es que, es difícil cuidar de un chico. Porque tengo entendido que es menor. Siento que es complicado hacerse cargo de todo esto y cuidarlo al mismo tiempo, la manera en la que usted lo dice ¿No sería capaz de dejar esto por su familia?-

-También es por mi familia por lo que estoy aquí…creo que ya es algo tarde, tengo que terminar si no le importa-

-No claro que no- se levantó de la silla –Señor, otra cosa ¿Si tiene los papeles de compra-venta que le di?-

-Sí, los tengo en el celular, no te preocupes, se los daré a Yadira en unos segundos para que los entregué-

-Perfecto- el joven de corbatas moradas camino hasta la salida, despidiéndose de su jefe. 

Eliot suspiro y se comenzó a masajear las sienes, ya estaba frustrado. No pudo terminar su suspiro cuando Adén irrumpió en su oficina como de costumbre sin tocar.

-Hola Eliot-

-¡¿Cuántas veces te tengo que decir que toques?!-

-¿Qué crees que paso hoy?- lo ignoro de nuevo y se sentó enfrente de su escritorio.

-¿Qué?-

-La presidenta de la directiva cancelo la junta-

-¡¿Qué?!- pregunto sorprendido.

-¿Yo que se? Ya sabes cómo son las mujeres, dijo que se sentía frustrada-

-Si yo cancelara mis juntas cada que me sintiera frustrado…-

-Te verías más joven-

Eliot se recargo en su brazo y miro a Adén con molestia -¿Eso es todo lo que me querías decir?- pregunto tratando de hacer que se fuera.

-No, te lo manda Yadira, yo vine porque es muy chula…- Eliot lo miro con rareza – ¡Ah! Y que lo anotes en tu agenda del celular, quiere aprovechar ese tiempo para comenzar con los avances del diseño de los autos-

-Me lleva…-

-Lo sé, estás cansado, si quieres yo lo anoto por ti ¿Dónde tienes el móvil?-

-Tu no vas a tocar nada porque lo tengo con migo si no te molesta podrías…- metió su mano en su bolsillo y se detuvo cuando no lo encontró. Empezó a registrar en su pantalón e hiso un gesto de fastidio.

-Agradéceme, acabas de darte cuenta que lo perdiste, gracias a mi-

-Largo-

Adén salió rápido del lugar y se acercó a Yadira, la cual se encontraba sentada leyendo algo en el móvil.

-Hoy en día la tecnología es parte de nuestra vida diaria ¿verdad?- comento de repente asustando a la chica la cual lanzo un pequeño grito y guardo rápido el teléfono.

-Lo siento señor, no lo vi- contesto apenada.

-No hay problema, Don Gruñón acaba de perder lo más importante para su vida-

-¡¿¿Perdió el celular??! ¡Oh! No, eso no es posible ahí tiene el índice de compra-ventas-

-¿No lo puedes conseguir por otros medio?-

-Tal vez, pero aun así ahí tiene la cuenta- la muchacha se levantó de su lugar alterada y toco para luego entrar a la oficina de Eliot y comenzar a prácticamente regañarle.

Adén se quedó quieto y luego se pegó a la puerta tratando de escuchar la conversación.

-¿Qué haces?- el rubio se asustó y lanzo un grito cuando vio a Edward parado detrás de él.

-¡Ed!- grito con alegría, y luego puso su mano en la boca del de ojos miel para que se callara –Eliot perdió el móvil

-¡¿Qué?!- grito el azabache sin creérselo.

-Cierra la boca, estoy tratando de escuchar como lo reta Yadira- ambos se pegaron a la puerta.

-¿Qué hacen?- escucharon otra voz asustándolos y haciéndolos gritar.

-¡Oh! Derek, que gusto que te veo- hablo algo apresurado Adén –Escucha es que Eliot perdió el móvil con el índice de ventas que le diste y es urgente para hoy- comenzó a platicar como el típico chismoso que es.

-¡¿En serio?!- grito con una sonrisa y sorprendido -Creí que lo cuidaba como su vida-

-Yo tampoco sé que le paso-

-¡¡Señor!!- escucharon el chillido de la mujer detrás de la puerta y los tres se pegaron más a esta.

-¿Qué está pasando?- volvieron a asustarse, esta vez era Héctor con un café instantáneo en las manos.

-¿Adivina quien no sabe si perdió u olvido el celular?-

-Deja de contarle a cada persona que se te pone enfrente- le regaño Edward.

-¡¿Qué Eliot que?!- le volvió a preguntar directamente al rubio, sabiendo de la importancia contenida en esos papeles.

Entonces las puertas se abrieron dejando caer a los tres idiotas que estaban recargados en esta, terminando a los zapatos lustrados de Eliot el cual los miraba confundido y con algo de decepción en la mirada por los tres incompetentes a los que había contratado.

La chica estaba detrás de él observando sorprendida la escena.

-De acuerdo… Yadira, no te angusties, lo más probable es que lo haya dejado en la casa-

-Recuerde que tienen que estar aquí a las 5-

-Entonces te los enviare por correo- contesto para luego irse, pasando de lado a los tres que se intentaban levantar.

-¡Ustedes dejen de estar de chismes!- hablo la mujer con furia asustando a los demás.

-Tranquila…- le sonrió con algo de miedo Adén.

-¿Oigan?- todos giraron la mirada hacia el castaño oscuro de corbatas moradas que  observaba el piso con el vaso de café derramado por todo el tapete – ¿Donde esta Héctor?-

 

Adri estaba sentado en el sillón tomando con sus manos temblorosas el collar que le había regalado Eliot el día de su cumpleaños. Le seguía pareciendo un regalo curioso, una llave ¿Por qué una llave? ¿Por qué le dio algo en primer lugar? Ni siquiera él lo recordaba que era su cumpleaños cuando llegaron esos regalos ¿Por qué seguía siendo tan difícil?

Se la colgó en el cuello viendo lo tintineante que era, el diseño de llave antigua era preciosa, con una codena combinada de oro y plata. Comenzó a sentirse nervioso. Le tenía miedo a Eliot y quería escapar de él, pero no sabía cómo hacerlo y tampoco sabía si sería capaz de hacerlo como tanto lo pensaba.

Se metió la uña a la boca y comenzó a morderla. Parecía con ansiedad. El sonido de un timbre lo hiso saltar de su asiento ¿De dónde venía ese sonido? Comenzó a caminar por el lugar tratando de averiguarlo hasta que encontró el celular de Eliot en la mesita que estaba de lado del sillón.

Tomo el aparato con algo de miedo y observo el nombre de la persona que llamaba. Era Héctor. Contesto sin pensarlo dos veces.

-¿Adrián?- escucho la voz de su primo del otro lado de la línea y sus ojos trataron de ponerse nublados.

-¿He-Héctor?- Héctor escucho la voz de Adri, agradeció al cielo que se escuchara bien, se encontraba en el estacionamiento, medio escondido entre los autos.

-Gracias...- puso su mano en la bocina -Adrián mira, escucha con atención. Eliot olvido el celular por lo que va para tu casa a buscarlo. Solo tengo unos minutos y tú también. Te pasare el número de celular de Rebecca márcale y dile que te pase a mi madre, cuando la tengas… dile todo-

-¡¿Que-que?!- Adri se escuchaba asustado.

-No tengas miedo-

-Pero, no puedo decirlo… así porque si, no es tan fácil, no quiero-

-Tienes que hacerlo, es la única manera de que pueda ayudarte-

-No… no puedo hacerlo… ¿y si se da cuenta?-

-Elimina el historial de llamadas del celular-

-Se dará cuenta de que lo hice, me matara- su respiración se agito.

-No lo hará, escúchame, cuando mi madre se entere vendrá por ti, Eliot no podrá hacer nada contra ella-

-¿Y entonces porque no vienes tú?-

-Yo no puedo hacerlo… escucha…-

-No lo conoces…- lo interrumpió -el… él es malo-

-Lo sé, lo sé. Mira, cálmate. Hice tratos con unos abogados y nos darán tu custodia al nombre de mi madre, ya no tendrás que estar con él.

-¡Esa no es la cosa! Quiero salir…pero no me dejara ir tan fácil-

-Anota el numero… ¡por favor!-

Adri sostuvo el teléfono con fuerza. Sentía ganas de colgar y ocultarse, pero al mismo tiempo quería salir y ser libre de una vez por todas, aunque le mataba de miedo saber cómo seria.

La línea se mantuvo en silencio por un momento y Héctor comenzó a desesperarse.

 

Eliot empezó a conducir. Iba a mitad de camino. Tenía que llegar rápido, pero al parecer el día no estaba a su favor. Su frustración crecía cada vez más. Su día no había estado nada bien y su hermano seguía rondando en su mente, tenía que buscar la manera de sacar al mocoso para que dejara de molestarlo.

El tráfico en el que se encontraba atorado comenzó a andar y el arranco con todo. Llego a su casa más rápido de lo que esperaba.

 

Adri colgó el teléfono.

Se levantó del sillón y camino a la cocina. Abrió el refrigerador y saco de este una manzana. Todo su cuerpo estaba temblando, su expresión era de pánico y de sus ojos querían salir lágrimas.

Se metió la manzana a la boca arrancándole un pedazo. Solo la mantuvo en su boca un momento cuando sintió un enorme asco y corrió hasta el lavadero para escupirla y de paso vomitar, abrió la llave del agua para que se llevara todo.

El collar de la llave colgaba y se movía con sus acciones.

 

Entonces Eliot entro a la sala y vio a Adri vomitando todo. Se quedó sorprendido y quieto, notando como el sol que entraba por la ventana hacia brillar aquella llave.

Adri dejo de vomitar y levanto la mirada observando a su hermano. Ambos se observaron a los ojos con asombro. Adri trato de enderezarse cuando el dige se atoro con la llave del agua y se rompió la cadena haciendo que esta callera al fregadero y se fuera por el drenaje, mientras Adri metía su mano con desesperación tratando de detenerlo pero no pudo hacer nada.

Levanto su mirada. No podía descifrar el rostro de Eliot. No quería que se callera la llave.

Adri se hiso hacia atrás y su mirada había aumentado su pánico.

-Lo… lo siento- seguía caminando –Yo…no quería que se callera-

-¿Qué hiciste?- le pregunto con la voz seria.

-Pe-perdón-

El sonido del teléfono los hiso distraerse. Adri brinco al escucharlo asustándose. No, ahora no era buen momento.

Eliot se acercó a la mesa donde estaba el celular con rapidez y observo el nombre. Entonces su rostro se enfureció.

Adri al ver eso, empezó a correr por las escaleras pero no fue lo suficiente veloz. Eliot lo alcanzo y jalo su playera haciendo que se callera de estas y aterrizo en el piso. Su cuerpo le dolía y se había ganada varios golpes.

Esta vez, se veía diferente. Esta vez quería desaparecer, o al menos esperaba que lo matara rápido.

Eliot lo obligo a que se levantara y lo tomo de los brazos con fuerza llenándolos de marcas de dedos mientras el menor lo observaba con las lágrimas en por las mejillas.

-¡¡¿Con quién más hablaste?!!- grito.

-Co-con na-nadie-

-No  mientas… borraste las llamadas ¡¡¡Eres un imbécil!!! ¡¡Responde!!-

-Para…- apenas alcanzo a susurrar. Eliot lo tomo del cabello y lo arrojo al piso, empujándolo, levanto su cabeza e inicio con fuertes puñetazos en el rostro del pequeño, su nariz había comenzado a sangrar y su rostro se comenzó a poner hinchado. Continúo dándole patadas en el estómago y más golpes por todo su cuerpo. Manchando su piel de moretones.

Eliot estaba más que enojado. Lo haría pagar con todo. Le haría entender que no iba ser tan fácil escapar de él, le iba a dar la lección de su vida.

Se subió encima de él levantando sus brazos arriba de su cabeza. Adri tenía la respiración muy agitada y su cabello embarrado en su rostro por las lágrimas. Gritaba por que se detuviera, gritaba para que lo dejara.

El mayor sujeto las delicadas muñecas con una mano y levanto su brazo cerrándolo en un puño tan fuerte que se llegaban a marcar sus nidillos. El primer golpe fue el más doloroso de los demás que siguieron. Dejándolo casi inconsciente aunque eso era lo que quería.

Todo lo demás no lo pudo sentir con tanta intensidad, pues su cuerpo estaba tan débil, que solo esperaba para que acabara.

Eliot le dio la vuelta teniéndolo boca abajo y de esa manera, levanto el cuerpo del menor con su brazo poniéndolo en cuatro y bajo el pantalón que portaba, dejando al aire la pequeña entrada que ya había llegado a cerrarse a pesar de seguir algo hinchada de la última vez.

No lo preparo. Esta vez, quería verlo sufrir tanto que gritara hasta quedarse sin voz y pudiera romperlo en pedazos. Entro de golpe cumpliendo con su primer objetivo. Adri grito, hasta que en una parte dejo de escuchar el final del grito.

Ya no, ya no quería.

Así continuo con las penetraciones, sintiendo como el escurrimiento de sangre mataba al más pequeño que apenas y podía sostenerse, su cuerpo se había puesto más pálido que una hoja de papel, y ya no podía escucharlo, tampoco lo veía moverse. Presintió que se había desmayado. Paro un momento y lo giro sin salir de él, golpeo la espalda del menor contra el piso teniendo su cuerpo boca arriba debajo del suyo.

Lo que podía ver, eran esos hermosos ojos esmeralda, parecidos a los de su madre, llorosos e hinchados y la mueca que tenía, era de tanto  pánico y dolor que logro darse cuenta de que no iba a cerrar los ojos. Y toda su furia se desvaneció, no lo quería ver así… no quería que siguiera despierto observando.

Salió de él dejándolo en el piso, se levantó abrochando su pantalón y tomo el móvil, abrió la puerta y salió de la casa, sin cerrarla, y sin darse cuenta como el pequeño cuerpo que estaba en el piso, cerro sus ojos para poder desaparecer.

 

 

Corrió hasta el auto y condujo por las calles había quedado en shock. Tomo el teléfono y marco un número.

-¿Eliot?-

-Adén, quiero que tú y Edward vayan al antro de siempre, quiero beber algo-

-¿Desde cuándo estas tan activo?- pregunto sin creerse lo que escuchaba.

-Dile a Yadira que cancele todas mis citas e invita a Derek si quieres- colgó sin dejar que el rubio dijera algo y apago el teléfono.

 

Héctor continuaba atorado en el tráfico. Se había puesto bastante nervioso y esperaba que Adrián estuviera bien. Marco varias veces el número sin que nadie le contestara. Ya todo comenzaba a hacerse tarde.

Dio la vuelta metiéndose en un retorno y regreso a la empresa, nunca iba a llegar a la casa.

El camino de vuelta fue mucho más rápido que de ida, subió por el elevador hasta el último piso, cuando se abrieron las puertas vio a todas las personas trabajando normal pero la secretaria de Eliot se notaba angustiada.

-Yadira- la llamo -¿Qué sucede?-

-Señor, es que Adén salió ya de trabajar y Edward y Derek pidieron retorno ¡me dijo que cancelara todas las citas del señor Miller y él no me contesta el celular, no me ha enviado los índices y son urgentes! ¡¡No tengo idea de donde esta!!

-¿Qué?- pregunto incrédulo. Tomo su celular y marco el número de Adén.

-¿Adén, dónde estás?-

-Vaya que modos, tan siquiera di “hola”¿Por qué preguntas?-

-¡Contesta!-

-Tranquilo, salimos del trabajo estamos festejando-

-Tú y ¿quiénes?-

-Amm, pues los de siempre…- Héctor corto la llamada y volvió a caminar hasta el elevador dejando a la chica angustiada.

Llego al estacionamiento y comenzó a conducir hasta el antro. La noche ya estaba presente en el lugar y eso lo alteraba.

 

Se bajó del auto en el típico antro donde siempre iban y entro escuchando el insistente ruido de la música. Camino entre las personas que se amontonaban y bailaban al ritmo de la música. Entre todo el alboroto lo empujaron cerca de la barra y levanto la mirada hacia el televisor que ahí se encontraba.

Estaban las noticias. Habían manifestaciones en casi toda la ciudad y por eso muchos habían cerrado las calles, no había mucha gente en las calles y eso continuaría un buen tiempo. Lo hacían debido a que los niños seguían enfermos por la plaga de enfermedades invernales a pesar de haber pasado mucho tiempo.

Desvió su mirada del televisor y comenzó a ver entre los alrededores a las demás personas.

Lo encontró perfecto, Eliot estaba bebiendo y besándose con una perra de las que estaban por ahí. No aguanto su furia.

Empujo a las personas que se encontraban por su camino y llego con Eliot, no se dio cuenta el castaño cuando llego.

Héctor lo tomo de la camisa y le dio un certero golpe en el rostro dejando a todos sorprendidos. Se acercó dispuesto a darle otro

-¡¿Qué le hiciste?!- grito.

Eliot lo observo sin importarle y logro sacarse de su agarre para empujar al rubio y comenzar a golpearlo. Ambos comenzaron a pelear mientras Adén y Edward trataban de separarlos. Todo se estaba saliendo de control cuando las demás personas del lugar también iniciaron con peleas.

Héctor y Eliot no dejaban de golpearse, con golpes fuertes y certeros. Con todo el problema, Eliot empujo a Héctor haciendo que este se fuera hacia atrás sobre otras personas y cayendo sobre una mesa.

Adén corrió hacia el para verlo pero cuando trato de encontrar a Eliot no vio por ninguna parte.

El alboroto se eso mucho más grande, y entonces llego la policía.

 

Apenas había tenido sueños relacionados con un lugar tranquilo y especial, apenas y había podido sentirme realmente tranquilo, apenas y había podido respirar con facilidad.  Pero pronto todo se desvanecería, nunca podre estar feliz porque yo lo hice todo, fue mi culpa y cuando vuelva  a abrir mis ojos… buscare la forma de arreglarlo.

Notas finales:

Espero les haya gustado ya sabes va a venir mañana.

Ammm.... sip, los momentos en los que esta Eliot en el trabajo, son los momentos en los que Adri encuentra su collar al mismo tiempo, pero no lo volvi a poner porque ya estaba.

Gracias por leer.

Espero comentarios

Besitos

 


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