Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No fue mi culpa por Liyis

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!

vengo y me voy rapido de nuevo, lamento haberme tardado tanto de nuevo pero ya paso mi evaluacion, o eso espero.

Sin embargo espero acualizar la prox semana, porque esta esta algo atareada.

Disfruten <3

El sonido de la maquina le hacía recordar que seguía aferrado a él con fuerza. Lo tenía entre sus brazos, ya sabiendo que era posible que fuera la última vez que lo pudiera tener así. Admirando su manera tan dulce y frágil de dormir, y su rostro tan calmado y relajado. Era una sensación que lo hacía no querer soltarlo. Pero tenía que hacerlo, porque el mismo se lo gano.

Dio un suspiro y zafando sus brazos de él, lo dejo recostado en la cama. Se puso de pie y lo cobijo hasta el cuello, despidiéndose con un dulce beso en la nariz esperando ver sus pequeños pucheros los cuales nunca llegaron.

Se dio la vuelta y salió de la habitación, con el corazón latiéndole a mil por hora y la mente completamente destrozada, sus emociones a punto de romperse y su cuerpo a punto de caer al piso de la desesperación.

Se mantuvo viendo por el ventanal del hospital hacia la ciudad, con una mirada de preocupación y angustia, tanta angustia y dolor. Tenía que darse cuenta en apenas esos momentos. Una voz llamo su atención pronunciando su nombre.

 

-¿Señor Miller?- era el médico, un hombre maduro y con canas.

-Si ¿qué pasa?-

-Tengo que hablar con usted sobre su hermano, Adrián. No pude comunicarme con usted hace unas horas, lo lamento pero tenía otro paciente… su hermano… su hermano tiene muy claras pruebas de que hubo abuso en él, violencia física… y sexual, por ahora sus heridas están sanando pero no creo que se encuentre en la mejor posición emocionalmente.

Eliot respiro y se jalo el cabello peinándoselo hacia atrás mientras escuchaba.

-Por lo tanto señor Miller, tendremos que poner una denuncia a la delegación para ayudar a su hermano, lo que nosotros sabemos sobre estos casos… es que siempre los principales… son la pareja y la familia-

-¿Qué?- no podía pensar bien, se recargo en la pared algo mareado.

-¡Alto!- Héctor apareció de la nada, con el cabello despeinado y su traje desordenado, iba corriendo por el pasillo hasta llegar ellos y sujeto un poco a Eliot para que se sostuviera bien, rápidamente se dio la vuelta y observo al médico cambiando completamente su expresión a la de siempre, con su mismo toque carismático  –Mucho gusto doctor, mi nombre es Héctor Miller. Sobre este pequeño caso puedo hablar con usted un momento…- no lo dejo hablar, jalo al médico para que pudieran conversar en privado.

 

Cuando la policía llego al antro, se los llevaron a todos. Adén, Edward y el pasaron la noche en la prisión, los oficiales le dejaron realizar una única llamada y la utilizaron para llamar la única  persona en la que confiaban para sacarlos, Yadira.

 

Por otro lado en la ciudad, con el frio de todos los días, usando sus típicas mañas de persona que se entera de todo, Zac se enteró (por unos amigos) de la retención de Héctor en prisión y la pelea que hubo en el lugar.

No tuvo de otra más que ir a la delegación a sacarlo, con su chamarra azul y observando su respiración en el aire. Pero en su camino escucho sobre un accidente por la avenida Corlen cerca del cementerio, los testigos que estuvieron por ahí le comentaron un poco de la situación, descripciones físicas de las personas involucradas e incluso el nombre que alcanzaron a escuchar.  

No necesito más, retomo su camino a la delegación un poco más apresurado. Llego justo cuando Héctor apenas iba saliendo de ahí así que no dudo en  contarle de todo lo que se enteró y Héctor hecho a correr hacia el hospital siendo seguido por el azabache.  No perdió tiempo alguno.

 

Prácticamente, hizo lo que toda persona importante de la ciudad haría en casos como esos como primera opción. Soborno al médico para que no tocara el tema con la policía, si no funcionaba llegaría a amenazarlo. Este al principio debatió un poco, pero al final fue fácil convencerlo.

También le dio algo de información sobre el menor, estaba sedado, podía recibir visitas pero lo mejor era dejarlo descansar, dudaba que despertara en todo el día, y al parecer, si no tenía complicaciones se podía ir del hospital en tres días.

Héctor lo tenía todo previsto, ayudaría por última ocasión a Eliot. Tampoco dejaría que lo metieran a la cárcel por sus estupideces ya que también se arruinaría la empresa. Sin quitar que sentía preocupación de que el castaño comentara lo del fraude, pero a cambio de eso, se llevaría a Adri.

Tres días era demasiado tiempo, con otro fago de papeles verdes convenció al médico para que lo dejara llevarse esa noche, y este accedió sin problemas. Una ambulancia se llevaría al pequeño y lo dejaría en su departamento, aparte también esa noche llegaba su madre y su hermana como le habían comunicado.

 

Una vez que termino de hablar con el médico y regreso a donde  Eliot, el cual no había cambiado su mirada.

-Ya hable con el…- le dijo de forma fría –No dirá nada-

Pero Eliot no le puso atención alguna a lo que hacía o decía, todavía  trataba de recapacitar lo sucedido.

Héctor se llegó a sorprender un poco, iba a decir otra cosa, entonces escucho la voz de Zac llamándolo el cual también iba corriendo hacia él.

-No tenías que venir- le regaño en cuanto lo tuvo frente a él, siendo el azabache unos centímetros más bajo.

-¡Oye! te dije lo que sucedió, no intentes correrme, también me importa…- no termino cuando se dio cuenta de la presencia de Eliot –Aquí quien se debería marchar es el- termino el azabache con el ceño fruncido y camino unos pasos detrás de Héctor.

-Eliot…- volvió a retomar palabra el rubio observando al castaño. Eliot lo miro, ambos observándose a los ojos.

-¿Qué quieres?- pregunto ya regresando un poco en sí.

-Ya es suficiente… tienes que irte-

-Cierra la boca- no tenía ganas de escucharlo.

-Lo siento, pero a partir de ahora la custodia de Adrián le pertenece a mi madre y ella se hará cargo de el-

-¿Qué?-

-Como lo escuchas. Ella viene en camino-

-¿Cómo hiciste eso?- pregunto sin poder creérselo.

-Yo no lo hice, fue Adri. Él le llamo a mi madre para que lo recogiera, creí que no lo había hecho hasta que ella me llamo hace una hora.

-No dejare que te lo lleves- protesto.

-¿Y que es lo que quieres entonces? ¡¿He?! ¿Vas a seguir teniéndolo encerrado? ¿Continuaras torturándolo? Ya es suficiente. Tampoco es como si él quisiera verte, estoy seguro de que el solo decidirá irse-

-¡Él no puede decidir nada!-

-¡Puede hacerlo sin ningún problema! Tú ya no puedes lastimarlo y se dará cuenta de eso-

Eliot chasqueo la lengua y bajo la mirada, su desesperación se incrementaba cada vez más, no quería que se fuera y solo podía admitirlo ante el mismo. No quería que se lo llevaran menos que se fuera por su propia voluntad, lo odiaba, lo odiaba demasiado y aun así sentía que no podría seguir vivo si no estaba con él.

Apretó sus puños con fuerza y solo se alejó de estos dos arrinconándose en el ventanal y así seguir observando el cielo.

 

Héctor lo siguió con la mirada, sabía lo que eso significaba, prácticamente estaba cediendo a lo que dijo.

-Héctor- lo volvió a llamar el azabache.

-¿Qué pasa?-

-Nos llevaremos a Adrián lo más pronto posible ¿verdad?-

-Sí, no te preocupes. Él ya está a salvo-

El menor asintió y se recargo en la pared, tenía ganas de volver a ver al pequeño del parque que le había preocupado al instante. El celular de Héctor empezó a vibrar y contesto la llamada. Se alejó de los demás un momento para poder hablar.

 

Zac lo observo irse. Héctor se había convertido en más que su mejor amigo, desde el día en que lo asalto no lo había vuelto a ver en un mes, pero sentía bastante curiosidad por saber de él, al final descubrió de quien se trataba y donde vivía.

Eso ya llevaba un año, cuando iniciaron los problemas de las enfermedades, la primera en contagiarse fue su hermanita, había entrado en desesperación cuando todo eso sucedió y al ser solo ellos dos no tenía a quien pedir ayuda. Y en la única persona que pensó fue en Héctor.

No podía evitar sonrojarse cada que estaba con él.

Se avergonzó al pensar en eso y desvió la mirada, observo a Eliot que no cambiaba su postura, sintió un infinito odio hacia él. Se encogió en su chamarra y frunció el ceño. Entones Héctor regreso algo alterado.

-¿Qué sucede?-

-Mi madre ya está aquí, quería saber la dirección del hospital. Acompáñame- lo tomo de la mano.

-Pero… alguien debería quedarse aquí, por si acaso-

-Tranquilo, no será necesario- lo guio hasta la salida.

Eliot los escucho desde atrás, cuando los escucho marcharse se cubrió los ojos. Observo de nuevo la puerta del hospital con la placa “198” tallada. Giro la perilla y abrió la puerta observándolo desde lejos. Se sentía tan arrepentido de haberlo soltado.

Con todo el pesar del mundo volvió a cerrar la puerta, separándose lastimosamente de él.

Se dio la vuelta, apenas giro la mirada cuando un golpe en su mejilla le volteo el rostro, el sonido de este resonó por el pasillo sorprendiendo a unas cuantas personas.

La mujer de cabellos rubios con algunas canas y manos delicadas se encontraba parada junto a su sobrino, y le había soltado una tremenda cachetada, lo observaba hacia arriba con el ceño fruncido y sus ojos escurriendo unas lágrimas.

Los tacones rojos que portaba la hacía ver elegante, pero el aura que emitía seguía mostrando su enfermedad.

Eliot nunca la había escuchado, ni lo había visto venir. Pero no hiso nada al respecto. Detrás de esta, estaba Héctor y Zac observándolos en ese incómodo y silencioso momento.

-…Eres un demonio- hablo con firmeza.

Eliot enderezo el rostro y la observo.

-No tenías ningún derecho en lastimarlo...- la voz de la mujer se quebraba -Cuando escuche su voz, tan débil, pude sentir el miedo y dolor que irradiaba. Me sentía tan impotente. ¡Yo como estúpida creyendo que lo cuidarías! ¡¡Te estuviste burlando de mí todo el tiempo!!-

Eliot no podía pronunciar palabra alguna.

-¡¿Por qué sigues aquí?! ¡¡¡Lárgate!!!-

-…No me interesa- el tono frio y cortante que uso asustaría a cualquiera –Para mí ese mocoso sigue siendo un asesino, me interesa en lo más mínimo lo que le suceda-

-¡¡Vete!!- grito por su indiferencia.

Eliot se fue a paso relajado del lugar. Aparentando la indiferencia por fuera pero con el alma destrozándose por dentro, no dejaría que lo consumiera, por podía perder tanto la dignidad. No podía seguir importándole lo que le pasara.

 

La mujer comenzó a llorar levemente, todo lo que paso fue en extremo demasiado para su salud. Su hijo la ayudo a que se calmara y así estuvieron unas horas hasta que el doctor llego permitiendo que se llevaran a Adri.

 

Abrió sus ojos con algo de dificultad acostumbrándose un poco a la luz. Observo a la persona en frente de él. Ella lo miro sorprendida y hecho a llorar de nuevo. Salió de la habitación a paso veloz.

Adri no sabía lo que sucedía. Estaba en un lugar diferente ¿Dónde estaba Eliot? Se sentó en la cama y observo la piyama de tela suave que llevaba. Esa no era su cama.

Inmediatamente, Su tía entro por la puerta encontrando a su sobrino. Se le hecho en sima abrazándolo y llorando con todo lo que podía, y sentir la enorme tención del menor entre sus brazos al tocarlo la hiso llorar más.

Rebecca había estado esperando que su primo despertara durante casi dos días desde que lo trajeron.

-¿Qué…que pasa  aquí?- pregunto el menor sumamente confundido y asustado.

-Tranquilo mi niño- le dijo la mujer separándose y viéndolo a los ojos –Ya estas a salvo bebe- Héctor y Zac entraron también a la habitación, estaban en el departamento del rubio.

-No entiendo… ¿Dónde está Eliot?-

-El ya no te hará daño ¿Si?-

-¿De qué hablas?- la notoria confusión en el menor le decía que debía explicarle la situación de la mejor forma, para no lastimarlo.

-Mira… te vas a quedar con migo. Nos haremos, ya no vas a tener que estar con Eliot, él te hacía daño ¿no? Tranquilo. No lo volverás a ver en tu vida-

Adri la miro con atención, recapacito todo lo que acababa de escuchar. No lo volvería a ver. Sintió un extraño vacío en su interior, al mismo tiempo que se quitaba un peso de encima.

-Bien- susurro comenzando a llorar.

Notas finales:

Ojala les haya gustado.

La verdad fue algo dificil escribirlo, recuerdo que tenia esta escena en mi cabeza desde que inicie esto la verdad, y ahora que llego el momento me sentia en blanco, aun asi salio bien y me siento bien, pronto llegamos al final epico (?) de esta historia >.<

Espero comentarios.

Esta cosa se come mis palabras!!!

Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).