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No fue mi culpa por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!!

Aqui estoy con el capitulo. No es tan largo pero es lo necesario. Espero les guste.

n.n

-¡¡Acelera!!- le grito el azabache al rubio que iba manejando.

-¡Cálmate! No puedo acelerar tanto o terminaran deteniéndonos-

-Entonces toma otra ruta, no me importa ¡Héctor date prisa!- Héctor pudo notar la voz cortada del menor en su grito, odiaba verlo así y deseaba con todas sus fuerzas poder ayudarlo.

Llevaban de camino aproximadamente una hora, el pueblo estaba alejado y habían llevado a la niña  a un hospital en la ciudad. Avanzaron unas millas más, faltaba poco para llegar al hospital que le había dicho Eliot cuando un auto paro enfrente de ellos, se dieron cuenta que había mas autos delante de ellos.

 -No...-susurro Zac con desesperación.

Héctor apretó el volante con sus manos y aparco el auto sobre la banqueta evitando que estorbara pero haciendo enfadar a mucha gente. Zac lo miro extrañado cuando Héctor tomo su mano y la acaricio con cariño.

Le dio una sonrisa. Abrieron las puertas del auto y comenzaron a correr hasta el hospital.

 

Tardaron unos 10 minutos en llegar. Al entra Héctor se dirigió hacia la recepcionista para que le dijera la localización de la niña. La niña continuaba en cirugía y no sabían la hora en la que terminarían. Solo sería esperar.

Zac se sentó en la sala de espera, tratando de regular su respiración. La preocupación que sentía por su hermana era demasiada.

-Tranquilo va a estar bien-

-¿Cómo lo sabes?- pregunto sin creerle –No sé dónde paso, ni cómo. Debí haber estado ahí para cuidarla-

-No te eches la culpa. Ella se salvara- le dijo sosteniendo su mano.

Héctor espero junto con Zac, luego vino algo a su mente. No veía a Eliot por ninguna parte. Él le había llamado sobre  el ataque, pero solo le dijo el nombre del hospital y la razón. No sabía lo que tenía que ver Eliot con eso realmente. Esperaba encontrarlo y que le diera una explicación pero no estaba por ninguna parte.

Estuvieron ahí como 30 minutos cuando por la entrada de la recepción entro Adri junto con Rebecca.

-¿Cómo está? ¿Qué le paso?- pregunto el castaño preocupado. Entonces entro igual Marisa.

-La tienen en urgencias, no podemos hacer nada más que esperar- contesto Zac sintiéndose impotente.

Adri estaba preocupado, enojado y asustado. Esperaba entrar al hospital y ver a Eliot. No sabía si agradecía no verlo o si lo maldecía. Todos se sentaron a esperar.

Adri se acercó a Héctor. Tenía que preguntarle.

 

-Héctor- lo llamo mientras se sentaba a lado de el –¿Porque fue Eliot el que te hiso la llamada de Kamil?-

-Él no hiso la llamada- trato de ocultarlo.

-No soy imbécil. ¿Él…él sabe de esto?-

-No lo sé, para ser sincero no tengo la más mínima idea-

-Pero…- Adri apretó las manos donde sostenía la base de la silla, estaba enojado, bastante y más si seguían intentando ocultarle las cosas -Él de algún modo, él estuvo involucrado ¿no?-

-Si…- pronuncio finalmente.

Adri chasqueo la lengua mientras ocultaba su rostro con su cabello.

-Familiares de Kamil Parker-

-¡Sí!- grito Zac alterado en cuanto vio al doctor –Soy su hermano-

-¿Sus padres están presentes?-

-Soy… su único familiar-

-De acuerdo- dijo el doctor algo seco –La niña se encuentra bien afortunadamente, fue herida por una bala que perforo algunos órganos internos, pero nada grave por suerte. Ahora se encuentre bien. La pondremos en observación-

-Gracias…- contesto Zac sintiéndose más relajado.

-Podrás verla en unas horas, si me permiten tengo otro paciente- el doctor se despidió.

Todos se relajaron al escuchar las palabras del médico.  

-Se encuentra bien…-susurro Zac mientras Héctor le daba un palmadita en la espalda.

-¿Oigan donde esta Adri?-

-¿Qué?– pregunto Eliot al escuchar lo que Rebecca había dicho. Se dio la vuelta para encontrar el lugar de su primo vacío. Estaba ahí hace un momento ¿Cómo pudo haber desaparecido?

-¿A dónde se fue?- pregunto Marisa preocupada.

-Creo que… ya sé dónde-

 

No tenía ganas de pensarlo, dejo que su mente se fuera a lo que para el sonaba más razonable. Localizaba donde se encontraba a pesar de no haber salido hace mucho por la ciudad, sabia a donde ir.

Sentía que sus emociones intentaban escapar de su cabeza, que querían sacar todo lo que tenía dentro y en estos momentos no sentía otra cosa más que enojo.

Tardo como una hora en llegar.

El sol alumbraba todavía la tarde, los árboles se movían con el viento. Pisaba con sus zapatos el verde pasto que estaba a sus pies. No se sorprendió de ver esas burbujas flotar por donde él estaba de pie.

Observo a los niños jugar con aquellas bombas de jabón que brillaban con el sol.  Una de estas, un poco alejada de las demás, continúo flotando. No perdió su vista de ella, la siguió con la mirada hasta alejarse un poco de los árboles y las personas que rondaban por ahí.

Y en un punto exacto se detuvo y exploto, dejando ver lo que estaba frente suya.

No sentía miedo, ni angustia, no se sentía solo, ni débil.

Se acercó hasta él.

Eliot estaba recargado en la pared que pegaba a un viejo edificio, llevaba un saco negro largo y sus manos dentro de los bolsillos, observando a la nada.

-… ¿Qué es lo que haces aquí?- pregunto a Eliot al darse cuenta de que estaba a su lado.

-Quiero hablar contigo- su voz se escuchaba firme.

-¿De qué?- Eliot no lo había volteado a ver en ningún momento y Adri levantaba la mirada para verlo.

-Quiero que me mires-

Entonces lo observo. Aun pequeño para él, todavía delgado. Con ojos verdes idénticos a los de su madre y el cabello castaño ahora más corto de la última vez que lo vio. Con la nariz chata, las pequeñas pecas claras en las mejillas  y las pestañas largas.

-Yo… yo me sentía culpable por haber ocasionado el accidente...- comenzó con voz baja y frágil –nunca debí salirme del auto, fue una estupidez-

Podía verlo fijamente.

-Siempre pensé que era mi culpa. No sabía qué hacer, ni como sentirme… todos me decían que no era mi culpa, que dejara de pensar en eso. Pero… yo no podía sentirme así y también me sentía culpable por eso… nunca creí que todo terminara así- su tono de voz cambio –Pero… lo que paso ya está hecho ¿no?  No puedo hacer nada para evitar sentirme mal y tú tampoco. No me importa, no quiero seguir atrapado, quiero olvidarlo. Quiero olvidarlo todo, pero no puedo… ¡Porque todo el tiempo sigue atrás de mí!-

-¿Qué quieres decir?-

-¡Ya no quiero tener contacto contigo! no quiero estar conectado a ti de ninguna otra forma que no sea por la sangre… pero eso no me tiene atado a ti. Si quieres golpearme, si quieres gritarme o herirme- estiro sus brazos -puedes hacerlo ¡Adelante! ¡Ya no importa! Ya no me importa… ya no puedes hacerme más daño- los bajo.

Eliot lo observaba con el corazón siendo aprisionado por su pecho. Pero no podía decirle algo.

Adri respiraba agitadamente. Coloco su mano en su pecho y la metió dentro de su camisa, saco la llave que portaba colgando. Puso sus brazos detrás de su cabeza para poder desatar la cadena. Una vez hecho la extendió hacia Eliot, el cual lo observaba cohibido.

-No quiero volver a verte nunca, ni seguir enterándome de ti, no quiero que me des cosas-

Eliot estiro su mano y Adri dejo caer la llave sobre esta.

-…Si es eso lo que quieres… no tienes que hacerlo más, ya no tendrás que verme de nuevo. Si no lo sabes, me voy a ir, me alejare del país, me alejare de ti- dijo con voz queda, demostrando como le dolía la situación.

-Te devolveré tu libro también-

-¿Lo leíste?-

-Si… por eso no lo quiero. Puedes llevártelo contigo-

-Pero al menos ya lo hiciste-

Adri desvió la mirada.

-Eres algo muy preciado para mí-

-Ja, ¿sí? no te creo- hablo con sarcasmo.

-No tienes que hacerlo. Solo quería decírtelo, a pesar de serlo, me alejare de ti, para remendar el daño que te hice-

-Eso no lo lograras nunca, así que no finjas que lo intentas-

-No lo hago-

-Ya no quiero seguir escuchándote. Ya no…-

Se dio la vuelta, ya lo había hecho, ya no quería seguir teniendo contacto alguno con él, no lo volvería a ver en su vida.

Comenzó a andar. Sin despedirse. Ni decir nada más. Eliot lo observaba dolorosamente alejarse. Solo eso.

 

Anduvo unas cuantas calles hacia adelante. Pero ahora estaba perdido en sus pensamientos. Para ser sincero, no tenía la más mínima idea de a donde se dirigía.

 

Eliot se había quedado en el parque, observando ya como la gente comenzaba a irse del lugar.

Sentía horrible el no haber podido darle un último abrazo, probarlo un ultima vez, acariciarlo. Pero ahora no podía hacer nada. Iba a regresar a su casa, terminar de empacar todo para poder irse y dejar de una vez en paz a su hermano. Remendarlo.

Entonces su celular comenzó a vibrar de nuevo. Lo abrió observando las letras de un mensaje nuevo.

No olvides acompañarlo a casa la próxima vez”

-No…- susurro para luego comenzar a correr.

 

Adri iba en su mundo, repasando la situación de hace unos segundos. Eliot se iba a ir, fue lo que le dijo. Pero aún no se sentía tranquilo.

No se dio cuenta cuando llego a lugares donde la gente transitaba poco, no era muy tarde, todavía había luz. Pero debía regresar al hospital lo antes posible o alteraría a todos.

Comenzó a sentirse extraño al caminar. Observo su panorama, trato de escuchar lo que estaba a su alrededor. Abrió sus ojos con sorpresa, iba a girarse para observa hacia atrás pero no fue necesario.

Paso por un auto y por medio de los espejos pudo ver a un par de personas encapuchados que caminaban no muy lejos de él.

Empezó a acelerar el paso. Trataba de ir calmado para no cometer ninguna locura, esperaba llegar a algún lugar que estuviera más habitado. Estaba cerca de los barrios pobres pero solo había edificios.

Entonces en una esquina vio a otros dos que iba de frente a él. Cambio su dirección y se cruzó la calle. Por la ventana del edificio que tenía enfrente noto que ellos igual lo hacía. No había duda. Comenzó a correr.

Los otros cuatro lo perseguían, pasaban por unas cuantas personas pero nada útil. Tenía que ocultarse en algún lugar. Empezaron a apareces más bloqueándole caminos.

Se metió por unos callejones, siendo la velocidad algo que lo caracterizaba. Todos con diferentes intersecciones. A pesar de ser, como muchos le decían “un niño rico” siempre supo andar por los lugares bajos.

Trataba de perderlos en los callejones corriendo, pero de cuatro tipos fueron ocho. Apretándole la salida.

Llego a una intersección cuando dos de ellos lo acorralaron, ambos con navajas. Iba a cambiar su dirección cuando apareció otro de la nada pero este vestía diferente. Más elegante.

No tenía ganas de quedarse a charlar pero este lo interrumpió.

-… Así que… tu eres el hermano de Miller, ¿no?-

-¡¿Quiénes son ustedes?!- pregunto frunciendo el ceño.

-Somos amigos suyos-  

-¿Qué quieren conmigo?-  cuestiono enojado.

Sin perder tiempo, el hombre mando a sus secuaces hacia el menor. Adri se dio cuenta de sus movimientos, Cambio su dirección hacia su única salida. Comenzó a correr siendo seguido por todas esas personas detrás de él.

Subió por unos basureros en el callejón y brinco una reja que le estorbaba dejado a los demás atrás. Por un momento se sintió seguro. Pero cuando se dirigía a la salida del callejón un auto negro se puso enfrente de esta.

Trato de detenerse. De encontrar alguna otra salida rápida. Pero no fue suficiente.

Con el mismo vuelo  que llevaba, solo parando un segundo, sin mucha fuerza un hombre lo metió al auto empujándolo y luego este subió igual.

Pataleo y grito dentro del auto, tratando de liberarse. Pero el grandote que lo mantenía prisionero lo sujeto de los brazos cubriendo su nariz con un trapo.

El aroma era extraño e inmediatamente su mente se nublo perdido en la inconciencia.

 

Eliot llego a los barrios bajos, observando todo a su alrededor.

Camino por los edificios y empezó a preguntarle a las personas de por ahí, ninguna podía decirle nada.

Marco al número de Héctor para saber si estaba con el pero este no le contesta.

Entro por varios callejones preguntando, cuando una anciana sentada cerca de un basurero le dijo, el niño estaba siendo perseguido por muchos hombres, lo atraparon y lo metieron dentro de un auto, se lo llevaron sin saber a dónde ni decir nada. Ella estaba durmiendo cuando el niño salto en el basurero y la despertó.

Tenía que ser una broma.

Salió de los callejones observando todo a su alrededor sintiéndose frustrado.

Su celular comenzó a vibrar de nuevo, pero esta vez era una llamada. Contesto esperando encontrarse con la voz de Derek, pero no era él.

-¿Eliot? ¿Estás ahí?-  era Adén. –Escucha amigo, estoy en tu casa, la puerta estaba abierta cuando llegue, todo está hecho un desorden, los vidrios están rotos y las cosas destruidas. Creo que te robaron. ¿Eliot? ¿Oye me escuchas?-

-Si Adén te escucho, pero eso no es lo más importante que me han robado-

-¿De qué hablas?-

-Contacta a Edward, los veré a los tres en la empresa en 20 minutos- colgó antes de que el rubio pudiera decir algo más.

Frunció el ceño y apretó el teléfono con su mano para luego caminar hacia la empresa.

Notas finales:

Ojala les haya gustado mazapanes, lo siguiente que leeran sera mi gran final que estuve planeando.

¿Comentario? Me harian muy feliz. Gracias a todos los que comentaron en el cap pasado mil gracias.

Besitos.

Liby.


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