La oscuridad se adueño del paisaje haciendo que el caminar diera dificultad, sin mencionar el hecho de que Sasuke no tenía idea de donde se encontraba ni a donde se dirigía. Maldijo varias veces por no haber mirado el mapa antes o después de salir de Vento, ahora aunque no quisiera aceptarlo estaba perdido y no ayudaba nada la oscuridad de la noche.
Se quedó un momento de pie tratando de pensar en qué lugar podía descansar para improvisar una cama y armar una fogata para calentarse porque el frío de la noche le calaba los huesos, el terreno en el que se encontraba era árido, con poca vegetación por no decir que ninguna, lo que más abundaba eran rocas.
-Ningún lugar es cómodo para descansar y si sigues caminando en la oscuridad puedes perderte más, no creí que tuvieras tan pésimo sentido de orientación-se quejó Karin revoloteando alrededor del moreno en su forma pequeña
-Si te crees mejor te invito a decirme por donde ir-le responde con molestia-pero como tan poco sabes...no hables
-Arg, siempre con ese tono-dice ella rodando los ojos-¿qué piensas hacer? en serio está muy oscuro ¿qué tal si se aparece un animal salvaje?
-No le temo a la noche además las estrellas tienen la luz perfecta-sus ojos oscuros miran al cielo nocturno el cual brilla suavemente por aquellos puntos brillantes-y si hay un animal salvaje estoy seguro que con tu carne puede alimentarse
-¡Hey!
El moreno se ríe suavemente al notar la cara enfadada de la pelirroja, ciertamente desquitarse con esa hada lo hacía sentir mejor, tano que lo distraía de la situación, porque ella tenía razón en semejante oscuridad era una presa fácil para los animales salvajes y nativos que quisieran cazar. El bien podría defenderse pero le costaría.
-No importa, decidí quedarme aquí. Haré una fogata y todo estará bien-comienza a sacar de su mochila unos suéteres y unas mantas para acomodarse en el suelo. Su estómago rugió pidiendo por hambre y el mal humor en Sasuke amenazaba por aparecer, así que buscó algo de comida en su mochila y solo encontró unos dulces que Ino le había regalado-odio los dulces
-Deberías odiar ser un príncipe mimado al que le daban hasta de comer-habla bajito Karin apareciendo al lado del moreno
Sasuke iba a contestar algo sobre eso. No era su culpa ser de la realeza y que ciertas actividades no fueran necesarias para él desarrollarlas, pero sí sabía cazar; en eso se equivocaba la pelirroja sólo que...no tenía ganas de buscar nada.
-Mira que no sabes ni buscar comida en un sitio así...sin duda Naruto hace mucha falta-susurra-¿lo extrañas? deberías
-No tengo porque-responde sin ganas. El sólo escuchar el nombre del rubio le quita el apetito y las pocas ganas de comer. "¿Por qué pensaría en él? es un idiota, ruidoso, malintencionado...encima de eso maleducado. Ni si quiera se despidió de mi" después de haber pensado en eso su cara se pone roja por completo-¡no es que me importe que no se haya despedido!
-¿Eh? De que hablas....
-Nada, nada-decide cerrar los ojos "No me importa ese tonto rubio...estoy mejor sin el" con la poca maleza que había cerca encendió una pequeña fogata, es mejor descansar se dice a sí mismo-hay que descansar
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Naruto se regañó mentalmente por haberse dejado llevar por la preocupación hacia Sasuke y mostrar sus ojos ante esos pequeños niños. Desde la desaparición de su madre, se prometió fuertemente nunca jamás volver a usar esos poderes a los cuales consideraba malignos, los culpables de que su bella madre Kushina desapareciera o más bien fuera raptada por ese cruel hombre que deseaba con toda el alma apoderarse de ellos. Se sorprendió bastante cuando aquel pequeño le comentó con miedo que sus ojos se veían rojos como el mismo fuego, calmó sus instintos para evitar cualquier situación que se pudiera presentar, el hecho de que ese poder despertase de nuevo y a causa de Sasuke le hacía temblar.
Su corazón se aceleraba más, ese poder según lo que recordaba de su madre solo despertaba con el deseo de proteger a alguien que te importa mucho o que te gusta.
Recuerda que gritó varias veces asustando nuevamente a los niños por ese comportamiento. Ellos no tenían la culpa de que...-intentando pensar algo que no fuese la palabra gustar- Sasuke se hubiese ido y que ahora pudiese estar en peligro, aunque Ino se lo advirtió, que podría correr peligro solo.
Gracias a los padres del niño castaño, Konohamaru, le dijeron por donde seguir e intentar rastrear al moreno.
"Si se va ahora tal vez logré encontrar pistas de por donde se fue" le dijo el padre del castaño. Pero eso fue cuando aun había luz. La magnífica luz del cielo, el bello sol en su esplendor.
Y por eso ya no se debatía entre sí seguir o ir en busca del chico, ahora estaba seguro de que lo mejor era encontrarlo y quedarse con él hasta que las cosas se solucionaran. Sasuke se comportaba como alguien rudo y que no necesitaba ayuda de nadie, pero por los pocos días que estuvo a su lado, podía ver que habían cosas que el moreno no sabía hacer, además que el porte de elegancia que tenía, hablaba por el moreno indicando que no era un muchachito cualquiera y que el estar por ahí de viaje no era algo que hiciera muy a menudo. Aunque Sasuke no le hubiese comentado quien era en verdad, en cuanto a su procedencia era obvio que era de buena familia y le preocupaba que se metiera en problemas y peor aun...que esos ladrones lograran quitarle el Vero Cuore porque entonces...estaría perdido.
-Pero me estoy adelantando a los hechos-hablaba consigo mismo mientras avanzaba por la antigua salida de la aldea Vento-tal vez yo pensando esto y...el puede estar bien...sin ningún problema-se detiene un momento-si él está bien y yo aparezco de nuevo...será incomodo, además él puede cuidarse solo...estoy seguro de ello-luchaba fuertemente para regresar, no seguir avanzando. No ir a buscarlo pero sus pies parecían tener vida propia porque siguieron caminando hacia adelante alejándose definitivamente de la aldea.
El terreno era demasiado grande, contando con que era de noche y así era más difícil encontrar a alguien, pero si intentaba usando "ese otro poder" tal vez podría llegar a él, a Sasuke, con prontitud y exactitud. Pero no, sacudió su cabeza negando la posibilidad de hacer eso. Lo encontraría a su modo, de eso estaba seguro.
-Ya llegaré a ti Sasuke-suspiró el rubio un poco cansado pero optimista
Unos horribles y fuertes aullidos lo alarmaron tanto que se detuvo intentando identificar desde donde se hacían esos sonidos. A cada instante los aullidos se escuchaban más y en varios lugares por lo que el oído del rubio podía deducir gracias a que es un usuario viento.
-¿Coyotes?-se preguntó mentalmente. Sin embargo, recordó lo que le contaron y aseguraron los padres del niño-podrían ser esos perros...-los aullidos continuaban, dando la razón al joven rubio.
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Karin se aseguraba de que el príncipe Sasuke estuviese bien dormido para hacer una gran movida y eso era...intentar quitarle el cristal al moreno. Estaba segura que si lo hacía y él pensaba que se le había extraviado, lo tendría de nuevo en sus manos. Le haría entrar en razón fuera como fuera de que la única opción era ir en búsqueda del ermitaño...obviamente seguiría el plan de la molesta princesa Sakura, lo guiaría justo con ella.
Aunque quisiese no seguir las ordenes de esa caprichosa y berrinchuda muchachita, ese era su trabajo. Debía hacer que las princesas que estuviesen tristes y se sintieran realmente infelices, consiguieran la alegría en su vida a toda costa; y este era su caso, la misma Shizune que era la reina de las hadas le exigió aquello. Que fuese el hada de aquella triste chica y le concediera todo lo que diera felicidad.
Pero aquella chica abusó completamente de su poder como hada, Sakura no era una niñita cualquiera, no era para nada inocente como parecía. Esa princesita consiguió tener de su lado a la Sannin Tsunade, además de que tenía cierta información sobre las criaturas mágicas que un humano común no tenía. Y eso era lo que tenía a la pelirroja atada a esa princesa.
Y por más que quisiera contarle a la gran Shizune o al mismo Sasuke sobre la verdad que oculta no puede. Es por eso que debe seguir con los planes de la berrinchuda para poder zafarse de ella, lo siente por el príncipe porque aunque sea un pesado, le agrada además de que le gusta. Pero no puede hacer nada...aunque quiera.
La pelirroja se agachó lo que más pudo para conseguir ver el precioso rostro del moreno el cual en serio dormía, despacio estiro sus manos intentando levantar la joya y así quitarla suavemente.
"No te muevas" rogaba ella ya que el chico movió la cabeza un poco
Fuertes aullidos interrumpieron la tarea de la pelirroja solo porque se escuchaba bastante cerca, además que los ojos negros de Sasuke la miraban de forma acusadora y molesta
-¿Qué crees que haces Karin?-pregunta Sasuke un tanto adormilado sujetando la mano de la chica-dime qué pretendías hacer
Ella se quedó en silencio pensando que decir, pero el ruido molesto de aquellos animales salvajes se acercaba más a ambos
-Son bestias-responde la pelirroja al notar la intranquilidad en el joven-...trataba de asegurarme que tu joya este bien
-No vuelvas a tocarla-le exigió demandante mientras metía el colgante bajo su camisa. Se puso en pie intentando buscar desde donde le llegaba el ruido de esos animales-¿qué clase de bestias?
-No sé-como por arte de magia desaparece dejando al moreno solo
Sasuke rueda los ojos ante la huida de la pelirroja, pero cree que es mejor así. Los aullidos van desapareciendo poco a poco sin embargo el príncipe presiente que los animales o las bestias lo atacaran en cualquier momento, no baja la guardia y empuña sus manos listo para lo que sea que aparezca.
Su cuerpo se movía de un lado a otro, la tierra se mecía con fuerza y con la intención de tirarlo al suelo sin conseguirlo, una manta de polvo y tierra se levanta haciendo que cierre los ojos por segundos y se cubra como puede con los antebrazos.
-Vaya, vaya. Qué tenemos aquí-habla una voz ruda proveniente del polvo levantado-aun queda gente tonta que pasa por acá.
Por fin puede ver un poco del hombre que le habla, su ropa es completamente café aunque puede ser por la tierra que lo cubre
"¿Estaba bajo tierra?" pensó alarmado
-Muy bien...dame todo lo que tengas y me iré en paz-habla de nuevo el extraño-eso es lo que quiere mi jefe
-No tengo porque hacerlo, siempre he sabido que si alguien quiere algo debe trabajar por el-Sasuke responde sin dejarse intimidar-no voy a dar nada que es mío
-Comprendo. Ya no podré irme en paz-chasqueó los dedos de inmediato y aparecieron varios perros de un tamaño considerable, que gruñían y enseñaban sus feroces dientes y colmillos-¡Ataquen!
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Naruto sintió el extraño temblor y podía asegurar que se trataba de algo provocado como por el poder de un elemento tierra, porque como había empezado el movimiento se acabó. El tenía experiencia peleando cara a cara con varios usuarios elementales, por eso estaba seguro de ello.
Escuchó también varias explosiones que le indicaron que había un enfrentamiento entre dos elementos, en la lejanía se iluminaba poco a poco el sendero, su rostro se sorprendió bastante por la columna de fuego que se levantaba.
Y a su mente llegó la imagen de Sasuke. Ese fuego abrasador que se veía a lo lejos podía ser de aquel chico moreno...o de otro usuario fuego y todo fuera una coincidencia.
"Pero ¿si no lo es?" se preguntó vacilando si ir o no hacia allá "Cómo hago para saberlo" Cerró los ojos fuertemente y entre suspiros se decidió ir hacia ese lugar, había muchas posibilidades sobre eso pero debía arriesgarse a encontrar a Sasuke y esa era la única opción que tenía.
-Bien, aquí voy-se concentró lo suficiente y se echó a correr usando lo que más pudo su poder de viento moviéndose ágilmente y levantando polvo cada vez que avanzaba
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Estaba sorprendido con aquel muchachito que se encontró en ese lugar desértico, sin duda era un gran oponente con semejante poder de fuego que conseguía levantar columnas para defenderse de sus atacantes perrunos. Además de esas bolas de fuego que le lanzó en varias ocasiones estando cerca de impactarlo.
El moreno no se rendiría tan fácil incluso sabiendo que estaba en desventaja por el lugar donde era atacado, pues el extraño tenía toda la ventaja ya que su poder era el de la tierra.
-Eres bueno pero esto es una lucha perdida-le decía el chico vestido de café-vas a perder
-Eso lo veremos-susurró llamando de nuevo al fuego e impactando a dos de las bestias, porque de un momento a otro los perros se convirtieron en bestias enormes y cubiertas de piedras. No importaba si corría o saltaba, el sitio era plano y sin ningún lugar donde resguardarse, además su fuego era apagado por la tierra que ese extraño usaba.
Lanzó varias veces al aire al moreno, el cual como podía caía de rodillas y seguía atacando. Solo que ahora estaba cansado tal vez porque no había comido nada desde que se fue de casa de las rubias.
-Es el final niño-llamó a los canes y estos se alinearon frente a su amo-acábenlo, no quiero jugar más
Los perros abrieron el hocico en señal de diversión, tanto que a Sasuke les pareció que reían, las rocas que los cubrían como armadura se mostraron filosas.
Corrieron rápidamente hacia el moreno que de inmediato se cubrió con los brazos. Las partes filosas que consiguieron tocarle le rasgaron parte de la ropa abriendo así unas pequeñas heridas, aun así sonrió altivo y el fuego cubrió su cuerpo por completo ante los ojos de aquel extraño que se abrieron de inmediato por la sorpresa.
Había pocas personas que podían usar su elemento de esa forma y esos eran los de familias reales, verdaderos herederos elementales.
-Sin duda todo tú eres más valioso-susurró el chico antes de ser impactado por el ataque de fuego que el moreno le lanzo, aunque no consiguió hacerle mucho daño, pero sí logró quemar parte de su ropa y pecho "dejará marca" pensó tirado en el suelo, el ataque de Sasuke funcionó para que el chico perdiera el control sobre las bestias.
El moreno cayó al suelo, ya había usado antes su elemento por todo su cuerpo y nunca se había cansado por ello, pero ahora estaba exhausto y es que no era fácil reunir toda la energía que se tiene sin haber probado bocado. Desde su posición se llevó la mano al cuello para asegurarse que el cristal aun esté ahí. Sonríe al constatarlo, aun lo tiene.
Su sonrisa se va cuando el extraño se acerca hasta él, le ve la herida que le hizo cuando sequé quedará una cicatriz inmensa y horrible.
-Bien jugado...esto duele bastante-comenta haciendo gestos-tenía pensado solo dejarte inconsciente y llevarme tus cosas...lo de valor pero ahora...-ríe furioso-te llevaré conmigo...con semejante poder darían mucho dinero por ti
-...Ni que fuera...tan fácil
-Un usuario fuego es indomable, eso dicen pero ahora estás débil y mientras sigas así-nota la molestia en el chico moreno-eres fácil de manejar, además...siendo de la familia real...nos darán más
La cara de Sasuke se pone pálida ante eso, si se sabe de su paradero, si se sabe de su hechizo... ¡no puede permitirlo! debe hacer algo ¡lo que sea! Cuando ve que el otro tiene intención de cargarlo, le lastima la quemadura del pecho. El otro grita pero no se aleja, sujeta al moreno del cabello y le hunde la cara contra la arena.
-Idiota, ya no tendré contemplaciones contigo...príncipe-ríe con rabia y luego escupe. Suelta varias carcajadas al ver como Sasuke se retuerce en el suelo con la intención de levantarse, pero su atacante lo hunde de nuevo-eso es...quédate dormido-dice más tranquilo, el cuerpo del chico está quedándose quieto, luego lo acomoda boca arriba para que reciba algo de aire-...un niño lindo...le gustará al jefe...
-Es una lástima que tu jefe no vaya a verlo
Se gira al escuchar esa voz tan amenazante y tan cerca de él, pasa saliva al ver esos ojos rojizos, esa pose que le dice que en cualquier momento será atacado. Incluso sus perros tiemblan y se agachan ante feroz presencia.
-No te pediré que lo sueltes para hacer lo que tengo pensando, porque...pasará tan rápido que ni lo sentirás-habla Naruto sonriendo malignamente acercándose al chico que suelta lentamente a Sasuke en el suelo y retrocede-no puedes escapar de un demonio cuando despierta...créeme