Hermosos rayos de sol que cruzaban por la ventana, un panorama que revelaba a lo lejos las maravillas de Midgard en mar, las aves y el cielo despejado, era el día perfecto para un paseo por los mejores lugares de la ciudad.
Era momento de salir y disfrutar eso pensaba todo el mundo en la ciudad, a excepción de nuestro grupo de jóvenes que la noche anterior habían pasado por un rato de excesos y baile como nunca en su mundo lo hicieron, esa mañana el primero en levantarse fue nuestro amigo Anthony Stark, quien ya tenía más experiencia en este tipo de cosas, lo primero que hizo fue servirse un café altamente cargado, e inmediatamente colocarse sus lentes de sol, aunque estuviera dentro de casa cualquier luz le molestaba.
El segundo en salir por la puerta de su habitación fue Clint, quien no había bebido en exceso pero tenía una cara demacrada por la falta de sueño, inmediatamente Tony se solidarizó con él y le acerco una buena taza de café y un par de lentes de sol, Clint ni siquiera rechistó en tomarse la bebida que le ofrecían aunque tenía un sabor muy desagradable para su paladar, uno a uno nuestros amigos fueron llegado a la sala común donde Stark repartió lentes de sol y café a cada uno de sus acompañantes.
-Gloriosa ¿Cómo le dicen aquí? ¿Fiesta? La de anoche amigos míos- Dijo Thor que a pesar de la resaca que se cargaba todavía tenía ánimos de hablar.
-Cierra la boca Odinson- Habló Loki
Bruce era el menos perjudicado pues no había bebido ni tomado más sin embargo se había quedado pensando en la chica que había conocido esa noche.
-Pero si fuiste tú el que más lo disfrutó Loki- Dijo Thor retomando la conversación.
-¿De qué hablas?- Dijo Loki, aunque en sí sabía perfectamente a lo que se refería no estaba lo suficientemente ebrio o dopado como para no recordar la manera en la que había bailado anoche
-¡Ni las mejores rameras de mi mundo bailan así te felicito!- Dijo Thor mirando al joven de ojos carmesí
Loki no sabía si tomarlo como una ofensa o un cumplido, pero inmediatamente una mirada de reprobación se colocó en sus ojos.
-Cierra la boca ebrio estúpido y barbaján- Reprochó Loki
-Si me bailas así lo consideraré- Le dijo con una mirada coqueta
-Par de niñas- Dijo Tony llamando su atención –Admitamos lo, Loki te movías como una perra, Thor eres un ebrio sin remedio ¿Y qué?, fue sólo una noche, ¿No es así?- Dijo para darle un gran sorbo a su café el de ojos marrón-
-No creo que eso haya ayudado Tony- Dijo Bruce
-Si a esas vamos no hay ramera que se compare contigo Stark- Comentó Steve
-¿Disculpa?- Dijo mirándolo incrédulo
-Dime el nombre de tu amigo de anoche, anda, te reto- Fulminó Steve
-¿Juan?, ¿Victor?, ¿Fulano, mengano? ¿A quién le importa Rogers?-Dijo Tony –Aunque estoy casi seguro de que era Víctor, además tu qué me dices, ¿No fue legolas quien te estaba devorando con su baile?-
-A mi no me metas en tus cosas Stark, bailo cómo y con quien se me de la regalada gana- Aseguró Barton.
Una pelea entre mundos estaba a punto de desatarse, todos estaban tensos hasta que una voz robótica interrumpió afortunadamente el momento.
-Señor- Dijo JARVIS- Se les está esperando abajo para el primer recorrido oficial-
-Sí, enseguida vamos- Dijo Tony dirigiendo una mirada a todos y cada uno de sus acompañantes dando a entender que esa conversación no había terminado.
No podía haber cuadro más encantador que ese, Loki con un elegante traje midgardiano de gala, por supuesto al más puro estilo de príncipe con una gafas de sol, Stark con el traje puesto y unos tenis que combinaban por supuesto con las gafas de sol, Bruce con un elegante traje una cabellera alborotada y las gafas, seguido de Thor, Steve y Clint, quienes al parecer eran los más afectados por la noche anterior pues aunque tenían las gafas puestas los estragos de una noche de excesos se reflejaban en sus rostros, mas sin embargo eso no hacía que lucieran menos atractivos.
-Coño Stark, recuérdame nunca volver a seguir tus planes- Dijo Steve y todos sus compañeros apoyaron la moción.
-Vete a la mierda Steve- Dijo Tony bajando la ventana del lujoso auto donde se transportaban.
Después de un rato indagando por lugares históricos de aquella ciudad, los jóvenes estaban interesados en la historia de los midgardianos en especial Steve, era quien se mostraba más emocionado por los hallazgos y las historias que pedazos de huesos y vasijas rotas podían guardar, y en ningún momento dejó de prestar atención, esto para Tony no pasó desapercibido.
-¿No quieres formar parte de la exposición Steve?- Le dijo Tony
-Si pudiera lo haría- Contestó Steve
Muy bien esa conversación no fue lo que Tony imaginó pues de cierta manera había encontrado diversión al hacer desatinar al soldadito de Vanaheim.
En otro espacio de la sala Thor estaba que se lo llevaban los demonios de Hel con tremenda resaca, no podía prestar atención ni mucho menos quería hacerlo, estaba completamente fuera de sus pensamientos fingiendo cara de interés, Loki pasaba sus dedos fruis sobre los vidrios de las exhibiciones muchos de esos vestigios se parecían a las ruinas que alguna vez hubo fuera de sus tierras si bien es cierto, que cada pueblo se queda con lo que le conviene en cuento a su historia también era cierto que Loki sabía la verdad sobre los supuestos héroes que se sacrificaron por su mundo, su amado midgad.
-Dioses Bruce mira esto- Decía un animado Clint que paseaba por cada una de las maravillas que se notaban a través de los cristales
Bruce sólo permanecía tranquilo admirando los objetos con una pequeña sonrisa que se escapaba de sus labios al ver al heredero al trono de los elfos de esa manera.
-Eres un chico muy abierto- Expresó Bruce
-¿Por qué lo dices Bruce?- Le miro Clint curioso
-Pues al parecer a parte de Steve eres el único que muestra abiertamente que le encanta este lugar-
Un silencio se formó entre los dos por un momento.
-En mi hogar- Afirmó Clint- no tenemos recuerdos así, todos son resguardados de manera especial dentro de unas vasijas ubicadas en el palacio, jamás podre verlas, sino hasta el momento de mi muerte, pues seré encerrado en una de ellas, y como no pienso morir pronto- Dijo con orgullo alzando la mirada- Mejor disfruto mientras pueda- Terminó para dejar a bruce con la boca abierta, no sabía que un chico tan reservado y que se veía tan superficial pudiese ser tan profundo-
Después de pasar el día en el museo, los jóvenes habían sido invitados a una cena de gala dentro del gran parlamento, así que de inmediato se les llevó donde un sastre para que le confeccionara trajes a la medida, todos quedaron satisfechos con su nueva adquisición, la transición duró unas horas hasta que Tony quedó cien por ciento convencido.
-Qué diva- Comentó Steve
-A mi me agrada su buen gusto- Dijo Clint tomando las manos de Tony
Steve y Thor pusieron los ojos en señal de clara molestia, ¿Qué demonios era esa actitud?, hasta que las miradas se posaron en un joven de piel azul, haciendo que todos quedaran boquiabiertos, pues el traje no dejaba mucho a la imaginación, se había acordado que el traje de Loki sería de menor cantidad de tela pues la complexión de este así lo necesitaba, sin embargo, no podía imaginarse algo así.
Una tela de seda fina cubría la cabeza de Loki y parte de su rostro, con piedras preciosas incrustadas en el encaje de esta, el traje era de dos piezas, la primera el top, la parte de arriba que cubría hasta el inicio de las costillas dejando un a la vista el ombligo, y de la cintura para abajo un pedazo de tela que terminaba de cubrirle, por supuesto un montón de collares y joyas provenientes de Jotumhen.
-Estas precioso- Dijo Tony con la mirada iluminada
-¡Yo quiero uno así!- Gritó Clint
-Por los dioses- Dijo Steve
-pa,pa,pa,- Dijo Tony acercándose a Steve cerrándole la mandíbula- Gobiérnate un poco Steve- Dijo Tony con cierto aire altivo.
-¿Loki es una chica?- Preguntó Thor
-Jódete- Dijo Loki
-¿Vamos a una fiesta de disfraces o qué?- Dijo Bruce
-Señoritas- Dijo Steve recobrando la cordura. –Es momento de irnos- Las damas primero- Dijo mientras miraba al joven de piel azulada
-Come cerdo- Dijo Loki
-Eso no fue exactamente un insulto Loki- Le dijo Tony
-Cómo sea- Dijo Loki dirigiéndose a la puerta.
-Es toda una diva- Dijeron los presentes al unísono y salieron rumbo a la gran fiesta que los esperaba.
Todos los representantes de los distritos de Midgard estarían ahí por la magnificencia del evento el esplendor, lo exótico era impresionante, y nuestros jóvenes al bajarse del auto pudieron apreciar un mar de gente, que en cuanto notó su presencia comenzaron a llover fotos, peticiones, chillidos, como si una famosa banda de rock hubiese llegado, después de entretenerse un rato en la puerta, todos se abrieron paso dentro de la gran fiesta.
Y el protocolo comenzó, los jóvenes lo sabían una demostración de sus culturas debía llevarse a cabo por cada uno de ellos, el primero fue nuestro ingenioso amigo Anthony Stark, quien se posicionó en medio de la pista, demostraría porque era heredero de Midgard con los avances tecnológicos que había desarrollado.
Un gran espectáculo se mostró alrededor de él, chicas bailando a su alrededor, y un montón de fuegos artificiales fueron lo suficientemente impresionantes cómo para sacar varios –WOW- por parte del público, se mostraba a un Tony eufórico por la música de AC-DC bailando sin control, claro que su padre había planeado un tango, algo sensual que cautivara pero no, como siempre Tony saliéndose de la rutina.
Lo siguiente que se oyó fue el retumbe de tambores era una danza bastante dura, al son de los tambores pausado, lento, de inmediato se transportaron a Asgard, donde se veía a un Thor haciendo proezas con el martillo algunos proyectiles se dirigieron a él y ninguno pudo tocarle pues inmediatamente fue disperso por un rallo que esparció hermosas chispas.
El siguiente en la línea fue Steve quién fue acompañado por música un poco más movida, haciendo danzas y proezas con su espada incitando a la gente a que le lanzara cosas y este poder cortarlas con agilidad, por supuesto Tony no pudo evitar lanzarle un florero, a diferencia de lo que se creería Steve cortó el florero en dos, tomando la flor que se encontraba dentro ágilmente con la boca, dirigiéndole una mirada de superioridad al joven Stark.
Un tono sensual fue el que tomó la música oyendo cantos de ninfas, era la música del reino de los elfos, sensual, imponente, de presencia para el joven proveniente de Alfeim que subió a una de las mesas y bailó entre éstas con destreza mientras un arco y una capucha de flechas le acompañaban, hizo varios tiros acertando en el blanco e incluso cuando las flechas dieron en el blando éstas explotaron para derramar pétalos de las hermosas flores provenientes de su reino.
Bruce no podía quedarse atrás, su demostración consistía en una música completamente dura, un tambor marcaba el son de sus pasos, llamas fue lo que comenzó a inundar el centro del salón de inmediato sombras se mostraban alrededor de él y de varios invitados fue alucinante ver tal espectáculo de pirotecnia, el joven descendiente del rey enano se sintió orgulloso.
Finalmente un frío baño el ambiente si, así es.
-Loki- Susurraron Steve y Thor al mismo tiempo
Un joven de piel azulina entró en acción contorneándose, robando miradas y suspiros, Loki lo tenía todo a su favor, y con sus manos soltaba leves ventiscas al son de la música mirando a todos lados con pasos decididos, fue hacia donde un joven y le invitó a seguir su juego hipnotizan te, miradas, jugueteos, sonrisas, si, de eso se trataba el baile, de gozar hasta la más mínima muestra de debilidad por parte del otro e inmediatamente cuando le música paró Loki le empujó descaradamente a la silla, haciendo que se sentara aún con la boca abierta el pobre chico que le hizo de acompañante.
Inmediatamente chiflidos, aplausos y uno que otro piropo fueron lanzados al joven proveniente de las tierras heladas. Lo que no tenía muy contentos a todos los demás quienes habían tomado aprecio por el joven. De ahí en más la cena transcurrió tranquila, claro las miradas insinuantes por parte de otros no se iban pero fue la primera vez que los chicos se hacían cumplidos entre sí e incluso intercambiaban comentarios agradables sobre sus presentaciones. Fue en ese momento que hubo una conexión.
La primera conexión entre nuestros jóvenes sintiendo que al fin y al cabo no eran tan diferentes como creían.