-¡¡Suéltame!!- rujió Severus por quinta vez mientras que Sirius, que tomaba su mano con fuerza, lo arrastraba por los pasillos de Hogwarts alejándose lo más posible del gran comedor-¿Quién te crees Black? Te ordeno que me sueltes ahora
Sin embargo Sirius fingió no escuchar eso o ninguna de las quejas anteriores, desde que lo había tomado en el gran comedor y sacado a la fuerza. Ahora que era más, que en ninguna otra ocasión, consiente de sus sentimientos y que por fin lo hubiera dicho en voz alta necesitaba aclarado con Severus sin interrupciones. Y ese era el problema en el gran comedor. Había demasiada gente observando. No le importaba que la mitad de los alumnos que lo habían escuchado, el problema era sus amigos que intentaban de una manera desastrosa aclarar las que cosas pero a su ver solo lo empeoraban. Por eso había decidido salir de ahí con Severus.
-¡Qué me sueltes!- esta vez Severus utilizo la fuerza que escondía su frágil cuerpo y se soltó del agarre
Sirius se sorprendió. No sabía que Severus tuviera la fuerza necesaria para soltarse, miro su rostro y se dio cuenta que estaba más enfadado que nunca. Tenía que solucionar las cosas rápido. Se acercó para tomar de nuevo a Severus por el brazo pero fue más rápido que él. Retrocedió un paso y en un solo movimiento saco su varita y lo apunto con ella. Sirius se pateó mentalmente, Remus había mandado a volar su varita y no se había tomado la molestia de recogerla. Vaya mago que era.
-Sev…
-¡No me llames así!-exclamo Severus con enfado- ¿Crees que porque le has confesado a todo el mundo que estás enamorado de mi tienes el derecho de llamarme por mi nombre? ¡Por Merlín, Black! Ofendes mi intelecto
-De verdad me gustas
-No, no, no. No pienso escuchar idioteces tuyas. ¿Cómo te atreviste a decir eso? Enfrente de todos. ¿Ese es tu plan? Hacerme el hazmerreír porque creyó que el gran Sirius Black de verdad estaba enamorado de él.
-Yo te quiero-Exclamo Sirius
-¡NO TE ATREVAS A DECIRLO!-interrumpió Severus porque sabía lo que iba a decir y no pensaba creerse nada. Ya había tenido suficiente de todo. El pecho se le oprimía a cada palabra que decía-¡¡Como puedes decir eso!! – Severus se sintió fuera de sí.-Después de todas las bromas y humillaciones
Sirius dio un paso hacia él. Ver a Severus así le rompía el corazón. Quería tomarlo en sus brazos consolarlo y pedirle perdón de rodillas
-No te acerques-exclamo Severus y volvió a apuntarlo- Yo de verdad te quería. Siempre te he querido. Desde el primer día en el tren me enamore de ti.
-Yo también- exclamo Sirius-Aunque no me di cuenta de eso antes. Lo confundí durante tanto tiempo que jamás me alcanzaría la vida para demostrarte lo contrario. Todo lo que hice fue porque estaba celoso. Celoso que Lili fuera tan cercana a ti. Celoso que estuvieras tanto tiempo con Regulus y Malfoy. Soy un idiota y la única manera que encontré para que te fijaras en mi era molestándote. Si puedes creerme, me sacrificaría para demostrarte lo importante y valioso que eres para mí.
Severus se había quedado callado. Las lágrimas que recorrían su rostro hasta perderse en su cuello habían cesado. Por muy idiota que fuera por muy idiota que sonara y sobre todo por muy idiota que era, le creía a Sirius. O al menos una parte de él. Su corazón gritaba y pampaneaba en el pecho que corriera hacia Sirius y olvidara todo. Pero su otra parte, su cerebro, le decía que no podía caer después de tantas y al igual le decía que corriera pero al sentido contrario.
-Y por nada en el mundo quiero perderte-finalizo Sirius con un hilo de voz que hiso que todas las barreras de Severus se vinieran abajo porque a veces el corazón era más fuerte que la razón
Sirius camino hasta Severus que en esta ocasión no se había movido. Levanto la mano a la altura del rostro de Severus y acaricio lentamente la mejilla. Con cuidado hiso que levantara el rostro para que lo viera justo a los ojos y por fin junto sus labios. Al principio fue un beso dulce lleno de ternura pero también había necesidad, necesidad que fue aumentando hasta que el beso fue una pelea y demostración del tiempo que les faltaba por estar juntos, al final la falta de tiempo los obligo a separarse.
-¿Me crees?-pregunto Sirius con suplica
-Te creo. –confeso Severus sintiendo su rostro arder. Y Sirius volvió a besarlo esta vez con más euforia, más necesidad y más hambre. Severus sentía sus piernas flaquear y para sostenerse busco con su espalda la pared hasta dar con una puerta extraña que se abrió ante ellos y aún más extraño fue que aparecieron en una pequeña habitación con una gran cama de sábanas blancas, unos pequeños buros.-¿En dónde estamos?
-Creo que es el cuarto de menesteres. Ese que aparece cuando alguien lo necesita.-respondió Sirius
-Y porque apareció con una cama….-Severus se calló al darse cuenta de lo que había dicho y se avergonzó por completo
-Crees que esto signifique que nosotros…-se atrevió a decir Sirius pero al ver a Severus rojo se detuvo-lo siento, no era mi intención
En cambio el corazón de Severus latía con rapidez pensó que tal vez ahora que tenían en claro los sentimientos de los dos no era tan mala idea que hicieran lo que se supone que Hogwarts les decía. Se acercó hasta Sirius y levantando la cabeza inicio un beso que se convirtió en algo más y más pasional
Rompiendo el beso Sirius volvió a juntar sus labios ahora sobre el cuello de Severus llegando hasta la amplia cama
Fue su nombre, pronunciado con tanta suavidad y seriedad que hizo que Severus devolviera el beso, dejo escapar un pequeño gemido envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Sirius.
-Espera-gimió Severus. Su rostro estaba claramente rojo
-¿Qué pasa?-murmuro Sirius deteniendo sus caricias. Había dejado esplendidas marcas en el cuello. Escuchar los gemidos de Severus era la cosa más dulce que podía haber escuchado en su vida.
-Yo…no tengo mucha experiencia…en este tipo de cosas-gimió Severus sintiendo como Sirius dejaba un rastro de saliva por todo su cuello
-Lo sé-Sirius rio tiernamente-Y eso me encanta. Relájate yo me encargaré de todo- y volvió a besarlo, después de un rato Sirius se alejó de los labios para probar nuevamente la suave piel de su cuello
Severus se retorcía contra Sirius dejando escapar pequeños gemidos ante las caricias que estaba recibiendo. Entonces cuando hizo un pequeño movimiento hacia delante se encontró frotándose contra el duro miembro de Sirius. Ambos dejaron escapar un gemido antes de que Sirius se apartara del cuello de Severus y comenzara a retirar la playera del chico, una vez que hubo retirado su playera Sirius se inclinándose para lamber uno de los pezones rosados. Inclinándose hacia atrás en un movimiento involuntario Severus casi estuvo a punto de caer sino fuera porque le tomo firmemente de la cintura y lo coloco sobre la cama, que había aparecido sin saber cómo o cuando, haciendo lentamente su recorrido hasta el pantalón lentamente desabrocho el botón y con mucho cuidado deslizo el pantalón por las blancas y suaves piernas de su dueño
Entonces se contemplaron. Donde Severus era de una proporción delgada Sirius estaba mejor formado. Esa era una señal de su atractivo. Tenía un pecho grande donde había ganado buena musculatura. Sus piernas eran firmes sobresalientes del orgulloso miembro que poseía. A Sirius le preocupaba llegar a lastimar a su pequeño amante. Beso nuevamente a Severus mientras acariciaba su cuerpo jugando una vez más con sus pezones.
-Nunca haría algo que te lastimara-gruño Sirius con vehemencia empujando a Severus sobre su espalda metiéndose entre sus piernas. Chupaba y lambia todo su cuerpo pasando la lengua por el vientre de Severus y se permitió respirar su cálido aroma. Entonces antes de hacer lo que paneaba desde hace mucho se aseguró de que Severus le mirase a los ojos antes de llevar todo el miembro a su boca.
Severus sintió que podría venirse en ese mismo momento, hecho la cabeza hacia atrás, gimiendo. Dejo escapar un fuerte gemido instintivamente sujetando con fuerza las sabanas por debajo de sus manos.
Sirius mantenía firmemente la cadera de Severus sujeta con una mano mientras que con la otra dirigió sus dedos a la boca de Severus que cupo y lamio sin saber porque, entonces los dirigió sobre la entrada de Severus.
Por un momento Severus se quedó inmóvil sintiendo como un dedo era introducido en su interior. Sirius no había cedido de complacer al miembro con su boca haciendo que Severus gimiera ante la enorme sensación de placer que estaba recibiendo mientras introducía cada vez más su dedo sacándolo un par de veces queriendo que Severus se acostumbrara a la sensación. Deslizando un segundo dedo junto al primero Severus se quejó sintiendo algo de molestia intentando apartarse. Sin prestar atención Sirius al igual que antes comenzó a mover sus dedos suavemente dentro y fuera del cuerpo de Severus.
Severus se relajó momentos después acostumbrándose a la sensación, incluso pequeñas olas de placer comenzaron a recorrer su cuerpo. Con la boca de Sirius alrededor de su miembro y los dedos de este dentro de él, sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que terminara en cualquier momento. Cuando pensó que no podía sentirse mejor Sirius agrego otro de sus dedos moviéndolos enérgicamente en su interior, gimió ante la sensación de estar completamente lleno Sirius observo a su inexperto amante mientras separaba ligeramente sus dedos. Sintiéndose un poco culpable del placer que le provoco la mueca de dolor en el rostro de Severus
-Por favor Sev. No aguanto más- gruño Sirius mientras se abalanzaba sobre el pequeño cuerpo de Severus con su miembro. Comenzó hundiendo su miembro dentro y fuera de la entrada de Severus con profundidad, la sensación de la entrada cada vez que golpeaba dentro le causaba mucho placer. Tomo las piernas de Severus colocando sus tobillos sobre sus hombros introduciéndose unos centímetros más al apretado cuerpo
Severus renuncio a hablar gimiendo con cada embestida dura que recibía
-Severus. Te quiero. Te quiero. Te quiero- Sirius dudo aunque estaba muy seguro de que Severus sentiría lo mismo y efectivamente Severus se limitó a asentir con su cabeza con entusiasmo. Sirius se inclinó sobre el cuerpo de Severus frotando su miembro sobre su vientre. Tomo el cuerpo flexible debajo de él con sus manos. Estaba seguro de que ambos terminarían pronto. De cualquier manera se sentía a punto de estallar.
Los empujes de Sirius se hicieron más difíciles y su ritmo decayó a medida de que se sentía a punto del borde. Severus grito sintiendo como los empujes iban directamente a su próstata al mismo tiempo que involuntariamente su cuerpo apretaba el miembro dentro de él.
–También…-Severus entre hablaba con gemidos-Te quiero- dijo Severus llegando al clímax. Esto hizo que Sirius se encorvase sobre su espalda gruñendo cuando de igual manera llego al orgasmo dentro de él.
Severus ya hacia debajo de Sirius jadeante mirándolo como si fuera a desmayarse. Sirius regulo su reparación sacando su miembro, se limitó a sonreír acostándose junto. Rápidamente Sirius atrajo el cuerpo de Severus en un abrazo antes de plantar un beso sobre su frente. Ahora nadie podía decir que Severus no era suyo.